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Caquetá: Petróleo, “paz” y resistencia social

Caquetá: Petróleo, “paz” y resistencia social

El mensaje es claro: la paz aún no está en vigencia para los campesinos y menos para los territorios petroleros y mineros. La situación que enfrentan las comunidades campesinas en el departamento de Caquetá, ante la exploración y explotación de petroleras, con fracking a la vista –muestra de lo que será el posacuerdo para las comunidades y territorios–, quedó en segundo plano ante la avalancha de la paz y la supuesta transformación del campo como resultado de la firma de los Acuerdos de La Habana.

Los municipios de El Paujil, Montañita y El Doncello, han sido el nuevo punto de disputa entre los campesinos, las multinacionales petroleras y la fuerza pública. En lo que va del año las comunidades campesinas del Caquetá han obstaculizado el ingreso de la petrolera Petroseismic Services S.A. Desde el 24 de agosto hasta 16 de septiembre, con distintas intensidades, las comunidades enfrentaron a la mal llamada Fuerza Pública, exigiendo una mesa de diálogo que aún el Gobierno no ha concretado y que tiene como objetivo “parar el proceso extractivista, hasta que se realicen los estudios pertinentes que demuestren que la extracción de hidrocarburos no pone en riesgo la vida en los territorios”, tal como lo expresó José Antonio Saldarriaga representante de las comisiones por la Vida del Agua y de la Mesa Departamental por la Defensa del agua y el territorio en el Caquetá.

Radicalización. Durante las últimas semanas de agosto y lo corrido de septiembre los campesinos han expresado con mayor contundencia su rechazo ante el intento empresarial y gubernamental, recibiendo como respuesta el “diálogo” de la “fuerza pública” a través de la militarización del territorio. Intenta así el Gobierno, abrir el espacio para que la petrolera realice los estudios del subsuelo y la extracción de petróleo a través de la onda sísmica 2D.

¿Cómo llega Petroseismic Services S.A a Caquetá?

Durante la administración de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) aprobaron once mil concesiones de tierra en todo el país, que suman un aproximado de siete millones trescientos mil hectáreas, dentro de las cuales la filial Emerald Energy de la empresa china Sinochem obtuvo 113.259 hectáreas en el 2012, sólo en el bloque Cardón, el cual comprende desde el San Vicente del Caguán hasta el Putumayo; territorio que fue concedido para las exploraciones y perforaciones con una inversión de US$ 27 millones (77.370,98 millones de pesos colombianos (1)).

Entra el socio. Para el año 2013 Ecopetrol ingresa al territorio a través de un acuerdo firmado con Emerald Energy en el que convienen explotar un 50-50 del bloque Cardón entre ambas petroleras. Ya para el 4 de abril de 2016, Ecopetrol cede el contrato número 5227282 a la empresa Petroseismic Service S.A, también filial de la petrolera china Sinochem y perteneciente al grupo GIA, uno de los más grandes de nuestro país. Esta filial llegó al bloque Cardón –clasificado como upstream () – con el permiso de realizar su exploración y explotación de petróleo ejecutando el programa sísmico 2D.

En palabras de Miltón Marín Pérez, representante del movimiento Los Guardianes de la Tierra, el Grupo de Campesinos del Caquetá, y de la Mesa en defensa del agua y el territorio, la multinacional llegó cubierta por dos estrategias para garantizar su presencia en los terrenos a explorar: 1) dando dádivas a los campesinos bajo el supuesto de mejorar sus condiciones de trabajo, 2) bajo el discurso del desarrollo y progreso para la región. Sin embargo, la discordia fue evidente cuando los campesinos se negaron a ceder los territorios ambicionados para la extracción de petróleo por parte de Petroseismic Services S.A.

Pese a esto, legalizaron su presencia. “La trampa de la filial petrolera fue a través de la recolección de firmas para actividades comunitarias, sociales, deportivas y culturales en las que las comunidades campesinas participaron, firmas que luego fueron usadas para legalizar el ingreso de Petroseismic Services S.A a los territorios” afirmó Miltón Marín Pérez.

No es terquedad, hay razones. Los campesinos se oponen a esta presencia por temor a los impactos y consecuencias que genera el programa sísmico 2D en las reservas de agua y en la tierra, afectando los sembrados, la ganadería y, en general, las condiciones de vida de los campesinos.

Programa sísmico 2D

Inicialmente es un programa exploratorio de la tierra, que por medio de sismos artificiales les permite a los geólogos identificar la presencia de hidrocarburos en el subsuelo. Previamente, para instalar el cableado, deben deforestar los terrenos y abrir trochas entre 2 y 10 metros de ancho, para así poder realizar el diseño de las mallas sísmicas permitiendo identificar los pozos de petróleo, líneas de flujo, nacimientos de agua, vías de acceso, zonas pobladas.

El diámetro de la excavación está entre unos 5 o 10 centímetros, con una profundidad que va de los 5 a los 20 metros; la distancia entre las perforaciones varían de 15 a 100 metros. En cada hoyo se depositan explosivos que finalmente generan las ondas necesarias.

El programa sísmico 2D tiene 5 fases relacionadas en el siguiente cuadro:

 

 

Más allá de los sismos, están las implicaciones y consecuencias ambientales que genera tal exploración. Posibilidad que amenaza y enfrentan, desde el gobierno de la “Seguroidad Democrática”, los campesinos del departamento de Caquetá, exactamente en los municipios El Paujil, Montañita y El Doncello; territorios comprendidos dentro del bloque Cardón.

 

La Paz y la Reforma Rural Integral… y Zidres

 

“Tenemos sentimientos encontrados con lo que vemos hoy en nuestro Caquetá amazónico. En nuestro contexto y en la realidad nacional que hoy se vive, el pueblo se está polarizando ya que no se comprende la urgencia de hablar de “paz” mientras se vapulea al pueblo cuando se manifiesta. Los acuerdos son un avance, lo mismo que lograr el desarme de uno de los actores del conflicto, pero mientras el pueblo siga siendo avasallado por la Fuerza Pública, y siga poniendo los muertos cuando sale a las calles a reclamar soberanía, será difícil seguir hablando de “paz”. En el Caquetá ya es difícil hablar con la gente sobre la defensa del territorio, pues la gente se confunde y se polariza al tener esas dos ideas en la cabeza”, afirmó Carlos Olmedo, un ciudadano del común interesado en su región.

Es evidente. Las comunidades campesinas de Caquetá están percibiendo de manera ambigua la paz y lo acordado entre las Farc y el Gobierno. La disputa del territorio es cada vez más desigual: son las manos campesinas contra la estructura empresarial extractivista, la ley Zidres, los vacíos de la Reforma Rural Integral, la política petrolera y el fortalecimiento del Esmad, que tal como lo dijo Juan Manuel Santos “el papel del Esmad se vuelve especialmente importante para preservar la seguridad en todo el territorio, es otra prioridad” (2).

Sumado a esto, tenemos lo que el Gobierno ha nombrado como el mito No. 6 de la Ley Zidres, donde: “En el proyecto de ley se beneficia más al empresario en detrimento de los intereses del trabajador agrario, en el sentido que se ven forzados a vender su tierra o a cambiar los usos del suelo de sus predios, restringiendo su derecho de acceso a la tierra” (3). Pero que finalmente termina siendo una realidad, cayendo las comunidade en el riesgo de ser expropiadas de sus predios al ser las Zidres de utilidad pública e interés social.

Miltón Marín, José Antonio Saldarriaga y Carlos Olmedo, como líderes y campesinos afectados, ven con preocupación la falta de garantías que tienen quienes habitan y trabajan los territorios, y en consecuencia su calidad de vida y bienestar.

Lo que sigue

Pese a que la petrolera Petroseismic Services S.A logró realizar los estudios del subsuelo, pese a su temporal retirada de los municipios de El Paujil, Montañita y El Doncello; las comunidades campesinas siguen resistiendo y han programado una movilización masiva para el próximo 7 de octubre desde el departamento hasta la ciudad de Bogotá, donde le exigirán al Gobierno que establezca la mesa de diálogo acerca de la problemática, frente a la sísmica, y la proyectada aprobación del proyecto de fracking para el Caquetá en abril de 2017.

 

1  http://www.bnamericas.com/project-profile/es/bloque-cardon-bloque-cardon

2  http://www.semana.com/nacion/articulo/proceso-de-paz-santos-fortalecera-esmad-para-el-posconflicto/479858

3  https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/story/loqueocultaproyectodeley223-2.pdf

Información adicional

Autor/a: Alejandra Correa B.
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: desdeabajo

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