El gobierno de Grecia rechazó una contrapropuesta de sus acreedores, que incluía ante todo pedidos del Fondo Monetario Internacional (FMI), indicó una fuente gubernamental. Esta contrapuesta insiste, según Atenas, en que se aumenten las cotizaciones sociales que pagan los jubilados, se incremente el IVA a los restaurantes del actual 13 a 23 por ciento y se hagan mayores recortes en los gastos de armamento (400 millones de euros en lugar de 200 millones). El primer ministro griego, Alexis Tsipras, consideró extraña la postura de ciertos acreedores después de que rehusaron aceptar las propuestas de Atenas, y criticó al FMI por rechazar algunas medidas compensatorias que propone para sellar un acuerdo que evite su default.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, afirmó que Grecia debe presentar planes de reforma creíbles, que no pueden ser construidos sólo sobre promesas de mayores ingresos impositivos.
La contraoferta fue revelada después de que los acreedores impugnaron algunas de las propuestas más recientes de Grecia, que incluyeron una serie de alzas de impuestos y de las contribuciones de las pensiones, a fin de incrementar los ingresos para cumplir con las metas presupuestarias.
En tanto, el presidente del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro, Jeroen Dijsselbloem, sostuvo que las partes aún tienen mucho trabajo por delante para alcanzar un compromiso que evite una bancarrota de Grecia y su eventual salida del bloque monetario.
El repetido rechazo de medidas compensatorias por algunas instituciones nunca sucedió antes, ni con Irlanda o Portugal, dos países que recibieron un programa de asistencia financiera, escribió Tsipras en su cuenta oficial de Twitter.
Grecia y los ministros de Finanzas europeos entraron en un nuevo atolladero, luego de que los acreedores acusaron a Atenas de no querer ceder pese a un inminente cese de pagos. Un importante funcionario griego expuso que Tsipras tenía previsto reunirse en la noche del miércoles con con Christine Lagarde; el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, pero no logró concretar un borrador para presentarlo antes del comienzo de la reunión del Eurogrupo.
Estamos preparados para trabajar toda la noche, pero no tenemos nada concreto con qué trabajar, expresó un funcionario europeo. La pérdida de confianza es extrema… es difícil imaginar cómo podremos seguir adelante.
Menos optimismo
Otro funcionario de la zona euro confió a Reuters: Ahora hay menos optimismo que antes de llegar a un acuerdo. El Eurogrupo de mañana (jueves) probablemente no será el último. Los jefes de gobierno de la Unión Europea también están convocados jueves y viernes a una cumbre ordinaria en Bruselas, que ofrece un espacio extra para la negociación.
El Banco Central Europeo (BCE) volvió a aumentar, por quinta vez en ocho días, el límite de los créditos de emergencia a los bancos griegos, indicó una fuente bancaria. Además el BCE está dispuesto a intervenir para ayudar a la banca, víctima de retiradas masivas de dinero por temor al futuro de Grecia dentro de la zona euro, indicó esta fuente, que no especificó qué cantidad fue aumentada.
En Londres, Standard and Poor’s advirtió que bajaría la calificación crediticia de Bulgaria, Macedonia, Albania, Rumanía y Serbia si los problemas de Grecia repercuten en los sistemas bancarios de esas naciones.
Los bancos de Grecia tienen sedes sistemáticamente importantes en estos países de Europa del Este y la preocupación radica en que si Atenas queda fuera de la zona euro, sus prestamistas podrían quebrar y generar un efecto dominó en sus subsidiarias.
Si los gobiernos de esos países se ven forzados a rescatarlos, eso dañaría las finanzas nacionales y los pronósticos de crecimiento a largo plazo, dado que los bancos requerirían préstamos para mantenerse a flote.
No descartamos la posibilidad de respaldo gubernamental (a los bancos), dijo S&P en un informe. Si ese respaldo debilita sustancialmente la métrica fiscal y de deuda de los gobiernos, esto podría pesar de manera negativa en nuestras calificaciones soberanas, agregó.
Retira medidas impopulares
Según un despacho de Afp, fechado hoy, Grecia retiró el miércoles por la noche algunas medidas impopulares, como el aumento de las cotizaciones a las jubilaciones, informaron fuentes del gobierno. Según cálculos de la agencia de noticias, las medidas retiradas equivalen a más de 600 millones de euros de los 8 mil de ahorro prometido a los acreedores entre 2015 y 2016.
Por la noche, otra fuente gubernamental dijo que el gobierno había decidido retirar también de su programa de reformas el alza de un punto (de 4 a 5%) el copago sanitario para las jubilaciones básicas, que significan 135 millones de euros.
Más impuestos y castigo a la población
Reuters
Bruselas. Entre las principales exigencias de los acreedores para que haya un acuerdo, según un documento publicado en la edición online del diario Wall Street Journal, están los objetivos fiscales en los que Grecia debería adoptar una ley de presupuestos complementaria para el resto del año, y diseñar una estrategia de mediano plazo para 2016-18 que considere: uno por ciento del producto interno bruto (PIB) de superávit primario en 2015; 2 por ciento en 2016; 3 en 2017 y 3.5 por ciento del PIB de superávit en 2018. En este punto parece haber un acuerdo.
Sobre las pensiones deberá aplicar completamente las reformas a las pensiones de 2010 y 2012 y desde el primero de julio introducir reformas que generen ahorros de 0.25 a 0.5 por ciento del PIB en 2015 y de uno por ciento en 2016 sobre una base de un año completo. Crear fuertes desincentivos a la jubilación anticipada, así como retirar gradualmente el subsidio de solidaridad (EKAS) para todos los pensionados para fines de 2017.
En lo referente a la reforma del IVA, Grecia debería cambiar su sistema de impuesto al valor agregado para el primero de julio, con el objetivo de generar uno por ciento del PIB más de ingresos fiscales al año. Grecia está ofreciendo aumentar el IVA en 0.38 por ciento del PIB en 2015 y en 0.74 por ciento del PIB en 2016.
En estructura fiscal, Grecia debería requerir pagos completos adelantados de los impuestos a las empresas para finales de año; elevar las tasas solidarias extraordinarias; abolir los subsidios a agricultores por los impuestos especiales al diésel; reducir a la mitad los subsidios para el combustible de calefacción en el presupuesto de 2016, así como ajustar el impuesto a la propiedad para asegurar ingresos por 2 mil 650 millones de euros en 2015 y en 2016. También subir la tasa de impuestos a las empresas de 26 a 28 por ciento. Cobrar impuestos a los avisos en televisión y lanzar una oferta pública internacional para licencias de televisión y uso de frecuencias.
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