Home » Los lápices aún escriben. Tras 30 años

Los lápices aún escriben. Tras 30 años

Argentina, 16 de septiembre de 1976, unidades de las fuerzas militares irrumpieron en los hogares de varios estudiantes, todos militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Septiembre de 2006, tras treinta años de su desapaición forzosa, 6 de estos estudiantes continúan desaparecidos.


 


Hoy se sabe que los detenidos y desparecidos pasaron por el centro de reclutamiento Arana, que fue lugar de muchos de los delitos cometidos por las fuerzas militares de Videla. Durante su dictadura, escritores, músicos y políticos fueron asesinados o reprimidos, pero quizá uno de los casos más recordados,  es aquel conocido como “La Noche de los Lápices”, cubierto aún por la impunidad.


 


Lucha estudiantil


 


La UES fue un movimiento de inclinación peronista, que luchaba por la devolución del bono estudiantil removido por la dictadura militar. Ninguno de sus integrantes sobrepasaba la mayoría de edad, hoy tendrían más de 40 años. Sus madres y abuelas siguen protestando por su desaparición. Hace más de una década ellas lanzaron la campaña “¿Sabe usted dónde están ahora los que torturaron y asesinaron a nuestros hijos?”, ese mismo año el presidente Menem argumentando la necesidad de “superar los conflictos pasados” dejó en libertad a Videla y a otros miembros de las juntas militares.


 


Son muchos los nombres de los desaparecidos durante la dictadura, pero es necesario recordar a los estudiantes masacrados por un gobierno tirano, y sobretodo a 6 de estos que nunca pudieron volver a su hogar:


 


Claudio de Acha: 17 años


Maria Claudia Falcone: 16 años.


Horacio Hungaro: 17 años


Daniel Alberto Racero: 18 años


Maria Clara Ciocchini: 18 años


Francisco Lopez Muntaner: 16 años


 


Estuvieron en Arana también Pablo Díaz quien actualmente cuenta con 47 años, Emilce Moler que hoy en día tiene 48 y vive en Mar de Plata y Gustavo Calotti ahora de 48 años y profesor de Castellano en Paris. Para todos ellos estar en Arana significó recibir descargas eléctricas, aguantar hambre, escuchar en la noche cómo violaban a sus compañeras y ser torturados.


 


Aquel 16 de septiembre de 1976, Emilce Moler llegó al colegio de Bellas Artes donde cursaba 5to año y le informaron que esa madrugada se habían llevado de sus hogares a sus dos compañeras: Claudia Falcone y Maria Clara Ciocchini. Ella sabía que sería la siguiente en la lista, y no se equivocó, esa misma noche las fuerzas militares comandadas por Ramon Camps fueron a buscarla. Igual ocurrió con los demás estudiantes secuestrados en frente de sus familiares y en sus propios hogares, mientras transcurría una de las noches más despreciables de la historia.


 


Cuentan algunos testimonios que los militares en Arana se jactaban de sobremanera de aquellos a quienes habían brindado muerte, sobretodo de una muchacha a quien llamaban “La paraguaya” secuestrada semanas después de “La Noche de los Lápices” por ser militante del Partido Comunista, su cadáver fue arrojado a los perros después de ser asesinada a tiros.* 


 


Por eso, a 30 años de “La Noche de los Lápices” somos concientes de que la impunidad es simplemente despreciable pero el olvido es aún peor. Por eso, aunque todo homenaje sea poco, es necesario y merecido recordar a aquellos estudiantes que hicieron historia al ser victimas de la represión de una dictadura militar que poco consiguió con aquella noche, pues los lápices seguirán escribiendo mientras nosotros, los estudiantes, lo permitamos.


 


Testimonio de Pablo Diaz


 

Información adicional

Autor/a:
País:
Región:
Fuente:

Leave a Reply

Your email address will not be published.