Durante los días 15 y 16 de septiembre sesionó en la sede de la Secretaria Distrital de Salud de Bogotá, el X Encuentro Nacional Estatal. Sus objetivos y proyecciones resumen la realidad que vive este sector del movimiento social.
Con el antecedente del pliego de peticiones presentado en el primer semestre de 20171, las jornadas de protesta adelantadas para presionar la instalación y continuidad en la mesa de negociación, y los acuerdos sellados con el gobierno nacional el 29 de junio, fue instalado el X Encuentro Nacional Estatal2.
Para conocer los antecedentes de estos encuentros, así como la valoración que realizaron de lo acordado con el gobierno nacional, hablamos con William Reyes, dirigente de Fenaltrase, Jorge Peña, dirigente de la CTC, Nancy Wilchez, dirigenta de Sinaltraeses y Francisco Maltés, ejecutivo de la CUT, aquí sus opiniones:
Sebastián Giraldo (SG). ¿Desde cuándo nace la idea de los encuentros nacionales estatales?
William Reyes (WR), Fenaltrase. Nosotros realizamos este tipo de encuentros desde que empezamos a presentar pliegos nacionales estatales. En la última etapa de nuestra lucha nos coordinamos las tres centrales sindicales más grandes CUT, CGT y CTC, y 5 federaciones, entre ellas Fecode, Fenaltrase, Fecotraservipúblicos, Utradec y Únete. Ya llevamos 10 encuentros nacionales estatales, que son para preparar los pliegos, para evaluar lo acordado en las negociaciones con el gobierno nacional, para proyectar acciones, y para hacerle seguimiento a las tareas conjuntas acordadas.
SG. ¿Qué balance realizaron de la negociación cerrada en junio pasado?
Jorge Peña (JP), CTC: Consideramos que la iniciativa tomada por la CUT, la CTC y la CGT, de poner en desarrollo el convenio 151 de la OIT y la ley 411 que lo ratificó, del que se desprende la negociación colectiva en el sector público, es lo que nos ha permitido avanzar: hoy contamos con 3 acuerdos nacionales firmados con el gobierno nacional lo que para los trabajadores colombianos del sector estatal, consideramos, es un importante avance.
SG. De acuerdo a lo valorado, ¿cuáles son las fortalezas y las debilidades de las Centrales en esta negociación?
Francisco Maltés (FM) (CUT). La mayor fortaleza es haber trabajado en unidad de acción, independientemente de la afiliación sindical. Y una dificultad evidente es la dispersión sindical, estimulada durante los últimos años por sectores políticos de la ultraderecha, y acentuada recientemente a través de la conformación de sindicatos de papel que propugnan por contratos sindicales en contra de las convenciones colectivas, fomentando la tercerización y la flexibilización laboral.
SG. Con los recientes antecedentes de incumplimiento por parte del Gobierno de todo lo que firma, tanto con organizaciones sociales como con la misma insurgencia, ¿qué viene después de este encuentro, qué expectativas quedan?
WR. Para nosotros, la tarea está clara: por un lado, lograr el cumplimiento con lo acordado que bastante esfuerzo nos costó. Y, por otro, si hay incumplimiento3, lo cual es muy posible por todo lo que usted recordó, exigir respeto de lo firmado al calor de la movilización de los trabajadores, tanto en el nivel nacional como en el territorial, lo que compromete nuestra unidad de acción a todos los sindicatos que están en el orden nacional y en el orden territorial.
SG. ¿Han pensado en buscar unidad con otros sectores sociales y con otras expresiones del campo popular? Y si así es, ¿cómo la concretan?
FM. Sí, estamos por la articulación de la lucha política general con la lucha de los estatales, por eso trabajaremos con todos los sectores sociales y políticos que estén por la implementación de los Acuerdos de Paz entre Gobierno y las Farc. Y ahí, en ese escenario, nos articularemos con los distintos sectores sociales: ambientalistas, estudiantes, trabajadores del campo, comunales. También concretamos esta visión y decisión a partir de apoyar los diálogos entre Gobierno y Eln. Nos articularemos a estas dos tareas para ligarlas con la lucha general por el cumplimento de los acuerdos entre el Gobierno y el movimiento sindical estatal, lo cual hace parte de exigirle al Gobierno que cumpla con todos los acuerdos que ha firmado.
JP. En este horizonte, este grupo de las 3 Centrales, con algunas federaciones que trabajamos en unidad de acción, como ya lo anotó William, tendremos que meternos en la lucha social para contrarrestar las acciones de la ultraderecha, que hoy nos quiere llevar de nuevo a un conflicto armado y retroceder 50 años; nosotros estamos hoy, digamos, empezando a desarrollar el proceso de paz, que sin duda apenas comienza a dar sus frutos, porque ya hoy se han silenciado los fusiles y esperamos que se continúe en esa línea, en eso seguiremos trabajando en unidad de acción.
SG. Entonces, ¿el movimiento sindical encuentra una relación directa entre su acción y los Acuerdos de la insurgencia con el Gobierno?
WR.Sí, por ello, entre otras particularidades, abogamos por el desarrollo de los Acuerdos de Paz, en la medida en que el movimiento sindical colombiano es víctima de la guerra; nos han asesinado dirigentes sindicales, y el pretexto que esgrimen es que el movimiento sindical tiene un vínculo directo con la insurgencia armada. Entonces, ya con la insurgencia haciendo política, muy seguramente nos tenemos que encontrar en la calle: los unos para denunciar el incumplimiento de los acuerdos colectivos laborales, y los otros para exigir que les cumplan lo firmado, bien en La Habana bien en Quito.
Nancy Wilches (Sinaltraeses) Por ahora, en lo sindical, hay que enfatizar en lo positivo que ha traído lo acordado con el Gobierno frente a los proyectos de ley que viene para el sector salud y la carrera administrativa; y los avances frente a los convenios de la OIT.
Debemos constituir un bloque popular y social
También hablamos con Ricardo Díaz, presidente de Federación Estatal Únete, quien entregó sus apreciaciones con respecto al Encuentro y lo que debe proyectarse a futuro en el sindicalismo colombiano:
Ricardo Díaz (Únete): Para hacerle seguimiento a la negociación y lo allí acordado podríamos constituir veedurías ciudadanas, en esto hay garantías para su ejercicio. Pero hay otro elemento que nosotros queremos plantear, y es que en América Latina –y en ella Colombia– ha tomado forma una confrontación entre democracia y autoritarismo. En nuestro país, en particular, esta confrontación se está dando y debemos tener cuidado en no caer en la trampa histórica del Frente Nacional que llevó a los trabajadores, siempre, a votar supuestamente por el menos malo, sabiendo que siempre eran los mismos que se rotaban.
En Únete consideramos que el problema no es simple, que el problema no es entre uribismo y santismo, y que ahora nos quieran llevar a votar por una re-composición del santismo. Para los trabajadores el problema central es definir qué tipo de sociedad queremos, precisar con claridad en qué coyuntura estamos y de qué programa nos debemos dotar, que si incumplen lo acordado no dejarnos enredar por las prebendas que ofrecen en la nueva mesa que lleguemos a instalar para revisar los incumplimientos, pues si les permitirnos dilatar así nos mantendrán por mucho más tiempo
Para nosotros, la confrontación actual requiere de una definición táctica y estratégica por parte del movimiento sindical, que no puede estar diseñada a partir de creerse el cuento de que es capaz –de manera aislada e individual– de derrotar el modelo económico y político de este país.
El movimiento sindical tiene que confluir con otras organizaciones populares, sociales, campesinas, para constituir un bloque popular y social con capacidad para enfrentar, con opciones alternativas y con noción de poder, la confrontación que hoy tenemos. Y ahí viene un problema, la derecha mundial y la colombiana en particular, le está disputando las calles al movimientos social y revolucionario.
Por un Encuentro nacional estatal programático
De ahí que el movimiento sindical colombiano esté dando una discusión, que nosotros en Únete la queremos plantear de una manera fraterna y tranquila: la pertinencia del bloque popular. Nosotros plantearnos la posibilidad de que citemos otro encuentro nacional estatal para hacer una discusión programática, del rol del sindicalismo en Colombia, de las perspectivas del sindicalismo, frente al Estado que queremos y la sociedad que queremos construir.
Este posible encuentro programático, por supuesto, tiene que estar precedido por una propuesta de desarrollo metodológico, por mesas de trabajo, con una ventaja que ahora tenemos y es que hemos rescatado entre nosotros (las organizaciones sindicales y sociales en general) el respeto, lo que nos permite sentarnos a discutir, a decidir y a coincidir. Y aquí enfatizamos: sino encaramos este ejercicio vamos a estar en un papel meramente reivindicativo, a veces con presencia oportuna en la coyuntura, y en otras ocasiones con desatino en la misma.
Esta es la forma que nosotros vemos para enfrentar la dispersión sindical, la cual no se enfrenta con voluntarismo, porque tenemos un Estado y un gobierno que la fomenta, porque tenemos un empresariado que aconducta a los dirigentes y propicia la dispersión que nos continúa debilitando. Tenemos que enfrentar la discusión del sindicalismo que queremos, y esto no es cuestión de politiquería, de ver por quién votamos en las próximas elecciones, no, es un problema de definiciones tácticas y estratégicas para enrutar al sindicalismo a construir una alternativa democrática y popular con justicia social.
Debilidad persistente
Es de resaltar que en nuestro país el sindicalismo es bastante débil: de los más o menos 22 millones de personas en edad de trabajar, apenas 1 millón y un par de miles más se encuentran sindicalizados, lo que arroja una tasa de sindicalización del 4,6 por ciento. Sin embargo, si sacamos de este resultado a los empleados del sector privado, tenemos que en el sector público esta cifra asciende a 21,9 por ciento, lo que significa que el sindicalismo estatal es el bastión más importante del sindicalismo colombiano.
https://www.elheraldo.co/local/la-crisis-de-sindicalismo-colombiano-258062
http://aceb.org.co/principales-cifras-laborales-y-sindicales-al-ano-2015/
1. Estos encuentros se enmarcan en la resistencia de los trabajadores del Estado por defender sus derechos laborales y por hacerle seguimiento a los acuerdos firmados el 29 de junio del presente año fruto de la negociación del pliego de solicitudes presentado el 26 de mayo. En tal negociación participaron representantes de la CUT, CGT, CTC, Fecode, Fenaltrase, Utradec, Fecotraservipúblicos, Cspc, Únete, UTC, CNT y CTU.
2. Es necesario recordar que el pliego de peticiones fue presentado por materias y capítulos especiales donde su estudio, discusión y aprobación se adelantó en tres mesas sectoriales: justicia, salud y educación, y cinco mesas temáticas, 1) Género, bomberos y Unidad nacional de protección, 2) Régimen prestacional del nivel Territorial 3) Relaciones exteriores y transporte 4) Cumplimiento de acuerdos 2013 y 2015 y carrera administrativa y 5) Medio ambiente. Acuerdos que representan un gran logro para el sector, pues son fruto de la unidad y la movilización social, visibles en los tres paros estatales de 48 horas que obligaron al gobierno nacional a ceder ante algunas de las exigencias del movimiento sindical, acciones que estuvieron acompañados del paro nacional del magisterio, el paro de los trabajadores del Ministerio del Trabajo y la operación de reglamento del Inpec, entre otros.
3. En esta materia ya tenemos experiencias: con los acuerdos de 2013 y 2015 los incumplimientos no han estado exentos, lo cual resalta en temas de ampliación de planta de personal en las entidades púbicas, donde se acordó la necesidad de tener 15.000 trabajadores, de los cuales solo se ha llegado a 11.000. También en temas de traslado y consulto a profesionales como médicos y enfermeras. Temas de bienestar universitario y formalización de trabajadores en las universidades públicas. La demanda de un programa de televisión para los servidores públicos, la exigencia de cero organismos por prestación de servicios en el Estado, y la reducción de la nomina paralela, hechos que no contribuyen con el trabajo decente de los servidores públicos. De igual manera, con el incumplimiento en el desarrollo de los cuadros funcionales, figura contemplada en la ley 909 del año 2003, hecho que impide que los funcionarios de carrera puedan avanzar sin necesidad de ir a concurso. En el sector salud la falta de varios aumentos salariales pactados. Hechos todos ellos que nos llevan a centrar toda nuestra atención durante las próximas semanas en el tema de la aprobación del presupuesto nacional para el próximo año, uno de los aspecto en el que se concentrará la comisión de verificación y seguimiento de los acuerdos colectivos, nombrada después de estas jornadas de movilización.
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