Como es sabido el Concejo de Medellín, a instancias de la Alcaldía y las Empresas Públicas de Medellín (EPM), entregó el pasado 8 de junio el control de UNE Telecomunicaciones, una empresa cien por ciento propiedad de EPM, a un socio multinacional, de dudosa reputación, con varios también dudosos argumentos.
En primer lugar se argumentó que la telefonía básica se está marchitando indefectiblemente en beneficio de la telefonía móvil, sugiriendo que ya la empresa que era de telefonía había cumplido su ciclo. En segundo lugar que UNE (EPM Telecomunicaciones) necesita inversiones de 1,8 billones de pesos para conseguir algo más de un millón de clientes para la verdadera Banda Ancha Móvil (BAM) o sea la telefonía móvil 4G y que , en general, UNE no estaba capacitada para competir con los grandes jugadores mundiales en la arena de las telecomunicaciones, quienes cuentan incluso con centenares de millones de clientes (como Telefónica y Carlos Slim) o varias decenas de millones como Millicon-Tigo, con 47 millones de clientes, a comparación de UNE que sólo tiene unos 3.6 millones de usuarios. Sería una disputa perdida por el tamaño de los contrincantes, además de que las compras en gran escala eran imposibles para una telefónica municipal.
Se adujo en la justificación de motivos para impulsar esta privatización que, visto el alto nivel de riesgo de esas inversiones, éste se debe “gestionar” para asegurar la inversión pública, y para eso nada mejor que una fusión con entrega del control a Millicon/Tigo, presunto avezado y rico jugador en todo el planeta.
Argumentos en apariencia fuertes, pero en verdad futiles. Miremos rápidamente un par de cuadros con algunas relaciones financieras de Millicom para tener una foto de su salud financiera. En primer lugar veamos su capacidad de pago de lo que debe: la prueba ácida
2010 | 2011 | 2012 | |
Activos corriente | 1.650 | 1.714 | 2.078 |
Pasivos corriente | 2.454 | 2.689 | 2.993 |
a/b | 67% | 64% | 69% |
Es decir, si a Millicom le cobran ya lo que debe de corto plazo, sólo puede pagar el 69%. Un pésimo indicador. Ahora, ¿es una buena empresa para los dueños? No parece. Miremos la evolución de sus dividendos:
2010 | 2011 | 2012 | |
Dividendo por acción común (US$) | 1.650 | 1.714 | 2.078 |
Ganancias/usuario | 2.454 | 2.689 | 2.993 |
Esta empresa ha perdido en pocos años un 70 por ciento de su capacidad de entregar un retorno a sus accionistas. Si lo miramos por cada uno de sus usuarios es el mismo caso, apenas genera unos US 11 por usuario, frente a casi US 35 que entregaba hace apenas tres años. Es decir, no parece ser la empresa que por su capacidad de crear valor le convenga al municipio de Medellín.
En fin, ante la alegada buena condición para la generación del Ebitda (utilidades antes de depreciación e impuestos), comparemos sus resultados de Ebitda con la generación de utilidades.
Es decir, la generación de caja de esta empresa va en contravía a la generación de utilidades para el dueño. Si fuera la correlación de utilidades contra ventas, el caso es peor: el coeficiente de correlación para los últimos 3 años es perfecto: -0.999, por cada unidad de ventas se pierde 0.99 utilidades.
2010 | 2011 | 2012 | |
Beneficios netos | 1.620 | 924 | 508 |
Ventas | 4.018 | 4.529 | 4.814 |
Como vemos, Millicom es una peculiar empresa que mientras más vende o genera más caja, menos le toca al dueño. Pese a esta evidencia, este es el socio controlante que escogió EPM para su empresa de telecomunicaciones UNE. Se podría profundizar en otros elementos como capacidad de generación de valor agregado por usuario, peligro de bancarrota etcétera, y el resultado es el mismo: no se pudo escoger un peor socio.
La selección de Millicon para “gestionar el riesgo” parece un chiste. Tigo no es propietario en Colombia sino del 15 por ciento de los activos y Millicom, a nivel mundial apenas si es dueño del 28 por ciento de sus activos. El resto de estos son de acreedores diversos. En especial los dueños del 72 por ciento de los activos de la matriz de Tigo no se conocen, pero causa preocupación semejante alianza, pues es sabido que la plaza de Luxemburgo (como Chipre, Islas Caimán, Islas Jersey, y otras) es un verdadero lavadero de dineros sucios o dudosos o de empresarios igualmente dudosos o sucios.
Estas son evidencias que se debieron tener en cuenta a la hora de valorar esta “alianza”. Pero hay más por sobrepesar. Veamos el supuesto “marchitamiento” de la telefonía fija, de la cual se debe decir que nos encontramos ante una economía de redes de comunicación por las cuales fluye diversos tipos de información y que, además, nos encontramos ante un proceso de una vigorosa ampliación del mercado del capitalismo con productos de telecomunicaciones nuevos, que se pueden vender, como en efecto lo hace EPM-UNE, por la red de telecomunicaciones que la empresa tiene en todo el país. Se puede mencionar algunos de los productos que se venden por las redes físicas e inalámbricas: voz normal, voz sobre IP, televisión, cine, televisión interactiva, juegos. Estos productos son las mercancías que constituyen la nueva estructura del mercado mundial (y colombiano) de telecomunicaciones.
La movilidad también tiene sus redes, muy poderosas para la venta de voz móvil y algunos productos como el internet básico con datos móviles (música, fotos, etcétera) mensajes de texto, algunos juegos. En fin, el cálculo hecho por Pyramid, consultor de EPM, es que la BAM podría tener en 2020 un 11 por ciento del total de la banda ancha del país con unos 7 millones de suscriptores, pero la banda ancha fija llegaría al 40 por ciento de los hogares colombianos. Pyramid calcula que el mercado nacional al 2020 debe ser del orden de unos US 11.700 millones. Un inmenso negocio por el cual competir.
Y, en efecto, UNE puede competir, y de hecho hoy lo hace con lujo en los segmentos de banda ancha fija, tv, larga distancia entrante y voz fija, es decir, algo más del 33 por ciento del mercado colombiano de telecomunicaciones. Apuntarle a una tajada del 35 por ciento a ese segmento, es una meta baja cumplible con una adecuada política de alianzas (empaquetamiento, por ejemplo, compras conjuntas, inversiones conjuntas en cierta infraestructura1) para la movilidad, aportando su licencia de 4G, y sin perder el control, competir en el 70 por ciento restante, apuntándole a un 10 o 15 por ciento de ese sector. Es decir, la meta de vender US $ 2.500 millones en el 2020 es cumplible y sin duda rentable.
En resumen, no hay razones para privatizar a UNE, empresa pública cien por ciento de EPM, entregando su control a una sociedad limitada con dos o tres socios basada en España y con menos de 40.000 euros de capital, pues UNE ha mostrado que es eficiente, genera más ingresos por usuario en valor agregado que su presunto controlante en todos sus negocios (US $ 107/usuario frente a US $ 100/cliente de Millicon), tiene ya un programa rentable en la cadena de valor agregado de telecomunicaciones y ya tiene el grueso de las inversiones efectuadas para la BAM; el negocio debe marchar con pequeños ajustes.
Con lo anterior se puede concluir que la fusión UNE-Millicom no sólo es un mal negocio, sino que las administraciones municipales a nivel nacional deben estar enfocadas al fortalecimiento de lo público, que como en el caso de UNE, es una empresa rentable y eficiente. Sin duda, la defensa del capital público eficiente debe ser una tarea nacional.
* Profesor Honorario U.N, antiguo miembro Junta Directiva EPM.
1 No se necesita invertir en redes físicas. Orange, gigante europeo de las telecomunicaciones, ancla su desarrollo de movilidad en África con la estrategia de la movilidad virtual, como entró Virgin a Colombia, como lo hace UF y el Éxito.
Recuadro
Defender el patrimonio público es mi principal interés
Luego de la aprobación de la fusión UNE Telecomunicaciones con la Multinacional Millicom (Tigo) el pasado 8 de junio, cuestioné la manera afanosa y dirigida como se presentó, desde el principio, la iniciativa del Alcalde Aníbal Gaviria a los 21 concejales de Medellín.
Desde el principio las premisas para la fusión por parte de la administración y los dirigentes de UNE y EPM fueron: que la empresa estaba “quebrada”, que necesitábamos entrar a la subasta por el 4G y que Millicom era la mejor opción para que UNE compitiera en el mundo de las telecomunicaciones.
El transcurso del debate llevó a demostrar que no es cierta la quiebra de UNE, que no necesitábamos participar de la subasta 4G porque UNE es el único con esta tecnología en el país, y que Millicom, una empresa de dudosa reputación en los países que ha operado, no puede ser un buen socio para UNE.
Algunos concejales decidimos decir “NO” a esta fusión, porque nos parece una transacción viciada y dirigida. Desde el principio Millicom se presentó como la única y mejor opción para fusionar a UNE, sin presentar alguna otra alternativa que desde el Concejo se pudiera evaluar. Decidí decir “NO” a entregarle el control a Millicom (Tigo) de nuestra empresa UNE, líder en el negocio de las telecomunicaciones de manera integral, con telefonía movil, fija, televisión e Internet banda ancha (el 25 por ciento de Tigo, le pertenece a EPM). Decidí decir “NO” a fusionarnos con una empresa de antecedentes morosos y éticos como Millicom, que hasta hoy le debe a EPM 217.000 millones de pesos –desde el 2006– por la venta de Colombia Móvil, hoy Tigo.
Es insostenible que con los cuestionamientos sobre los antecedentes de la multinacional Millicom y la falta de información brindada a los concejales para el estudio del proyecto de acuerdo 106 sobre la fusión UNE-Millicom, pudiera decidir afirmativamente ante esta iniciativa que le entregó nuestro patrimonio público a manos de extranjeros para que lo administren.
Esta discusión tuvo como resultado la constitución del colectivo MedellínNosUNE, iniciativa que impulsé y que hoy integra a varias organizaciones sociales y a cientos de ciudadanos y ciudadanas por la defensa de lo público, la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del interés colectivo.
Como concejal mi deber es defender y velar por la defensa del patrimonio público eficiente, por eso propuse la consulta popular para que le preguntaran al verdadero dueño, a la ciudadanía, a usted y a mí, si estamos de acuerdo con la fusión. UNE es el patrimonio de todos y todas y no puede obedecer a intereses privados y personales de unos pocos, cuando está en juego el interés de toda la ciudad y el país.
Luis Bernardo Vélez
Concejal de Medellín
Leave a Reply