Ankara.
Tras el fracasado intento de golpe de Estado, que dejó saldo de 265 muertos, el mandatario Recep Tayyip Erdogan exigió a Estados Unidos, particularmente al presidente Barack Obama, la extradición o detención del clérigo Fethullah Gulen, experto islámico turco que vive en Pensylvania, a quien acusó de estar detrás de la intentona lanzada la noche del viernes en Turquía.
“Si Estados Unidos y Turquía realmente son aliados estratégicos, Obama debe actuar y entregar a esa persona”, aseveró Erdogan en un discurso ante miles de partidarios en Estambul. El predicador, sin embargo, negó estar relacionado con el golpe, y en un comunicado divulgado la noche del viernes condenó el asalto.
El gobierno turco considera que Gulen, ex aliado de Erdogan, encabeza una “organización terrorista”.
Erdogan dijo que comentó a Obama que Gulen iba a intentar un golpe de Estado y exhortó a los turcos a “seguir siendo dueños de la calle, porque siempre es posible un nuevo estallido”.
Washington ayudará en las investigaciones
El secretario de Estado estadunidense, John Kerry, indicó que su país evaluará el pedido de extradición de Gulen, pero pidió a las autoridades turcas entregar las pruebas de las acusaciones. Añadió que ayudará en la investigación para esclarecer quién tramó y respaldó el intento de golpe.
“Las insinuaciones o afirmaciones públicas sobre cualquier participación de Estados Unidos en el fallido intento de golpe son totalmente falsas y perjudican nuestras relaciones bilaterales”, dijo Kerry a su homólogo turco, el ministro del Exterior Mevlut Cavosoglu, según el texto de una conversación telefónica entre ambos difundido por el Departamento de Estado.
El intercambio entre las partes ocurrió con un telón de fondo en el que Turquía cerró su espacio aéreo y dejó varados los aviones de guerra de Estados Unidos que estaban atacando a las fuerzas del grupo Estado islámico en las vecinas Siria e Irak.
Por lo pronto, el gobierno turco comenzó a limpiar las filas militares, como anunció Erdogan, y procedió también con dureza contra los jueces. El primer ministro, Binali Yildirim, informó del arresto de 2 mil 839 soldados por su “relación directa” con los hechos, entre ellos el comandante del tercer ejército, el general Erdal Ozturk. “Estos cobardes tendrán la pena que se merecen”, subrayó.
Unos 200 militares atrincherados en la sede del Estado Mayor se rindieron, igual que una unidad del ejército compuesta por casi 60 soldados rebeldes, quienes ocuparon el viernes uno de los puentes sobre el Bósforo, en Estambul. Además, la justicia turca pidió a Grecia la extradición de ocho golpistas que llegaron a bordo de un helicóptero castrense a Alejandrópolis.
El ejército de Turquía, que según datos obtenidos por Dpa tiene unos 640 mil miembros, es uno de los más grandes del mundo. Después del de Estados Unidos, el turco es el segundo de mayores dimensiones miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Autoridades judiciales turcas anunciaron que 2 mil 745 jueces de todo el país van a ser relevados de sus funciones, entre ellos uno de la Corte Constitucional, la más alta instancia legal de la nación, acusados de haber apoyado la intentona.
El premier aseguró que “la situación se encuentra bajo control”, y confirmó que el número de víctimas en los enfrentamientos en Ankara y Estambul es de al menos 265 personas, de las cuales 161 son civiles o miembros de las fuerzas de seguridad fieles al gobierno, y 104 golpistas. Hay unos mil heridos.
Debido a la preocupación por la asonada en Turquía, Obama se reunió este sábado con sus consejeros de seguridad, reiteró “el apoyo incondicional de Estados Unidos al gobierno civil y democráticamente electo de Turquía”, y exhortó a las autoridades turcas a “respetar el estado de derecho” al tratar con quienes respaldaron el golpe.
“El presidente y su equipo lamentan la pérdida de vidas y destacan la necesidad vital para todas las partes en Turquía de actuar dentro del respeto al estado de derecho y evitar toda acción que pueda suscitar nuevos hechos de violencia o de inestabilidad”, señala un comunicado de la Casa Blanca.
Obama destacó “los desafíos compartidos que requerirán la cooperación continua de Turquía, incluyendo los esfuerzos comunes en la lucha contra el terrorismo”.
Estados Unidos realiza parte importante de sus operaciones aéreas contra el movimiento yihadista Estado Islámico (EI) desde la base de Incirlik, sur de Turquía. Unos mil 500 militares y personal civil de defensa estadunidense están en esa base, y unos 2 mil 200 en todo el país.
Las misiones aéreas estadunidenses contra el EI desde esa base fueron suspendidas por el cierre del espacio aéreo turco, informó el Pentágono.
La canciller alemana, Angela Merkel, condenó el intento de golpe y mostró su apoyo al presidente Erdogan, pero advirtió que se deben respetar los valores democráticos en la persecución de los responsables.
En ese sentido, explicó que un cambio en el gobierno de Turquía sólo podrá darse a través de la convocatoria libre a elecciones. “Las modificaciones políticas deben producirse en el marco de instituciones políticas y de conformidad con las reglas democráticas”.
Rusia estimó que el intento de golpe aumenta la amenaza contra la estabilidad regional e internacional, mientras la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió “respeto a las instituciones democráticas”.
Desde la llegada al poder de Erdogan, la jerarquía militar ha enfrentado purgas. El ejército dio tres golpes de Estado en el país (1960, 1971, 1980) y forzó la salida del poder de un gobierno islamita en 1997.
Leave a Reply