Nuestra primera experiencia de “vaca en línea” nos motiva a presentar reflexiones varias sobre este tipo de iniciativas y las complejas relaciones de nuestra red social, así como de las múltiples audiencias. Ver el vaso medio lleno o medio vacío.
Nuestra identidad es precisa: Somos un proyecto comunicacional que por treinta años produce información crítica para diversos sectores sociales, con especial énfasis los populares, acción que nos ha constituido como medio de comunicación: existimos como desdeabajo porque emitimos con regularidad para una audiencia demandante y crítica. Y asumimos el reto de ser referente dentro del campo mediático alternativo. Sin duda, un reto inmenso. Una labor amplia y permanente que motiva distintos interrogantes a quienes nos consultan: ¿Cómo hacen para realizar tantas cosas? ¿De dónde sacan los recursos? ¿Quién los financia?
Pero la verdad, nadie sabe la sed que otro vive. Todo esfuerzo comunicativo, social, relacional, de investigación, demanda diversos recursos, y el económico siempre late por su urgencia, y en nuestro caso ausencia, “resuelta” de manera parcial por la suma de voluntades y voluntarismos. Existimos porque comunicamos y nuestro motor es precisamente querer hacer.
Y cada acción trae consigo la demanda de soporte económico. Por ello, y ante la ausencia de recursos suficientes para soportar la producción creciente de contenidos de diverso tipo, desde hace diez años pensamos y nos preguntamos por la posibilidad de un financiamiento colectivo –conocido en algunos medios como crowdfunding–, y buscando como apoyo colectivos sociales, investigadores y otras personas a mutuo propio y todas ellas con asiento en otros países. En pocas palabras, gente que comparta nuestros ideales y quieran apoyar.
El tiempo pasó, y con él quedaron en los archivos de los computadores diversos prospectos para este particular. Borradores que llevaron, junto con el consejo de diversidad de compañeros, a optar por la vía nacional y en ella por el canal Vaky, plataforma en la que están varios proyectos comunicativos nacionales, así como otros proyectos colectivos de causa social y noble.
La necesidad cada vez más evidente de recursos económicos, finalmente, nos forzó a poner a circular la campaña de apoyo económico colectivo, en pro de una suma de dinero acorde con la necesidad de estabilizar y potenciar el trabajo audiovisual, con un equipo humano de diez personas de planta, más la renovación de algunos equipos de diseño y grabación.
La campaña inició en noviembre de 2021 y con ella la angustia diaria ante la débil respuesta, lo que nos obligó a ajustar su meta. Y cada día seguir atentos a la sintonía con quienes esperabamos se sintieran convocadas a brindar su apoyo. Llamar, enviar mensajes, recordar a unos y otras que la campaña estaba en línea, en fin, una labor cotidiana que iba dejando en claro que despertar fervor de este tipo no es fácil, o la certificación, de igual manera, de que a pesar del trabajo desplegado por tantos años aún no supera la marginalidad. Luego de cincuenta días de campaña recibimos 35 millones de pesos, a través de 140 aportes y varias consignaciones más a la cuenta de ahorros. Cada uno de estos apoyos los recibimos con gratitud y reconocimiento del esfuerzo realizado por quienes sienten sinergia con desdeabajo.
Entre quienes tienen esta sinergia, relucen quienes no dudan de nuestra labor y saben de nuestras necesidades cotidianas, más la red familiar, que nos han visto en el esfuerzo diario por hacer realidad el sueño de un Sistema Nacional de Comunicación Alternativo y con éste el de un canal audiovisual que, aunque artesanal, brinda información que no merece la atención de otros medios, sobre todo de los oficiosos.
Entre los apoyos recibidos, llama la atención los brindados por parte de varias personas que solo saben de nosotros por la página web. Sin duda un reconocimiento a esa labor diaria por mantener vigente el diario virtual, así como demás componentes de www.desdeabajo.info.
A pesar del significativo apoyo recibido, nos quedamos a mitad de camino de lo proyectado. Entendemos que buena parte de nuestro lectores y suscriptores pertenecen a una generación que no utiliza o maneja estas plataformas. Algunos dieron aportes en físico que nosotros así mismo sumábamos a la vaca. Otras, su aporte es la fidelidad como suscriptor y comprador de libros, o ni pueden ni quieren. Pero también nos afectaron profundamente algunas decepciones cercanas que no ven la necesidad de este tipo de iniciativas, o su compromiso en promoverla.
Agradecemos, con especial afecto Alirio Uribe por su confianza y apoyo con este proyecto y el reto de superar las necesidades económicas que lo ahogan. Ya en terreno su apoyo, además de económico, lo concentró en la comunicación con 72 de sus conocidos más cercanos, entre ellos diversos congresistas, es decir, personas con ingresos fijos y altos. La respuesta fue un constante silencio. A pesar de tres misivas explicando nuestros treinta años de labor y exponiendo la intención de la Vaky. Ni siquiera recibimos respuesta negativa. Esto no nos desanima, pero si nos cuestiona e interroga sobre la apertura de la clase dirigente alternativa y su disposición para potenciar este tipo de proyectos.
Desde nuestras audiencias recibimos miles de mensajes de apoyo y felicitaciones, los que agradecemos y nos motivan, pero en este caso no suman.
En cuanto al balance como equipo, es necesaria la autocrítica de quienes no sintieron la necesidad de sumarse a la campaña y como espectadores guardaron silencio, lo que concentró el esfuerzo en una pequeña parte de nuestros activos, dejando al desnudo la tensión permanente que vive todo proyecto social, comunitario, político, entre cohesión y acción, entre lo individual y lo colectivo.
El resultado final nos lleva a preguntarnos, asimismo, si lo alcanzado también es refejo de los tiempos difíciles que vivimos, pero también si es que no logramos convencer sobre la importancia de lo que realizamos. No puede quedar por fuera otro interrogante: ¿refleja esto los recelos o prevenciones propias de esta época?
Entonces, nos preguntamos, ¿cuál es la idea que despierta desdeabajo como proyecto de comunicación? Sin duda nuestro medio ha cambiado con el tiempo. Cuál es nuestra identidad actual, es algo que transmitimos a diario, pero parece no estar clara.
Esta es parte de nuestra valoración de esta experiencia, lo que nos inquieta aún más por conocer la idea, opinión y valoración que muchas y muchos tienen de desdeabajo. Entonces, ¿cuáles son los sentidos que asignas a nuestros contenidos y publicaciones? Cada una de las personas que consulta este medio puede adquirirlo mes a mes en formato impreso, suscribirse, obsequiar suscripciones, difundirlo; igual con los libros, pero también atreverse con la escritura de artículos; comentar alguno en particular, o tal vez algo poco significativo como un pulgar arriba, pero también invitar, con énfasis, a la suscripción, al apoyo directo a esta experiencia, compartir enlaces, proponer temas para videos, o participar de su realización, etcétera. Las posibilidades y los conductos son varios. Así construimos desdeabajo todos los días.
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