
“En la desarticulación de grupos de tráfico de armas que hemos visto en el último año, hemos podido constatar el involucramiento en esos grupos de autoridades locales y en algunos casos federales norteamericanas, no nada más aquí tenemos un problema… hay un problema en los dos lados”, ha dicho Rico Ferrat, viceministro para América del Norte de la Cancillería mexicana, aunque no ha facilitado más detalles de esos nexos ni los nombres de los funcionarios involucrados.
Las declaraciones del funcionario mexicano coinciden con el comienzote un juicio en Arizona, en Estados Unidos, contra un empresario acusado de vender más de 600 armas de fuego al cartel de Sinaloa, uno de los más poderosos en México.
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