Sus estructuras arquitectónicas constituyen parte de nuestro patrimonio nacional, gran monumento de piedra y cal que comenzó a funcionar en 1723 por los religiosos fray Juan Barba y Antonio González de Lugo. Pero todo ello no valió, ni siquiera fue argumento que en dichas instalaciones también se investigara y que fuera sitio de práctica para estudiantes del área de la salud.
La liquidación, como un cáncer, se diagnosticó cuando el Consejo de Estado, con un fallo en marzo pasado, dejó sin piso jurídico a
El paciente fue sometió a falsa intervención administrativa de
Así las cosas, el gobernador de Cundinamarca hizo pública su intención de liquidarlo. Pero todo hace parte de la política nacional que pretende el cierre de otros 20 hospitales regionales, ahondando la crisis de la salud pública y dificultando aún más la atención de aquellos que no tienen cómo cubrir el gasto de sus enfermedades porque no clasifican para el Sisben, pero tampoco tienen cómo cotizar un régimen contributivo. Ahora, ¿dónde nacerán sus hijos?
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