Doctor y maestro:
Carlos Gaviria Díaz
Candidato presidencial 2006-2010
Por el Frente Social y Político y Alternativa Democrática
E. S. M.
Estimado maestro:
Tormenta. Angustia. Marginación. Crisis y nostalgia de la Constitución. Estertores de parto… Son todos estos: el aire, el momento, el alma y el cuerpo maltrecho del drama colombiano. De un mal tiempo que puede estar o está a punto de escampar, en tanto usted escale la nada fácil imagen de liderazgo. Justo, entre primavera y verano, ante la coyuntura de poder y triunfo alternativo de gobierno [noviembre 2005 – mayo, agosto 2006] que se avecina. Más temprano que tarde, el pueblo colombiano tiene inexorable un fallo.
Con puntos de encuentro que se multiplican, con derroteros de unidad crecidos desde abajo, reverdece la posibilidad de recuperar un liderazgo que resulta, por su necesidad, más nacional que electoral. Ante todo, hemos llegado ya entonces a un horizonte inmediato de polarización. Una polarización con un tope de guerra –al que Uribe y Bush nos llevan hora por hora– y de necesidad de paz –como un sentir profundo y acumulado de la gente–, visible ansiedad en todos aquellos que esperan o acuden a escucharlo a usted, doctor Gaviria, en el territorio y más allá de la frontera. Un ascenso de su representatividad, obtenido sin maquinaria, sin profesión ni maña de candidato, como no había hace tiempo. Y vienen más sucesos.
Habrá fracturas del oficialismo y sumas de fuerza en la oposición. Con la injerencia más abierta como requisito para la imposición y acomodo de un candidato ‘único del establecimiento’ por parte de los Estados Unidos y sus intereses, no resulta extraño que un político venga de Washington, que otro vaya para esa capital y que la cúpula liberal calcule prebendas y puestos a obtener con la inmediata reelección del proyecto autoritario. Todo, dentro de un cruce de violencias en pro y en contra del poder, con el gran narcotráfico soterrado, protegido, de parainstitucionales urbanizados a bolsillo lleno como ingrediente nuevo y repercusión económica de revalorización del dólar durante el actual gobierno. Con la crisis social sin un alivio y traspiés como la pérdida del socio Lucio Gutiérrez en Ecuador, la popularidad de Uribe irá en descenso sin el registro debido en las encuestas. Limitado quedará a sus 5 ó 5,5 millones de ‘voto duro’ por la inercia oficial liberal-conservadora y su aditamento de represión estatal y sesgo informativo de los grandes medios.
En nuestra orilla: desde la abstención que la polarización transformará en buena parte, el liberalismo raso, el conservatismo sensible, el nacionalismo militar en despunte, el Polo Democrático, el Frente Social y Político, la Alternativa Democrática y demás vertientes y militancias de grupo o inorgánicas, con memoria y rabia antioligárquica, y desde la comunidad exterior como reafirmación de soberanía; dispondrán para la primera vuelta de la más alta votación alternativa contabilizada en Colombia. El nuevo país en ascenso conquistará el segundo lugar en la primera vuelta, y ante ese ‘golpe de opinión’ se desfondará el electorado de Uribe para la ronda final.
Un resultado en votos y conciencia social, obtenible a condición del tejido oportuno de un nuevo liderazgo que en palabra y método comunique y convoque a la restauración moral de la Nación. Un imán y una predicación que separa a los candidatos y precandidatos de la vieja república que padecemos, y usted, doctor Gaviria, con una nueva para refundar. Un futuro en puerta gracias a su aporte de disposición y voluntad al que tanto la necesidad de un pueblo como voces que lo aprecian, le solicitan. Su paso acompañado y acompasado podrá subsanar el vacío de referente, fundamental para constituir una vanguardia social de carácter legítimo y plural. Esa palanca necesaria y variada en actores y acumulados, que cada realidad nacional de nuestro Sur enseña:
(i) Ya con liderazgos plenos (Lula, Tabaré, Chávez) (ii) “Fraccionados” pero con iniciativa o poder nacional (Evo, Quispe, COB. en Bolivia; Kirchner, peronismo histórico, quiebre económico, en Argentina; y Pachakutik indígena, nacionalismo militar, izquierda orgánica, en el Ecuador).
Vísperas nos rondan tanto del impacto simultáneo de la movilización social –como la del 20 de octubre próximo– que pudo sobrevivir con un contenido político y nacional recuperado, como de la confrontación y la disputa presidencial con un trasfondo de conservación o cambio del régimen y su alianza internacional. Un escenario con tal volumen, no visto en los pasados comicios ni antes. Una realidad determinada por la geopolítica de halcón que para desventura del mundo predomina en la Casa Blanca y que convierte a la próxima elección en un plebiscito por la paz inmediata. En un SI o un NO de festivas o trágicas consecuencias. Plebiscito en el cual los votos por Uribe dispondrán la guerra y los suyos, doctor Gaviria, los únicos desprovistos de ambigüedad y con mandato pleno frente al único camino de la paz: el cese bilateral de fuegos.
Sólo con su triunfo en la segunda vuelta –atizado con una fórmula vicepresidencial adecuada, no sólo aceptada por los aspirantes al Senado sino igualmente portadora de una representatividad que fraccione la verticalidad político-financiera-militar por la guerra–, desde las 12 de esa misma noche de mayo de 2006, a 280 días vista, cualquier disparo insurgente quedaría despojado de razón. A la vez, pocos días después, en su condición de Presidente electo, portador de credencial o en ejercicio, los colombianos queremos oír –oiremos– su voz de ¡alto! a las Fuerzas Armadas y su correlato de suspensión del ‘Plan Colombia’. Un lucero vespertino en el firmamento. Justo a los 200 años del gesto de Francisco Miranda precursor de la Independencia en el continente y de los colores amarillo, azul y rojo de nuestras banderas.
¡El advenimiento de la paz con el cese bilateral! La rescata, la traslada de la creencia general de una mesa de negociación –enterrada en definitivo por Uribe con su recién aprobada Ley 472 que podrá tener destino único para San José de Realito– a la diaria acción de gobierno, social y de justicia, que emprenda su gabinete de unidad nacional. Felicidad y posibilidad reales frente a las cuales la comunidad colombiana en el exterior abunda por primera vez con el caudal decisivo para el cambio del actual escenario político. Un torrente no valorado en su real dimensión, tal vez por el exiguo reglamento para obtener apenas una curul de Cámara, pero en verdad un caudal que constituye uno más de los factores estratégicos por sumar y desenvolver para obtener la victoria.
çCOLOMBIANOS EN VENEZUELA 2006: UNA SOLA BANDERA, en común con los compatriotas de Ecuador, Perú, México, España, Suecia y otros países en expectativa, según conversaciones adelantadas, asume el compromiso de desplegar el potencial de Nación y Patria que habita o se resguarda allende las fronteras. Por aquí, en la vecindad y el exterior, ya por exilio, desplazamiento, refugio, estampida ante las amenazas, desempleo, fracaso económico, aventura, trabajo sexual, rebusque y protección de fortunas honradas o no, todos, colombianos en fin. Sin vacilación emprendemos el camino de la Nación, la dignidad y la soberanía bajo su orientación, causa e historia de vida, doctor Gaviria.
Con fe en el lucero venidero, hemos diseñado un plan de Tres Fases:
– La Atanasio Girardot de objetivos inmediatos. Con pasos previos desde noviembre de 2004, reunión de constitución realizada el 9 de abril con 70 asistentes, presentación pública mediante el desfile del 1° de mayo en Caracas, cuando irrumpimos con pancartas, pasacalles y 24 murales con su nombre y su figura, doctor Gaviria, y que irá hasta el 7 de agosto como inicio de una campaña a fondo de inscripción de colombianos en los consulados de Venezuela.
– La Antonio Ricaurte de objetivos mediatos. Con hitos de participación en el Encuentro Mundial de la Juventud, avance y culminación de las inscripciones y 17 de diciembre con las miles de antorchas de la nueva del renacimiento de Bolívar en decenas de ciudades del mundo.
– Y las a) José Antonio Galán y b) Antonio José de Sucre de objetivos finales.
Como lo comunicó usted al compañero Juan Carlos, lamentamos que no haya podido asistir en la mañana del 20 de julio a un acto de teatro lleno en la ciudad de Maracaibo. Demandamos:
– La presencia de una comisión del Frente y la Alternativa Democrática para mediados de septiembre, como aporte a su visita en los últimos días de ese mes.
¡A LA CARGA!
Omar Roberto Rodríguez, Juan Carlos Tanus, Jorge Urueta, Álvaro Ospino, Hugo Martínez, Rocío Gómez, Adis Rocha, Lucas Gil… (siguen firmas)
Colombianos en Venezuela 2006, una sola Bandera
Por 500.000 manos con la antorcha de Bolívar el 17 de diciembre
y 2’000.000 de bolivarianos en mayo 8 y 22
Por la restauración moral de la Nación
¡GAITÁN VIVE EL 9 DE ABRIL!
En el marco de la Campaña para evitar la reelección de Uribe –Colombianos en Venezuela 2006: Una sola Bandera– y su avance con personal militar y tecnología de los Estados Unidos que amenazan a Venezuela:
Convocamos a usted y su representatividad a participar en el Plan de Tres Fases y la discusión y asignación de responsabilidades a realizarse el próximo 9 de abril a las 10:00 a.m. en el local del diario VEA.
Hermanos y hermanas, colombianos:
Como si fuera hoy, Jorge Eliécer Gaitán profetizó en Caracas el 18 de octubre de 1946 que: …estos pueblos hermanos conservan sus peculiares notas, sus realidades diversas, pero cada día se acercan más los unos a los otros… y que …de ahora en adelante sólo habrá una voz que mande sobre esta tierra sagrada: ¡la voz del pueblo, por el pueblo y para el pueblo!…
Venezuela tras décadas de lucha de distinto orden y ahora bajo el gobierno del presidente Hugo Chávez logró ese mando y esa voz. Pudo conquistar la República Bolivariana de Venezuela y su Constitución como ejemplo para el sur del continente. Con mucho más que beneplácito, la mayoría de los colombianos residentes y los colombianos de paso en Venezuela registramos las plazas llenas de rojo y el coro: ¡Alerta, Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina! Y camina esa espada, por encima de los designios que tienen los Estados Unidos para cada una de las patrias que conforman la Gran Colombia soñada por el Libertador.
Con el correr del tiempo la premonición de Gaitán y la espada de Bolívar se ven, más allá de la frontera que marcó nuestra primera Independencia, por el continente:
– Avanzan en los nuevos gobiernos de Uruguay, Brasil y Argentina; en el puño indígena de Ecuador y Bolivia y –a pesar del silencio de solidaridad que impone Bush– se mueve también en la lucha por soberanía e inclusión que en Colombia es perseguida a sangre y fuego. Pero aún así, Colombia no es ni será excepción en la corriente de cambio político que recorre a la América Nuestra.
– Esa nuestra lucha se legitima hoy, a pesar del llamado ‘Plan Colombia’, mediante un movimiento de liderazgo y unidad nacional en ascenso con perspectiva de poder y de gobierno. Asciende, bajo la figura moral del doctor Carlos Gaviria Díaz, en las primeras de cambio de una dura lucha política, organizativa y electoral que tendrá su etapa final entre noviembre 2005-junio2006. Uribe es exclusión, intervención y guerra. Carlos Gaviria será la paz.
Para los pueblos no hay dogmas ni caminos únicos.
El tiempo no da espera. Su aporte es necesario
Coordinador de promotores
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