Llegamos de manera convulsionada a la mitad del periodo del actual gobierno capitalino. Los balances realizados, del significado de estos dos años de gestión Distrital, son diversos. Desde los grandes medios de comunicación sus balances han sido, por lo menos, tendenciosos pues solamente destacan los errores y desaciertos, y otorgan poco despliegue a los aciertos y avances. Pese a esto, en relación a la salud pública, los indicadores evidencian, un mejoramiento en amplios grupos sociales, producto de la profundización de las acciones territoriales para la promoción y prevención de la enfermedad.
Más y mejor cobertura de salud*
Realidad inocultable. Si existe un tema sensible entre quienes habitan Colombia –y Bogotá no es la excepción– la salud es el principal. Privatizada en gran medida, atomizada entre las instituciones que prestan el servicio, con atención pésima de quienes acuden en busca de atención o consejo. De ahí que desde hace varios años las alcaldías de izquierda hayan optado por concentrar gran atención en este tema. En particular, la actual opta por profundizar la atención de manera amplia (preventiva) en el territorio, actuando en consecuencia con un principio: la salud no es ajena a las condiciones de vida. Para hacer esto real toma cuerpo el Programa Territorios Saludables y Red de Salud para la Vida desde la Diversidad.
El Programa, operado por un equipo de más de 6.000 técnicos y profesionales de salud y de otras disciplinas, que conforman 1.005 equipos básicos de salud y 85 equipos complementarios, han llegado a numerosos barrios, donde diagnostican, educan, previenen, curan. De esta manera han caracterizado 907.651 familias, con sus 2.845.184 miembros.
Otra esfera de esta labor, son los entornos de trabajo saludables en unidades de trabajo informal – Utis. Allí los equipos de salud atienden, de manera pionera en el país, la población trabajadora de la economía informal. Entre enero de 2012 y octubre de 2013 se intervinieron 12.506 Utis.
Adjunto a esta labor, está el enfoque sobre el ambiente, un tema relevante a la hora de prevenir o tratar de curar. Y aquí la acción pública distrital actuó con el enfoque de territorios saludables. Equipos técnicos y profesionales en salud intervinieron durante el 2012 15.541 familias que adoptaron prácticas para mejorar sus condiciones de habitabilidad; para el primer semestre del 2013 este mismo ejercicio permitió atender a 27.318 familias. Basuras, un tema ligado a esta labor preventiva, pese al cambio proyectado para la ciudad, aún no queda implementado a plenitud, no neutraliza sus efectos: selección en la fuente, transformación y aprovechamiento de lo que hasta ahora se deposita en el relleno Doña Juana, hábitos de consumo. Gana notoriedad la inclusión de los recicladores en el programa Bogotá Basuras Cero, accediendo a mejores condiciones de vida, tanto ellos como los animales que sometían a esta labor.
Binomio madre-hijo
Otra expresión efectiva de esta labor, del trabajo en prevención, radica en la reducción de la mortalidad materna, perinatal e infantil, lográndose una mejora ostensible de la salud del binomio madre – hijo/a: reducción a un digito de la mortalidad infantil al pasar de una tasa de 11,4 por 1.000 nacidos vivos (NV) en 2012 a 9,9 en octubre de 2013. Así mismo, al comparar el periodo enero a octubre de 2012 con el de 2013, la mortalidad materna disminuyó en 15 casos, pasando de una razón de 42,3 por 100.000 NV a 25,8; la mortalidad perinatal disminuyó en 225 casos, pasando de una tasa de 18 por 1.000 NV a 15,8.
Los menores también se favorecieron en otros aspectos, pues los casos de mortalidad por neumonía en menores de 5 años se redujeron: 6 casos menos se presentaron durante el 2013 en comparación con el 2012, pasando de una tasa de 8,4 por 100.000 menores de 5 años a 7,3; 160 casos menos en mortalidad en niños y niñas menores de 5 años, pasando de una tasa de 19 por 10.000 menores de 5 años a 16,3 y para este mismo grupo de población la tasa de mortalidad por enfermedad diarreica aguda paso de 0,8 a 0,5 por 100.000 menos de 5 años.
En el año 2013, de igual manera, no se presentó ningún caso de mortalidad por desnutrición entre niños y niñas menores de 5 años, evidencia a toda luz, que este tipo de muerte, relacionada con las condiciones de vida, sí es evitable.
También sobresale la efectividad de las acciones planteadas en los programas dirigidos a las niñas de 10 a 14 años y adolescentes de 15 a 19 años, lo que ha impactado en la reducción de los nacimientos en esta población. Los embarazos en adolescentes de 10 a 14 años tuvieron una reducción entre 2012 y 2013 de 62 embarazos con una variación de -18,3% y de 15 a 19 años de 632 embarazos con una variación de –%5.
De acuerdo con las autoridades de la ciudad, si Bogotá mantiene estos indicadores materno-infantiles, alcanzará las metas del plan de desarrollo antes de finalizar el cuatrienio.
Vacunación
Al observar lo realizado por la actual administración en salud, con enfoque preventivo, es imposible dejar de relacionar el programa de vacunación, el cual cubre un poco más del 95% de la población menor de un año, en enfermedades inmunoprevenibles por: Haemophilus Infleunzae tipo B, Difteria, Tos Ferina, Tétano, Polio, Hepatitis B, Neumococo y Rotavirus.
También está la población de un año de edad, con la cual la cobertura de cumplimiento supera el 90% en enfermedades como: Sarampión, Rubeola, Parotiditis, Hepatitis A y Fiebre Amarilla.
Las madres también gozan sus beneficios, al implementarse en Bogotá la inmunización contra la Tos Ferina en mujeres gestantes a partir de la 21 semana de embarazo. Esta labor implicó que la mortalidad de lactantes por esta enfermedad, pasara de 23 muertes de lactantes en el 2012 a solo 3 entre enero a agosto de 2013.
Otro beneficio, en este caso para las niñas, fue la vacunación contra el cáncer de cuello uterino –virus del Papiloma Humano–: durante el 2013 (enero- agosto) 352.595 niñas escolarizadas desde los grados 4º hasta 11º recibieron este beneficio, para una cobertura de la población femenina escolar de la ciudad del 91.7%.
Nuevas herramientas
Para enfrentar las problemáticas en salud de la ciudad, durante los dos años de gestión de esta alcaldía, fueron habilitadas nuevas herramientas institucionales en salud, cuyos beneficiarios son sectores marginados de su población.
Para atender las personas adictas al basuco y otros estupefacientes fueron creados los Camad (Centros de Atención Móvil a drogodependiente), ubicados en el Bronx (donde se ubicó la población desplazada del “Cartucho”), Localidad de los Mártires; el Amparo Localidad de Kennedy; la Localidad de Rafael Uribe y Antonio Nariño, y en la Cárcel Distrital de varones y anexo de mujeres.
También tomaron cuerpo cuatro Centros de Salud y Desarrollo Humano –CSDH– ubicados en la Localidad de Bosa (barrios El Recreo, El Paraíso y Santa Fe) y en la Localidad de Fontibón (UPA San Pablo), favoreciendo una atención más oportuna de la población de estos barrios.
Como otra experiencia notable, intentando superar barreras técnicas, administrativas y culturales que impiden el goce pleno de los Derechos Sexuales y Reproductivos, tomó cuerpo la experiencia piloto “Servicios Amigables en Salud Sexual y Reproductiva para las Mujeres” en los Hospitales de Suba y Centro Oriente, así como en el Hospital de Bosa II Nivel.
Estos centros desarrollan actividades de regulación de la fecundidad, prevención del embarazo adolescente y del aborto inseguro; asesoría, orientación y suministro de métodos anticonceptivos; prueba rápida y asesorías VIH (pre y post); prevención del cáncer de seno y cérvico uterino, así como citologías; orientación general en salud sexual y reproductiva a través de estrategias pedagógicas intramurales y hacia la comunidad. De la misma manera, brindan acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en los casos previstos por la ley.
Defensa y fortalecimiento de lo público
Como empezábamos este artículo, en medio del ataque del capital privado a todo lo público, y la efectiva privatización de la salud, sin reparar en los derechos fundamentales de la población, la administración bogotana tomó la bandera por la defensa de lo colectivo, en este caso, del derecho a una salud digna, de calidad, oportuna y amable. Superar la Ley 100 resume uno de sus propósitos. En pro de este objetivo varias marchas fueron realizadas, cuyos voceros por localidad fueron los directivos de cada centro de salud distrital.
De manera simultánea, se invirtió dinero en mejorar centros de atención (como el reforzamiento del CAMI San Pablo, UPA Asunción y Clínica Fray Bartolomé de la Casas), disponiendo para el servicio 48 camas de salud mental en la Clínica Fray Bartolomé de las Casas.
Y para mejorar la situación financiera de los hospitales públicos, durante el año 2012 les asignaron recursos por un total de $206.545 millones. Igualmente, se adelantó una transformación en la EPS Capital Salud la cual asumió la atención de los afiliados de aquellas EPS intervenidas o en proceso de liquidación, mejorando la infraestructura y sitios de atención de los afiliados.
Tras dos años de ejercicio gubernamental de la conocida como alcaldía Petro, y tras diez años de gobierno alternativo en Bogotá, es posible asegurar que ahora se cuenta, en salud, con un carácter nuevo y pionero, con herramientas valiosa para garantizar el derecho a la salud de poblaciones específicas, rompiendo barreras de acceso, con apertura de espacios de información, orientación y atención amigables y de calidad, que comprenden las necesidades y afectaciones particulares de la población. Una mayor profundización de estos logros, depende ahora de la movilización ciudadana para apropiarlos y ahondarlos.
* El conjunto de cifras presentadas en este artículo tienen como fuente la Dirección de Salud Pública y la Dirección de Planeación y Sistemas de la Secretaria Distrital de Salud.
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