El líder de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, derrotado en las presidenciales del pasado 1 de julio, presentó la noche del jueves un recurso ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para que se invaliden las elecciones ganadas por el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto. La coalición Movimiento Progresista considera que el PRI violó el artículo 41 de la Constitución al superar el límite de gasto permitido por la ley electoral, comprar de forma ilegal espacios en televisión para promocionar la imagen de Peña Nieto y coaccionar a los electores. El TEPJF tiene de plazo hasta el próximo 6 de septiembre para emitir un fallo, que de ser favorable desembocaría en una convocatoria extraordinaria de elecciones.
López Obrador anunció para la próxima semana el lanzamiento de un Plan Nacional para la Defensa de la Democracia y Dignidad de México. La llamada a la movilización fue seguida por esta promesa: “Siempre actuaremos por la vía pacífica. No daremos pretextos para que nos acusen de violentos”. Por su parte, el coordinador de su campaña, Ricardo Monreal , informó de que el recurso ante el tribunal electoral “podrá ser firmado por todo aquel ciudadano que lo desee”.
En un acto celebrado en un céntrico hotel de Ciudad de México y presentado como una conferencia de prensa en la que no hubo preguntas, AMLO, como se le conoce popularmente, acusó al PRI de “comprar cinco millones de votos, dos millones de ellos en los Estados de México, Veracruz y Chiapas” y “gastar miles de millones en publicidad y encuestas amañadas”. Aseguró que en una reunión celebrada el mes pasado en Toluca, capital del Estado de México, Peña Nieto se reunió con los gobernadores priistas con el fin de, “comprar votos con dinero público”. Así fue posible, en su opinión, que la participación se disparase en las zonas rurales más pobres del país “como en tres distritos de Yucatán donde fue del 86% o en Chiapas que fue un 118% mayor que la registrada en las elecciones de 2006”. La izquierda estima que el coste de la campaña del candidato del PRI superó los 4.599 millones de pesos cuando el tope legal es de 336 millones.
Monreal acusó al Instituto Federal Electoral (IFE) de incumplir su responsabilidad de garantizar la limpieza de los comicios al no haber resuelto las quejas y denuncias presentadas por la izquierda antes del 1 de julio. Y anticipándose a que su recurso fracase, afirmó: “Si no lo hace nunca podremos ganar al Gobierno y su presupuesto”.
Los resultados del IFE tras haber terminado el escrutinio oficial otorgan a Peña Nieto el 38,2% de los votos frente al 31,8% logrado por AMLO, una diferencia de 3,2 millones de sufragios aproximadamente. López Obrador, candidato también 2006, no aceptó entonces su derrota frente al actual presidente Felipe Calderón y se declaró único presidente legítimo.
El presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, anunció ayer que su partido acudirá al TEPJF a “defender su triunfo legítimo”. “El único problema de esta elección”, afirmó, “fue haber tenido a quien probada y reiteradamente ha sido un mal perdedor”, en alusión a López Obrador.
Por Luis Prados México 13 JUL 2012 – 05:19 CET
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