Tres componentes tiene la crisis actual de la sociedad venezolana, una de cuyas expresiones recientes son los resultados electorales del 6D de 2015 y sus consecuencias desfavorables para el proceso bolivariano, que aún tiene un gran margen de acción obrero y comunal favorable a su continuidad.
El primer componente es la crisis estructural y general del sistema del capital que lo abarca todo (desde la economía política, pasando por la ética, hasta el clima), que sin duda se manifiesta en Venezuela, donde ahora golpea fuerte con la caída de los precios del petróleo, principal ingreso nacional. El presidente Chávez en su presentación del Plan Patria 2013-2019 (12 de junio de 2012 ante el CNE) hizo referencias a la crisis estructural del capital, nos obliga a para . No se conoce un informe público de gestión gubernamental de lo que al respecto se hizo. Pero lo cierto es que el sistema de información y asesoría del Presidente Maduro no argumentó a tiempo, por ejemplo, que estaba en curso una caída sostenida de los precios del petróleo (y otros recursos naturales) influida por la evidente recesión industrial y comercial mundial desde 2008 con su correspondiente disminución en la demanda mundial de petróleo; hecho que ocurría al mismo tiempo que se saturaba el almacenamiento mundial de crudo (reconocido por el ministro venezolano de Petróleos y Minería, Del Pino) y aumentaba la producción petrolera en Estados Unidos, que hoy (luego de 40 años) resultó convertido en un país exportador de petróleo a Japón y Europa.
El segundo consiste en la aplicación de múltiples estrategias de economía política liberal y de manipulación psico-ideológica llevada a cabo por los cerebros y operadores de la agresión imperialista y su burguesía venezolana subordinada. El objetivo es socavar el proceso bolivariano y su carácter ejemplar sociopolítico e integracionista nuestroamericano, con arreglo a un plan: el plan Obama-Kerry. La burguesía venezolana (en sus diferentes facciones de intereses) desde el inicio del gobierno del Presidente Maduro se puso al frente de la aplicación del plan Obama-Kerry y aprovechó tanto la crisis internacional del sistema del capital y sus manifestaciones en Venezuela, como el continuo de errores de la conducción del propio proceso bolivariano (ejemplo el descontrol de precios luego de los acuerdos de la llamada mesa de dialogo establecida después del auge de las guarimbas del 2014).
El tercero tiene que ver con un continuo de errores-problemas no resueltos de la gestión bolivariana, que vienen de años atrás, entre los cuales destacan: a) las deficiencias en la planificación y el control en el ejercicio de su economía política, (en particular la distribución de su ingreso por venta de petróleo crudo y productos refinados, b) la formación de la conciencia socialista (tiene aún mucha fuerza en la sociedad el individualismo) y c) retardo en el establecimiento de nuevas formas de poder político obrero y comunal, para, con estas últimas en palabras de Chávez ). Chávez fue consciente del continuo de errores-problemas, por ello en diciembre de 2006, durante la celebración popular de su reelección presidencial, llamó a combatir el burocratismo y la corrupción y a construir la Economía Socialista (planificación y control de la producción para la satisfacción de las necesidades del pueblo trabajador y los gastos del país). No se conocen informes públicos de los procedimientos implementados para cumplir con este llamado presidencial. Después Chávez, durante seis años y hasta poco antes de su muerte, insistió en la rectificación y reimpulso del proceso bolivariano para que llegase a ser socialista: llamó a la reforma constitucional-2007 (no aprobada), a practicar las Tres R (revisión, rectificación y reimpulso), las Tres R al cuadrado y finalmente al Golpe de Timón en octubre de 2012. Chávez tenía claro, por ejemplo en materia económica, que las centenas de fabricas socialistas en proceso de apertura, la misma producción petrolera y la productividad de las casi 3 millones de hectáreas expropiadas con indemnización no estaban rindiendo los frutos esperados. Tampoco se conocen las evaluaciones públicas de los resultados de estas propuestas de rectificación. En este continuo debemos examinar, por citar un caso relevante, el problema de la producción, distribución y consumo de alimentos y medicamentos y otros bienes, que afectan hace meses a la gran mayoría de la población y de los cuales toma provecho la contrarrevolución venezolana y los exacerba con su estrategia de cerco económico (desabastecimiento, inflación, colas, descontrol de precios y ataque a la moneda nacional). Este problema fue reconocido por el vicepresidente Isturiz (no pudimos enfrentar las colas) y el propio presidente Maduro (confiamos en que la burguesía iba a cumplir los acuerdos de la mesa de dialogo 2014). El presidente, llamó a convertir la superación de la crisis venezolana en una salida revolucionaria (Últimas Noticias, 31/01/16, páginas 3 y 6), hay que visionarla.
Las salidas a la crisis
El proceso bolivariano está asediado por fuerzas externas (imperialistas) e internas (oligárquicas) y las degradadas del mismo proceso por la práctica del burocratismo y la corrupción (los ejemplos abundan) muy ligada a la ausencia de cogestión obrera y comunal. Para superar esta crisis a favor del proceso bolivariano orientado por el presidente Maduro hay que mirar primero las salidas adversas:
La salida del Plan Obama-Kerry. Conquistada la mayoría de la Asamblea Nacional, se busca la salida del presidente Maduro antes del cumplimiento de su periodo constitucional a través de la combinación de varias estrategias (incluida la violenta) y la utilización de fuerzas y errores de la gestión bolivariana a su favor. Y luego proceder a establecer un mandato burgués liberal de largo aliento que desmonte los logros internos y externos del proceso bolivariano e instaure el tridente economía, poder político y falsa conciencia a favor de la reproducción del sistema del capital.
La salida de pacto nacional o proyecto estratégico de centro. Un abanico de factores propone un pacto nacional estratégico o de largo aliento con la burguesía venezolana (subordinada desde su cuna al sistema del capital mundial). Unos argumentan que sin desarrollo del capitalismo no podrá haber socialismo y otros (dentro de los cuales se encuentran los que sufren el efecto atemorizador del decreto ejecutivo Obama) proponen un capitalismo de rostro humano con su correspondiente rotación de partidos en el ejercicio del poder y la práctica de una soberanía limitada.
La salida revolucionaria socialista. Comprende tres aspectos esenciales. 1) En la economía: a) retomar la propuesta de la construcción del área de la economía socialista (no estatista) que hizo Chávez en diciembre del año 2006, en la celebración de su confirmación electoral como presidente de la República. Comprende la participación obrera sustantiva (no adjetiva) en su gestión eficiente y productiva; estaría compuesta por PDVSA, Corpoelec, Hidrológicas, Cantv, Puertos, Aeropuertos, la industria de extracción y procesamiento de minerales, el BCV y un gran sector de la banca, el comercio exterior, los metros, la industria electrónica y de automóviles y varias industrias de alimentos del Estado. Su cogestión se haría bajo el Sistema Presupuestario de Financiamiento Participativo sugerido por el Presidente Chávez en octubre de 2010 (ver por Youtube material de vídeo). b) fortalecer el área de la economía comunal, en la cual se registran, previa auditoría gubernamental y comunal, las comunas que estén o vayan generando volúmenes de producción y distribución de bienes o servicios medibles para la satisfacción de necesidades básicas de la población; el sistema bancario estatal-comunal serviría de garante a su desarrollo. c) La economía privada que debe funcionar al tenor del artículo 299 de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cumpliendo funciones de desarrollo social; especial énfasis se pondría en el control obrero y comunal de la distribución de su producción. 2. En el poder político cumplir progresivamente con la acertada orientación de Chávez de desarrollando las redes de los consejos obreros y comunales, herramientas (de conciencia y organización) con las cuales el Presidente Maduro estaría en mejores condiciones de aplicar la rectificación socialista. 3. Al mismo tiempo que se ponen en práctica de forma participativa obrera-comunal los dos primeros aspectos, hay que avanzar en la síntesis teórica colectiva de esta transición con la cual se amplía la formación de la conciencia, de la praxis transformadora socialista integral, que abarca sin duda a otro componente relevante del sujeto histórico social, la FANB soberana.
Febrero 15 de 2016
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