La consigna que marcó este evento, La salud se cura entre todos, resume una de las problemáticas que más agobian a la población más pobre del país y el reto al cual estamos abocados si de verdad queremos superarla.
El marco del Hospital San Juan de Dios de Bogotá era el ideal para este cierre, en tanto recoge muchos de los elementos que viven los sectores populares –a todo nivel– actualmente: abandono, improvisación, insolidaridad, primacía de los intereses individuales sobre los colectivos, corrupción institucional, manipulación ideológica.
Olla comunitaria
Un aporte de gran vitalidad para este evento lo brindaron los miembros de la Olla Comunitaria de la Universidad Nacional, que mantienen en área del Hospital, un sembrado de legumbres y tubérculos. Por su iniciativa se coció, a la entrada del complejo hospitalario, un rico sancocho que fue brindado solidariamente a todos los que llegaban a esta jornada político cultural. Alrededor de él la conversación amena, el conocimiento entre unos y otros, las risas y la lavada de los platos propició un buen ambiente para lo que vendría a continuación. Una hora después un canelazo calentó el ambiente y borró la sed.
El sonido juvenil
A las 3 p.m. y con el sonar de Cielomama se dio apertura a la jornada. La fusión del rock con la música afro colombiana y las notas que cuestionan por los recursos naturales del país, enajenados a las potencias extranjeras, dio cuenta de algunas de las preocupaciones que motivaron el ENP. La alegría de los integrantes de este grupo, sus gestos y seguridad artística, fue la ventana perfecta para sentir que estamos ante un proceso nuevo y que requiere, como en esta música, innovación y fusión.
Las intervenciones de los impulsores del ENP fueron pocas y puntuales. La primera siguió a Cielomama y estuvo a cargo de Jorge Arango, miembro del equipo social y popular que lucha por que el San Juan de Dios no se pierda para el país (con el nombre de San Juan de Todos), quien en breves minutos dio cuenta de la situación que viven los trabajadores de este hospital -sin sueldo hace tres años-, pero también de la realidad de la salud en toda la geografía nacional. Al cierre intervino Emigdio Triana, miembro de la Junta Directiva de la Unión Nacional de Empleados Bancarios, quien sintetizó lo hasta ahora hecho por el ENP en todo el país, llamando a enfrentar las nuevas jornadas que darán condiciones para que esta experiencia sea un aporte real la reconstrucción social y política en todo el país.
Vino luego el toque moderno de Ganyariquies: reguee-ska, jóvenes interpretes que llenaron el evento de un canto solidario con la tierra, por un medio ambiente sano y respetuoso de nuestro entorno, en el cual se emprendan acciones de reforestación.
Entre canto y canto se alzaban las voces de los animadores. Luego de entre el público y con su guitarra salió Hugo Torres, procedente de la Sabana de Bogotá y un segundo solista, quienes nos ligaron con la música testimonio de los años 80. Al final el grupo de teatro infantil de la Localidad Tercera (Santafé de Bogotá), con su obra sobre la situación de la salud, nos recordó que la única manera que tenemos para salir del actual atolladero de desidia oficial, descansa en la solidaridad y la fuerza comunitaria.
Leave a Reply