Ello revela la escandalosa subvaloración del patrimonio público de los colombianos en dicha privatización. Además, dicho valor multiplicado lo recibió Glencore después de haber ganado y girado sustanciosos réditos al exterior. En el caso de Codensa, por la “capitalización” de la empresa de energía de Bogotá, que es la fórmula junto con la de “fusión” o “alianza estratégica” con las que suelen disfrazar las privatizaciones, la multinacional extranjera invirtió US $ 1200 millones, de los cuales en el breve término de seis años había girado en utilidades al exterior entre la mitad y dos terceras partes.
Por supuesto las rebajas tarifarias para los colombianos también resultaron ser una fábula. Lo único rebajado, reducido más allá de límites concebibles fue el patrimonio público; pues por el contrario, las alforjas de estos inversionistas extranjeros si resultaron infladas.
Las anteriores son dos muestras lamentables de enajenación del patrimonio público, las cuales sin embargo palidecen frente a las que planea realizar, con premura, el presidente Uribe. La primera de ellas, Telecom, que al momento de publicar esta nota seguramente se habrá regalado a uno de dos postores, pues con afanes, fijando plazos estrechísimos, se imposibilitó la competencia de dos empresas públicas y otras privadas en una subasta a partir de un precio base de US $ 233 millones.
Argumentar que tal valoración la hizo Citygroup no le da credibilidad. Tenemos valiosas experiencias sobre la supuesta mayor competencia de “asesores foráneos y banca de inversión, entre otras Carbocol. También fue el caso en la evaluación de los “contratos de riesgo compartido” de Telecom en que de haber acogido las acertadas proyecciones de Eduardo Sarmiento, se habrían ahorrado U$ 250 millones de pérdidas anuales, sumas efectivamente pagadas como indemnizaciones a los “socios extranjeros” gracias a desatinados conceptos de “sabios consultores” extranjeros.
El año pasado la intervención del Contralor frustró la enajenación “a dedo” de Telecom al señor Carlos Slim, sobre un precio de US $350 millones, US $ 117 millones superior al precio base fijado para la subasta del viernes 7. Con argumentos muy similares a los que hace pocos años se regaló Carbocol, el gobierno de Uribe Vélez despoja a los colombianos de Telecom.
Se dice que “es vital para su supervivencia financiera, amenazada por el auge de la telefonía móvil celular”2. Ya el senador Jorge Enrique Robledo en un histórico debate el año pasado derrumbó una a una todas las mentiras con que se pretendía justificar dicha venta como por ejemplo el mal negocio y la supuesta desaparición de la telefonía fija y sus resultados ruinosos, y un largo etcétera, que lo llevaron a calificar a dicha enajenación de negociado. Otros senadores igualmente contribuyeron en dicha ocasión a esclarecer la magnitud del descalabro en el “negocio” de haberse realizado ¡Qué decir de la planeada operación del viernes 7 y del precio base!
Al respecto surgen numerosas preguntas, entre ellas:
– ¿Por qué razón si el Contralor General de la nación había afirmado que había un detrimento del patrimonio público de al menos 169 millones de dólares cuando el precio de venta era de 350 millones y cuando ni siquiera se había hecho el inventario de todos los activos de la empresa en liquidación ahora ésta se ha depreciado aún más? ¿Somos “tan de malas” los colombianos que mientras más activos se sumen a nuestro patrimonio público ellos restan cuando se trata de venderlo? ¿Se hizo o no dicho inventario y a cuánto ascendió?
– ¿Viola el gobierno el artículo 60 de
– ¿Dónde estudiaron los señores del Citygroup para que la valoración de la empresa colombiana de Telecomunicaciones COLTEL que según estimaciones del Ministerio de Comunicaciones arrojaría tan sólo en el 2005 una utilidad operacional de $954.000 millones sea ofrecida su mitad y su control por un precio base de US $233 millones equivalente a 533.577 millones de pesos. ¿Es creíble que su precio (Compra de la mitad más una acción) equivalga prácticamente al equivalente de sus utilidades operacionales de un año y que entonces los “tres millones de líneas instaladas, presencia en 998 municipios y unos 2.000 empleados,”3 y el control de esta empresa, todo ello valga cero pesos?
– Además de lo anterior “el negocito” contempla otorgarle al comprador la administración de la empresa y el 7% del EBITDA hasta el 2010 y un 3% desde el 2011, por este concepto, porcentajes que no recibe la actual COLTEL. Por supuesto, este es un enorme, sustancioso y apetecible negocio… pero para el inversionista extranjero que adquiera el control de Telecom.
Al momento de enviar esta nota se anunció que Telecom fue vendida a Telefónica de España por valor de 853.577 millones de pesos, o US $ 371 millones, lo que igualmente implica una impresionante subvaluación de su real valía. Este es sólo un paso del proceso de feriar lo que nos queda del patrimonio público en que se haya empeñado el candidato presidente, pues ya ha anunciado que antes de las elecciones realizara otras importantes privatizaciones como
1 Valor tomado de http://www.dinero.com/dinero/ArticuloView.jsp?id=24320
2 idem.
3 Teleconhttp://www.invertia.com/noticias/noticia.asp?idnoticia=1502356BOGOTA, mar 31 (Reuters)
Desvirtuando, confundiendo, mintiendo
«Con la subasta que el viernes dejó en manos de Telefónica de España a Colomnbia Telecomunicaciones (antigua Telecom) culmina, de manera exitosa, el proceso de busqueda de un socio estratégico para una emblemática empresa nacional. Se impone un balance que arroje lecciones para el futuro.
El primero es que nunca más el Estado debe tener en sus manos una compañía con fuertes sindicatos y convenciones colectivas que teminen tragándose sus utilidades. No sobra recordar que, en los 90, cuando por primera vez se propuso –sin concretarse– la venta de Telecom, sus equivalentes mexicana y venezolana fueron vendidas por 6.400 y 5.500 millones de dólares, respectivamente. Telecom tenía entonces una valoración similar. Hoy, el 7 por ciento de Cantv que conserva el Estado venezolano vale más de lo que pagaron los españoles por nuestra empresa, pese a que su mercado es la mitaddel colombiano».
Lecciones de una venta, editorial El Tiempo, 10/04/06,
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