La Real Academia Sueca de Ciencia otorgó ayer el Premio Nobel de Economía a tres investigadores ortodoxos –dos estadounidenses y uno chipriota–- por sus estudios de las ineficiencias del mercado laboral. Se trata del británico-chipriota Christopher Pissarides, de 62 años, y de los profesores estadounidenses Dale Mortensen, de 71 años, y Peter Diamond, de 70. Este último fue propuesto por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para ser miembro del consejo de la Reserva Federal. Los expertos centran sus análisis en las complicaciones que encuentra la oferta para hallar su demanda en distintas áreas. En el caso del mercado laboral, se asegura que la intervención del Estado puede ser perjudicial para que ambas fuerzas (oferta y demanda) se encuentren. Los premiados se conocen en medio de un intenso debate sobre la causa del actual desempleo, el cual quedó como rezago de la peor crisis financiera desde el crac del ‘30.
El contexto político y económico condiciona cada año las chances de los aspirantes a Premio Nobel. La debacle financiera que se inició en 2007 generó desde entonces la destrucción mensual de decenas de miles de puestos de trabajo en todo el mundo. Si bien algunas economías lograron recuperar su niveles de actividad económica, la generación de empleos no estuvo a la altura. A partir de esa situación se abrió un debate acerca de cuál es la causa estructural de este problema y de las soluciones aplicables. Por un lado, con una visión keynesiana, se encuentran quienes consideran que se trata de un caída generalizada en la tasa de empleo, y que la manera de hacer frente a eso es mediante incentivos públicos a la demanda de trabajo. Por el otro, analistas más ortodoxos sostienen que se trata de un problema de matching (dificultad para que la demanda y la oferta se encuentren) debido a que cambió la composición de las necesidades de mano de obra. En este caso, la solución sería dejar que el mercado lo regule.
“En momentos en que se discuten estos temas en Estados Unidos, el premio tiene un fuerte significado político y una errónea lectura del capitalismo”, dijo a Página/12 Emmanuel Agis, economista del Cenda. El modelo desarrollado por Diamond, Mortensen y Pissarides busca explicar la causa para que convivan altas tasas de desempleo con numerosas vacantes sin cubrir y cómo pueden afectar al desempleo algunas políticas económicas. Si bien el análisis se centra en el mercado laboral, abarca otros, como el inmobiliario, el financiero e incluso el de matrimonios.
El estudio de los galardonados sostiene que compradores y vendedores o empresas y trabajadores tienen dificultades para entrar en contacto. El razonamiento sugiere que, dado que los procesos de búsqueda requieren tiempo y recursos, es posible que la oferta y la demanda se encuentren en algún momento, pero que lo hagan ineficientemente, o que simplemente no logren cruzarse. Esta idea integra también el debate que se da en los países de-sarrollados. “Se afirma que cambió la composición de la demanda a partir de la crisis: se pide menos trabajadores del sector de la construcción, debido a que explotó esa burbuja, y más en manufacturas. Pero la cifras muestran que cayeron ambas. Además, esa explicación puede ser tomada en cuenta con un desempleo de 4 o 5 por ciento, no de dos dígitos”, agregó Agis.
Diamond, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, analizó las bases de los mercados de búsqueda. Mortensen, de la Northwestern University de Evanston, Illinois, y Pissarides, de la London School of Economics, desarrollaron la teoría y la aplicaron a distintos mercados laborales. La modelización de los tres expertos plantea que los procesos de búsqueda laboral se ven afectados por diferentes variables, tales como los subsidios por desempleo, los salarios o los costos de contratación y despido en el desempleo. Sus desarrollos sostienen que las prestaciones por desempleo más generosas dan lugar a mayor desocupación y a períodos de búsqueda de empleo más largos. Sin embargo, cierto nivel de prestación puede no aumentar el bienestar y además contribuir a un mejor funcionamiento del mercado de trabajo, pues permite prolongar la búsqueda de empleo hasta lograr el resultado más eficiente. Al ser consultado respecto de cuánto se extenderá la crisis, Mortensen respondió: “El tiempo que durará es tema de especulación, pero tomará un tiempo”.
Por Cristian Carrillo
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