En su voz se siente el timbre de la rebeldía de nuestros pueblos, de las juventudes de todas las edades de Colombia que se han levantado para hacer posible lo que, hasta ese momento, había sido imposible.
La voz de Mauro Vidales se ha cuajado, como la de nuestros pueblos, trasegando los infiernos engendrados en la secuencia y las secuelas tremendas arrojadas por dos de los más temibles imperios de la aventura humana. Como la del Mediterráneo, el alma de nuestros pueblos “a fuerza de desventura, es profunda y oscura”.
Es la poesía de la rebeldía invencible del Pacifico majestuoso que se nutre con los ríos arteriales y los vientos huracanados que descienden de las cumbres andinas cuando arriban a la franja de los soles tropicales.
Es la poesía del barrio y del Pance. De la parcería alegre en las calles del rebusque, y del sudor de las gentes obreras construyendo viviendas en la costa valenciana, o los poetas migrantes de Colombia descargando buques en el puerto de Hamburgo. Es la poesía de Vicenta y de Blanca, del amor que ama para siempre y ha sido amado para siempre.
Es la poesía de la niñez que no ha sido ensordecida por los mercenarios que no dudan en profanar los misterios germinativos del silencio, y de la única palabra que habrá de ser posible al despertar de la larga pesadilla: la habitada por el espíritu.
En la cerrada noche
En la cerrada noche, tras los juncos secos del arbusto
que acompaña mi ventana, en este fin del verano
puedo escuchar la voz del otoño que saluda
en el viento fresco que acaricia las hojas
pero más allá del patio en penumbras
también escucho el latido de la guerra
que se oculta tras las risas y el tintineo de copas
de los vecinos que ignoran la noche cenicienta
mientras celebran la bondad del tiempo
y ofician sus inalterables ritos nórdicos
impertérritos ante las bombas cercanas
y los aullidos que no cesan desde Palestina
y desde la cercana frontera del este,
donde ucranianos y rusos se destruyen
incentivados los primeros por el poder atlanticista.
será esta fiesta, la consumación de la indiferencia o del miedo
o quizás, la única defensa de aquellas gentes, ante el horror
para paliar la indefensión, la impotencia
ante el poder que los aplasta y los empuja
a combatir contra sus hermanos.
cierro mi ventana y me ausento del jolgorio
me refugio en la música que llega desde mi tierra
para intentar sobrevivir al insomnio
en esta madrugada indescifrable
donde soy testigo del abismo que gravita
en la silenciosa esfera azul que se derrumba.
Nuevas patrias se unieron a la infancia
nuevas patrias se unieron a la infancia
a la juventud y la madurez temprana
otros brazos fraguaron el abrazo
otras miradas nutrieron la Mirada
nuevas batallas del Amor
anudaron el camino de los brindis
a la silenciosa vitalidad renovadora
en el alma de los pueblos que nos une
al misterioso latir de la palabra.
Una canción esperanzada
A la memoria de las víctimas de la heroica juventud rebelde de mi ciudad en su épica batalla del 2021 contra el aparato estatal
ya vienen de la ladera, del llano y del arrabal
de Charco Azul, Aguablanca, Mojica y el Mortiñal
de San Antonio, San Cayeto y Loma e’ la dignidad
vienen marchando y cantando viva el Paro Nacional
desde Barrio Obrero, Sucre, Libertadores, San Nicolás
desde Puerto Resistencia, de Terrón y el Jarillón
puente Paso del Aguante, de San Luis y las Mil Luchas
se escucha muy fuerte el grito que ni las balas silenciarán
desde todos los rincones de mi querida ciudad
vienen marchando y cantando viva el paro nacional
de Siloé ya bajaron mis panitas a pelear
llegaron en los cincuenta desde toda la nación
a la Rivera, Calipso, Puerto Madera y la Unión
a Santa Helena, Guayaco, Bretaña, Junín y Colón
buscando ganar el pan que la violencia les robó
vinieron los campesinos desplazados para acá
Alameda, Calimio, San Carlos y Boyacá
Villa del Sur, Periquillo, Nacional y Decepaz
desde todos los rincones de mi querida ciudad
vienen marchando y cantando viva el paro nacional
desde Sameco hasta Yumbo y de Calima ya se van
hasta Univalle Meléndez con la Minga caminar
vámonos pa’l Paraíso, pa’l Rodeo y el Popular
y en la Luna aterrizamos para Cali liberar
desde lejos, Cali en el alma hoy te quiero saludar
liberado tu territorio de la mafia secular
al terrorismo de Estado lo vamos a derrotar
canta todo el pueblo unido sin descanso hasta estallar
desde todos los rincones de mi querida ciudad
vienen marchando y cantando viva el paro nacional
del Palacio de Nariño fuera ya, vulgar ladrón
que caigan Duque y Uribe, esto ya no espera más
se lo canto desde acá donde me tuve que exiliar
viva Colombia querida, viva el paro nacional
Hamburgo, Alemania, 28.05.2021
Mauro Vidales, 20 Poemas del exilio esperanzado (2001-2024)
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