Las autoridades aduaneras europeas plantean una nueva amenaza a la salud: están incautando medicamentos genéricos de bajo costo, provenientes de India y China con destino a otros países en desarrollo.

La incautación, que afecta en particular a pacientes con sida, enfermedades cardiacas, mal de Alzheimer, problemas psicológicos e hipertensión, indignó a los gobiernos exportadores e importadores, y también a organizaciones de la sociedad civil, preocupados porque algunos gobiernos europeos estén obstaculizando el comercio legítimo entre países en desarrollo, defendiendo en forma desleal los intereses de sus grandes empresas.
Los medicamentos genéricos, cuyo destino final eran países de África y América Latina, fueron confiscados en aeropuertos de Holanda y Alemania aun cuando no iban a ser vendidos allí, en medidas aduaneras instigadas por grandes empresas europeas con el argumento de que podía tratarse de falsificaciones que eventualmente violen sus derechos de propiedad intelectual. Pero resultó que no eran falsificados ni violaban las leyes de patente sino que habían sido fabricados legítimamente por laboratorios de India, e importados por Brasil, Colombia, México, Perú, Nigeria y otros países en desarrollo, a precios mucho más bajos que los de marca.
El Wall Street Journal informó el 6 de agosto de más de 20 casos desde el año pasado, cuando se produjeron las confiscaciones en Holanda y Alemania.
India se prepara a interponer un reclamo formal en la Organización Mundial de Comercio (OMC) para detener las medidas, alegando que la Unión Europea ha permitido que sus laboratorios gigantes manipulen la legislación aduanera sobre falsificaciones para frenar el comercio de medicamentos genéricos legítimos.
Los países europeos pueden estar abusando en especial del Reglamento N° 1383/2003 del Consejo de la Unión Europea, que permite la confiscación de remesas médicas que sean sospechosas de contener falsificaciones o vulnerar determinados derechos de propiedad intelectual.
El ministro de Comercio indio, Anand Sharma, informó la semana pasada que su gobierno le había reclamado a la Unión Europea por su medida “absolutamente equivocada”, mientras la Federación de las Cámaras de Comercio e Industria de India declaró que las empresas farmacéuticas nacionales se habían visto “gravemente afectadas” debido a los costos adicionales en los que incurren al verse obligadas a utilizar aeropuertos de tránsito fuera de Europa y contratar abogados para defenderse de las medidas europeas.
El Wall Street Journal detalla en su informe algunas de las incautaciones que son motivo de la protesta:
* En octubre de 2008, la Aduana holandesa del aeropuerto de Amsterdam incautó un anticoagulante genérico fabricado por la empresa india Ind-Swift, el clopidrogel, en ruta hacia Colombia. La incautación se hizo en nombre de la empresa europea Sanofi, quien consintió la liberación del fármaco sólo en mayo de este año. Ind-Swift debió cambiar la ruta de todos sus embarques, que ahora pasan por Malasia y Singapur, duplicando el costo del envío.
* En noviembre de 2008, funcionarios holandeses incautaron dos envíos, en ruta hacia Perú, del medicamento para el Alzheimer, la rivastigmina, y el fármaco antipsicótico, la olanzapina, de la empresa india Cipla. La rivastigmina, incautada en nombre de la empresa Novartis, fue retenida durante cinco meses antes de autorizar que prosiguiera hacia Perú, en tanto que la olanzapina, incautada en nombre de Lilly, todavía está retenida en Holanda.
* En diciembre de 2008, la Aduana holandesa incautó el Losartan, medicamento para la presión arterial, en ruta hacia Brasil, y lo retuvo durante 36 días antes que retornara a India.
* En febrero de 2009 fue incautado en Amsterdam un medicamento contra el sida, el Abacavir, destinado a Nigeria. Fue liberado luego de una demanda por parte de las Naciones Unidas, que lo recibiría.
* En mayo de 2009, el medicamento genérico Amoxicilina, utilizado en el tratamiento de infecciones bacterianas, fue incautado en el aeropuerto de Frankfurt, en tránsito de India a Vanuatu. Fue liberado después que GSK, empresa que detenta la patente, informara a las autoridades aduaneras alemanas que no infringía su marca.
En la reunión de la OMC del 8 de junio, India y Brasil acusaron a la Unión Europea por las medidas adoptadas, que hicieron pasar por falsificaciones a medicamentos genéricos legítimos y atentaron contra la posibilidad de que países pobres obtuvieran medicamentos genéricos más baratos.
Brasil arguyó que el comercio de medicamentos genéricos es perfectamente legal y que los genéricos no deben ser tomados como productos falsificados o pirateados. India protestó porque continúen las incautaciones en aeropuertos europeos, pese a las reclamaciones en la OMC. Esto tiene un impacto adverso en el comercio legítimo de medicamentos genéricos, el comercio entre países del Sur y el acceso universal a los medicamentos.
China, Cuba, Colombia, Ecuador, Egipto, Argentina, Venezuela y Sudáfrica también se pronunciaron en contra de las medidas europeas.
La Unión Europea respondió que está plenamente comprometida a garantizar el acceso a los medicamentos pero que no puede impedir que las autoridades aduaneras actúen contra los productos falsificados, y adujo que su legislación aduanera se ajusta a las normas de la OMC.
Martin Khor, fundador de Third World Network (TWN), es director ejecutivo de South Centre, organización de países en desarrollo con sede en Ginebra.
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