Esperanzas rotas. La aspiración de los impulsores del referendo revocatorio del alcalde de Bello, Carlos Muñoz, quedó truncada el pasado 6 abril cuando solamente concurrieron a las urnas 12.459 (4.18%) personas, de las cuales 11.255 opinaron que Muñoz debía dejar sus funciones. El potencial electoral de este municipio alcanza a 298.505 personas en edad de votar.
Un resultado en consonancia con los más de 35 procesos revocatorios celebrados hasta el momento en todo el país, ninguno de los cuales ha logrado concitar el interés ciudadano, primando en todos ellos de manera abultada la abstención, como resalta en el segundo de los municipios de Antioquia donde ésta alcanzó algo más del 95 por ciento.
Debe recordarse que para lograr sus propósitos los impulsores de este referendo requerían que 39.000 bellanitas respondieran al llamado a las urnas, y que de estos el 55 por ciento estuviera de acuerdo con la salida del alcalde local.
Para hablar sobre esta experiencia, desdeabajo buscó a uno de los impulsores del referendo revocatorio, y uno de esto, Jhon Fredy Hernández Rodríguez, coordinador de la comisión ética y disciplinaria del movimiento Liberales por el cambio, aceptó el diálogo. Aquí sus opiniones.
desdeabajo (da). ¿Qué opinión le merecen los resultados obtenidos el pasado 6 del mes en curso en el referendo revocatorio del alcalde de Bello?
Jhon Fredy Hernández Rodríguez (JH). Primero, la figura del referendo revocatoria es muy difícil de realizar, pues los requisitos para ello son muy complejos; segundo, el resultado final estaba diagnosticado. Pero mire, fue muy diciente que de las 12.459 personas que votaron 11.255 reafirmaran el Sí. Desde este punto de vista, me parece que cumplimos con la tarea.
da. Pero, ¿por qué el resultado electoral fue tan magro?
JH. En realidad el problema fue la falta de compromiso, que en esta campaña se involucraran más algunos movimientos y partidos políticos que estaban dentro de la oposición, algunos de cuyos dirigentes estuvieron muy tibios en todo este proceso, ausentándose incluso del municipio en la recta final de este proceso, o reduciendo su aporte a la campaña a lo económico, sin énfasis político ante la ciudadanía.
Pero también hay otras razones, y esto lo dejé sentado en el Comité de Garantías Electorales: ni la administración local ni el mismo Comité como tal daban las garantías para que se cumpliera en toda su regla el proceso electoral. Aquí amedrantaron a la población para que no saliera a votar, cambiaron todos los esquemas y estrategias para las elecciones –la misma gobernación de Antioquia puede dar fe pública de ello–, ante lo cual fueron convocados para que realizar un seguimiento al proceso pero ni la Administración ni la Junta respondieron al llamado de la Gobernación. Sin duda, desde la administración local fue desconocido todo el orden establecido, tanto en lo jurídico como en lo administrativo; es decir, nunca prestaron su disposición porque siempre sabotearon o boicotearon este proceso electoral.
da. Lo que demuestran este tipo de procesos en todo el país, es que ninguno sale adelante…
JH. Desde 1998 se han registrado distintos referendos revocatorios de alcaldes, ninguno de los cuales ha prosperado. Como decía, es muy complejo que salgan airosos, además porque no hay un compromiso de la dirigencia política y en particular de quienes hacen la oposición.
da. Para obtener el propósito que se plantearon en esta campaña ¿cuáles fueron las estrategias y acciones desplegadas?
JH. En ese sentido –con los bajos recursos que teníamos– generamos un gingle para la campaña, desplegamos una buena cantidad de publicidad impresa, visitamos las distintas comunas en que está distribuido el municipio, pero al momento de poner afiches o boletines ellos sacaban publicidad en contra y eso desinformó a la población. La presión fue mucha, la gente entró en pánico y confusión –con ayuda de medios de comunicación patrocinados por la administración–, dándose una especie de terrorismo de estado, evitando así que la gente concurriera el 6 de abril.
da. ¿Cuáles medios?
JH: Algunos medios a nivel escrito y radial hicieron cierta tarea. Los comunicados de la Gobernación donde explicaba de manera pedagógica el uso del tarjetón no fueron difundidos y, por el contrario, sí difundieron que la población estaba amedrentada por algunas bandas, lo que influyó para que la gente no asistiera a las mesas de votación.
La misma prensa difundió publicidad de la administración, pero desinformando a la población y tergiversando el grueso de la campaña que hicimos pro revocatoria.
Además, el propio día de la votación algunos secretarios de despacho estuvieron acompañados de empleados y concejales en los puestos de votación, observando la gente, quién entraba a votar, generando temor. Yo estuve en la Casa Azul, donde había una mesa de voto de opinión, la gente se atemorizó, sin atreverse a entrar, cuando vio ese grupo allí, portando además una publicidad no permitida para ese día domingo, la cual luego la policía les decomisó.
Y así sucedió en el barrio la Milagrosa, en el Fernando Vélez, en Bellavista, en el colegio Abelardo Villa, donde hubo confrontaciones de los electores entre el Sí y el No. Los del No hacían devolver a la gente.
da. Se sabe que todo eso va en contra de la ética política, pero se supone que en política electoral todo lo que son maniobras y presiones de todo tipo es lo común, una campaña que está en revocatoria tiene que tener eso en consideración, debe prever lo que va a suceder, ¿qué tiene que decir sobre este particular?
JH. Sí, claro. Yo lo manifesté sin ningún temor en el Comité de Garantías Electorales: que es importante diferenciar un Estado Social de derecho de un Estado mafioso y paramilitar, en esos tipos de Estado existe una gran diferencia, y este comportamiento es el común denominador donde el paramilitarismo se ha tomado los diferentes municipios.
da. Sobre ese particular, dicen que en Bello las bandas controlan la vida cotidiana de sus pobladores.
JH. Desde luego, pero además hay una contradicción dentro del paramilitarismo, ellos han tenido una confrontación interna, ejemplo de esto son las candidaturas a la Presidencia y al Congreso de la república; esas cosas hacen que en Bello algunas bacrim no estén con la administración y otras sí.
da. Una campaña revocatoria debe tener en consideración el común denominador que hay en el mundo electoral colombiano: la abstención, ¿de qué porcentaje es ésta en Bello?
JH. Para el Congreso fue de un 68% y el domingo 6 de abril alcanzó el 95 por ciento. Esto es preocupante, porque ratifica no solamente la inconformidad social en Bello, y el mal manejo del censo electoral, pese a ser una herramienta dentro de la democracia, utilizado para coactar un derecho universal como es el sufragio.
da: Bueno y entonces ahora, ¿qué sigue para ustedes? ¿Cómo se proyectan?
JH. El objetivo nuestro hay que definirlo de dos maneras, el primero era que sí se cumplía la revocatoria, había un grupo de movimientos y partidos políticos que nos pensábamos una unidad de criterios para definir un candidato de base y popular salido del consenso político de estos movimientos.
Lo segundo es que la administración quiso desconocer esta revocatoria al referendo del Alcalde, en principio despreciaron esa figura con la que se convocó a la gente en Bello, pero al final mostraron su temor y desplegaron vallas y boletines por todo el municipio.
Nosotros reafirmamos que aquí sigue el movimient o opositor a esta alcaldía. Lo alcanzado el pasado 6 de abril fue un golpe bajo a la casa Suárez, y también para Jhon Jairo Roldán –representante de unas minoría del liberalismo. Ellos saben que esta lucha sigue y que estamos dispuestos a tomarnos la alcaldía de Bello.
da. Para terminar ¿qué se le puede transmitir a la ciudadanía?¿Qué significa ser oposición en un municipio que se sabe tiene presencia paramilitar?
JH. Es necesario mirar quiénes son las bacrim como grupo, pero también quiénes las direccionan; esto es un compromiso que debe tener la comunidad bellanita: mirar que ese poder tiene unos intelectuales que están detrás de todo este proceso; las bacrim son bandas que, de alguna manera, obedecen a unas estructuras del Estado y que se lucran, en algún sentido, de este gobierno municipal.
Nosotros pensamos, por el contrario, que en la medida que la ciudadanía, los movimientos y partidos tomen consciencia, y estén completamente comprometidos con este proceso de cambiar, así sucederá con toda esta política del manejo del poder ocioso y corrupto en Bello.
Recuadro
Bello: del voto en blanco al referendo revocatorio
En octubre 30 de 2011, en la elección para alcaldes, el voto en blanco venció en Bello a Germán Londoño Roldán, único postulado.
Cabe anotar que en esa decisión hubo un sector conservador determinante que apoyó el voto en blanco1, pese a que el candidato estaba respaldado por una gran alianza política de movimientos y partidos de Bello, y cuya única contrincante –Luz Imelda Ochoa–, sufrió la anulación del 60 por ciento de las firmas con las que aspiraba ser una candidata cívica y de consenso político –Movimiento Cívico Ciudad Bello.
Este triunfo del voto en blanco obligó a una nueva convocatoria a las urnas (18 de diciembre de 2011), la que terminó con la elección del hoy alcalde Carlos A. Muñoz López, elegido como concejal para el período 2012-2015, quien está a la espera de un fallo del Consejo de Estado, porque según demanda promovida por Rodrigo de J. Múnera Zapata en 2013, su elección es ilegal por no renunciar a tiempo como concejal electo.
Su administración, caracterizada por la mediocridad, dio paso desde inicios de 2013, a la recolección de firmas para la solicitud de revocatoria a su mandato2, iniciativa promovida por el Comité Pro-revocatoria que obtuvo un total de 18.744 firmas válidas, según Resolución 004 de septiembre 10 de 2013 de la Registraduría de Bello, ratificada por la Resolución 013 de diciembre 4 de 2013. Así las cosas, la Registraduría del Estado Civil de Bello, agotada la vía administrativa, expidió en firme la Resolución 104 de febrero 14 de 2014; convocando para el 6 de abril de 2014 a la ciudadanía que hace parte del censo electoral.
Realmente todo este proceso fue muy complejo, porque, al mismo tiempo, le asistía la defensa al alcalde acerca de la solicitud aprobada pero, jurídicamente, no pudo defenderse y tumbar la medida adoptada por los registradores especiales.
De esta manera se concretaron estas elecciones, atípicas3, que, en términos de las garantías democráticas y electorales, no garantizaron el debido apoyo y proceso jurídico. Suficientes fueron las denuncias formuladas ante el Comité de Garantías y Seguimiento Electoral, conformado por los actores de la administración municipal de Bello, los movimientos y partidos del orden local, la gobernación de Antioquia, la Misión de Observación Electoral (MOE), la Policía Nacional y el Ejército.
En este sentido, las tres sesiones que surtió este Comité se caracterizaron por la clara manipulación en las actas de reunión donde no consignaban las ideas centrales de quienes intervenían, y el posterior incumplimiento a las propuestas conclusivas de las mismas. Por ejemplo, las solicitudes de fijación de vallas publicitarias fueron vetadas en las direcciones de publicación, pese a lo cual, al día siguiente, una vez negadas, la administración iba y colocaba sus vallas oficiales “Bello, avanza”; en un espacio de menos de un kilómetro, sobre la autopista –entre la glorieta de Solla y Puerto Bello– fijaron 6; además para que no quede duda sobre el poder confrontado en Bello, amenazas a los dueños de vallas publicitarias por colocar avisos por el “Sí a la revocatoria” y su inmediato retiro.
Del mismo modo, para boicotear las elecciones la administración y el concejo municipal convocaron, con recursos oficiales, jornadas estratégicas de distracción: paseos a La Tercera, amenazas de negación de becas universitarias, amenazas de cierre al comercio e impedir la publicidad en negocios privados. El traslado del puesto de votación del Jorge Eliécer Gaitán a otro sitio, la retención de volantes e impedimento de la libre locomoción de pregoneros en el centro y periferia de la ciudad, la ausencia de una pedagogía para el uso del tarjetón electoral de la revocatoria, el terrorismo de Estado a través de los medios de comunicación que, sigilosamente, anunciaban la inseguridad e incertidumbre para salir a votar; la filmación y fotografías hechas, por parte de la alcaldía local, a dirigentes de la oposición y en concentraciones populares; así mismo, la guerra de afiches, pasquines o panfletos para confundir y desinformar al electorado y, finalmente, el poco compromiso y temor de los movimientos y partidos que estaban comprometidos con esta campaña, dieron al traste con los resultados de la jornada electoral.
Revocatoria de mandato de Bello, Antioquia 06/04/2014
Concepto | Total votos |
Votos por el “sí” | 11.255 |
Votos por el “no” | 1.063 |
Votos nulos | 72 |
Tarjetas no marcadas | 69 |
Total de votos | 12.459 |
Umbral | 39.640 |
Potencial votantes | 297.505 |
Revocatorias alcaldes | Aprox. 43 |
1 El voto en blanco ganó con 60 mil 976 votos, esto es el 56.7%; y el candidato único, Germán Londoño Roldán, logró 47.552, con el 43 por ciento.
2 Respaldada por Juan Felipe Restrepo Tamayo, Jaime Alfonso Hidalgo Salazar, William Gutiérrez Herrera, León Freddy Muñoz Lopera y Andrés Felipe Montoya Cardona.
3 Son consideradas así por cuanto no están definidas como normales en el calendario electoral de la Registraduría.
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Edición 200, periódico desdeabajo, febrero 20 – abril 20 de 2014
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