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“Romper el silencio donde la palabra se muere, donde la guerra se impone, no es fácil”

“Romper el silencio donde la palabra se muere, donde la guerra se impone, no es fácil”

El martes 11 de junio de 2013, en la ciudad de La Habana, el gobierno colombiano y las fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, farc-ep, comenzaron a debatir el tema de la participación política, en desarrollo de la agenda contenida en el Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. De antemano, a finales del mes de abril, en Bogotá, sectores de la sociedad colombiana se reunieron para intercambiar sus planteamientos sobre el mismo aspecto, aceptando el pedido de la mesa de producir un documento con todas las propuestas que surgieran de este encuentro y entregárselo como un insumo primordial de su debate. ¿Quiénes asistieron y a qué sectores representaban?, ¿qué contenidos intercambiaron?, ¿de qué manera se convocó este encuentro?, ¿cuáles fueron los resultados?, ¿qué puede destacarse con respecto a las expectativas?

 

El Acuerdo que firmaron en septiembre de 2012 el gobierno colombiano y la organización insurgente farc-ep en la ciudad de La Habana, Cuba, contiene una agenda de seis temas que deben debatir los dos actores en su orden: la política de desarrollo agrario integral, la participación política, fin del conflicto, solución al problema de drogas ilícitas, víctimas y el último: implementación, verificación y refrendación1. En mayo pasado anunciaron consenso sobre el contenido del primer punto y comienza ahora la discusión sobre el segundo.

 

Iniciativas

 

Abril de este año estuvo como ningún otro mes cargado en Colombia de manifestaciones masivas en torno a la solución de la guerra, si bien desde el pasado septiembre el interés por la paz ha sido constante en escenarios sociales y políticos. El día 9, al tiempo que se conmemoraba un año más del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, marcharon en Colombia miles de personas en respaldo a las mesas de diálogo de La Habana. Especialmente en Bogotá, donde cayó abatido el dirigente liberal hace 65 años, y ciudad en la que dos poderes, el presidente de la República y el alcalde mayor de la capital, se encontraron en el recién inaugurado Centro de la Memoria, para recordar las innumerables víctimas del conflicto que hace decenas de años vive el país. Las consignas recalcaban sobre todo que la mesa no se levante en Cuba hasta que no haya acuerdos.

 

Ocho días después, la iniciativa conocida como Congreso de los Pueblos sesionó en tres jornadas con miles de personas en la sede de Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia para producir mandatos populares por la paz. El mes terminó con el Foro sobre Participación Política al que se refiere este artículo, al que asistieron 1.265 personas, de 480 organizaciones, partidos políticos y movimientos sociales, según informaciones entregadas por los convocantes2.

 

Mientras esto ocurría en Colombia, en la mesa de conversaciones en La Habana se debatía sobre una política agraria integral con enfoque territorial, primer punto de la agenda de conversaciones. Varios meses duraron los intercambios y discusiones hasta que a finales de mayo salió humo blanco desde la isla caribeña: un acuerdo en torno a ese específico aspecto, que depende, como los otros, de que haya un acuerdo total en la agenda, para que se haga realidad. Los contenidos del mismo no se conocen, por decisión expresa de las partes que conducen las conversaciones.

 

Arquitectura en construcción

 

En todo ese auge de iniciativas, el Foro de Participación Política tuvo una particularidad: fue el escenario solicitado expresamente por la mesa de La Habana para recoger las propuestas de la sociedad sobre el segundo tema de la agenda y entregárselas a ella como insumo del debate3, aunque sin excluir contenidos que lleguen por otros canales.

 

El mecanismo de los foros tiene una convocatoria y convocantes determinados, igual que metodologías que se van evaluando y enriqueciendo. Sus convocantes, por solicitud expresa de la mesa de conversaciones, son el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz, instancia creada en la Universidad Nacional de Colombia en función de estos diálogos, y la Oficina de las Naciones Unidas en Colombia.

 

A la pregunta por la relación entre este foro y las demás iniciativas sociales, formulada durante una rueda de prensa, respondió Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento, diciendo que es la mesa de La Habana la que trabaja con los resultados que llegan de cada una de esas iniciativas: «La mesa está contando con varias fuentes de insumos, las mesas regionales y la participación directa a través de la página web de envío de propuestas. Eso lo que permite es que la Mesa se enriquezca con una diversidad de puntos de vista y que el abordaje de estos puntos son los que dan la vivencia de una sociedad diversa plural». Explicó que la labor principal de ese foro era recoger la diversidad de propuestas que se expresaran en él y trasmitirlas. Los partidos y movimientos, complementó, Silvia Rucks, directora de país, en Colombia, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, tendrían momentos para exponer sus propuestas políticas.

 

Con respecto a la relación entre este foro y las mesas regionales que organizan las comisiones de Paz del Congreso de la República, que apoya también la ONU, Silvia Rucks señaló que se está viendo que son complementarias, pues mientras a los foros, que se hacen en la capital, llega la gente desde otros lugares, en las mesas regionales es la gente la que recibe a las delegaciones del Congreso de la República y de Naciones Unidas.

 

Se trata pues de una arquitectura de la participación social en esta dinámica de los nuevos diálogos hacia la paz, una arquitectura en movimiento. En su construcción incide la noción que se maneja en Colombia acerca de su guerra. Alejo Vargas indica que es muy importante hacer conciencia de que hay experiencias internacionales similares de las que Colombia necesita nutrirse; experiencias en las que los actores armados insurgentes han comenzado a hacer parte de la vida civil una vez hechas las negociaciones de paz, y de la vida política legal, cuando dejan de ser insurgencias.

 

Interviene también en esta arquitectura la exigencia hecha por varios movimientos sociales de la inclusión de la sociedad en la mesa de La Habana. Consideran que hay una dinámica excluyente en un asunto que concierne a todos, especialmente a las víctimas del conflicto. En contraste, hay precisiones acerca del carácter de estas conversaciones, que se inscriben en un largo camino y que en este punto están conversando dos de los múltiples actores. Se aclara que, no obstante, el papel de la sociedad es determinante en todo el proceso, especialmente en el posconflicto, ese momento en el que una vez llegados los acuerdos, comienzan otros retos para sostenerlos y edificar una nación en paz.

 

Participación política: para qué y para quiénes

 

En el Foro, los intercambios debían ceñirse a los contenidos del segundo punto de la agenda de temas definida en el Acuerdo firmado en La Habana. Las relatorías finales se elaboraron también en función de esa agenda. Es decir, quienes asistieron al foro hicieron propuestas sobre los siguientes aspectos:

 

  • • Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del acuerdo final. Acceso a medios de comunicación.
  • • Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa en los diferentes niveles y diversos temas.
  • • Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores, incluida la población más vulnerable, con igualdad de condiciones y con garantías de seguridad.

 

Bien visto, el contenido de este punto de la agenda persigue el tratamiento de la participación general de la sociedad, con énfasis en los movimientos que surjan luego del acuerdo final y que pertenezcan a la oposición, la población más vulnerable, las regiones y localidades y las garantías de seguridad. Los debates tuvieron matices, que indicaron la insistencia por ahondar en la paz como un asunto de toda la sociedad y en los requerimientos de las garantías de participación política.

 

Sin embargo, en los medios de comunicación y en la opinión se resalta especialmente el aspecto de lo que ocurrirá con el movimiento insurgente una vez establecidos los acuerdos de terminación del conflicto armado. Precisamente, hubo mensajes e intervenciones de antiguos guerrilleros que hoy, en otros países del continente, tienen altos cargos públicos en sus países. Se les invitó con el propósito de presentar sus experiencias en el paso de las organizaciones insurgentes a la condición de actores políticos legales.

 

José Mujica, presidente de Uruguay y antiguo combatiente del movimiento insurgente Tupamaros, de ese país, saludó el foro diciendo:

 

“El verdadero protagonismo debe ser la paz. Difícil, llena de obstáculos, porque el sentimiento de justicia es colindante a veces con el sentimiento de venganza y todo lo que mira a ayer, naturalmente se opone a lo que es mañana, Pero lo que más importa es mañana. […]. A los que soñamos con un mundo mejor, los hechos, los porfiados hechos, los tercos hechos, han demostrado en estos años que por lo menos en este continente lentamente y escalón a escalón se pueden abrir puertas a la esperanza dejando el camino de los tiros”.

 

“Creemos que es una lección que nos da la historia. De todo corazón, con todo el sentimiento pero con el compromiso que no hay que pedirle a nadie que abdique de sus esperanzas y de sus sueños, hay que entender que todo es posible siempre y cuando se afirme la paz”.

 

El Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional de Colombia presentó desde su creación la perspectiva de tratamiento a este asunto, una intención de coherencia:

“[…] además de los […] puntos que están previstos en la agenda acordada entre el gobierno nacional y las farc, el comité coordinador del centro considera fundamental sumar dos dimensiones de gran importancia. La primera hace referencia al posconflicto y a los cuestionamientos que trae: ¿qué va a pasar una vez se produzca el cese de hostilidades y se desmovilicen estas organizaciones?; ¿cómo ayudar a encontrar alternativas, no solo desde el punto de vista económico y productivo, sino de reincorporación a la sociedad, a la política y a la vida cotidiana? […]. La segunda consiste en llevar a cabo foros, debates y discusiones con otras universidades y sectores de la sociedad civil (empresarios, sindicatos, ONG) que contribuyan a crear un clima de reconciliación.”4

 

Las mujeres

 

Tanto las estadísticas, como los mensajes internacionales y las propuestas sugieren aspectos precisos del lugar de las mujeres en esta ruta hacia la terminación del conflicto. Ellen Johnson-Sirleaf, presidenta de Liberia y Premio Nobel de Paz 2011, saludó el Foro colocando un punto sustantivo:

 

“Mi propio país, dijo, atravesó por dos guerras civiles […]. La lucha se llevó la vida de alrededor de 250 mil personas, la mayoría civiles. Desplazó a muchos más […] y destruyó nuestros valores morales […]. En 2011 fui premiada con el Nobel de paz junto a otras dos mujeres. Recibimos el Premio por nuestra lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y los derechos de las mujeres a participar plenamente en la consolidación de la paz. Al aceptar el Premio, lo dedique a un incontable número de mujeres y niñas que han luchado, que han sufrido, [que han pasado] a menudo desapercibidas, pero que han ayudado a construir nuestro mundo: hablé a aquellas que han derramado lágrimas, sangre y que han perdido su dignidad. Y les dije: mis hermanas, mis hijas, encuentren sus voces. Este es mi mensaje para ustedes, mujeres y hombres de Colombia: rechacen la violencia sin sentido, encuentren su voz y trabajen juntos para un mejor mañana en su país”.

 

La comunicación y la construcción de la paz

 

“Acceso a medios de comunicación”, dice la agenda de conversaciones refiriéndose a la urgencia de garantizarlo para la oposición política, luego de la firma del acuerdo final. El desarrollo del foro mostró un abanico más amplio de inquietudes en el tema de la comunicación. Frabrizio Hochschild, el recientemente nombrado representante de Naciones Unidas en el país, amplió desde el comienzo, y en rueda de prensa, la idea: “[por] mis otras experiencias en Naciones Unidas, estoy muy conciente del rol absolutamente crítico que juegan los medios de comunicación en la construcción de paz”.

 

Pero sobre todo, llegaron periodistas y comunicadores de muchos medios para intercambiar acerca de la participación del periodismo y la comunicación en estos diálogos y en la construcción de la paz, de la democratización del espectro electromagnético y del reconocimiento a los medios comunitarios. Canal Capital trasmitió el Foro en directo, respaldando como medio de televisión de carácter público la carrera hacia la terminación del conflicto. Igual se destacó, al finalizar el evento, la ausencia de los canales privados como Caracol y RCN en los debates centrales.

 

La experiencia del Colectivo de Comunicaciones de Montes de María, en el departamento de Sucre, al norte del país, Premio Nacional de Paz, señala también expectativas desde las orillas de los que, como él, han trabajado en materia de reparación y restitución del tejido social, de sanación de las heridas causadas por el conflicto en la región. “Hemos tenido que ser muy creativos”, dijo Soraya Bayuelo, directora del colectivo. Y agregó:

 

Defender la vida y defender el derecho a la palabra en los Montes de María nos exigían crear otras lógicas. […]. Decía Hollman Morris, el gerente de Canal Capital, que había que defender los medios públicos: nosotros estamos empeñados en visibilizar la voz pública, del ciudadano. En caso de que se dé este diálogo, que se democratice el espectro de los medios, que haya un acceso de los medios para las organizaciones sociales, que podamos recuperar la confianza en los medios, que no se estigmatice a las personas que vivimos en los Montes de María, en el Cauca, en el Magdalena Medio, en Arauca, en Vichada […]. No es fácil romper el silencio donde la palabra se muere, donde la guerra se impone”.

 

1 El contenido de todo el acuerdo puede conocerse en cualquiera de estos enlaces: https://www.mesadeconversaciones.com.co/sites/default/files/AcuerdoGeneralTerminacionConflicto.pdf, http://wsp.presidencia.gov.co/Normativa/Resoluciones/Documents/RESOLUCION%20339%20DEL%2019%20DE%20SEPTIEMBRE%20DE%202012.pdf

2 Véase https://blu176.mail.live.com/default.aspx?rru=getmsg?msg=D3B49901-D416-11E2-BE2C-00237DE3346E#n=1820576082&rru=inbox&fid=1&mid=7749c77d-d3ba-11e2-b86d-00237de33486&fv=1

3 Igual ocurrió con el tema de la política agraria integral, para el que se convocó un foro en diciembre de 2012. Las propuestas y planteamientos que salieron de allí se llevaron a La Habana y se emplearon como insumo para el debate y posterior acuerdo sobre el tema agrario.

4 Tomado de http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ndetalle/article/un-crea-tanque-de-pensamiento-que-acompanara-proceso-de-paz.htm

 


 

Recuadro

 

Apartes del comunicado de la ONU y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz, de la Universidad Nacional de Colombia, emitido el 12 de junio de 2013, sobre la entrega a la Mesa de Conversaciones de La Habana de los documentos de la sistematización del Foro Nacional sobre Participación Política.

 

“(…) Los documentos entregados a la Mesa contienen las 918 propuestas presentadas por los participantes en los tres días del Foro (…). Las propuestas ciudadanas sobre el subtema 1-“Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general, y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final. Acceso a medios de comunicación”, se organizaron en cinco categorías que se identificaron así: 1) El Estatuto de oposición; 2) Garantías políticas; 3) Formas de participación política de las farc-ep después de su disolución como grupo armado; 4) La Unión Patriótica UP y las garantías de no repetición; y 5) Acceso a los medios de comunicación.

 

“Las propuestas sobre el subtema 2 –”Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa, en los diferentes niveles y diversos temas”, se concentraron y organizaron en 10 categorías: 1) Consolidación, ampliación y desarrollo de los mecanismos de participación; 2) Participación con enfoques diferenciados; 3) Participación en políticas públicas, planes y presupuestos; 4) Participación en la conducción política de la economía; 5) Consulta previa; 6) Control social, rendición de cuentas y veedurías populares y ciudadanas; 7) Elección popular de los más altos cargos de los órganos de control; 8) el Poder popular y formas de democracia; 9) La participación social y la Asamblea Nacional Constituyente; y 10) Garantías a la protesta social.

 

“Las propuestas sobre el subtema 3 –”Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, en igualdad de condiciones y con garantías de seguridad”, se agruparon en cuatro categorías: 1) Apertura del sistema político; Garantías de inclusión y enfoque diferencial; 2) Territorialidad, autonomía, planeación y participación; 3) Equidad de género y participación política; y 4) Educación y formación para la participación política.

“Los participantes han manifestado un respaldo al proceso de paz y han pedido al gobierno y a las farc-ep que no se levanten de la mesa de conversación hasta alcanzar un acuerdo. En términos generales hay consenso sobre la necesidad de abrir espacios de participación política para la oposición y los nuevos grupos que se conformen, en condiciones de seguridad, respetando los derechos humanos y los derechos de las víctimas. (…)”.

 

Información adicional

ESCENAS DEL FORO DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA
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