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Frágil recuperación de la economía

Frágil recuperación de la economía

El final y el comienzo de un nuevo año suelen ser la oportunidad para reflexionar sobre la situación de la economía y sus perspectivas inmediatas, acerquémonos a las de nuestro país.

El crecimiento del PIB no justifica el exagerado optimismo gubernamental

De acuerdo con la última información del Dane, el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) entre el tercer trimestre del 2020 y el tercer trimestre del 2021 fue de 13,2 por ciento. Sin duda, es una tasa alta, pero no se debe interpretar con el optimismo del gobierno. El presidente Duque ha dicho que es un crecimiento sin precedentes en la historia del país. Es lógico que sea alto porque nunca, desde que se tienen estadísticas, la caída de la economía había sido tan intensa. En el segundo trimestre del 2020, el PIB cayó 15,8 por ciento.

Es evidente que después de una disminución tan profunda, el crecimiento posterior sea elevado. Ello no quiere decir que los actuales niveles del PIB correspondan a una situación boyante. Apenas se trata de un rebote posterior a una caída del producto sin precedentes. A pesar del repunte, la economía colombiana continúa siendo estructuralmente frágil.

La economía colombiana es estructuralmente frágil

Esta fragilidad tiene 5 expresiones: i) Dependencia excesiva del petróleo y del carbón. ii) Déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. iii) Inflación causada por razones estructurales. iv) Déficit fiscal y mayor deuda pública. v) Aumento de la pobreza y la desigualdad.

i) Dependencia excesiva del petróleo y del carbón. A pesar de que Colombia firmó en Glasgow los acuerdos de la COP 26 sobre cambio climático, el Ministro de Minas acaba de anunciar una intensificación de la producción de petróleo y carbón. El alto precio que han adquirido en el mercado internacional es una tentación irresistible. Y en lugar de aprovechar esta bonanza para diseñar mecanismos que efectivamente permitan una disminución de la dependencia de las energías intensivas en carbono, el gobierno ha mostrado su decisión de mantener la actual estructura productiva.

Además de los daños ambientales, la economía extractiva genera poco empleo. La reducción sostenida de las tasas de desempleo exige que el país avance hacia un proceso de industrialización.

La serie histórica de las tasas de desempleo muestra que en diciembre de 2021 hubo una reducción importante, llegando a 11 por ciento, con 2,7 millones de personas desempleadas. Este nivel es bajo comparado con el punto más algo que se presentó en mayo de 2020, cuando el desempleo llegó a 21,4 por ciento, con 4,7 millones de desempleados.

El panorama ha mejorado. Actualmente, con respecto al peor momento de la pandemia, han encontrado empleo 2 millones de personas. Estos avances son importantes pero insuficientes. Primero, porque todavía el número de desempleados sigue siendo muy alto. Y, segundo, porque la mitad del empleo es informal y de baja calidad.

 

 

Para fortalecer el empleo se requiere una estrategia de largo plazo que supere la dependencia de la minería y de los hidrocarburos. La Misión de Empleo del gobierno, coordinada por Santiago Levy, dejó de lado estas reflexiones de carácter estructural, y volvió a insistir en el enfoque equivocado que le atribuye el desempleo a los costos salariales. El empleo no crece, como dice la Misión, porque se reduzcan los costos laborales, sino porque aumenta el consumo.

ii) Déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Este déficit no se está cerrando. El país continúa importando más de lo que exporta. Los tratados de libre comercio han llevado a una apertura hacia dentro. Ni siquiera cuando los precios del petróleo y del carbón han estado altos, se ha logrado cerrar la brecha de la balanza de pagos.

iii) Inflación causada por factores estructurales. El aumento de los precios que se ha observados durante los últimos meses no se explica por el aumento de la cantidad de dinero, sino por factores estructurales, como la masiva importación de alimentos básicos, que oscila alrededor de 15 millones de toneladas anuales. Al terminar el 2021 la inflación de alimentos fue significativa (17,23%). Más alta que la inflación general del 5,62 por ciento. El aumento del salario mínimo que fue del 10 por ciento ya fue contrarrestado por el aumento de los precios de los alimentos.

Si el principal factor que incide en la inflación es el costo de los alimentos, la modernización de la agricultura es el mejor camino para luchar contra el alza de precios. Es inadecuada la estrategia del Banco de la República, que ha puesto todo el énfasis en el incremento de la tasa de interés. La transformación de la agricultura tiene que pasar por un cambio en la estructura productiva, comenzando con la lucha contra la concentración de la tierra.

 

 

iv) Déficit fiscal y mayor deuda pública. Para combatir el déficit fiscal no se puede pensar en una reducción del gasto, sino que es necesario avanzar hacia una reforma tributaria estructural y progresiva, de tal manera que los ricos paguen una tarifa del impuestos a la renta que sea creciente en función de sus ingresos. Las últimas reformas tributarias en lugar de disminuir la concentración de la riqueza la han aumentado. Se debe tener en cuenta, además, que en todos los países del mundo aumentó el gasto público, y el 90 por ciento de los gobiernos no está cumpliendo con las llamadas reglas fiscales. El mayor gasto es indispensable para recuperar las economías. El gobierno colombiano ha sido tímido y el gasto público continúa siendo muy bajo comparado con los estándares internacionales.

v) Aumento de la pobreza y la desigualdad. El combate a la pobreza exige que haya empleo de calidad, y que la política fiscal, entendida como la combinación de los impuestos y de los subsidios, favorezca a las personas más vulnerables. Las condiciones de vida de la población se deterioraron con la pandemia, así que se requiere el liderazgo del Estado. Y es conveniente insistir que el mecanismo tributario es el más apropiado para reducir la desigualdad. En otras palabras, los ricos tienen que pagar impuestos.

7 de febrero de 2022
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Información adicional

Autor/a: Jorge Iván González
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: Periódico desdeabajo Nº288, febrero 20 - marzo 20 de 2022

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