Una última iniciativa ciudadana paneuropea invita a los internautas a pedir personalmente a los eurodiputados que rechacen la norma, con la amenaza de no votarles en las elecciones a la Eurocámara del próximo 26 de mayo.
El Parlamento Europeo vota, a partir de las 12:30 de este martes, el texto definitivo (PDF) de la polémica directiva del ‘copyright’, una norma que marcará de forma exahustiva qué se puede y qué no se puede compartir en público en función de quién sea el dueño de contenidos. Una última iniciativa ciudadana paneuropea invita a los internautas a pedir personalmente a los eurodiputados que rechacen la norma, con la amenaza de no votarles en las elecciones a la Eurocámara del próximo 26 de mayo.
La complicada renovación de las normas europeas sobre derechos de autor, en la era de las redes sociales, los móviles y la inmediatez, ha desembocado en un complejo texto pactado que, a juicio de sus detractores, únicamente pretende contentar a una parte de la industria de los contenidos y no a todos los creadores.
Por un lado, el artículo 15 (durante su tramitación era el artículo 11) pretende obligar a todo sitio web o aplicación comercial —tanto grandes buscadores y agregadores de contenidos como cualquier sitio que contenga publicidad— a pagar una licencia a los editores de prensa por recoger citas a noticias que sean algo más que palabras sueltas o fragmentos muy cortos.
El artículo 17 (durante su tramitación era el artículo 13), por su parte, pretende evitar que los usuarios cualquier plataformas sociales de publicación de contenidos, como Twitter, Facebook, Instagram y aplicaciones comerciales, a que compren licencias de contenidos antes de que se compartan en la red, así como que eviten que los usuarios publiquen material infractor, incluso antes de que éste se publique.
La previsible consecuencia es la llamada ‘censura algorítmica’: esas empresas tirarán de robots —el volumen de lo que se publica allí es tan grande que es imposible hacerlo a mano— para identificar (y evitar) posibles violaciones de derechos de autor de lo que usted o yo subamos a las redes, por si acaso.
A lo largo de su tramitación, el texto del proyecto de directiva ha ido modificándose y sorteando diversos obstáculos, mientras los textos se iban filtrando en un proceso que ha sido muy poco transparente. La eurodiputada Julia Reda, del Partido Pirata, ha sido la cabeza visible de un movimiento de alerta y protesta que ha incluido académicos, entidades y grupos de ciberactivistas como EDRI, Electronic Frontier Foundation y Xnet, e incluso el relator de la ONU para la libertad de expresión y la Wikipedia.
Durante este fin de semana se han celebrado manifestaciones más io menos multitudinarias en varias ciudades de la Unión Europea, las más numerosas en Alemania, contra esta nueva normativa. Porque la votación del martes es la última oportunidad para tumbar estas medidas.
Mientras, el sitio web #SaveYourInternet —una iniciativa conjunta de las principales ONG y asociaciones contrarios a esta directiva— apura su llamamiento a todos los ciudadanos para que escriban a los parlamentarios europeos que les representan. Esta plataforma, que aglutina las principales asociaciones y movimientos de la sociedad civil en defensa de los derechos de los internautas, dispone de un formulario sencillo con el que realizar esta tarea.
La idea es presionar a los miembros de la Eurocámara para tumbar la directiva en su votación final. En el apartado de europarlamentarios españoles, la herramienta permite escribir directamente a todos ellos, e incluso llamar por teléfono a sus respectivas oficinas.
La idea es dirigirse a los representantes, con insistencia pero educadamente, y dejar claro que “su voto sobre si rompen Internet construirá o destruirá el voto del ciudadano en las elecciones de la UE” del próximo 26 de mayo. Una iniciativa que recuerda el grito de #NoLESVotes contra la ‘Ley Sinde’ en España, hace ya más de ocho años.
Madrid
25/03/2019 10:44 Actualizado: 25/03/2019 10:
Leave a Reply