El encuentro con los transeúntes
Durante estos dos días se conversó con los transeúntes, preguntándoles por el servicio de salud al que acceden y su opinión sobre el mismo. A unos y otros se les interrogaba: ¿Ha sufrido alguna vez un bloqueo para acceder a un servicio de salud que usted considere importante? Puede detallar el asunto?
Las respuestas y testimonios recibidos, en su mayoría, son de gran impacto, denotando que la mayoría de ciudadanos y ciudadanas, han experimentado en algún momento de su vida, ante un fuerte quiebre de salud, la dilación para la atención oportuna, el cobro exagerado de tarifas, la atención mediocre, la demorar injusta, viéndose obligados en muchas ocasiones a acudir a sus exiguos ahorros o a la solidaridad de familiares y amigos para sobrevivir.
Un ejemplo patético es el de doña Mariela, de 65 años de edad, estrato 2, afiliada por
Luego de los regaños pertinentes por parte de la clínica privada, por la forma no normativa de actuación, la clínica busca insistentemente hasta el cuarto día que Ecoopsos le apruebe el procedimiento, y al tiempo le informa a los familiares que con un depósito de 10 millones de pesos se iniciaría de inmediato la intervención médica, no de otra manera. Ante la magnitud de la cifra, la única opción era que Ecoopsos autorizara diligentemente el permiso de atención, como es su deber, lo que finalmente autorizó, pero en el municipio de Rionegro (Antioquia) lo que obligó a su traslado. Al llegar, el parte médico informa que por el tiempo transcurrido (era el quinto día después del infarto de miocardio) no era posible realizar el tratamiento idóneo (cateterismo), por lo cual el problema de salud debía ser resuelto con fármacos y “mucha calma y buen trato” de parte de sus familiares, ya que como secuela del retraso, su corazón ahora funciona a media capacidad.
En fin, aún hoy la historia continúa, pues doña Mariela debe llegar cada dos semanas, puntualmente, a sus revisiones al municipio de Rionegro, lo que le demanda 8 horas de transporte, ida y vuelta, desde y hacia su municipio natal, más los costos económicos de un acompañante.
Similares a ésta, recibimos durante el campamento otras 75 denuncias individuales, testimonios que evidencvian la real y grave situación del sistema de salud que hoy rige en Colombia.
Así las cosas, el Movimiento Nacional por
Para invitar, a renglón seguido, a la ciudadanía en general, a las organizaciones sociales y gobernantes de turno, a ahondar su compromiso ante el problema de la actual crisis hospitalaria, actuando con el valor necesario para describir su magnitud y características, descubrir públicamente su actual lógica económica perversa, sin temor a represalias políticas o económicas por parte de las corporaciones negociantes de la enfermedad.
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