El sindicalismo enfrenta desde hace décadas la necesidad de renovación para superar la marginalidad. Nuevos retos se abren para el mismo, entre ellos cómo interpelar y cautivar a las nuevas generaciones, en su mayoría, en el caso del sector público, personal ilustrado. La convocatoria por parte de Únete* al Primer Encuentro de Jóvenes del Sector Público, es una inicial respuesta en tal dirección.
Cada día que pasa las y los jóvenes entramos en un terreno de incertidumbre y competitividad, en el que la sobrevivencia individual se vuelve nuestro único objetivo vital. Largas jornadas de trabajo, sueldos bajos y pocas garantías para nuestro futuro son la retribución a cambio de asumir la responsabilidad de dar nuestro esfuerzo para el incremento de una riqueza que solo beneficia a minorías.
Como si no fuera suficiente, nos acecha la amenaza del desempleo ante las limitaciones de conseguir un primer empleo sin experiencia. Las estadísticas muestran que 47 de cada 100 desocupados en el país son jóvenes; el porcentaje de desempleo en este sector poblacional dobla la tasa general y la informalidad gana terreno entre las y los jóvenes ocupados. Las políticas del primer empleo han tenido un impacto marginal y las plantas administrativas en el sector público están congeladas desde hace mucho tiempo –o solo funcionan para clientelas.
Ante este panorama, el sindicalismo debería jugar un papel clave en la organización y luchas de las y los trabajadores en general, y en específico para la juventud. Sin embargo, en un país como Colombia, donde existen las más bajas tasas de sindicalización del mundo, además de una significativa fragmentación y proliferación de sindicatos, la organización y luchas dentro del mundo del trabajo se muestran débiles y con escasa capacidad para articular las nuevas necesidades latentes en la vida de los y las trabajadoras. Las anquilosadas estructuras internas, la falta de actualidad en las demandas, la carencia de apertura en las tomas de decisiones, la ausencia de sujetos y cuerpos distintos en los escenarios de representación y decisión, y la escasa articulación política con el movimiento social, son algunas de las razones para esta debacle del sindicalismo en pleno siglo XXI.
Para caminar hacia una apuesta sindical juvenil, hecha desde este mismo sector social, sin dejar a un lado las regiones, la Federación Sindical de Trabajadores del Estado Únete decidió convocar a los trabajadores del sector público para los próximos 5 y 6 de julio en la Universidad Nacional –sede Bogotá–, para empezar la discusión. Sin lugar a dudas, es necesario un espacio de encuentro amplio, donde podamos llegar todas y todos para, en colaboración de trabajadores y de estudiantes, construir una apuesta común encaminada a disputar lo que por derecho es nuestro.
Esperamos, entonces, vernos las caras en el Primer Encuentro de Jóvenes del Sector Público, donde a partir de diversas experiencias y trayectorias de los y las presentes, logremos profundizar en las necesidades que hoy existen en el mundo del trabajo. Proponemos decantar nuestras reflexiones sobre las diversas experiencias de organización sindical y de trayectorias de autogestión gestadas en las diversas regiones del país., para así identificar en dónde estamos y hacia dónde nos queremos dirigir.
Con mirada de presente activo y futuro anticipado
Para emprender una tarea de fortalecimiento del sindicalismo en el sector público, es preciso entender que las condiciones de los y las jóvenes han cambiado, así como sus preocupaciones, aspiraciones y proyecciones de lucha son distintas. Las y los sujetos trabajadores en las instituciones del Estado son hoy claramente otros respecto a quienes ocupaban las oficinas, al menos hace 30 años. Por esta razón, necesitamos mirarnos de nuevo, reconocernos, juntarnos, reunirnos, para en definitiva poder organizarnos. Pero claro, unirnos a partir de otras formas, por medio de un nuevo sindicalismo, renovado, que vea el mundo desde las necesidades y retos que hoy en día tenemos los trabajadores y estudiantes. Esta es, en definitiva, una oportunidad para oxigenar nuestras luchas y reivindicaciones, partiendo de nuestro presente y de nuestras aspiraciones y renovadas capacidades.
Se trata de dialogar sobre las relaciones que establecemos con quienes componen y dan vida a nuestros puestos de trabajo en el sector público. Pero sobre todo, mirarnos de frente e identificar las potencialidades que existen en nuestro día a día, para trabajar juntos por transformar nuestras condiciones de vida en común. El mañana es nuestro y, partiendo de nuestras acciones, lo alcanzaremos con dignidad.
* Federación Unión nacional de trabajadores del Estado, los servicios públicos y la comunidad.
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