A este concurso llegaron más de 1.000 fotografías que retratan lo más espectacular de la naturaleza.
La competición la organiza la casa de publicaciones especializadas de la Real Sociedad de Londres: Royal Society Publishing. Se trata de toda una celebración de la fotografía dedicada a comunicar y enseñar ciencia.
Sobre la foto anterior, Alex Badyaev, juez de este concurso y ganador de la competencia Fotógrafo de la Vida Silvestre del Año en las ediciones 2011, 2012 y 2014, dijo:
“Para mí, la foto ganadora comunica el poder de un fenómeno biológico común visualizado bajo una nueva luz y desde una perspectiva que enfatiza la otra mitad del ecosistema; la mitad que usualmente nos perdemos cuando vemos hacia un charco de renacuajos , esa mitad que es también parte de la propia visión de los renacuajos: las nubes , los árboles y el cielo”.
Esta es una foto submarina de un grupo de renacuajos que tomó el biólogo Bert Willaert cuando buceaba por un canal en Bélgica. Esta imagen conquistó el primer lugar del concurso.
Un banco de pequeñas sardinas de la familia Clupeidae exhibe con maestría un comportamiento sincronizado para mantener una distancia “segura” frente a un joven tiburón aleta negra en la isla Kuramathi en Maldivas. Esta foto de Claudia Pogoreutz se alzó con el primer lugar en la categoría: Comportamiento. La foto muy acertadamente lleva por título: “Yendo con la corriente”.
Esta imagen fue bastante elogiada por el jurado. De hecho, fue la favorita de la revista especializada Biology Letters. La foto muestra un hubara canaria (Chlamydotis undulata) durante un impresionante cortejo. El fotógrafo detrás de la cámara fue: José Juan Hernández Martínez.
El piojo de los peces fue retratado por Steve Gschmeissner. La imagen, tomada con un microscopio de electrones, fue elogiada por la publicación Evolutionary Biology (Biología Evolucionaria).
Otra de las finalistas fue la imagen captada por Fabio Pupin por su foto de esta víbora de la familia Bitis peringueyi mientras zigzagueaba en la arena del desierto del Namib en el sur del continente africano, el cual se extiende por Angola, Namibia y Sudáfrica. La víbora se oculta en la arena para atacar a sus presas.
Un mono capuchino salvaje (Sapajus libidinosus) usa una piedra para romper una nuez en Fazenda Boa Vista, Piauí, en Brasil. La foto, que fue captada por Luca Antonio Marino, fue una de las finalistas de la categoría: Comportamiento.
El segundo lugar de la categoría Ciencia Ambiental lo obtuvo Martha M. Robbins, de Alemania, por su foto de un gorila de espaldas. La imagen la captó en el Parque Nacional de Volcanes de Ruanda. Tanto el gorila como su cría estaban masticando corteza de eucalipto.
Esta es la foto de Evan D’Alessandro’s en la que se observa una única colonia de coral cerebro en el Caribe. Esta imagen compitió en la categoría Ciencia Ambiental.
Ulrike Bauer salió vencedor en la categoría de Biología Evolutiva con esta imagen de unas hojas del helecho acuático (Salvinia molesta) cubiertas por una especie de vellos. Este trabajo fue titulado: “Helecho con un traje seco”.
Este babuino parece haberse perdido en sus pensamientos. El momento lo captó Davide Gaglio y la imagen fue resaltada por Evolutionary Biology. La foto ganadora y todos los finalistas se exhibirán en una exposición que abrirá la Royal Society esta semana.
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