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«A esta construcción hay que ponerle pegante ideológico». Orlando Fals Borda

Polo Democrático Alternativo, situación y perspectivas


 


«desde abajo». Doctor Orlando Fals Borda, usted que ha participado en tan variados proyectos de unidad en Colombia nos puede precisar, ¿cuál sería la novedad del Polo como fenómeno social y político en comparación con los anteriores intentos?


 


Orlando Fals Borda (O.F.B.). La principal diferencia radica en que el Polo ha contado con ciertos antecedentes inmediatos que le han favorecido. El principal de los cuales es la conformación del Frente Social y Político. La iniciativa sindicalista de  impulsar un frente que combine lo social y lo político fue algo inusitado y muy útil. Hasta ese momento, los políticos de izquierda veían los movimientos sociales con cierta desconfianza. Ese interés por lo social no se veía antes en los proyectos en que participé, donde predominaba lo político.


 


«da»: En esa perspectiva y experiencia de la izquierda, con su organización por escuelas de pensamiento y tendencias políticas, indíquenos ¿persisten esas escuelas en la actual composición del Polo y de la Mesa Nacional de Unidad?


 


O.F.B.: Sí. En el Frente llegaron a existir nueve tendencias o corrientes políticas, y todas pasaron al Polo en pleno a través de Alternativa Democrática (AD). Fue el primer paso. Luego,  a las nueve tendencias del Frente Social y Político se unieron el Moir, la Unidad Democrática –AD– y otras organizaciones. En total, como trece tendencias pasaron en bloque, como  AD, al Polo. Calculo que además tienen presencia las tendencias de centro, que para mi percepción son más personalistas.


 


«da»: Eso nos da como una veintena de organizaciones.


O.F.B.: En efecto, el Polo suma aproximadamente veinte tendencias o corrientes políticas que van desde la izquierda hasta la derecha. Ese es el milagro.


 


«da»: ¿Y quiénes están a la derecha?


 


O.F.B.: A la derecha de nuestra izquierda se han autodefinido los llamados «luchistas», amigos cercanos del alcalde Garzón. Pero creo que estas distinciones deben superarse con la política común a todos de la «democracia radical» de Carlos Gaviria.


 


«da»: ¿Esa tendencia de centro fue la que perdió en la consulta interna para las elecciones presidenciales?


 


O.F.B.: Sí, esa tendencia fue la que perdió, y la que tuvo que acomodarse a la mayoría que en definitiva es de izquierda. El proceso de construcción del Polo ha sido complejo, eso ha inducido a que unos se toleren con otros.


 


«da»: ¿Y la izquierda dónde, cómo  estaría ubicada?


 


O.F.B.: Está en Alternativa Democrática y en todas las fuerzas que hacían parte del Frente Social. No hay duda. Esas son las tendencias que están dominando el Polo y de ahí sale la figura de Carlos Gaviria.


 


«da»: Doctor Orlando, ¿cuál es el reto más importante a encarar por el Polo en la actual coyuntura del país?


 


O.F.B.: Analizo la marcha del gobierno nacional y lo critico desde dos puntos de vista. Primero su ilegitimidad de origen: para mí los siete millones de la votación de Uribe no son convincentes.


 


«da»: ¿…Cómo, no son convincentes?


 


O.F.B.: Son el resultado de una suma mayor de factores de coacción y fraude que han aparecido en todas las elecciones que ha sobrellevado el país. Eso no es cosa nueva, sucede desde el registro de Padilla, en 1903.


 


Además de esas maniobras tradicionales de gamonales y políticos corruptos, de la mala política, existe la coacción militar, la compra de votos y otras cosas, cuyo epígono es Jorge 40, virrey de Colombia. A él se le debe la reelección del presidente Uribe. Entonces cuando un mandatario depende de lo que haga un criminal, ese mandato queda mancillado y se vuelve ilegítimo.


 


Y lo segundo es su entreguismo a los intereses externos. Un arrodillamiento. Una genuflexión que por desgracia ha tendido a convertirse en una tradición colombiana: este país ahora es un portaviones gringo dentro de América Latina.


 


«da»: ¿Cómo encara el Polo tal situación?


 


O.F.B.: El Polo es antiuribista en pleno. Ésa es la fuerza que tiene el doctor Gaviria, que representa la alternativa de un gobierno digno, que respeta las tradiciones del país y quiere defender sus recursos, los que se van a festinar con el TLC. Esos son dos de los aspectos que justifican la oposición frontal al régimen político, no solamente a Uribe: es al régimen político y social elitista y europeizante dominado por intereses externos que nos agobia.


 


«da»: ¿Y cuáles serían esas acciones concretas que encare el Polo, para confrontar el régimen?


 


O.F.B.: El Congreso Nacional de noviembre indicará esas acciones. Por el momento, en lo que a mí concierne, me  interesa desarrollar el Frente Ideológico. La conformación de un pensamiento político propio del partido: llegar al corazón del movimiento y el sentimiento de sus integrantes es lo que los hace mover. No son las prebendas ni los puestos.


 


«da»: ¿Cuál elemento identifica como el factor más perturbador que podría hacer fracasar el proceso de unidad en el Polo?


 


O.F.B.: Una perturbación posible sería la persistencia de viejas prácticas tradicionales de la política colombiana, es decir el clientelismo, la demagogia, el caudillismo, pero también la arrogancia, el sectarismo, el dogmatismo clásico y, de pronto, la falta de un marco firme y serio de análisis de la situación colombiana.


 


El Congreso del Polo y el pegante ideológico


 


«da»: Teniendo en cuenta el próximo Congreso del Polo ¿Cuáles son los temas más importantes que debe encarar?


 


O.F.B.: La Mesa de Unidad ya escogió dos grandes temas: uno es el ideario de unidad, un documento firmado en noviembre del año pasado, sin el cual no se habría logrado el crecimiento electoral de mayo pasado. Otro, es el marco de la oposición al régimen. Determinar con más claridad puntos de ataque, de resistencia y de lucha contra lo que oprime desde el régimen político. Podría añadir una tercera preocupación: los estatutos y la organización interna del Polo hacia el 2010, un aspecto de largo plazo.


 


«da»: Con las características que tiene el Polo, ¿cómo hacer para que la democracia y el pluralismo cuenten con espacio real a su interior, en particular en la preparación del Congreso y en su desarrollo?


 


O.F.B. : Un aspecto básico es que en la Mesa de Unidad están representadas todas las corrientes. Son 18 personas preparadas, prácticas y de buen espíritu, que cuentan con mucho celo para que el movimiento continúe, se fortalezca y se afiance en las regiones. Hay una gran conciencia de que se debe descentralizar, de afirmar la política en las regiones y departamentos a través de sus respectivas mesas de unidad. Ese pensamiento y esa actuación con seguridad se harán presentes en el Congreso.


 


«da»: Eso en lo organizativo. Mas hay sinnúmero de gentes que tienen expectativas en relación con el Polo. ¿Cómo garantizar que se acerquen y participen del Congreso?


 


O.F.B.: Para eso se propone adelantar un plan de articulación interna y con las bases, llamado Kaziyadu (renacer en huiototo) que cerraría distancias entre políticos y las caudas y que le daría al partido un pegante ideológico.


 


«da»: Pero eso sería después del Congreso y no antes.


 


O.F.B.: No, no. Antes, desde ahora. El Plan Kaziyadu es un plan estratégico de apoyo al congreso y va más allá de éste, con la guía y estímulo de la Mesa de Unidad y de la presidencia del Polo.


 


«da»: ¿Cómo sintetiza el Kaziyadu?


 


Las formas del trabajo planteadas en Kaziyadu se dirigen a afirmar ese pegante ideológico y a que crezca la cauda. Es la articulación que se necesita: entre los estudios y análisis por una parte, la formación de cuadros y la comunicación de masas por otro.


 


Indios, negros, campesinos, artesanos y colonos


 


«da»: En esa perspectiva, desde hace tiempo usted  impulsa la necesidad de concretar una democracia radical. ¿En qué consiste, y cómo se haría realidad?


 


O.F.B.:  Allí el secreto es la palabra radical. Como ustedes saben, la palabra viene del latín radix que significa raíz. Un radical necesariamente no es extremista, que es la interpretación que se da en forma común. Radical es la persona que es capaz de desarrollar criterios serios  que expliquen los orígenes y las razones de ser de la conducta política y social.


 


«da»: ¿Qué es ese radical?


 


Radical sería la búsqueda de valores fundantes o fundamentales en aquellos pueblos que he llamado originarios, cuyo aporte económico, social y cultural ha permitido la construcción de la nación colombiana.


 


«da»: ¿Y cuáles son esos pueblos?


 


O.F.B.: Son cuatro: los indígenas, que nos ofrecen la matriz originaria en la que se acomodan los otros pueblos, suyo es el valor fundante de la solidaridad. Luego los negros libres, los de los palenques, los cimarrones que nos dieron ejemplos de libertad e innovación en condiciones de resistencia. Un tercer pueblo, poco recordado injustamente, es el de los campesinos y artesanos antiseñoriales hispánicos, que protestaron siempre por el mal gobierno, los que organizaron la revolución de los comuneros del Socorro, los que inventaron los cabildos, los municipios, las provincias, los que llegaron a pie y no a caballo, de ellos aprendemos su valor fundante que es la dignidad personal y política.


 


«da»: … y además de indígenas, campesinos y artesanos..


 


O.F.B.: El cuarto grupo originario es el de los pioneros colonos de la frontera agrícola que fueron llenando los intersticios del país a partir del siglo XIX huyendo muchas veces de las guerras civiles, reconstruyendo sus sociedades en paz con sus propios líderes, de ellos retomamos el valor fundante de la autonomía. Estos cuatro pueblos construyeron–y lo siguen haciendo–  la nación colombiana, y sus valores. Cuidado. No estoy recomendando volver atrás el reloj de la historia, sino trascenderla. Si se respetan  esos valores, que son permanentes y profundos en toda sociedad humana, nos sirven para reconstruir la sociedad en crisis en que estamos.


 


«da»: ¿Es posible hacer esa reconstrucción en el marco de la actual  Constitución o,  por el contrario,  se necesita una nueva?


 


O.F.B.: Creo que se puede hacer en el marco de la actual Constitución, porque está inspirada en el Estado Social de Derecho, respetando lo que se llamó la democracia de participación. Jugar con otra Constituyente es como jugar con fuego, uno no sabría para donde cogería.


 


«da»: Plantea usted, en esa misma perspectiva, avanzar hacia el socialismo raizal


 


O.F.B.: De esa democracia radical sacamos la idea del socialismo raizal. Las raíces se refieren a los valores fundantes de los cuatro pueblos aludidos. Lo que he propuesto, para modernizar la idea del radicalismo, es que se hable de democracia radical para no crispar los nervios de muchos colombianos que se asustan todavía con la palabra socialismo. Pero si ustedes analizan bien las palabras –democracia radical–, es un eufemismo de socialismo raizal.


 


Oposición al régimen y acción social


 


«da»: Bueno, esos aspectos son del largo plazo. Para el corto plazo en el mismo Plan Kaziyadu usted propone articular la oposición al régimen, ¿cuáles serían los principales ejes y sus aliados para lograrlo?


 


O.F.B.: Sobre oposición sí que tengo poco que decir, porque  esa es la principal función de la Mesa de Unidad del Polo, y claro, no me gustaría interferir en sus consideraciones. Pero en mi sencilla opinión, la oposición debe ser al régimen y no solo al Presidente. Debe ser  una oposición a las prácticas de dominio económico, social y cultural de la clase gobernante.


 


«da»: ¿Qué implica esa oposición en cada uno de los aspectos?


 


O.F.B.: En lo económico, defender los intereses colombianos, respetar la vocación agrícola del país y su realidad tropical, que es única en el mundo, y que no debiera ruborizarnos ni avergonzarnos.


 


En lo político, ser inventivos y confiar más en la  gente del común, incluso ensayar los autogobiernos con vigilancia comunal, sin copiar instituciones europeas y norteamericanas. Y en lo cultural, buscar otro tipo de orientación vital, otro ethos.


 


Una oposición concebida en esa forma tiene razón de ser, y no simplemente pelear o buscar quebrantos de estructura en el régimen, que a mi parecer es la forma tradicional de hacer oposición. Y aquí en Colombia hemos visto que eso no ha dado resultado. Una oposición eficaz, es la que nace del corazón colectivo porque se sufre, porque se vive mal, porque se necesita ver otros horizontes. Y esa oposición tiene que ser popular y no oligárquica.


 


«da»: ¿Y cuáles serían los aliados del Polo para el ejercicio de esa oposición?


 


O.F.B.:. La tradición ha sido que los liberales y conservadores coopten las ideas de los socialistas o gentes de izquierda. Lo que observamos ahora es que es necesario que no coopten sino que vengan en persona y aumenten los contingentes del Polo. Creo que ellos pueden aportar mucho por su propia experiencia y conocimiento. Entonces no vemos enemigos en los partidos tradicionales sino apoyos en potencia que están viendo la luz, el nuevo amanecer.


 


«da»: ¿Cómo ganar a profundidad el apoyo social y popular del pueblo que se identifica con el Polo?


 


O.F.B.: La izquierda tiene mucho que aprender de las formas de comunicación de sus mensajes políticos. En toda su forma de relacionarse con el pueblo hay un peso específico de las obras escritas, de los clásicos, que impiden una comunicación más eficaz, el despliegue de inventivas, de otras formas de comunicación, como en la cultura, el teatro, el cine, el video, los títeres, tantas formas de comunicación de las ideas a nivel de base.


 


«da»: Eso sería en un aspecto la comunicación, ¿pero cómo se logra ese otro, que es más fundamental, el poder territorial?


 


O.F.B: Hemos intentado por muchos años hacer realidad una Ley Orgánica Territorial que retome el país real, que rompa los mojones que dividen de manera artificial la identidad que hay sobre el territorio. Al final tenemos que avanzar hacia la República Regional Unitaria de Colombia.


 


En esa disputa territorial, por ahora, se imponen los ejércitos, pero no creo que, por ejemplo en la Costa, donde hay tanta tradición de lucha y paz, la gente se deje imponer el militarismo. El espíritu ancestral anticastrense se impondrá.


 


«da»: …pero con el dominio territorial del paramilitarismo no tiene mucho sentido impulsar reformas territoriales.


 


O.F.B.: Eso es una triste realidad. Nos toca esperar.


 


De la hidra a la cabeza de Gorgona


 


«da»: A partir de la experiencia que usted tuvo con los estudios de la violencia en los años cincuenta nos puede precisar, ¿Cuáles son las diferencias entre esa violencia y la que padece el país en la actualidad?


 


O.F.B.: La actual violencia es multifacética, es como una hidra, cuya cabeza tiene serpientes enredadas. No era así al principio; la Violencia de los años 50 era muy sencilla: una confrontación bipartidista. Luego se fueron añadiendo otras dimensiones, entre ellas la territorial, la religiosa –una persecución a los protestantes–, luego la económica –sacar los dueños de los cafetales– y hacer la tiranía de los mayordomos, etc.


 


«da»: ¿Quién dirigía esa violencia?


 


O.F.B.: Lo triste es que las consignas de esas violencias no se originaban desde abajo, sino en el palacio presidencial. Claro, esa orientación no podía resolver los problemas del país, sino enredarlos más, y ahí estamos, ahora tenemos una cabeza de Gorgona, que no puede resolverse sino como lo hacían los antiguos griegos, cortando la cabeza con todas sus serpientes.


 


«da»:  Con esas características de la violencia en Colombia. ¿hacia dónde tiende esa confrontación?


 


O.F.B.: La tendencia actual, por desgracia, es hacia un estado mafioso y corrupto. La mafia está en el poder. Se están enriqueciendo los uribistas y sus allegados, de allí las confrontaciones internas de ese partido que está pegado con babas y cuyos representantes son sectarios.


 


«da»: Bueno, hay que salir de esa situación, ¿cuáles son los obstáculos reales para concretar una negociación política abierta?


 


O.F.B.: El principal obstáculo es la presidencia del señor Uribe. Sí, porque es un obstáculo real que tengamos un Presidente inspirado en la venganza personal o familiar. Tenemos una crisis gubernamental, el régimen que tenemos no es capaz ni tiene ganas de hacer la paz. Y está entregado a los intereses bélicos locales e internacionales, a la industria del armamento. Ésta es la maldición nacional.


 


«da»: Con toda la presencia paramilitar y mafiosa, ¿cómo actuar para liquidar ese tumor que ha penetrado toda la sociedad? ¿Es posible hacer algo desde la política?


 


O.F.B.: La política oficial como se ha venido haciendo es incapaz de solucionar el problema, y hablo de los políticos maduros. Mi esperanza es que la nueva generación, la juventud sentipensante que se levanta sea capaz de destronar a los que están. La juventud es el ejército de reserva moral de este país. Yo si continúo pensando que de la universidad, apoyada por un pueblo, esclarece la luz y la fuerza para destronar a los que no merecen seguir gobernando.


 


«da»:  Mucha gente piensa que mientras esos temas no se conozcan y difundan internacionalmente será imposible darles un golpe de gracia y liquidarlos en Colombia ¿qué debe hacer la izquierda, concretamente el Polo, para que la comunidad internacional rompa su pasividad ante esta problemática?


 


O.F.B.: Tenemos que hacer la unión de las izquierdas democráticas latinoamericanas, que por fortuna están creciendo. Ya los síntomas son muy claros, desde Argentina hasta México, los ciudadanos están en revolución y son los pueblos originarios los que nos pueden ayudar a resolver la crisis.


 


«da»:  Pero le corresponde al Polo constituir una comisión o frente internacional, amplio y dinámico para que recorra todo el continente, y más allá, difundiendo la situación del país y aprovechando las circunstancias nuevas de América.


 


O.F.B.: Indudablemente. El Polo tiene una comisión internacional que ha logrado  que inviten al doctor Gaviria a conversar con organizaciones de izquierda en España y otros países. El trabajo que aguarda es mucho, tenemos que equilibrar las tendencias enquistadas en Colombia de mirar siempre al norte. Hay que acabar con la doctrina de la « estrella polar» de Marco Fidel Suárez. «…mirar siempre hacia el norte». Ahora tenemos que mirar hacia el sur y hacia el trópico. Y estimular la alianza de los países que lo habitan. Por ahora,  la cosa se ve más clara en América Latina, pero también está África, Asia y Oceanía. Ése es nuestro futuro.


 


Necesitamos una comunicación eficaz 


 


«da»: En conversaciones con el doctor Carlos Gaviria, él precisaba que la propuesta de reconstruir la revista Alternativa no la veía viable. ¿Ha conversado con él al respecto?


 


O.F.B.: Sí, y me convenció que no valía la pena resucitar al muerto. Uno que por demás ya había fallecido tres veces. Me convenció que persistir con la revista la hacía cargar, como decimos los costeños, con un fucu, un duende, que la haría tropezar e impedir su avance efectivo.


 


Entonces yo no puedo aparecer como el albatros, como el ave de mal agüero, saliendo otra vez con la revista Alternativa. Por eso vamos a dar vida a la revista Cepa, que además es el acróstico de un centro que hemos fundado que se llama Centro Estratégico de Pensamiento Alternativo CEPA.


 


«da»: Comunicación y cultura están hoy íntimamente relacionados, ¿Cómo hacer para que esa realidad se retome en procura de procesos políticos alternativos?


 


O.F.B.: Creo en la esperanza de potenciar la cultura popular en muchos aspectos, tan interesantes y tan ricos como los que se le conocen. Que revivamos nuestra historia, que la veamos desde el punto de vista del soldado descalzo y no del general a caballo. Que estemos orgullosos de ser tropicales, que nos afirmemos en lo que tenemos y lo que somos, y que no seamos más copietas de las instituciones de otras partes.


 


«da»: Doctor Orlando Fals, nos da una buena noticia con Cepa. Pero es indudable su función más teórica y de elaboración de ensayos. Pero dentro de un proyecto político faltan otros tipos de comunicaciones más cotidianas con el conjunto de la población, ojalá diario o semanario. desde abajo ha propuesto durante muchos años la constitución de un semanario, ¿Cómo proceder con el Polo, con todos los amigos que hay a su alrededor, para hacer realidad ese propósito?


 


O.F.B.:  Le doy la chiva, ya se constituyó una comisión de prensa presidida por el doctor Gaviria. Esa comisión está estudiando la forma para hacer un periódico y un radio periódico y estamos en contacto con compañeros políticos  para llevarlos a cabo.


 


Hicimos cuentas y hay como cincuenta boletines de diferentes grupos, sumando esfuerzos podemos llegar a esas metas de un boletín frecuente que lleve el mensaje del partido. Yo creo que el ejemplo que ustedes nos han dado en desde abajo es muy valioso y que viéndolo bien, ya con desde abajo dentro del contexto del Plan Kaziyadu de articulación podemos llegar con facilidad a un periódico importante, que refleje nuestros puntos de vista. Cepa tendrá su función de ideología para intelectuales, pero necesitamos a desde abajo y ustedes nos han dado ese ejemplo; esperamos que ustedes nos enseñen cómo seguir mirando al pueblo en sus diferentes formas.


 


Hay también un gran proyecto en radio que estimulan Alfredo Molano, Antonio Morales, Gladys Jimeno, que también va para adelante. Hay conciencia de que el Polo no puede seguir sin comunicación eficaz con las bases, y por fortuna ustedes ya nos han mostrado el camino.

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