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Españoles: ‘Confíen e inviertan’ en Colombia. Unión Fenosa

Unión FENOSA revivió el proyecto para desviar el río Ovejas al embalse La Salvajina (DROES) y ha conseguido que el Ministerio del Medio Ambiente, a través del auto 1223, autorice actualizar el EIA y, posteriormente, protocolarizar la consulta a las comunidades involucradas en el proyecto, como lo indica el decreto 1320. Sin embargo, la multinacional ha violado el debido proceso establecido en el decreto, pues las comunidades han constituido un comité interétnico para que participe en el EIA. Unión FENOSA desconoce este comité, incumple acuerdos establecidos previamente, incursiona e influye en las comunidades con engaños para que finalmente se inclinen a favor del proyecto. Uno de los mayores problemas que afecta a las poblaciones de la zona del embalse es la imposibilidad de transportarse por el bajo nivel del agua debido a la sobreexplotación de la represa. FENOSA sugiere, entre las comunidades, que la solución es aumentar el nivel del embalse a través del desvío del río Ovejas.

En un documento la Unión FENOSA asegura que: la Empresa de Energía del Pacífico S.A. (EPSA), cuenta con contratos de compra de energía a largo plazo a otros productores2 , evidencia su interés particular en ampliar el embalse para incrementar la producción de energía y garantizar de esta manera, la continuidad de la explotación, ganar mayor terreno en el campo de la producción, distribución y comercialización de energía, hasta consolidarse en la región como uno de los monopolios en este campo: principio y fin de toda empresa capitalista.

¿Qué es Unión FENOSA?

La Unión FENOSA es una empresa que fuera de España está presente en doce países, fundamentalmente en Iberoamérica. Se encarga de la generación, distribución y comercialización de energía en México, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana, Panamá y Colombia. Para el año 2004, obtuvo un beneficio neto de 397,5 millones de euros, de los cuales Colombia aportó un total de 63,5 millones de euros”3 , que representan el 16 por ciento del total de ganancias en ese año.

En Colombia, Unión FENOSA animó las privatizaciones del sector eléctrico. En el año 2000 se apropió de manera simultánea de las empresas de la costa Atlántica: Electrocosta y Electricaribe, con más de 1,6 millones de clientes y produjo en 2004 más de seis mil millones de kWh4 . En el caso del sur occidente, sucedió lo mismo con EPSA. Cuenta con uno de los embalses más grandes del país para la producción de energía y controla el recurso hídrico del pacífico vallecaucano. Con cerca de 411 mil clientes en el departamento del Valle del Cauca produjo en el 2004 más de 1,5 millones de kWh5 . Esta gran demanda de servicio determina la necesidad de ampliar la explotación de recursos hídricos.

La Salvajina: oro y pobreza6

El Estado inició la construcción del embalse La Salvajina en 1984. Se encuentra ubicada en el norte del departamento del Cauca, comprende los municipios de Suárez, Morales y Buenos Aires, poblados ancestralmente por mayorías negras y comunidades indígenas, con una extensión de 36 kilómetros y una profundidad máxima de 130 metros. Ahí se ubicaban un sinnúmero de veredas, que por la construcción se vieron obligadas a desplazarse forzosamente hacia las partes altas de las montañas o hacia los cinturones de miseria de Cali.

Entre los impactos generados por la puesta en marcha de la represa, se destacan7 :

Sociales y económicos: La pérdida de las fuentes de trabajo que garantizaban la sostenibilidad de las comunidades negras e indígenas en los territorios inundados. Resultaron afectadas la minería (oro), pesca, extracción artesanal de materiales de construcción para sus viviendas y comercialización, cultivos de pan coger en las tierras más fértiles. Esto implicó un descenso del ingreso económico familiar, pasando de la pobreza a la miseria.
Culturales: La fragmentación del tejido social entre las veredas. El desmembramiento familiar debido a las condiciones de miseria obligaron al desplazamiento intrafamiliar, esta pérdida progresiva del conocimiento histórico referido a sus prácticas mineras, agrícolas y pesqueras, del mismo modo con la extracción de material de construcción del río. La resignificación del río Cauca: pasó de ser la fuente del desarrollo integral de las veredas a un ser muerto que no cobra mayor sentido en el imaginario colectivo.

Ambientales: El aumento de la temperatura promedio en la zona del embalse y la erosión de las riveras de la represa por la alta concentración de agua, implicó la pérdida de especies bióticas y abióticas propias del ecosistema natural del río y de su rivera.

En 1986 las comunidades generaron un proceso de lucha que buscaba mitigar los estragos causados por el megaproyecto. Debido a la contundencia de movilizaciones y acciones de hecho que se adelantaron, el gobierno firmó un documento de compromisos. Diecinueve años después, dicho acuerdo no ha sido cumplido.

Según las normas internacionales ratificadas por el Estado colombiano (Ley 21 de 1991), y más específicamente el Acuerdo 169 de la Organización Internacional del Trabajo, siempre que se pretenda desarrollar acciones que estén relacionadas con comunidades tribales (negras o indígenas para nuestro caso), éstas deben ser consultadas para su ejecución.8 Una vez conocidos los impactos que ocasionaría la implementación de un proyecto en sus territorios, las comunidades emitirían un concepto de aprobación o no de la acción planteada.

El proyecto DROES fue presentado por EPSA en 1997. La conclusión del EIA, en el que participaron las comunidades fue contundente: 18 de los 21 impactos hallados del proyecto repercutirían negativamente sobre la vida de estas comunidades.9 . En razón a esto, EPSA prefirió archivar el proyecto antes que protocolarizar la Consulta.

No olvidar

Los alcaldes y los concejos municipales del àrea de influencia del proyecto (Suárez, Morales y Buenos Aires), deben actuar en defensa de las decisiones que tomen las comunidades sobre la base de un proceso que se ajusta a la ley. Es necesario entender que la defensa del territorio y la autodeterminación del pueblo, corresponde a una lucha continua. Queda a las comunidades vulneradas en sus derechos, decidirse por acciones públicas que hagan respetar sus autoridades y líderes. Avanzar con la realización de un proceso de consulta y un EIA que se ajuste a lo establecido en la ley y al derecho propio. Denunciar a Unión FENOSA y a Afroamérica y solicitar la solidaridad de todos los pueblos del mundo, que se pronuncien ante las actuaciones de las empresas trasnacionales que, como la Unión FENOSA, continúan el saqueo de nuestros recursos naturales y vulneran nuestra soberanía. No es posible admitir que sea la historia que ya vivieron las comunidades que habitaban la rivera del río Cauca, hoy embalse La Salvajina, la que sea repetida por las que habitan la rivera del río Ovejas. A todos nos queda prohibido olvidar.

1 11 de julio de 2005
2 Informe Anual, 2004, p. 118
3 Ibidid, p. 54
4 Ibidid, p. 118
5 Ibidid
6 Nombre de un libro que relata en detalle lo ocurrido en el territorio de la La Salvajina.
7 Ver Privatización y Derechos Humanos, Sector Eléctrico en el Sur Occidente Colombiano. Campaña Prohibido Olvidar, Cali, 2004.
8 Artículo 5º del decreto 1320 de 1998
9 Ver La Dignidad sin Precio, documento elaborado por el Proceso de Comunidades Negras Nacional (PCN), abril de 2005

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