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Toreros hablan en nombre de la tauromaquia nacional

Toreros hablan en nombre de la tauromaquia nacional

El próximo 22 de enero abre sus puertas a la tauromaquia la Plaza de Toros Santamaría de Bogotá. Avanzan a paso rápido las obras de mantenimiento del escenario, mientras muchos dan por hecho que atrás quedaron los cuatro años de proscripción de la fiesta brava en la capital. Se enciende otra vez el debate entre los que comulgan con la fiesta y aquellos que acometen en su cruzada contra la barbarie y la tortura, todo aquello que huela a toreo. Las voces de toreros, taurófilos y promotores no debe seguir silenciadas en nombre de la verdad y la razón de los argumentos; es necesario alcanzar un consenso donde todos ganen, con capacidad de vincular a las minorías de la tauromaquia, aunque estas sean adversarias en los imaginarios ideológicos, políticos y de clase social, aunque sean la personificación de todo mal.

 

En la tarde del 8 de octubre del 2016 Adrián, un niño español enfermo de Sarcoma de Erwing (1), captaba todas las miradas y los flashes en la plaza de toros de Valencia, España. Una corrida de toros benéfica había sido organizada a favor de este infante, confeso seguidor de la fiesta brava. El propósito de la corrida era recaudar fondos para investigaciones que pudieran poner fin a sus padecimientos, de la misma manera darle una voz de aliento a este pequeño abatido por intensas quimioterapias que en los pasillos del hospital osaba mantear toros imaginarios y gozar con los aplausos de una afición que vibraba al ritmo de sus pases. Lo acompañaron El Soro, Enrique Ponce, Vicente Barrera, Rafaelillo, Ginés Marín, Román y Fernando Beltrán, famosos toreros españoles a quienes conmovió Adrian y protagonizaron aquella tarde un paseillo junto al niño.

Ese mismo día una usuaria antitaurina de Facebook identificada como Aizpea Etxerraga, manifestó: “Que qué opino? Yo no voy a ser políticamente correcta. Qué va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar hebívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaaaa! Adrián, vas a morir”. No fue la única, su opinión es apenas representativa de los comentarios que se sucedieron en las redes sociales y obligaron a las autoridades españolas a defender la honra de Adrián, ofendida por decenas de usuarios con posturas semejantes (2).

Estigmatización, violencia e irrespeto siguen inspirando toreros y aficionados de la tauromaquia que hoy son azotados por los recios vendavales de la postmodernidad, embestidos por las ideas y las acciones de miles de individuos que en nombre de la vida y la razón siguen sosteniendo posiciones absolutas e irrefutables, las mismas que viene precipitando en fuertes acciones en pro de la supresión de las corridas, de la desaparición de todo aquello que se encuentre vinculado con ellas. Todo vale en esta cruzada contra la tortura y la barbarie donde la descalificación y el silenciamiento están siendo algunas de las armas predilectas del combate.

En este marco de pugnas y señalamietnos, en una tarde de finales de noviembre, el maestro Gitanillo de América, presidente de la Unión Nacional de Toreros de Colombia (Undetoc) y Juanito Ortiz, promesa del toreo nacional, ambos sobrevivientes a la embestida antitaurina en el país y a la clausura más larga en la historia de la Plaza de Toros Santamaría de Bogotá, concedieron una entrevista al periódico desdeabajo en la que pidieron respeto, el cese a la violencia, a los señalamientos y la necesidad de un consenso social frente a lo que consideran su arte y profesión.

 

De repente dejaron de ser ejemplo y se convirtieron en malvados

 

A miles de niños nacidos en los ochenta nos enseñaron en la escuela y en nuestra casas que Cesar Rincón, el más destacado de los toreros latinoamericanos. era un ejemplo a seguir, un hombre que había dejado en alto el nombre de Colombia, alguien por quien debíamos sentirnos orgullosos. Pero aquellos tiempos fueron cambiando (“evolucionando” para muchos) hasta el punto en que hoy quienes comparten su profesión de torero son verdaderas personificaciones de tortura y perversión. La historia empezaría a reprobarlos abofeteándolos junto a tantos otros individuos impertinentes, abyectos y erráticos que constituyen su afición.

El paroxismo de la condena tuvo lugar en agosto el año 2012 cuando a través de una estrategia exitosa de la alcaldía de Gustavo Petro, la plaza de toros Santamaría de Bogotá, la más importante del país, fue clausurada para convertirla en teatro al aire libre. El maestro Gitanillo de América (GA), torero retirado con 30 años de alterativa y más de 1.370 corridas en su vida, recuerda aquella fatídica tarde de agosto del 2014 cuando el cierre de la plaza se extendió incluso sobre los novilleros que practicaban en ella, generando una singular protesta:

 

– Gitanillo de América (GA): ¿Qué ocurrió? Que iba un novillero llamado Andrés Castillo y le dolió mucho que no lo dejaran entrar y cayó en lágrimas, entonces le dije yo ¿Tú que piensas hacer? “No, yo tengo que quejarme, por qué me van a prohibir algo que yo quiero”. Le dije pues yo creo que si deberíamos de quejarnos y hacer una huelga. Y fueron los novilleros de Colombia quienes esa misma noche instalaron una carpa debajo de las taquillas de la plaza de toros y se llegó a efectuar una huelga que fue hasta de hambre. Hay muchachos que quedaron totalmente marcados por esa ínfula de hacer respetar un derecho por el que pasó por encima el alcalde de ese entonces, Gustavo Petro. […] Eso fue y quedará en la historia, porque con las protestas se consiguen muchísimas cosas, pero esta era una protesta justa, una protesta humana, una protesta de honor y en esa protesta que se hizo con el corazón y con el sentimiento. Fuimos triunfadores, gracias a Dios y gracias al valor que se le da hoy en día a estos novilleros, gracias a ellos se volvió a abrir una nueva frontera taurina para Colombia, si no hubiera sido por ellos, la verdad estaríamos pasando por una situación más difícil de la que pasamos.

 

La decisión de la Alcaldía de no alquilar la Plaza de Toros Santamaría de Bogotá a la Corporación Taurina en el 2012 cerró durante cuatro años la puerta a la celebración de corridas de toros en la capital, con ello sobrevino un efecto dominó que disminuyó hasta en un 60 por ciento las corridas en las provincias de Boyacá y Cundinamarca, generando afectaciones en toreros, aficionados y empleados directos e indirectos de la tauromaquia. Pero esto, antes que silenciar a los toreros, fue el motivo para iniciar una lucha prolongada que se enfrenta a la forma como socialmente está siendo apreciada y valorada su profesión. Así lo manifestó Gitanillo de América:

 

– (GA): Gracias a lo que pasó en la alcaldía del doctor Gustavo Petro, que me merece mis respetos, pero que nos hizo un daño muy grande, pero que nos enseñó que tenemos que preocuparnos por darle dignidad a nuestra profesión y no como la habíamos tenido, clandestinamente, beneficiándonos nosotros pero no beneficiándonos a la luz pública, frente a la gente que no lo podía entender. […] entonces yo siempre se lo he dicho a los matadores que son las nuevas figuras del toreo como Juanito Ortiz, como los que vienen aquí a Bogotá de que nosotros tenemos muy educadamente hacer respetar nuestros derechos […]

 

Atrincherados en el respeto a la libertad y del derecho al trabajo, estos toreros que congregan a muchos de los segmentos más acaudalados de la sociedad, siguen protagonizando una lucha que por azares del destino se asemeja bastante a las emprendidas por muchos ciudadanos de sectores menos privilegiados. Deben guardarse, por supuesto, las proporciones porque tampoco puede desconocerse que en las Altas Cortes han contado aliados. Así lo expone el maestro Gitanillo:

 

– GA: […] esta es una profesión de respeto, esta es una profesión para salir adelante y para ubicar uno a su familia, para adquirir un hogar, ubicarse en un estatus social desde donde uno se pueda defender. Con una garantía muy importante que es la libertad, esa libertad de expresión que tenemos los seres humanos no nos la pueden quitar, es más, la Corte Constitucional ratificó y lo dice en su sentencia que no se le puede prohibir a nadie el derecho al trabajo, su libre expresión y los toreros tenemos como orgullo esto que viene de tradición, además estamos pelado para que no nos la corten.

 

Respeto, cultura, arte, tradición, trabajo, honra, dignidad, se entretejen en el discurso de estos, los únicos entre los hombres capaces de vestirse de luces para salir al ritmo de pasodobles a mantear al mítico tauro, para derrotar en otra tarde soleada a la muerte, al miedo, a lo salvaje, y a la propia bestialidad. Gitanillo de América habla de la lucha con el toro:

 

– GA: Ese animal es un atleta y uno como torero y como profesional se cuida solamente para dar esa batalla a algo tan grande, tan valeroso como es el toro, uno tiene que estar integro, tiene que estar muy bien de salud, tiene que estar con sus cinco sentidos, muy delgado, lleno de fortaleza, como un atleta, entonces cuando se encuentra el toro con el torero y los dos guardan ese respeto, es cuando estalla una emoción, una grandeza, que eso es lo que muchas veces no entienden los que llaman antitaurinos porque nunca les han explicado, nunca los han llevado al campo […].

 

 

Los antitaurinos y el asunto del maltrato animal

 

“Hay sangre en la arena y no es del torero ¡Ay que torero! […]”, se entona en la famosa canción de la reconocida Orquesta Guayacan. Esta letra expresa la realidad de que el toro en la plaza siente dolor, sangra y muere ante miles de espectadores. Estamos ante el más punzante de los argumentos de quienes se oponen viscerales a las corridas, ante el mismo axioma de negación, anulación y supresión del otro (de sus prácticas y discursos), artefacto predilecto de todos los opuestos, en nombre de los animales y sus “derechos”. Conociendo bien lo urticante de estas verdades irrefutables, la joven promesa del toreo nacional Juanito Ortiz (JO) proporciona alguna de sus razones contrarias:

 

– (JO): […] creo que a los antitaurinos es muy respetable que no les gusten los toros y que lo debatan y que estén en contra de él, pero también están faltos de información de lo que es el mundo del toro porque se dicen muchas mentiras que no son la verdad, hablan de que a los toros se maltratan de que se les pega en las fincas, de que se les hacen cosas en los ojos y eso es totalmente mentira, el toro en realidad es el mejor animal que vive, cuatro años vive en una dehesa de muchas hectáreas con los mejores cuidados para que salga a la plaza a dar la pelea como toro bravo que es.

 

Poco más de uno entre cada diez toros de lidia muere en la plaza. Es un animal concebido y criado para dar esta batalla. No tuvo la fortuna de decidir sobre su suerte, como tampoco la tuvieron los millones de toros que mueren al año en condiciones estresantes en miles de mataderos en todo el mundo. La lógica difundida hoy hace incuestionable que el gusto humano por la carne de res se encuentra justificado a diferencia de dicha cultura equivocada, aquella tradición anacrónica y perversa compuesta por estos rituales con pretensiones de arte, pletóricos de sadismo y maldad. Gitanillo de América y Juanito Ortiz hablan del toro de lidia, de sus características y su destino:

 

JO: […] A diferencia de los otros animales el toro bravo acomete al caballo de pica, acomete a las banderillas, lo pican, pero el toro bravo se queda dando la pelea, no es como otro animal que si le pegan o lo están maltratando huye. Esa es la diferencia que quiero un poco hacer entender a los antitaurinos, a la gente que a lo mejor no ha ido a una corrida o no entiende, el toro bravo da la pelea siempre, no huye, por eso es un toro bravo porque si no fuera bravo huiría, sería manso, pero el toro da la pelea desde que sale hasta que muere.

– GA: […] el toro de lidia es el único que en su hábitat se le cuida, si ustedes van a una finca de toros de lidia, ellos viven como ninguno otro animal con los cuidados, no se les quita ningún árbol, ellos son salvajes, ellos están nacidos especialmente es para dar esa lucha en la plaza de toros, es un espécimen que usted si corta las corridas de toros, desaparece […] Ese animal es un atleta y uno como torero y como profesional se cuida solamente para dar esa batalla a algo tan grande, tan valeroso como es el toro […]

 

El “hecho” que el toro no se enfrenta en sus plenas condiciones al torero, ha repetido hasta la saciedad. Infinidad de artimañas son las que han sido “develadas” por antitaurinos: que el toro recibe choques eléctricos, que es golpeado en sus testículos, que le suprimen la alimentación y que es maltratado para disminuir su ímpetu, etcétera. Para muchos constituyen verdades que alimentan una molestia que se infla sin fin. Sin embargo, Gitanillo de América y Juanito Ortiz tienen otra versión:

 

(GA): […] dicen que les cosen los ojos a los toros, que les pegan con o unos bultos atrás para que salgan sin fuerza, mire yo le digo sinceramente, es mentira, es mentira. Un toro si no tiene su violencia y su energía no da la batalla para poder uno torearle, un toro golpeado es como una persona, no se mueve, es más hay toros que a veces cuando los están embarcando y se pelean entre ellos mismos hay ganaderos que toman la decisión de, este toro le acaba de pegar a otro, este no va a la plaza, porque no quiere tener un toro maltratado acá, porque él quiere dar una imagen de lo que es su ganadería, de lo que ha tenido que estar cuidando durante cuatro años, […] Entonces ahí si la gente quiero decirles que es una mentira total, que eso no es cierto de que el toro de lidia se le cuida y se le respeta […]

(JO): […] el toro sale virgen desde que nace hasta que llega a la plaza no se le toca, por lo mismo, porque es un toro limpio que si le hacen cosas el toro lo aprende y luego va a cogerte, ya estaría toreado e iría a matarte, entonces nunca se le hace nada al toro por eso el respeto para que lo toree el torero y luego el respeto al público.

 

Es evidente que existe una clara disyunción entre la manera como conciben los animales los toreros y como lo hacen los antitaurinos y animalistas, una disyunción también responsable de muchas desavenencias que vale la pena ilustrar. Esta diferencia la expresa de manera muy clara el maestro Gitanillo de América, cuando interviene de esta manera:

 

– GA: Antes de ayer vi una entrevista de Vargas Llosa que es muy taurino y dijo algo que voy a sacar acá a colación. Él decía que lo peor que pudo haber para el toreo fue Waltt Disney, y le pregunta el periodista ¿por qué? Dijo: porque puso a hablar a los animales, fíjate, los puso a hablar y les metió sentimientos, les metió una mística y los comparó con seres humanos. Los animales tienen su respeto, tienen su sitio pero yo no puedo comparar un animal con un ser humano. Mire me hizo caer en cuenta de algo ¿Cómo se pueden preocupar tanto por un toro de lidia mientras que ahorita por Italia, por Grecia están entrando todos esos refugiados y los tratan como animales?

 

Juanito Ortiz va más allá y habla de una contradicción que muchos antitaurinos no han podido solucionar. Esta contradicción es uno de los ejes con que muchos taurófilos suelen rebatir a sus adversarios discursivos:

 

– JO: Creo que muchos de los antitaurinos tienen doble moral porque muchos si comen carne, no saben de donde proviene la carne y como muere el animal. Estamos en un país de donde se han ido las cosas por otro cauce, donde la doble moral está primando y no debería ser así como explica el maestro, hay otras necesidades del ser humano que deberíamos centrarnos más en ellas. Sin ir más en Valencia hicieron un festival en beneficio de Adrián un niño de 6 años que tenía cáncer el toreo se volcó con él para poder ayudarle y salvarle la vida mientras que los antitaurinos le deseaban la muerte (3), no podemos entrar en esas cosas cuando la vida lleva un camino y hay que saberlo encausar siendo justos en la vida y mirando de verdad las necesidades de los seres humanos, respetando también a los animalistas y a los animales pero reconociendo que cada uno tenemos nuestro espacio y nuestro sitio.

 

Diferencias irreconciliables necesitan de un consenso social

 

Diferencias irreconciliables, como las esbozadas, pueden superarse si sobre mínimos estipulados se llevan a cabo tratos entre humanos que vinculen los intereses y expectativas de las partes enfrentadas, si cada una de ellas es capaz de prescindir del señalamiento sobre la otra, también de toda pretensión de anulación y abolición fundamentada en argumentos y verdades absolutas. Es necesario empezar a concebir al otro como un adversario con puntos de vista válidos y no como un enemigo que debe ser silenciado y suprimido.

Gitanillo de América, presidente de la Unión Nacional de Toreros de Colombia, abre una importante veta a un eventual consenso que había estado cerrada cuando se plantea modificación de las corridas de toros en el país:

 

– (GA): Perfecto, yo te lo comentaba también, que la fiesta tiene que morigerar, se tiene que quitar tanta violencia […] Las cosas cuando se les hace una pedagogía y se enseña se puede morigerar y puede haber unos cambios, pero todavía falta mucho […]

 

El cambio demorará en llegar, entre otros factores, por el hecho que aún no se ha abierto un canal de interlocución donde las partes puedan sentarse a hablar bajo el postulado que deben coexistir mutuamente y que, probablemente, no tengan que suprimirse o abolirse (pero si probablemente modificarse) estas prácticas que son vividas, pensadas, como una manifestación artística/cultural de embergadura, y que en países como Francia siguen siendo consideradas parte de su patrimonio cultural.

Juanito Ortiz y el maestro Gitanillo de América envían un mensaje a los antitaurinos:

 

– GA: […] decirles a ellos de que respetamos si no les gusta, para nosotros es muy entendible, pero también darles a entender que es nuestra profesión, que esta es una profesión digna para nosotros, una profesión que beneficia a muchísima gente que da muchos puestos de trabajo […]

– JO: Mi mensaje hacía los antitaurinos es decirle, primero que todo, que la tauromaquia es un mundo de paz, estamos aquí para escucharlos, para debatir, para trabajar muchas cosas partiendo como dice el maestro desde la línea del respeto que conozcan un poco más lo que es la fiesta brava que se empapen, que indaguen más sobre lo que es este mundo, de allí partirán ellos si les gustará o no les gustará la tauromaquia, pero creo que todo parte desde esa línea del respeto y como dice el maestro aquí hay campo para todos los gustos y en este mundo cabemos todos.

 

La tauromaquía se levanta sobre una tensión dialéctica, por encima de una disyunción perpetua e irresoluble entre los significados de arte, cultura y tradición, y los de tortura y maltrato animal por el otro. Amplificar la tensión en espacios propios de ejercicio del poder político, proyectarla a nombre de un “consenso” social que ignora a miles de sus ciudadanos y tomar decisiones que anulan al otro con sus deseos, prácticas y formas de trabajo, es una solución transitoria que no se sostiene así misma pues sucumbe ante los nuevos acreedores de la administración de la sociedad elegidos en “democracia”.

Hoy siguen vociferando, clamando por ella (por la democracia) a favor de la anulación de esta práctica cultural, muchos entre quienes han sido víctimas de este sistema de consenso que en nuestro país ha favorecido el desconocimiento de las minorías, la anulación de la voz y la supresión de posibilidades a los perdedores en las urnas. En realidad no es solo un asunto de toros y toreros, se trata de una actitud autoritaria que en nombre de la lucha contra la tortura y la barbarie se opone constituyendo la imagen especular de otros discursos, de otros dispositivos, técnicas de dominio y control non sanctos entre humanos dentro de estas fronteras.

Mañana, ¿cuáles serán las nuevas torturas, maltratos, abyecciones, males contra los que algunos seguirán convenciendo a pocos (o muchos) que tienen que luchar valiéndose de cualquier estrategia, atropellando incluso la humanidad de los demás?

 

Notas

 

1 El sarcoma de Ewing es un tumor óseo maligno que se forma en el hueso o en el tejido suave. Afecta principalmente a los adolescentes y adultos jóvenes. Causas: El sarcoma de Ewing se puede presentar en cualquier momento durante la niñez y comienzos de la edad adulta, pero generalmente se desarrolla en la pubertad, cuando los huesos están creciendo rápidamente. Es más común en niños de raza blanca que en niños afroamericanos y asiáticos-americanos. El tumor puede originarse en cualquier parte del cuerpo. Generalmente empieza en los huesos largosde los brazos y las piernas, la pelvis o el tórax, al igual que en el cráneo o en los huesos planos del tronco. El tumor a menudo se disemina (hace metástasis) a los pulmones y a otros huesos. Al momento del diagnóstico, la metástasis se observa en aproximadamente un tercio de los niños con este tipo de sarcoma. En raras ocasiones, el sarcoma de Ewing ocurre en adultos. Fuente: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001302.htm

2 Caso similar el del difunto torero Víctor Barrio quien perdió la vida el 9 Julio en la plaza de Teruel, sur de Aragón, España. Un toro le infligió una cornada que le atravesó el pulmón derecho provocandóle una rotura en la aorta torácica que le ocasionó la muerte. Bajó el hashtag #UnDeseoPorVictorBarrio, muchos antitaurinos dejaron mensajes del talante de: “también sacrifiquen a t oda su familia y así evitamos que se reproduzcan esos hijos de puta”, “La vida fue muy justa. Tu marido recibió lo que se merecía. Debería ocurrirle a todos los cobardes hijos de puta como él” y “si todas las corridas de toros acabaran como la de Víctor Barrio, más de uno íbamos a verlas”. Duros y desmedidos insultos.

3 http://www.elespanol.com/social/20161010/161983988_0.html

 

 

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Información adicional

Un “arte” que sigue encendiendo las pasiones
Autor/a: Allan Enrique Bolivar Lobato
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: desdeabajo

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