El pasado 26 de julio se cumplieron 53 años del asalto del cuartel Moncada en Santiago de Cuba, fecha que marcó el inicio de la revolución cubana, y que culmino victoriosa seis años después, en enero del 59. Este acontecimiento cobra un especial significado, en especial para los sectores progresistas y revolucionarios, pues marca el inicio de la primera revolución socialista triunfante en el continente americano.
El hecho tiene especial significación por las banderas que levantó: la lucha antiimperialista, la lucha por la tierra, la soberanía y un gobierno de los trabajadores. Pero además, y de manera especial, por su carácter: los tiranos no se caen solos, la revolución es necesaria. No en balde los cubanos, desde el triunfo de la revolución, celebran ese día como: el Día de la Rebeldía Nacional.
Por ese entonces gobernaba Cuba Fulgencio Batista, un tirano de la estirpe de Trujillo en Republica Dominicana y Anastasio Somoza en Nicaragua. Todos ellos títeres del imperio y responsables del sufrimiento, la miseria, los crímenes y la falta de libertad para sus pueblos. Contra ese tirano se alzó Fidel Castro y el grupo de combatientes que lo acompañaban en el asalto al cuartel de Moncada.
Durante la toma del cuartel y después de intensos combates, los insurrectos no lograron su cometido. De 150 combatientes, seis murieron en acción y cuarenta y cinco fueron posteriormente torturados y asesinados, entre estos Abel Santamaría, uno de sus jóvenes dirigentes.
En relación a estos acontecimientos, tiempo después Fidel Castro señalaba*:
“No fue nunca nuestra intención luchar con los soldados del regimiento, sino apoderarnos por sorpresa del control y de las armas, llamar al pueblo, reunir después a los militares e invitarlos a abandonar la odiosa bandera de la tiranía y abrazar la de la libertad, defender los grandes intereses de la nación y no los mezquinos intereses de un grupito; virar las armas y disparar contra los enemigos del pueblo, y no contra el pueblo, donde están sus hijos y sus padres; luchar junto a él, como hermanos que son, y no frente a él, como enemigos que quieren que sean; sí unidos en pos del único ideal hermoso y digno de ofrendarle la vida, que es la grandeza y felicidad de la patria”
Medio siglo después, Bush, Plan Patriota, Plan Colombia, Uribe. El asalto al cuartel Moncada no es sólo una fecha para recordar sino para reivindicar. Ya habrán otros futuros Moncadas.
* Castro Fidel. La historia me absolverá. Ediciones desde abajo.2002. Pg
El Programa del Moncada
1. Soberanía popular. Vigencia de la constitución de 1940
2. Propiedad inembargable e intransferible de la tierra a todos los colonos y demás desposeídos.
3. Participación de obreros y empleados con el 30 por ciento de las utilidades en todas las grandes empresas.
4. Conceder a todos los colonos a participar del 55 por ciento del rendimiento de la caña y cuota mínima de 40 mil arrobas a todos los pequeños colonos.
5. Confiscación de todos los bienes a todos los malversadores de todos los gobiernos y a sus causahabientes y herederos.
Además exigían los insurrectos, seis puntos sociales o problemas por resolver:
1. Tierra, 2. Vivienda, 3. Industrialización, 4. Desempleo, 5. Educación, 6. Salud.
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