desdeabajo –da.– Víctor, usted fue vocero del Movimiento por la salud, de la Mesa Amplia Regional de Antioquia –Marea– de la Mane, y de Dignidad Agropecuaria, ¿colgó la bata y el sombrero al quedarse en la Comisión Sexta, encargada de la educación?
Víctor Correa –VC–. Uno no escoge su lugar en el parlamento, la mayorías arman una colcha de retazos antes de definir la Comisión. Lo que maniobran sirvió mucho para procesar un consejo de Germán Navas Talero, que me dijo “Víctor, tranquilo, su voz pesa igual en cualquier Comisión”. Como el voto del Polo prácticamente no cuenta, lo que cuenta es la voz, es decir, lo que pesa es la intervención. Nosotros podemos seguir haciendo el trabajo en las plenarias, en la presentación de proyectos ley, en la construcción de audiencias publicas y foros.
da. ¿Qué opina de los lineamientos generales del Acuerdo por la educación superior 2034, lanzados la semana pasada por el Ministerio del ramo y el Consejo Nacional del Educación Superior –Cesu?
VC. El Acuerdo es etéreo, lo que dificulta atacarlo pues no hay nada en concreto, Estamos de acuerdo que la educación superior hay que financiarla, el punto a dilucidar es cómo hacerlo. Lo preocupante es que tratan de cooptar parte del discurso del movimiento social, introdujeron algunas expresiones de la exposición de motivos de la ley alternativa de educación de la Mane, sin que estas frases recogieran el espíritu de la integralidad del documento, lo hicieron como argumento legitimador. Además, en el acuerdo por lo superior, existen condiciones que permiten pensar que serán revividos elementos constitutivos de la propuesta de ley 119 que fue tumbada, precisamente, por la Mane. Acto seguido habría que decir que la discusión nunca fue tan amplia como se planteó. En Medellín, por ejemplo, asistimos a discutir la propuesta oficial como parte de la comisión académica de la Marea y luego de un discurso de 4 horas del Cesu, sus delegados se retiraron sin dar debate alguno.
Con la salud, ni negocio ni mercancía
da. El Movimiento Nacional por la Salud, del que usted fue vocero, se pronunció en contra de la reforma que propone el gobierno nacional ¿cuáles son los pilares del modelo de salud que ustedes lideran?
VC. Primero, la salud no puede ser ni negocio ni mercancía, y tampoco estar sometida a la lógica de mercado; segundo, anular los incentivos perversos que juegan con la vida y la salud de la población, por ejemplo el negocio de las EPS es no atender pacientes y rentar con la UPC (Unidad de Pago por Capitación), es decir con el dinero de las afiliaciones al régimen contributivo y subsidiado, al punto que la cartera hospitalaria es aproximadamente de 14 billones de pesos; tercero, reenfocar la salud, el modelo que tenemos es un sistema para enfermos y no para la construcción de la salud, existe una proliferación de Unidades de Cuidado Intensivo y servicios de alta complejidad porque muchas enfermedades prevenibles, o que no debían avanzar, no son atendidas a tiempo porque no hay ni un enfoque preventivo ni atención adecuada en primer y segundo nivel; cuarto, el derecho a la salud es, como dice la Organización Mundial de la Salud, el completo bienestar bío–psico-social que además debe relacionarse con el significado que cada comunidad le da a la salud, lo que implica: redes integradas de salud, descentralización, soberanía alimentaria, acueductos, agua potable.
El Gobierno es irresponsable
da. El gobierno incumplió los acuerdos tanto con Dignidad Agropecuaria como con la Cumbre Agraria, ¿qué opinión le merece tal actitud del Ejecutivo nacional para con el campo?
VC. Es una irresponsabilidad con el país, el hecho de no cumplir el acuerdo es un desconocimiento de las reclamaciones legitimas del pueblo, los campesinos de Colombia tienen claro cuál es su problema y tienen clara cuál es la solución. Las medidas que toma el gobierno son completamente contrarias a solucionar cualquier dilema.
da. Recientemente usted acompañó el paro platanero en Urabá, ¿qué situación encontró allí?
VC. En el Urabá vimos una protestas legitima de medianos y pequeños productores de plátano, con reivindicaciones similares a las del paro agrario: créditos muy costosos y dificultad de acceso a los mismos: una diferencia enorme entre los costos de producción y los precios de venta; la existencia de un oligopolio, a cabeza de Banacol, en la comercialización del plátano y en la venta de insumos para su producción; el tratamiento de población de segunda por parte del gobierno nacional y las instituciones agrarias con respecto a los productores bananeros. Allí la cuestión es muy simple; el banano lo producen y controlan muy pocos, mientras al plátano lo producen y tienen muchos productores, alrededor de 15 mil familias. Finalmente, la inexistencia de red eléctrica y acueductos, en el Urabá antioqueño solo el 11% de la población tiene acceso al agua potable.
También encontramos los efectos de un modelo inadecuado de intervención de la fuera pública frente a la protesta social: lo campesinos bloquearon la vía, después de su desbloqueo por parte del Esmad viene la persecución de la gente por toda la zona, adentrándose, incluso, hasta el corregimiento de Currulao donde la policía comenzó a quemar motos, romper vidrios, golpear y amarrar personas. La comunidad indignada sale a protestar, rodean el comando de la policía y denuncia la comunidad que desde el comando empiezan a disparar con arma de fuego, lo que deja 14 personas heridas y una muerta. La fuerza pública aduce desesperación. Pero vea, allí hay es un comando diseñado para soportar ataques guerrilleros, es evidente que las piedras no le iban a hacer daño alguno.
da. ¿Qué piensa de Iragorri como Ministro de Agricultura?
VC. Iragorri fue el que apagó los incendios del paro agrario, su papel fue nefasto en la negociación con los compañeros de las Dignidad papera; es una persona muy hábil para conjurar situaciones como el paro nacional agrario. Yo no creo que lo hayan puesto para cumplir.
Haremos lo que la gente diga
da. Ninguna de las organizaciones sociales a las que usted pertenecía definió la participación electoral directamente, sin embargo usted decidió apostarle a las urnas ¿cree qué la participación electoral, y en el legislativo, puede contribuir a los movimientos sociales?
VC. Esta participación no reemplaza nunca la acción de los movimientos sociales, es un buen complemento, es tener dos herramientas en la mano: un martillo y un azadón, el azadón es la lucha por la construcción de poder popular y el martillo dota de herramientas adicionales para hacer el trabajo y golpear al unísono, por los dos lados. También significa la disputa por redefinir la representación, para muchos parlamentarios es: mi voz es la voz de… Nosotros estamos en las antípodas: lo que la gente diga es lo que nosotros diremos.
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