En la cárcel del Buen Pastor, Cali, las variadas formas del terrorismo de Estado se aplican a nombre de las leyes y la justicia. Los cientos de mujeres allí confinadas sufren día a día la negación de sus derechos y de sus intereses. Se les persigue, se les aisla. Pero además, les controlan el alimento, ponen a vivir en un mismo sitio enfermas mentales con personas sanas. Pero además, sus carceleros pretenden que dejen de comprender la realidad que las circunda. Esto se vive en ese interminable sueño que se llama cárcel.
En este mundo estremecido, las aislan, las marginan, les destruyen su identidad y les causan rupturas en sus afectos. La intolerancia política y social, aniquiladoras de la libertad, frustra sus proyectos de vida, disminuye y minimiza su creatividad humana, sembrando en sus seres, lenta pero de manera inexorable, un profundo resentimiento, apatía y perdida de su autoestima.
Todo esto lo hemos visto con nuestros propios ojos. Nadie nos lo contó. No lo hemos leído en ningún libro. ¡Lo hemos visto!. En la cárcel, minuto a minuto, se produce violencia. Allí, muchas necesidades humanas elementales no son satisfechas. Por ejemplo, para privarlas de las visitas conyugales, las autoridades se valen de pretextos como: “…no cumplen las disposiciones vigentes…”, disposiciones que administran arbitrariamente, a su libre arbitrio, para degradar a quienes administran dentro de unos muros. Actuando así, no están obligados a suspender oficialmente las visitas de sus compañeros u amigos, simplemente las privan de ellos.
Si ponemos en conocimiento estas cosas, no es para llevar desasosiego a las mentes y corazones de los lectores. Lo que nos interesa es que estén debidamente informados de la situación de la mujer presa, incomunicada, objeto del maltrato y vejámenes del Estado colombiano.
Programa de apoyo y mejoramiento educativo
Buscando que ni las rejas, ni la soledad, ni la incomunicación, ni la rabia de los tiranos impidan que las mujeres reclusas en el Buen Pastor de Cali, expresen su percepción frente a la vida y su visión de mujeres sobre ellas mismas, se vivencia el Programa de apoyo y mejoramiento educativo (PAME). Uno de sus objetivos es permitir que las presas descubran que la perdida de su libertad no es producto de hechos aislados, ni espontáneos sino sociales e históricos.
El PAME., se inscribe dentro de las acciones del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, capitulo Valle, tendientes a contribuir en la promoción de la cultura de los derechos humanos en un sentido integral.
Reconociendo que la cárcel es la misma para la reclusa política y la social (en el fondo de su alma repudian al mismo sistema que las tiene prisioneras) el programa involucra 32 prisioneras de ambas categorías.
El proceso del programa, da cuenta de temas generadores, que responden al orden lógico de acuerdo a como él ser humano se ha organizado para satisfacer sus necesidades básicas, ellas son:
- La supervivencia: trabajo
- La reproducción y la consecuciòn de la especie familia, comunidad y medio ambiente.
- Organización: económica y Estado.
Leave a Reply