Tres son los mayores retos que enfrenta en esta coyuntura la Gran Coalición Democrática: uno, impedir que el TLC termine firmado por Colombia; dos, bloquear la reelección de Álvaro Uribe Vélez o de quien pretenda darle continuidad al proyecto político en curso en el palacio de Nariño; tres, como consecuencia y antecedente de los dos anteriores, consolidar una poderosa expresión social y política autónoma que se proponga generar una práctica política, social, económica e institucional alterna a la reinante en el país, consolidando una dualidad de poderes, antesala para el surgimiento de un nuevo y diferente régimen político, social y económico en Colombia.
Los dos primeros retos están generando la posibilidad de amplias y novedosas alianzas, hasta ahora nunca llevadas a cabo en nuestro país, más aún si se tiene en cuenta que su concreción y fortaleza descansa en gran medida en las fuerzas sociales populares.
El resultado final de ambas alianzas, depende de su fortaleza social. Como se conoce, el Congreso no impedirá que en el país se consolide una extensa guerra, pero tampoco que los pocos signos de soberanía nacional aún reinantes se difuminen. La posibilidad de impedir estas derrotas descansa en: i) la fortaleza y dinamismo que adquiera el movimiento social, ii) la incidencia que se adquiera sobre la opinión pública, y, iii) la integración y movilización que se logre de la inmensa diáspora colombiana. Por lo tanto, brindarle desde ahora a esa acción pública una orientación autónoma, de vocación de gobierno y poder, de restauración moral y democrática de la nación y surgimiento de un novísimo proyecto de integración e incorporación económica y social para todos los colombianos, es fundamental para garantizar su proyección estratégica.
El terreno es propicio para que así sea. Tanto el tema del libre comercio, como el del gobierno –con toda la simiente de violencia, para institucionalización y pérdida de la soberanía que caracteriza al actual- permiten una acción educativa y de construcción teórica – práctica con fines de gobierno y de poder.
El tiempo que corre es y será decisivo. Se requiere que la GCD actúe y se mueva para evitar que nuestro país se hunda en una guerra generalizada. Los meses inmediatos serán determinantes para organizar la alternativa de evitarla –más allá de las manifestaciones por la paz–: con la conquista del gobierno y de sus fragmentos de poder para la mayoría.
La consigna central de esta acción, en el tema del libre comercio, debe mostrar un referente viable, y ahí está ante todos los ojos la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba) y al mismo tiempo la Comunidad Sudamericana de Naciones.
En el campo nacional es urgente presentar al país una opción única, colectiva y victoriosa de unidad nacional y popular por la paz, que enfrente y confronte la reelección de Álvaro Uribe o el candidato que para tal fin designen. Esta opción única debe retomar todo el acumulado histórico del descontento, la inconformidad, la oposición honesta y el movimiento revolucionario; concretando con su triunfo un anhelado cese de fuegos y un gabinete ministerial por la justicia social que trascienda el ´recurso´trillado de la mesa de diálogo. Recurso, como se sabe, desprestigiado por Pastrana en el Caguán y echado a perder por el interés geoestratégico estadounidense, agotado por Uribe en forma definitiva con la comedia-identificación de San José de Realito y su parámetro jurídico de falsa desmovilización con preserva y fortalecimiento del statu quo injusto.
Por tanto, el lapso entre noviembre 2005-junio 2006 constituye una coyuntura de poder inédita en nuestra historia reciente: lo es, por el agrupamiento y acción que en ese corto espacio tendrán todos los factores sociales, militares, políticos, de resistencia, electorales e internacionales. En este plazo veremos desenvolver con la mayor intensidad los elementos mediáticos de opinión e imagen del poder y de asesoría extranjera y apoyo tecnológico militar creciente del Comando Sur como no ha sucedido hasta ahora en el continente.
De la manera como actuemos sobre esta coyuntura, dependerá que la misma no quede reducida a un simple evento electoral, trascendiendolo, cimentando un fortísimo movimiento social, que por sus logros en estos meses garantice su sentido colectivo, su cohesión y su proyección de mediano y largo plazo.
De actuar así, se estarán dando pasos decisivos para que germine un movimiento social y político, fundado en el sentido colectivo y la autonomía que contraponga un modelo de poder al que por décadas ha desangrado al país.
Agenda para el debate
Los cinco ejes de la Gran Coalición han sido ampliados a ocho. Alrededor de estos se desarrollará el debate citado:
– Reelección: estrategia política y campaña nacional
– Agenda legislativa: proyectos de Ley de mayor importancia
– Tlc propuesta de referendo y de integración regional sudamericana con comercio justo
– Estado Social de Derecho: defensa de la tutela, de las libertades públicas y de la institucional democrática
– Negociación política al conflicto armada y acuerdos humanitarios
– Política Social
– Política nacional de lucha contra el hambre y la pobreza
– Empleo, ingresos y distribución del ingreso
– Servicios públicos domiciliarios
– Deuda pública y crisis fiscal
– Tierra y problema agrario
Tareas inmediatas contra la reelección
– Selección de candidato único a través de un debate público nacional entre todos los pre candidatos.
– Movilización el primero de mayo de un millón de colombianos a la plaza de Bolívar.
– Designación de plenipotenciarios para presentar en todo el mundo la situación de Colombia y requerir el apoyo de sus pueblos en la campaña contra la reelección o la continuidad del proyecto Uribista por intermedio de otras caras.
– Liderar la conformación, con designados de todos los movimientos sociales y de los partidos políticas en la oposición, de un parlamento de los pueblos que propicie y fortalezca una dualidad de poderes en nuestro país.
– Colombianos en el exterior una sola bandera. Diseño y liderazgo de múltiples campañas contra la re – elección allí donde se encuentre localizada la diáspora colombiana.
– 17 de diciembre: concentración y marcha de la diáspora colombiana en todo el mundo.
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