
Abril de 2002. En medio de la Feria Internacional del Libro empieza a circular un nuevo periódico en el país. Aunque conocida entre intelectuales desde muchos años atrás, nunca había contado con edición local. La expectativa que despertó aquel primer número, cero, o de prueba, indicaba a todas luces que sí se requería en Colombia una publicación que a partir de artículos elaborados por periodistas de reconocimiento internacional les brindara a los interesados una precisa información de primera mano, tratada en extensión, con fuentes referenciadas, que por su calidad y su buen manejo le hacer honor a su sentido informativo: “Una voz clara en medio del ruido”.
Desde aquella fecha han trascurrido siete años. Ahora, la edición local ya cuenta (abril 2009) con 78 ediciones ininterrumpidas, un fondo editorial y numerosos eventos académicos realizados como espacio para el debate de ideas, la deliberación argumentada y la construcción de opinión pública. Se puede decir con plena seguridad que en el transcurso de estos años el periódico Le Monde diplomatique ganó madurez en el país.
Los análisis noticiosos, incorporados en sus ediciones mensuales, donde se retoman desde un ángulo investigativo el poder, la violencia, la concentración de la riqueza, los imperios, los poderes financieros, las multinacionales, los especuladores de la vida, los guerreristas, el desplazamiento, la violación de los derechos humanos, la impunidad, la geopolítica, la salud, el medio ambiente, el comercio internacional, la soberanía, los tratados de libre comercio, la comunicación, la región andina, Centroamérica, etcétera, vistos de manera retrospectiva, nos brindan la satisfacción de haberles facilitado a nuestros lectores un acercamiento al país, la región y el mundo desde un perspectiva compleja, la cual –sin duda– devela y provoca interrogantes sobre nuestro ser social, nacional e histórico, así como sobre el entorno en que vivimos, propiciando la creación y consolidación de un lector crítico y activo.
Conscientes de la concentración que presentan y padecen los medios de comunicación en todo el mundo, y de la indiferenciación que mantienen con el poder económico y político hoy dominante, es un reto para cualquier medio de información que se estime independiente motivar posiciones consecuentes activas entre quienes le consultan. De una actuación así deben emanar un periodismo en verdad cívico y sociedades cada vez más equilibradas.
Este es un objetivo. Pero también existen otros. Desde la experiencia vivida, con los desafíos iniciales que motivaron el surgimiento de la edición local, satisfechos o en proceso de serlo, otros son los motivos y los propósitos que hoy estimulan la continuidad del dipló entre nosotros: 1. Multiplicar la circulación de la edición, garantizando su oferta en círculos cada vez más amplios de nuestra población; 2. Propiciar debates y reflexiones alrededor de la coyuntura local e internacional, y por su conducto posiciones activas de sus lectores; 3. Ganar la confianza de amplios segmentos de lectores, la misma que se pueda reflejar en un mayor número de suscriptores, tanto normales como fundadores o de apoyo; 4. Lograr un mayor número de anunciantes y por su conducto un punto de equilibrio del esfuerzo editorial en curso.
A todos estos propósitos puede contribuir usted. Uno de los secretos de la persistencia y mejora de la prensa independiente son los suscriptores. Mientras más sean, mayores posibilidades de existencia y supervivencia tendrá el medio. Usted puede aportar para que así sea, suscribiéndose o renovándose en forma oportuna. Usted también puede obsequiar suscripciones a sus amigos, o apadrinar lectores que no cuentan con medios económicos para acceder al medio, pero, así mismo, donándola a bibliotecas de colegios o barrios populares.
Pero de su mano, quienes leen el medio pueden aportar a su fortalecimiento, difundiéndolo, compartiendo con muchos su existencia, puntos de compra, reeviando las notas que les llegan a los suscriptores mes tras mes, recogiendo o estructurando bases de datos con nombres, números telefónicos y otros datos de posibles interesados. Desde la oficina central del periódico se les llamará.
No lo dude. Apoye y fortalezca la existencia de la prensa independiente en Colombia.
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