El ancestro común de los chimpancés, bonobos y humanos tenía las manos parecidas a las de los simios suspensorios contemporáneos, afirman los autores de un artículo publicado este miércoles en la revista Science Advances.
Al examinar los fósiles del Ardipithecus ramidus, que vivió en la actual Etiopía hace 4,4 millones de años, los investigadores compararon su mano con las de cientos de especies de monos y simios extintas y existentes. Descubrieron que en muchos parámetros es más parecida a la mano de un simio suspensorio y es más arcaica que la de los australopitecos, de hace 3,3 millones de años.
“Este ‘salto evolutivo’ ocurre en un momento crítico, cuando los homínidos están evolucionando a una forma más humana de caminar erguidos y se descubre la evidencia más temprana de la fabricación de herramientas de piedra de homínidos y el uso de herramientas de piedra, como las marcas de corte en fósiles de animales”, dice Thomas Prang, uno de los autores del estudio, en un comunicado publicado por la Universidad de Texas A&M.
El antropólogo resaltó que la aparición simultánea de una mano apropiada para el trabajo y el bipedismo “probablemente ocurrió de manera correlacionada”.
“Nuestro estudio apoya una idea clásica propuesta por primera vez por Charles Darwin en 1871, cuando no tenía fósiles ni comprensión de la genética, de que el uso de las manos y las extremidades superiores para la manipulación apareció en los primeros parientes humanos en relación con la marcha erguida”, afirmó Prang.
Asimismo, el científico indicó que, dada la antigüedad del ardipiteco, este puede echar luz sobre las características del ancestro común de los homínidos, que incluye a los humanos, chimpancés y bonobos.
“Potencialmente nos acerca un paso más a una explicación de cómo y por qué los humanos desarrollaron nuestra forma de caminar erguidos”, señaló el investigador.
27 febrero 2021
(Tomado de RT)
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