Una gran protesta convocada por los manifestantes contrarios al presidente Ali Abdalá Saleh recorre este mediodía las calles de la capital de Yemen, Saná, para exigir su salida inmediata del Gobierno. En paralelo, el presidente ha convocado a sus partidarios a congregarse en las cercanías del palacio presidencial, con lo que el riesgo de enfrentamientos entre los dos bandos es muy alto. En una nueva arenga a sus fieles, Saleh ha dicho estar dispuesto a entregar el poder pero sólo a “manos seguras”, según ha informado la televisión estatal. “Estamos en contra de disparar una sola bala y cuando hacemos concesiones es para garantizar que no hay un baño de sangre. Nos mantendremos firmes y les haremos frente con todo el poder que tenemos”, ha añadido, en una aparente referencia a sus detractores, entre los que figuran algunos ex altos cargos del Ejército.
ÁNGELES ESPINOSA (Enviada especial) | Manama 25/03/2011
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