Home » Alternativas desde abajo. Cuídate, compa

Alternativas desde abajo. Cuídate, compa

Cuando el remedio es peor que la enfermedad

Es muy poco lo que saben los científicos si se compara con lo que desconocen. Conocemos tan poco acerca de procesos vitales, que cuanto menos investigamos en el orden natural de las cosas, menos nos equivocaremos.

Por otro lado, ¡la naturaleza ha demostrado ser tan sabia! La inteligencia misma, que durante 3.900 millones ha cuidado de la vida en este planeta, que ha hecho sobrevivir a un montón de generaciones humanas (unas 237 abuelas, según Atxaga), que todos los días construye a partir de un óvulo microscópico la máquina tan compleja y bien pensada que es nuestro cuerpo… es la más indicada para curarnos y arreglar nuestras averías.

Los medicamentos son sustancias tóxicas

Desde hace muchos años, los humanos buscamos remedios milagrosos (panaceas) para todos nuestros males. Y se les ha dado poder curativo a sustancias venenosas (por lo general, de sabor amargo). Antaño se usaban veneno de serpiente, hongos y plantas venenosas. Hoy día se usan fármacos que llevan también sustancias tóxicas. Se piensa que estos remedios curan, ya que el cuerpo reacciona contra la sustancia dañina. Medicarse es un acto peligroso, ya que se trata de introducir productos tóxicos en un cuerpo enfermo (cansado e intoxicado).

Las sustancias tóxicas tienen un efecto ‘escopeta’. No sólo logran el resultado deseado sino también una cantidad de efectos secundarios no deseados. Por ejemplo, las sustancias que tienen los fármacos antigripales para descongestionar la nariz producen vasoconstricción sanguínea no sólo en la nariz sino también en todas las partes del cuerpo, lo que puede producir tensión alta, dolor de cabeza, palpitaciones y alteraciones mentales. Además, los medicamentos pueden llegar a tener varias sustancias tóxicas, lo que desconcierta mucho más al cuerpo. Para evitar efectos secundarios, se acostumbra recomendar que el medicamento no lleve más de tres productos tóxicos. En las farmacias se venden antigripales anunciados por televisión que tienen hasta con cuatro o cinco sustancias tóxicas.

Las personas mayores que consumen más medicamentos son la que tienen más dificultades en eliminarlos. Hay ancianas que se meten diariamente ocho y más sustancias tóxicas. Muchas veces el cuerpo es capaz de curarse sólo y los remedios no hacen más que estorbar.

Los fármacos causan enfermedades

Cada vez hay más gente que enferma a consecuencia de medicamentos. Según el profesor Remmer, toxicólogo de la Universidad de Tubingen (Alemania), aquéllos producen más muertes que los accidentes de carretera. Remmer acusa a sus colegas de matar cada año a unos 15.000 alemanes con la receta de pastillas, jarabes e inyecciones. Se calcula que alrededor de una cuarta parte de las enfermedades graves hepáticas son causadas por tales sustancias. El 30 por ciento de las más importantes hemorragias gastrointestinales pueden ser de origen medicamentoso. ¡Cuidado también con las plantas medicinales! Pueden tener sustancias venenosas o más que las de laboratorio, y son más difíciles de dosificar.

En Francia se registran 6.000 muertes al año en la mesa de operaciones (unas 2.000 por fallas de anestesia). Muchas de las operaciones quirúrgicas que se hacen hoy son inútiles y peligrosas, lo cual han comprendido muy bien algunas compañías de seguros de vida: la New York Life ofrece 100 dólares a sus clientes si preguntan la opinión de un segundo médico cuando otro ha recomendado una intervención.

Muchas terapias consideradas hasta ahora como eficaces están siendo cuestionadas. Después de 50 años de administrar inyecciones de albúmina en quirófanos y unidades de cuidados intensivos a enfermos graves para elevarles la presión arterial, se ha descubierto que el tratamiento es ineficaz y asimismo puede elevar la mortalidad. Sólo una minoría de las intervenciones médicas de uso diario se apoyaba en estudios científicos fiables. Para evitarlo, se ha creado un nuevo movimiento en la enseñanza y la práctica médica: Medicina Basada en Pruebas.

Vivimos una epidemia de drogadicción

Nunca tanta gente había consumido tanta droga. Drogas legales y promocionadas; ilegales y perseguidas; medicamentosas (con receta y sin receta, algunas promovidas con anuncios). El narcotráfico se da en los bajos fondos y también en los bares, por la televisión, en las farmacias y en la consulta médica.

¿Qué tipo de droga utilizan habitualmente las niñas por primera vez? No es el alcohol ni el tabaco sino los medicamentos. Menospreciamos nuestros recursos internos como si fuésemos incapaces y débiles, creando dependencia de profesionales y fármacos. Si metes en la cabeza de alguien la idea de que para cada malestar hay una píldora, estás creando una mentalidad de drogodependiente. Si nos acostumbramos a medicarnos para cualquier malestar sin usar nuestros propios procesos de autocuración, el día en que necesitemos realmente algún medicamento éste no nos hará efecto. Guarda los medicamentos para cuando realmente los requieras.

Una parte importante de nuestra familia humana vive en la miseria. ¿Se puede curar la pobreza con vacunas y medicinas? Desesperada y engañada por la publicidad, la gente pobre malgasta el dinero en medicinas inútiles y peligrosas, privándose para ello de alimentos y otras necesidades básicas para la vida.
Muchísimas medicinas que se venden actualmente son innecesarias. Bastaría con 250 medicamentos, y en el mercado circulan al menos 7.000. Hay una razón económica por la que los médicos los recetan y la gente los compra: los laboratorios farmacéuticos gastan millones en propaganda. Parece que nos dijeran “¡Ponte enfermo! Nuestros intereses económicos dependen de ello”. Otra razón es psicológica: tranquilizan tanto al médico como al enfermo. Parece que ya estamos haciendo algo para solucionar el problema, algo, por lo demás, muy cómodo. Es más fácil tomar una píldora cada ocho horas que cambiar la forma de pensar y vivir que nos ha llevado a enfermar. La industria farmacológica ha creado una clase médica y una población farmacodependiente. El gasto público en fármacos aumenta escandalosamente. Y al gobierno todo lo que se le ocurre es decretar medicamentazos para que los fármacos que no tengan “evidencia científica” de servir para algo se los pague cada uno de su bolsillo.

Reducir el consumo de medicamentos es un modo más de mostrar respeto por el equilibrio ecológico. Descendería la producción de la industria farmacológica si reducimos el consumo de energía, agua y contaminación. Habrá ocasiones en que no puedas prescindir de la medicación; en otras, tendrás que dejarla poco a poco, por si acaso, para evitar reacciones inesperadas, por ejemplo con corticoides, cardiovasculares, tranquilizantes y anticonvulsivos… Si tomas un comprimido tres veces al día y cada semana reduces medio comprimido, tardarás en dejar la medicación cinco semanas. Los medicamentos, como cualquier droga, pueden dar síntomas de abstinencia pasajeros, que a veces coinciden con los que aparecen como efectos secundarios en el prospecto informativo.

Uso racional de medicamentos

Más vale prevenir que lamentar. A más educación y mejores hábitos de vida; a más reparo de las riquezas y el poder de decisión; a más respeto por la naturaleza… menos medicación. A más higiene (arte de vivir)… menos medicina (arte de tratar enfermedades). Hay un movimiento internacional en defensa del consumidor sanitario, que publica material muy interesante sobre el “uso racional de los medicamentos”.

Por, Eneko Landaburo

Para saber más:

•Ridsdale, Leone, Medicina basada en la evidencia, Mayo, Barcelona, 2000.

•Acción Internacional para la Salud (AIS=HAI)
HAI-Europa.-Jacob van Lennepkade 334-T 1053 Nj Amsterdam. Netherlands
Teléfono 00031-20-6833684
www.haiweb.org

• AIS-LAC (Latinoamérica y Caribe)
Apdo. 41-128; San Borja-Lima 41 (Perú)
Teléfono y fax: 5113461502
[email protected]/AIS-LAC

Información adicional

Autor/a:
País:
Región:
Fuente:

Leave a Reply

Your email address will not be published.