El funcionario vaticano se entremete en asuntos y leyes de Colombia, violando nuestra soberanía.
Complicidad
Pero no se inquieta
El funcionario López, que funge como defensor de la fe, las buenas costumbres y la moral familiar, desconoce la angustia, el hambre, la miseria, el desempleo, la inseguridad social y económica de los hogares colombianos y de los pobres de
Relaciones oscuras con el narcotráfico
López Trujillo, en coro con su colega Pedro Pubiano, trata de malhechores a los médicos que hacen su trabajo y atienden la salud de la niña. Los jerarcas saben quiénes son los reales malhechores. Recordemos las andanzas del inquisidor López Trujillo en
El proceso de paz con los paramilitares
No menos grave es la actual situación de los jerarcas, en entredicho por apoyar la farsa del proceso de paz con los narcoparamilitares, ya que éstos no se arrepienten de las masacres a mansalva de campesinos ni de la expropiación de sus tierras ni de tantos asesinatos de colombianos que luchan por su vida. No han querido confesar y menos reparar. Estos sujetos sicariales se burlan de
Dios y el dinero
Creo, como otros hermanos de fe, que estos jerarcas aman el dinero y viven engolosinados con el poder. ¡No nos llevarán al Cielo porque no están en comunión con nuestra fe! Su testimonio deja mucho qué desear. ¡Desdibujan la palabra de Dios aquí en la tierra! (Mt 20:24.28, Mt 6:24).
¿Y el derecho a la igualdad?
El celibato
¡Llega, pues, la hora de cambiar la situación de celibato obligatorio en la iglesia católica! Y no aceptamos más esta situación ni el encubrimiento de la jerarquía eclesiástica. Exigimos perdón para las familias; que se entreguen a la justicia de cada país para se les juzgue por transgresores de las órdenes de Jesús (MT18:5), de la justicia de los hombres y del amor de Dios.
El mejor servicio de estos jerarcas al cristianismo, a Jesús, a la familia humana, sería renunciar al estilo de gobierno y de vida que llevan; dejarse transformar en verdaderos seguidores, escuchar, ver, comprender los signos de los tiempos ¡y este es tiempo de cambio! No se queden mirando atrás, añorando la época medieval, que ya no volverá. Deben optar realmente por los pobres, sin utilizarlos como adorno, como negocio que produce utilidades.
La lucha por los pobres de la tierra fue y es una vivencia de Jesús el carpintero; es una orden del espíritu; es una vieja ley de Dios. A los católicos del mundo les pedimos que a los sacerdotes no les volvamos a decir padres porque padre hay sólo uno. Digámosle mejor “hermanos”.
A los sectores que gobiernan
Democratizar la iglesia católica
A los detentadores del poder eclesiástico les ordenamos que transformen sus colegios y universidad- des en centros de educación popular porque también fracasaron por falta de misericordia, por la insensibilidad social que muestran y representan. Exigimos una verdadera democracia en que participen las mujeres; donde no haya un Papa sino una “asamblea popular” gobernada por padres y madres de familia que representen los sueños, el amor, la fe y el trabajo de los católicos pero también de los hombres y mujeres de
¡Qué el diálogo entre todas las religiones del mundo empiece ahora! ¡Qué vuelvan de nuevo los sacerdotes y laicos perseguidos por la jerarquía autoritaria y ultraconservadora que hoy se asocia al imperio norteamericano!
¡Con nuestras mujeres nos haremos cargo de reconstruir las comunidades! Se nos abrirán nuevas puertas, construiremos nuevos caminos, caminaremos con Jesús Obrero. ¡El Dios Padre de la vida y la justicia estará con nosotros!
Leave a Reply