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La creciente tarifaria

La creciente tarifaria

Las tarifas de energía en Colombia no han dejado de subir en los últimos 20 años. Los incrementos anuales por encima de la inflación hacen que sea uno de los países con las tarifas de energía más caras (gráfico 1). En el 2014 la excusa para su incremento fue el Fenómeno de El Niño; todo parece indicar que para el 2015 se repetirá la historia.

 

 

El año 2014 fue un mal periodo para el bolsillo de los colombianos, pues gran parte de las tarifas de energía eléctrica del país aumentaron (cuadro 1).

 

Realidad palpable

 

En Medellín, el alza fue superior al 12 por ciento (un incremento por Kw de más 50 pesos), entre los meses de enero y septiembre del 2014.

Las Empresas Públicas de Medellín (Epm) justificaron el incremento por la supuesta temporada seca por la que pasaría el país. “Por temporada seca, las tarifas se incrementarán de manera temporal. Empresas de energía del Grupo Epm en Colombia diferirán a varios meses el impacto en las tarifas. El aumento se debe a los altos costos de la energía que se presentaron durante los meses de abril y mayo”, expresó el gerente de la entidad a través de un comunicado de prensa del 30 de mayo del año pasado.

El comunicado fue enviado a las diferentes empresas de distribución de energía de Epm, entre ellas el Cens del Norte de Santander, Essa en Santander, Edeq en el Quindío y Chec en Caldas. Todas ellas con la aplicación del alza.

 

 

“Según el modelo colombiano, este aumento temporal en las tarifas corresponde al valor que se traslada al cliente final en el momento en que una empresa distribuidora debe recurrir a la bolsa de energía (compras diarias), para cubrir la porción de la demanda que no tiene contratada en el largo plazo. Epm debió hacerlo en esta ocasión para cubrir una pequeña parte de dicha demanda, lo que implicó que el valor de la compra de energía se hiciera a un mayor costo”, argumentó finalmente la entidad en su comunicado.

Hoy, con una disponibilidad de generación hidráulica en los embalses superior al 75.5 por ciento de su capacidad y con disponibilidad de capacidad térmica de generación superior al 80.4 por ciento, las tarifas en alza (gráfico 2).

 

 

Según expertos, la razón de este aumento no radica en la escasez ni en los costos de producción, mucho menos cuando más del 75 por ciento de la energía es hidráulica (generada utilizando el agua) y que a las empresas de generación de energía no les cobran por el uso de este recurso natural.

 

El inexistente Fenómeno de El Niño y el alza en las tarifas

 

Durante todo el 2014 los medios de comunicación oficiosos crearon y recrearon el ambiente sobre un supuesto Fenómeno de El Niño, que afectaría al país. La propaganda fue tal que el incremento en tarifas de servicios públicos como en la energía y el agua, parecía apenas “lógico”.

A comienzos del segundo semestre del 2014 el Ideam anunció que el país sería afectado por el Fenómeno de El Niño, las probabilidades de que así fuera eran del 70 por ciento, las mismas que aumentaban al 80 por ciento para el último trimestre del año. Sin embargo, el comportamiento de la naturaleza fue totalmente diferente a lo pronosticado: los aguaceros cubrieron el país y el invierno se extendió hasta la tercera semana de diciembre.

A pesar de esto, con la anuencia del Gobierno, a través de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), las empresas incrementaron las tarifas de manera significativa a los usuarios finales (gráfico 3). ¿Previsión? ¿Manipulación? ¿Robo?

Al analizar la realidad, encontramos que la demanda mensual de energía eléctrica en Colombia es de aproximadamente 5.100 GWh (gráfico 4) y la capacidad de los embalses durante todo el año fue superior a 8.000 GWh (gráfico 2). Por otro lado, al analizar la subida de los precios (gráfico 5) queda en evidencia que la especulación es un factor de enriquecimiento de las empresas y el juego en la bolsa de energía permanece como una verdadera bomba de destrucción de los recursos que debería aprovechar la sociedad.

Con las predicciones a finales de marzo de 2014 de un supuesto intenso verano –Fenómeno de El Niño– se disparó el precio en bolsa (gráfico 5) y a pesar de las lluvias y del estado de los embalses, el precio se mantuvo alto hasta agosto, para bajar en diciembre sólo en la bolsa de energía, porque para los usuarios finales residenciales se conserva a precios superiores a los 400 pesos por KW y sigue subiendo mes a mes sin justificación alguna (gráfico 3).

Alzas constantes. Hoy la población clasificada como estratos 1, 2 y 3 compromete más del 20 por ciento de sus ingresos en el pago de servicios públicos domiciliarios (agua, saneamiento básico, gas, energía eléctrica y teléfono).

 

¿Cuándo serán reducidos los precios de la energía en Colombia?

 

Luego de confirmarse la ausencia del Fenómeno de El Niño, el incremento en las tarifas del servicio eléctrico –justificado por Epm como temporal– no disminuyó. Los dineros de más cobrados a los hogares tampoco fue devuelto. Hasta el día de hoy, a pesar de los prolongados periodos de lluvia y los embalses llenos, el precio decretado se mantiene y continúa en aumento.

En este contexto, el fundamento para el incremento tarifario radicó en el pronóstico y la probabilidad de un Fenómeno que aunque no ocurrió, sí permitió que las empresas que prestan el servicio de energía aumentaran su rentabilidad a través del incremento de los precios.

Paradoja. Si ocurre el fenómeno natural pronosticado, “la fórmula” y la anuencia del Gobierno les permite a las empresas incrementar las tarifas, y si éste no ocurre, las empresas cuentan con cierta liberalidad para el incremento de precios amparadas en el supuesto “de mantener la disponibilidad del servicio sin afectaciones”.

La pregunta que aspiramos a que respondan el Gobierno y las empresas es: ¿cuánto de más en utilidades representó para Empresas Públicas de Medellín y las demás empresas del sector, el incremento de las tarifas de energía eléctrica entre mayo y septiembre de 2014?, alza tarifaria amparada en un supuesto suceso climático que no se presentó.

Como si esto no bastara, ya la revista Semana en su artículo “Las 15 decisiones del 2015” afirma que hay grandes preocupaciones por la llegada de “El Niño”, propaganda multiplicada por distintos noticieros y programas de opinión durante los días que van de enero. ¿Servirá de nuevo, esta propaganda y estas predicciones, para que incrementen las tarifas del servicio de energía eléctrica durante el 2015?

 

* Administrador de Empresa Experto en TOC

 


Recuadro

 

El país ante el riesgo de un apagón

 

Más allá del alza de las tarifas del servicio de energía, otro factor preocupante de este sector es la falta de mantenimiento de las subestaciones eléctricas del país, lo que podría generar en el futuro un desabastecimiento de energía.

 

El Sindicato de Trabajadores de Interconexión Eléctrica –Sintraisa– denunció a través de un comunicado del 30 de diciembre, la serie de inconsistencias que podrían causar a futuro en el país un apagón semejante al vivido el 26 de abril de 2007, cuando quedó desconectado casi el 100 por ciento de la demanda ocasionando pérdidas económicas por más de 60 mil millones de pesos, que luego fueron pagadas por los usuarios del servicio.

La mayor alerta de apagón tuvo ocurrencia el pasado 6 de diciembre, cuando el acercamiento de un árbol a la línea de alta tensión de uno de los circuitos que traen la energía de la Central Hidroeléctrica de Chivor–la tercera central con mayor capacidad en el país–, causó la desconexión de 500 mega watios. El hecho pudo haber dejado sin luz a todo el país, de no ser porque la central eléctrica de Hidrosogamoso, propiedad de Isagen, ya estaba operando.

A esto, debe sumarse una serie de fallas que según el sindicato han presentado los equipos de transmisión de energía de ISA, como la apertura parcial y total de siete subestaciones (Yumbo, La Miel, Ibagué 2 veces, Torca, Betania y Cerromatoso) por operación de la protección diferencial de barras, causando demanda no atendida; explosiones e incendios reiterados de varios equipos; daños en equipos con menos de dos años de puesta en servicio; y falta de atención oportuna a las fallas detectadas.

Por otro lado, además de un inadecuado mantenimiento y cuidado de los equipos, el retraso de la apertura de nuevos proyectos entregados por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) como: la subestación El Bosque y la conexión con Hidrosogamoso, dejó en riesgo el oportuno y eficiente suministro de energía eléctrica en el país y le costóa ISA cuantiosas multas, según lo comunicó Sintraisa.

Otro aspecto que agrava la situación es el despido y retiro injustificado de personal altamente calificado. Ante esto Sintraisa opina que “La inexperiencia y la falta de calificación del personal tercerizado, no permiten capitalizar las experiencias aprendidas, convirtiendo hoy a ISA en una empresa técnicamente vulnerable”.

De esta manera, mientras los servicios de energía aumentan cada vez más, las denuncias por descuido y falta de mantenimiento en redes eléctricas, demuestran que el desabastecimiento de energíaen un futuro cercano no será propiamente causado por un fenómeno natural.

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