El dólar: “Lo que sube como palma…”

Cuanto más brillaba el imperio
por fuera, más podrido estaba por dentro. Leopold Infeld

La actual situación que vive el dólar de valorizarse –sin respaldo– a nivel mundial, le cabe el dicho popular “Lo que sube como palma cae como coco”. Y si la subida es grave, la caída va a resultar catastrófica para todo el mundo.

El asunto despunta con la clausura de la vigencia del modelo neoliberal dado con la crisis financiera del 2008 ligado, desde su apertura, con la hegemonía del dólar como divisa internacional reposicionada en agosto de 1971, cuando el presidente Richard Nixon decretó oficialmente que EE.UU. no seguiría cambiando más dólares por oro, lo que les permitió desde entonces “imprimir todo el dinero que quieran para pagar sus deudas y realizar sus importaciones”1, y cuyo “valor intrínseco ha venido en deterioro”2 desde entonces, con las implicaciones que tiene sobre las economías de los demás países del mundo; al tener que cargar sobre sus hombros los costos que conlleva el ejercicio de ese poder financiero.

Esta situación es la que en la actualidad tiene al mundo económico y financiero, con sus efectos sociopolíticos, viviendo en medio de una paradójica contradicción crítica pues, de una parte la academia no encuentra referentes teóricos –otro Keynes– que proponga un nuevo modelo que sostenga la acumulación; asunto que lleva desde entonces a las autoridades económicas de los países a la improvisación de políticas, las cuales se mueven entre monetaristas y keynesianas al ritmo de alternancias de gobiernos promonetaristas o pro-neokeynesianos; y, de otra, a la valoración del dólar que emite un país que, como los EE.UU, es el más endeudado del mundo3, con inflación y recesión a bordo, y que se da el lujo de seguir imprimiendo dólares sin respaldo, al son de las alzas permanentes de las tasas de interés para “dizque” sacar al mundo de la inflación, almendra que precisamente ilustra el asunto. Divisa cuya valoración “ficticia” se sostiene e incrementa por la creencia y conducta de los propietarios de valores monetarios de comprar dólares, lo cual presiona su emisión, hasta cuando estalle la burbuja y emerja el genio de los males de la acumulación represados en la lámpara neoliberal.

Muy seguramente, antes que esto suceda, las autoridades mundiales de la economía y las finanzas mundiales, como el FMI y el Banco Mundial, decreten “encorralar al dólar”, tal como sucedió en Argentina con su peso, y que en su momento llevó a que los cuenta habientes al acercarse a los bancos les dijeran que no tenían mayor cosa que entregarles pues el peso estaba en el corral, que se traducía en decirles que sus ahorros estaban a punto de esfumarse, como por arte de magia, la magia de la inflación que se traduce en la pérdida de valor o de respaldo de la moneda emitida. Que en el caso que estamos tratando sería peor, pues como las monedas del mundo se respaldan en el poder del dólar y este se sigue inflando con sus emisiones sin respaldo, la salida será el acorralamiento de sus respectivas monedas, es decir, que suceda lo impensable e indeseable, pero que se corresponde al desenlace objetivo de la deconstrucción del modelo de acumulación. Aspecto este del corralito argentino que vale la pena recordar para saber lo que muy seguramente nos espera.

En el retrovisor

A raíz de la recesión y crisis emergida en diciembre de 2001 en Argentina se acuñó la palabra corralito para denominar lo que se conoce como parque para bebés. Término traído a colación en ese año por el periodista económico Antonio Laje, en su columna económica del programa Después de hora de Daniel Hadad, para referirse a la medida financiera asumida por el gobierno de entonces presidido por Fernando de la Rúa, que restringía una de las libertades esenciales de los usuarios de cualquier sistema bancario: la de poder sacar sus fondos en cualquier momento; eso por cuanto se había incrementado el retiro de fondos de los bancos, llevando a la caída de los depósitos a US$ 67.000 millones. Que a su vez eran cambiados y ahorrados en dólares por los argentinos, quienes al tiempo que los valoraban por el incremento de su demanda, llevaba al desprecio (depreciación) de su propia moneda; comportamiento que se mantiene aún vigente y explica las dificultades financieras que vive ese país. Que, no sobra señalar, resulta irónico para una sociedad que se precia, por demás, de sus valores nacionalistas.

La medida se tradujo para las entidades financieras, en que no podían realizar operaciones activas en pesos, ni intervenir en el mercado de futuros u opciones de monedas extranjeras, ni arbitrar directa o indirectamente con activos a plazo en pesos; y las operaciones vigentes se podían convertir a dólares estadounidenses con base en la relación prevista en la Ley de Convertibilidad con el consentimiento del deudor. No podían ofrecer tasas de interés superiores por los depósitos denominados en pesos, respecto a las que ofrezcan por los depósitos denominados en dólares estadounidenses. No podían cobrar comisión alguna por la conversión de los pesos que recibieran para realizar cualquier tipo de transacción, depósito, pago, transferencia, por dólares estadounidenses, ni en las operaciones de conversión de dólares estadounidenses por pesos, siempre que dichas operaciones se cursaran a través de cuentas abiertas en entidades financieras.

En relación con el público, los retiros en efectivo no podían superar los doscientos cincuenta pesos ($ 250) o doscientos cincuenta dólares estadounidenses (US$ 250) por semana, por parte del titular. Las transferencias al exterior, con excepción de las que correspondan a operaciones de comercio exterior, al pago de gastos o retiros que se realicen en el exterior a través de tarjetas de crédito o débito emitidas en el país, o a la cancelación de operaciones financieras o por otros conceptos, en este último caso, sujeto a que las autorice el Banco Central de la República Argentina.

Un corralito replicado en Chipre el 16 de marzo de 2013, cuando se bloquearon los depósitos bancarios y se cerraron las oficinas bancarias, con el objeto de evitar el pánico bancario o retirada masiva de depósitos “ante la imposición por los ministros de economía de la Unión Europea (UE) de un gravamen a los depósitos bancarios. A cambio de dicho gravamen la eurozona habría pactado una ayuda de 10.000 millones de euros para evitar la bancarrota del país”4.

Lo significativo es que hasta hoy (noviembre de 2022), Argentina en lugar de mejorar su situación económica y financiera relacionada con la inflación y el dólar, está peor que los demás países de nuestra América. Ahora bien, no creemos que a los argentinos les sirva de consuelo saber que esa situación será, muy seguramente, la que están al borde de vivir los demás países, no solo de nuestra América, sino del mundo; con el agravante, para nuestros hermanos argentinos, y demás ahorradores en dólares, que ahora verán igualmente esfumar el valor de los dólares, muy seguramente guardados debajo de sus colchones.

1   Puentes, R. (1 de 23 de 2017). ¿Por qué la moneda del mundo es el dólar? Obtenido de https://www.semana.com/

2   Ramos, M. (29 de julio de 2021). Cómo y por qué la devaluación del dólar afecta a todo el mundo. Obtenido de https://todoenfinanzas.us/

3   “La deuda pública de EEUU superó este miércoles (03/08/2011) el 100% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, un día después de que el Congreso aprobase la elevación del tope de endeudamiento y eludiese la suspensión de pagos, según datos del Tesoro. (elmundo.es, 2011)

4   ElEconomista.es. (3 de noviembre de 2022). Corralito financiero. Obtenido de https://www.eleconomista.es/

Fuentes:

Arias, M. (18 de agosto de 2022). Historia y orígenes de la Bolsa de valores. Obtenido de https://www.rankia.com/

CNN. (18 de octubre de 2022). Economía de EEUU entraría en leve recesión en primavera del 2023. Obtenido de https://elnuevopais.net/

El Mundo.es. (03 de 08 de 2011 ). La deuda de EEUU supera el 100% del PIB tras el alza de tope del endeudamiento. Obtenido de https://www.elmundo.es/

Esteve, F. (19 de Octubre de 2008). El Poder del dólar. Recuperado el 15 de Diciembre de 2015, de http://www.rankia.com/blog/oikonomia/428821-poder-dolar

Morales, F. C. (22 de junio de 2022). Especulación. Obtenido de https://www.rankia.com/

Parra, M. (31 de julio de 2011). Devaluacion Estados Unidos. Obtenido de https://inflacion.com.co/

Información adicional

Autor/a: Luis H. Hernández
País: Colombia
Región: Sudamérica
Fuente: Periódico desdeabajo Edición Noviembre 18 - diciembre 18 - 2022

Leave a Reply

Your email address will not be published.