Eln y Gobierno-Estado: en una mesa frágil

En suspenso. Pendiente. Enredada está la Paz, sobre un mapa incompleto y fragmentado de la Nación. Apagada por un conflicto armado que no escampa, en medio de un entresijo de malevolencias y exclusión, discriminación, marginaciones. Hambres e indignación y acaparamiento de la tierra. Asi como, de acciones repletas de resentimiento, delito común, degradación del conflicto armado y reconfiguración y ajuste del territorio de la violencia armada a los eslavones iniciales de la industria trasnacional del narcotráfico. A todas estas, para respirar la PAZ y agotar los lutos hace falta más de lo que falta… Para verla como el cimiento sólido de país y de Nación.

Inquieta, con más de un interrogante, que en Nuestra América, pasado su primer momento de novedad política, tras el portón abierto en –Venezuela (1998), los “progresismos” o resonancias de la izquierda no ganan en primera vuelta. Con el paso de los días, el reclamo en las conversaciones de la gente pone adjetivos en el tiempo de la espera. A ritmo lento en el Congreso, la reforma de la salud y el paquete del “cambio”, están pendientes… habrá una decisión del Consejo de Estado y la Corte Constitucional, acerca de un “vicio de procedimiento” en la forma de aprobarlas.

Al Eln desde dos aceras, con odio “asesinos” les dicen muchos, y “justicieros” o intolerables, “encerrados con retraso en los 60, 70 u 80” otros. En los preámbulos del Tercer Ciclo de la Mesa, el expresidente Santos dice que “toda negocación de paz exige garrote y zanahoria” e Iván Duque, alza la voz: “sin dar de baja a Antonio García y a Pablo (Arauca) no será posible un acuerdo con el Eln”. Por su parte, el presidente Petro y su par Nicolás Maduro acordaron tenderle al Eln un “cerco militar” en la frontera.

De fondo, las anteriores afirmaciones sacan a relucir que así sea con la colaboración gringa, y dada la estructura guerrillera y no de ‘ejército’ que tiene el Eln –diferente a las Farc–, las FF.AA. no tienen, hasta ahora, la inteligencia de combate-ubicación y el “dispositivo militar” eficaz para forzar al Eln a que entregue las armas, como sí lo tuvieron con las Farc.

En rigor, el marco de la situación obliga a trabar una entrevista a fondo con el Eln, acerca de sus caracterizaciones y posturas de conducción estratégica medular y del proceder táctico, como guerrilla irreductible en no perder su bando y su finalidad original… De este modo, el comandante Antonio García pega adelante y marca territorio cuando anuncia el requisito de “ver el cambio” con que participan en la Mesa: El gobierno de Santos y el actual han dicho que construir transformaciones requiere mucho tiempo. Ojalá no sea tanto. En este particular nos cobija un contexto del país en el cual, con su discordancia y rebeldía, a Antonio García –comandante de la guerrilla elena–, hay mucho que preguntarle.

Nota: Entrevista realizada en el mes de mayo de 2023.


Omar Rodríguez (OR): Permítanos una pregunta de introducción. Cuando usted fija un inamovible “[…] es muy peligroso ponerle plazos para llegar a un Acuerdo de Paz”, ¿no toma en cuenta que, tanto para el grueso de la opinión general como para provecho de la gobernabilidad del Presidente, el tiempo debería ser pronto y sin demora, por qué no?

Cmdte Antonio García (CAG): Si la paz sólo se tratara de la desmovilización de un organización alzada en armas, el tiempo no sería el problema, cualquier tiempo sería bueno, es lo que ha acontecido en el país. Se han dado varias desmovilizaciones y en esencia el país no ha cambiado, los desmovilizados se han vuelto parte de la institucionalidad, unos en agrupaciones políticas electorales, otros agentes del DAS o en los paramilitares como aconteció con el Epl, otros contratistas del Gobierno haciendo investigaciones o estudios; en últimas todos ellos funcionales al régimen político. El tiempo es sólo una de las tantas variables que construyen nueva realidad en las sociedades. Hay otras que son fundamentales: la calidad de vida de la gente, la participación de la sociedad en la toma de decisiones en la construcción de futuro. De los meros afanes solo queda el cansancio.

OR. … Además del factor tiempo, ¿cuáles son otras variables que deben analizarse?

CAG. La paz no es un objetivo de grupo o de una organización, sino de país, de la sociedad; pues el alzamiento armado se origina en el bloqueo a las transformaciones de fondo que la sociedad exige. Pero el régimen político no tiene ni la voluntad ni los instrumentos para hacer de Colombia una sociedad dialogante, que pueda resolver o tramitar sus conflictos por la vía del diálogo. Para la muestra un botón, a Petro y Francia Márquez, la dirigencia social les entregó, un día antes de asumir el gobierno, los acuerdos incumplidos en las jornadas de lucha del 2021, pero luego de 9 meses todo sigue igual, y el único camino que queda para la gente es la movilización, la protesta; y el Gobierno no logra articular respuestas distintas a las tradicionales: represión y “mamadera de gallo”.

OR. ¿Ante esta repetición del gobierno Petro, en dónde reside el fondo de la paz?

CAG. Radica, por supuesto, en hacer cambios sustanciales en la forma de tramitar y resolver los conflictos sociales; en resolver los problemas que devienen del mal tratamiento a la protesta social: liberar a los presos políticos, pero aún hoy, eso no se ve por ningún lado. Es lo que tratamos de hacer en las conversaciones o diálogos con el Gobierno, construir acuerdos para que esto cambie.

OR. Para aproximar todo el contexto, el antecedente inmediato, y las referencias de la situación con respecto a la paz sin adjetivos ni apellido, y sin propietarios, toca preguntar de tajo: ¿por qué el Eln no corrió a firmar a una o paralelo a la guerrilla Farc?

CAG. La negociación con las exFarc se diseñó con la estrategia de excluir al Eln y luego obligarlo a aceptar dichos acuerdos. Fueron muchos los analistas los que nos dijeron que nos iba a dejar el tren de la historia, y los elenólogos fueron los más destacados en opinar. De esto nos enteramos cuando ya la Agenda estaba pactada, y se filtraron preacuerdos, sin que se hubiese discutido nada, se hicieron los locos o así querían que fuera. Había un afán en las exFarc para capitalizar la desmovilización en las elecciones de 2018, pero resultó un fracaso. En ese modo, no se contó con la participación de la sociedad en el examen de las realidades del país y junto con ella buscar los cambios esperados. Las exFarc seguían pensando que eran la vanguardia, como lo hicieron a lo largo de su historia.

OR. ¿Puede mencionar otros puntos en los que se actuó de manera equivocada…?

CAG. Al final los acuerdos se enmarcan en una visión reformista, ni siquiera de reformas, sino que siguen siendo funcionales al régimen político. Por ejemplo, primó resolver la situación jurídica de sus combatientes, dejando en un segundo plano a sus presos y los presos por motivos de la lucha social, de ambos lados siguen presos. El reformismo es seguir buscando soluciones con los mismos instrumentos y de la misma manera. Nunca se puede esperar resultados distintos si no se cambia la forma de hacerse. Es equivocado tratar de reconstruir una carretera, cuando desde su trazado se hizo mal, así se quiera mostrar que está pavimentada; en este caso, tampoco tiene pavimento.

OR. Desde su lugar de alineamiento doctrinario revolucionario, con ese situarse a un lado y no firmar un acuerdo, ¿cuál obstáculo cree que le evitaron a las fuerzas populares y del descontento, y cuál ventaja orgánica y de influencia obtuvieron como Eln, o acaso ninguna?

CAG. Insisto, un acuerdo no se firma sino que se construye. Nosotros como Eln no participamos en esas discusiones, primero porque nos excluyeron como estrategia, luego quisieron imponernos dichos acuerdos, y por último nos amenazaban con ellos. Hagamos una claridad, el Eln se guía por elementos de filosofía o cosmovisión y ciencias; por análisis de la realidad que configuran políticas y estrategias, y ellas concluyen y definen tácticas que orientan la acción política, social, militar, económica y cultural. Las Doctrinas se encargan del cómo llevamos a la práctica el que: la política, las estrategias. En el Eln no rezamos manuales, construimos nuestro pensamiento y nuestras estrategias.

OR. … Entonces, ¿la conversación en la Mesa no los deja intactos sino que les introduce elementos de estrategia y táctica que ustedes se ven obligados a encuadrar?

CAG. Nosotros hemos sido claros, sólo respetamos acuerdos en los que hemos participado voluntariamente en su discusión, y donde la Comandancia en pleno autorice dicha participación, como ha acontecido en todos y cada uno de los procesos de diálogos donde está la orientación del Comando Central. Ninguna negociación se hará por fuera de su autorización, en tanto es el organismo de conducción política autorizado por todo el Eln. El alzamiento popular que viene desde 2019, que pasa por el 28A es la reafirmación que luego de la desmovilización de las exFarc, la inconformidad de la sociedad sigue intacta, incluso fue superior a otras épocas, los gobiernos no han cambiado en la forma de tratarlas y esa realidad es la razón de fondo del alzamiento armado…

OR. … un trasfondo que no se alteró con la mera elección de Gustavo Petro. ¿Hasta aquí se podría concluir que la Paz no es el resultado de la ambición personal de nadie?

CAG. Siendo candidato Gustavo Petro llamó a dejar la movilización para que fuera el Parlamento quien definiera soluciones, pero hasta hoy, siendo Presidente las soluciones no llegan. Por eso mismo lucha la guerrilla, por cambios para la gente, pero la protesta no es escuchada, la represión es el método de control de los gobiernos y a la vez se ha vuelto solución sistemática de estos gobiernos. La insurgencia armada es el recordatorio que la lucha social no está siendo atendida y que el régimen político no ha cambiado por cuanto su forma de ‘atender’ las demandas sociales sigue siendo la misma.

OR. En la conducción original de las Farc bajo Alfonso Cano había el fundamento de una dejación de armas durante varios lapsos seguidos. ¿Hasta que punto el acuerdo de La Habana habilitó el recurso de una retirada táctica/estratégica para asegurar y avanzar desde el campo popular en desventaja, la disputa por la “iniciativa política”?

CAG. Conocí a Alfonso Cano en las conversaciones en Caracas en 1991 y en México en 1992, en medio de las diferencias entre organizaciones, pudimos mantener un punto de vista unificado en la Mesa con el Gobierno. No puedo dar una opinión sobre ese planteamiento, pues nunca se lo escuché a él. Si conocí esa argumentación del M-19 y fue factor decisivo en la sin salida militar luego de los intentos fallidos de pasar a la regularización de la guerra, la idea era esa: retomar “la iniciativa política” por medio de la negociación. Lo que sí conocí fue la estigmatización que se hizo de Alfonso Cano en el Secretariado de Farc luego de Tlaxcala, pues decían que se había “elenizado”, por el hecho de mantener un trato respetuoso entre organizaciones.

OR. …concebida esa maniobra por el lado Farc, qué cree el Eln que pasó tras la captura y caída de cano, ¿una lectura desteñida para respaldar la reelección de Santos, una firma ‘apresurada’ que activó varios frentes de disidencia/permanencia?

CAG. Se han hecho varios análisis, pero la conducta de una Organización no la determina un individuo, sino su historia colectiva. Estamos en mora de hacer un análisis del movimiento revolucionario, de sus orígenes, sus concepciones, sus prácticas. Quizás el Eln es la única organización que no nació ni de un partido político ni de una división, sino de una confluencia o encuentro entre el movimiento social y la juventud revolucionaria. Apareció así, que le apuntó a corregir los errores cometidos por otras organizaciones armadas que trataron de construir guerrillas contando con grupos bandoleriles o guerrillas liberales. En caso el de las exFarc es una historia cruzada con el Partido Comunista y sus expresiones políticas y sociales. Esa imbricación tuvo sus costos tanto en el plano estratégico como en el táctico. Al final las Ex-Farc tuvieron que dotarse de un partido propio.

OR. …soñar no cuesta nada.

CAG. …Los dirigentes de las exFarc pensaban que la negociación de ellos podía ser más exitosa que la del M-19, y por tanto se podría capitalizar políticamente a través de una Asamblea Nacional Constituyente. En el intercambio que hicimos con ellos en Cuba en 2015, donde el Gobierno colombiano nos llevó casi que obligados, les dijimos que eso era equivocado. En política no funciona la regla de tres: si yo soy más grande obtendré mayores resultados. He dicho en otras oportunidades que las exFarc fueron llegando a este escenario en la medida que el cumplimiento de los principios de la guerra se fueron embolatando: Voluntad de vencer, libertad de acción y concentración de esfuerzos y propósitos. Y en medio de la negociación colapsaron.

OR. …un colapso que no significó el punto final de la lucha armada.

CAG. El alzamiento armado no resulta como objetivo o capricho de un grupo de personas o de una organización, sino que es una misión que entrega la sociedad, tal como lo dice el Derecho a la Rebelión: es un asunto de una sociedad o de parte de ella, y es ella quien resuelve el alzamiento armado, construyendo un nuevo consenso social, mediante el cual los conflictos de la sociedad pasen a resolverse de otra manera.

OR. ¿…Quiénes son tus enemigos? ¿Quiénes son tus amigos? Esta es la pregunta más importante para la revolución (Mao). Dos preguntas obligadas para la mejoría en la construcción real, amplia, popular y con vigor de un pueblo en mayoría. No solo de la numérica de votos, para que el cambio desamarre una dinámica propia y origine e imponga una fuerza moral. Tener de verdad una calidad de mayoría, necesita un “sujeto activo” y mestizo de gobierno y participación, con raíz territorial y con la autonomía reivindicativa de los movimientos haciendo un entrecruce de textura horizontal. ¿A partir de este concepto o con uno suyo diferente, cómo traza el Eln la raya que separa a uno y otros, a los amigos y a los enemigos?

CAG. Los amigos o los enemigos en el curso de la historia no los escoge uno. Ellos se manifiestan en la realidad de la vida, y no es un ejercicio teórico o por categorías prefijadas, hay que apoyarse en la investigación social, pero siempre se parte de la vida. Todo proyecto de cambio, de transformaciones sociales se origina en las luchas que dan sectores de la sociedad que son desconocidos o marginados por el Estado o el Régimen político, y de acuerdo a como fluya esa lucha o sea bloqueada se configura la fuerza que tratará de liderar o acompañar la lucha de la gente, de las comunidades. Si el tiempo pasa y las protestas sociales no son escuchadas debe desconfiarse de dicho Régimen político, y de los gobiernos que ejecutan sus políticas.

OR. …Les parece que cabe detallar el concepto su “sujeto activo” de gobierno?: Un sujeto indígena, negro, campesino, informal, con las clases medias, los humildes y los que llegan al final de mes pelados. Un sujeto que rescate el arraigo, los mitos y el saber básico universal con sello de colombianía y, la “diferenciación” acumulada en el espiral de la cultura y a lo largo de las luchas.

CAG. …El proyecto con el que se identifica el Eln es la construcción de una Nación democrática y soberana, donde los actores son: los desposeídos, los explotados, los trabajadores de la ciudad y del campo, las mujeres, los jóvenes, campesinos, los pueblos indígenas y comunidades negras, precarizados, todos aquellos que colocan por encima el interés social al personal. Este es un proyecto que sin negar lo privado le da más peso al interés público y social. En el fondo aspiramos a una Nación Social, no a aun Estado nación. Los enemigos no los escogemos, son los que bloquean y reprimen las luchas de las mayorías, y los que se benefician del actual orden social que defienden.

OR. Sin ustedes sentirse equivocados en la vía de “llevar la guerra a la ciudad” con un contenido de “resistencia” que fue adoptado en los dos últimos congresos del Eln, ¿el Comando Cenetral –Coce– sigue creyendo que fue acertado escoger como blanco de una operación con explosivos a la Escuela de Policía General Santander?

CAG. No lo dice el Eln, varios analistas sobre conflictos armados y guerras han concluido que fue una acción lícita. Las Fuerzas Militares y de Policía habían realizado varios ataques con bombardeos a campamentos del Eln, donde lanzaron bombas de manera descomunal, en uno de ellos usaron 39 bombas. Qué diferencia hay entre una escuela o campamento de la Guerrilla y una instalación como la Escuela de Cadetes, más expuesta está nuestra gente. En una guerra se sufre de ambos lados, yo no puedo festejar o vanagloriarme con el dolor de la otra fuerza contendiente, para eso está el honor militar, sólo decimos que fue una acción lícita.

OR. Hasta ahora, el Eln no le pide a La Habana que funcione como sede permanente de la Mesa, dado que Cuba –conforme a sus intereses de Estado–, sólo admite ese carácter, bajo el compromiso de que la guerrilla prometa firmar un acuerdo –así se lo exigieron a las Farc–.  ¿Cómo sustenta el Eln su posición de mantener la negociación en una “sede móvil”?

CAG. Eso es sencillo, fue el diseño que se acordó con el gobierno de Santos. Es un acuerdo soberano entre las partes, y debe ser en América Latina, donde sus países aporten a la paz de Colombia. Noruega entró a solicitud del Gobierno colombiano como contribución de Europa. Existen dificultades para que las negociaciones sean en otro continente, pues no hay reconocimiento político claro para el Eln, y la Unión Europea tiene al Eln en su lista como organización terrorista, así las cosas su participación será en otros asuntos donde no se cuente con su territorio.

OR. Alguien muy allegado al Equipo Negociador que encabeza Otty Patiño, dice que “el gobierno le está dando todo lo que quiere al Eln: “eso se ve en las consultas, en la participación social de las comunidades afectadas, en los alivios humanitarios locales y de sus guerrilleros presos… ¿qué más quieren?”. ¿Para el Eln es esto cierto?

CAG. No es así, pues en una mesa se construyen acuerdos con la participación de las dos partes. Nadie está obligado a aceptar las propuestas de la contraparte. El proceso de construcción de un acuerdo es complejo, debe tenerse en cuenta que las dos partes tienen ideas y propuestas; quien tenga más capacidad para escuchar a la contraparte, tendrá más ventajas, pues puede ayudar a componer acuerdos. Los alivios humanitarios poco se han cumplido al igual que lo referido a los presos con situaciones críticas de salud, que para ser atendidos no debería necesitarse ningún acuerdo, pues es un asunto de humanidad.

OR. Antes de la primera vuelta electoral del 2022, el Comandante Antonio García escribió con respecto a Gustavo Petro y a su fórmula de Pacto Histórico que, “…serán gobierno, no tendrán poder y serán pasajeros”. Pasajeros dijo, ¿Con ese adjetivo, usted preveía un gobierno frágil en la promesa de cambio urgente?

CAG. El Gobierno del Pacto Histórico no cuenta con mayorías propias en el parlamento que le permitan definir políticas con autonomía, por eso está obligado a realizar alianzas o coaliciones; y cuando esto fracasa el Presidente convoca a la movilización buscando apoyo; pero él mismo había dicho en el momento de lucha en 2021, que eso se resolvía en el parlamento. Al final resultó que no hay la suficiente fuerza para lograr reformas de fondo. No festejo esa realidad, sólo la reconozco. Y nos preocupa, por cuanto se está contando con las fuerzas políticas que siempre se han opuesto al cambio y son las que han usufructuado las mieles del poder.

OR. Toca remarcar, ¿podría tener lugar un revivir de las “primeras líneas” o el Eln aspira a participar de un eje que llene el vacío de una condición pasajera del Gobierno?

CAG. La existencia de las “Primeras Líneas” ni depende ni ha dependido del Eln.Ellas son, una expresión de protección propia y autónoma de las gentes que protestan o se movilizan. El Eln no tiene aspiraciones a estar en el Gobierno, pues es con quién estamos tratando de negociar, y tenemos claro que esta no es una negociación de “yo” con “yo”. Consideramos que la negociación de fondo es con el Régimen Político y el Estado.

OR. Sin tener una bancada mayoritaria, lo cual fuerza a “necesitar coalición”, ¿El mero triunfo electoral en el orden convencional no obtenido en la primera vuelta basta, es suficiente, para considerarlo el “punto de inflexión”, de ruptura con lo establecido; y en el que la conciencia de la población y el estado de la situación general cambian de tendencia?

CAG. El Eln no se queda en el análisis electoral, si un gobierno que se propone cambios no cuenta con una mayoría parlamentaria, difícilmente podrá gobernar; ahí, en esa composición parlamentaria se da una expresión del Régimen político que habilita o niega al poder ejecutivo. Las otras expresiones están en los otros poderes y el liderazgo armonioso del poder económico. Las posibles reformas del Gobierno de Petro van a depender si se apoya o no en la gente, si se la escucha o no, si se crean otras formas de participación de la sociedad. Por ahora lo que le está funcionando al Gobierno son las coaliciones flotantes con sectores liberales y otros sectores funcionales a la vieja política.

OR. Así visto, qué dice el Eln: ¿Ya está maduro y diáfano el momento de tensión, de definición y desenlace revolucionario, como lo prevé la teoría estratégica general? O si no, ¿cuáles son las características puntuales del actual momento?, cuando las organizaciones políticas, guerrilleras, los movimientos sociales y el activismo académico no analizan en debida forma la ausencia de un “sujeto activo de gobierno” y transición, con “participación popular”. No de poder popular dual, pues en el momento prima una “correlación de fuerzas” desfavorable para un todo o nada radical.

CAG. El Estado, los sectores de poder económico y político, así como Estados Unidos tenían el cálculo que una vez desmovilizadas las Farc, el Eln era pan comido, y que vendría un nuevo momento de estabilidad política donde las diferencias en los sectores de poder se podrían resolver o aclarar para configurar un bloque dominante, o un pacto para darle estabilidad a la conducción política. Sin embargo, las razones del alzamiento armado están en el fondo del conflicto social aún sin resolver, y eso fue lo que explotó de manera creciente y recurrente cada vez con más fuerza. En la actualidad hay una especie de receso, de “calma chicha”. La derecha se equivocó al meter a Rodolfo Hernández para que le quitara votos a Petro y terminó ganándole a Fico. Así, se quedó sin candidato propio, fue víctima de su estrategia electoral. De ese tamaño son las diferencias en los sectores políticos de poder.

OR. …esa calma cierra o abre más el panorama desde lo popular.

CAG. …El Gobierno tiene dos caminos: tratar de impulsar unas reformas negociadas con los sectores burgueses, como lo  viene haciendo y así paliar un poco las expectativas de cambio en la sociedad, ahí hay un punto de encuentro entre los integrantes formales del PH y los partidos tradicionales, pero sale afectado el movimiento social. El otro camino es acercarse más al campo popular para impulsar reformas más de fondo. El tercer camino sería plegarse al proyecto de derecha, que llevaría a la muerte política del Pacto Histórico. Entre más se pliegue a las alianzas de derecha, el movimiento social se va a activar con más fuerza. La sociedad espera cambios de fondo, si no llegan, volverán los momentos de lucha masiva vividos en 2021.

OR. En la mayor parte de la gente que habita en las grandes urbes, las medianas y pequeñas ciudades y las cabeceras municipales, la “reivindicación de la paz” no es preponderante ni de urgencia diaria. Un aprieto grande para el efecto de popularidad del Presidente y, a su vez para el eco de “diálogo nacional” últimamente defendido por ustedes. ¿Cómo valoran y explican, si la comparten, esta realidad, y cómo y con cuál iniciativa se rebajaría la desconexión entre opinión en la calle  proyecto de paz?

CAG. Para el Eln la solución política, la paz, implica resolver las causas que originaron el alzamiento armado, que no es otra cosa que las razones por las que se moviliza y protesta la gente, así como superar el tratamiento violento del Estado a dichas protestas. Ese es el punto de encuentro entre la paz y las aspiraciones de la gente. La participación de la sociedad debe llevarnos a identificar los problemas del país que no han sido resueltos, como también a que sea distinto el trato a los conflictos sociales. La paz no es que la guerrilla deje las armas y que lo demás siga igual. Los problemas mal tratados o desoídos son tanto urbanos como rurales, así se manifestaron en las protestas masivas del 28A.

OR. En la llave de campaña candidato Petro-Roy Barreras se aseguraba a pie juntillas que ya había “mayoría en el Congreso”, para gobernar. Hubo aplausos al manejo y “la forma de hacer gabinete”, con “altura de estadista”. ¿Para el Eln pasar de un “gabinete de coalición” a uno “de amigos”, ¿calienta la calle y pone otro ingrediente de cercanía o distancia para la paz que demandan los territorios en conflicto?

CAG. Hay que ser realistas. Para gobernar con la actual institucionalidad se requiere contar con una mayoría parlamentaria pero, al no tenerla, se depende de los acuerdos hechos con los partidos políticos para contar con ella y, por supuesto, de configurar un gabinete teniendo en cuenta esa coalición. Por tanto, las reformas tendrán el tinte de la coalición, eso ha generado crisis, pero se sigue en el mismo camino. No es extraño que las alianzas protegerán los intereses económicos y políticos de las agrupaciones participantes en la coalición. Entonces, sólo un giro en la opinión nacional y de la voz de las mayorías que no están en el parlamento abrirá una opción al cambio.

OR. Qué proyección hacen ustedes acerca de la próxima coyuntura. ¿De cuál color será el próximo presidente del Congreso? ¿Recuperará o hasta cuál cifra –28, 30 … por ciento– llegará el descenso en las encuestas del Presidente? ¿Con diferente signo y margen de disturbios, en el país brotarán uno o dos actores de calle?

CAG. No andamos en cábalas para el parlamento, lo esencial se moverá en las líneas que he señalado, es igual que para pasar un rio, se pasa nadando, se construye un puente o se pasa en canoa, otro diría se usa un helicóptero; todo depende de para qué, los ritmos de uso y sus costos. Se habla de la caída en las encuestas. Todos los partidos y movimientos políticos piensan en las elecciones regionales, como un estribo para ubicarse en posiciones favorables para las nacionales, de Presidente y Parlamento. Con ese interés se ve la bandera de la paz, que tanto puede capitalizar para las elecciones, la conveniencia de un cese de fuegos u otras iniciativas que salgan de la Mesa…

da. …¿En las elecciones por venir, el Presidente pondrá mayoría en las entidades regionales, y qué proporción pueden alcanzar cada una de las “tres vertientes” políticas de país?

CAG. Estamos viendo que la transición en Colombia es distinta a las de otros países del continente, los resultados de las elecciones no cambian mayormente la dinámica política, pues sigue la inercia del Régimen político. Esos tres grandes bloques políticos, para simplificar, vienen desde cuando la Constituyente del 91, el futuro de Colombia no depende sólo de leyes o de elecciones; sino de qué tan presente esté la sociedad en la construcción de su futuro.

OR. En particular, el conservatismo, la “centro derecha”, la “derecha extrema”, y una “tercera generación” de paramilitares, ¿tienen capacidad de conjura, ambición de golpe de Estado? ¿Esta reacción cuenta con espacio internacional y el apoyo de factores de los Estados Unidos?

CAG. Mientras el actual gobierno no amenace el Régimen político, la institucionalidad, no se necesitarán otros niveles de intervención de Estados Unidos y la Derecha del país. Hay entendimiento entre Estados Unidos y la Unión Europea con Petro, eso quiere decir que hay una agenda “reformista” que será tolerada por ellos. Si se avanza en reformas más de fondo, se necesitará más pueblo, más sociedad excluida, y esa alianza será la que podrá sustentar un proyecto de país distinto, no estamos hablando de socialismo ni comunismo, sino de auténtica democracia.

OR. En la dudosa factibilidad de un escenario de complot, y en el desafío por lograr la notoriedad o “equilibrio de fuego” que reclama una posición negociadora en un conflicto armado irregular, y sin que nada los levante de la Mesa, ¿cuál carácter e intensidad operativa calcula el Eln ante un quiebre o prolongación sin fecha de las conversaciones?

CAG. Jamás la apuesta del Eln ha sido como aparato armado. Nuestra apuesta es con la sociedad, con el pueblo, pues no defendemos interese distintos a los que tenemos la mayoría de los colombianos. Desde luego que tanto el Estado como el Eln nos preparamos para cualquiera de los escenarios de futuro, pues si bien estamos comprometidos por una salida de paz, no depende de nosotros. No vemos un manejo mediático mesurado que nos lleve a descuidarnos, tampoco en lo que se filtra como propósitos para aniquilarnos. No somos de hacer cábalas, será la realidad la que nos guíe.

OR. En tono de última pregunta y de dar las gracias por sus respuestas –sin tapar que muchos gestores de opinión rechazan la sucesiva presencia elena en mesas de negociación– , ¿el Eln podría corear un “no venderse, no rendirse, no claudicar” como dice el zapatismo?

CAG. El Eln jamás ha tenido relación alguna con el zapatismo, no sabemos si practican lo que se menciona. El Eln está comprometido con los cambios para Colombia, para los más humildes, para los desposeídos, que haya pan, salud, trabajo, tierras, respeto para sus vidas; que no se use la violencia para reprimir sus luchas, y sobre todo para que se escuche su voz y ella misma moldee su futuro. Lo demás es carreta o discurso barato, argumentaciones distanciadas de lo que vive la gente del pueblo. La misión del Eln es acompañar siempre las luchas del pueblo.

Empeñada su palabra con esta última oración, flota la pregunta de si el CAG…tiene en mente “que la paz no se convierta en una tregua para que el régimen consolide… el privilegio”*.

*Fidel. Al salir amnistiado de la prisión de la Isla de Pinos. Domingo 15 de mayo de 1955.


Tras numerosos intentos…

La mesa se dio maña para soltar lo máximo dentro de lo posible

Tal como es de admirable el que da su vida por servir a una gran idea, es abominable el que se vale de una gran idea para servir a sus esperanzas personales de gloria o de

poder. […] Sin el espíritu del país, toda la labor

revolucionaria es vana. José Martí

En la ceremonia de La Habana, la Vorágine de José Eustasio Rivera se robó el protagonismo y el cese de fuegos no fue a los “tres meses de posesionarse” Petro, como había prometido en la Campaña. Un cese, que sigue en espera de gradualidad, preparativos… y alistamientos… según reza el texto finalmente firmado.

El futuro de la Nación y de la PAZ apenas tiene el agua tibia. Escalado ya el Tercer Ciclo de conversaciones, destaca en forma sorpresiva, significativa, y a la vez nerviosa o aventurada, que en los Acuerdos de La Habana (dos) se añade una promesa que podría ser funesta: fijar y adelantar una fecha, el 2025 como final de la confrontación armada. Ocurrencia tal vez vanidosa, con aire de predestinación por el lado oficial, y de concesión arriesgada, sin convencimiento por parte del Eln. Por esos días, no sólo con la personalidad del Presidente y su alrededor de influencia insuficiente, ¿cuáles asuntos, factores y correlación en la opinión condicionarán o favorecerán ese momento?

Desde aquí a 2025, el país podría ser testigo de la conformación en la gente de «tres radicalizaciones» en la calle, junto con una cuarta postura de «expectativa» con articulación. Todas y cada una de estas, cuentan con representación válida y con activismos y sectores motivados en el pueblo (Ver adelante).

Aunque en sana lógica debe ser total o no es la paz, aquí sucede y pasa que cada presidencialismo le pone un nombre a la dejación de armas y la celebración central que ocurre en su periodo. La PAZ en mayúscula necesita que se firme entre enemigos, no entre un contendiente y un amigo, como discurrió con Santos. Atinente al tema, y a la próxima coyuntura, a modo de tres piezas para armar a gusto, con la extensión limitada que aquí cabe, veamos:

–I–

A la piscina de la Paz y la Colombia segura, le falta agua… En la ceremonia del final del ciclo, los comandantes Antonio García y Pablo Beltrán dieron muestra de aumento en sus habilidades diplomáticas y que la guerrilla no tiene prisa. En efecto, guardando pareceres distintos, sin polemizar con el Presidente el Eln mantuvo sus exigencias. Con dos frases marcan la cerca que tranca por mucho tiempo, un paso definitivo y no del corte tradicional de una desmovilización para la «solución política» del conflicto. Al respecto dijeron que hasta ahora, “acordamos procedimientos (…) aún no hemos tocado los asuntos sustanciales” y, reforzaron en seguida: “si este no es el acuerdo que asuma el conjunto de la sociedad, se nos quedará en el papel”. Así y todo, el Tercer Ciclo de las conversaciones avanzó un buen tranco. Lo hizo, en cuanto llegó al borde, a la superficie de sus dos grandes determinaciones: a) la participación social y b) el del cese de fuegos bilateral y temporal por 180 días. Sinembargo, sin que haya otro ritmo y color del cambio requerido y. sin unas medidas que den vuelta a la naturaleza excluyente y persecutoria del régimen, no habrá Paz… dice y requetedijo el Eln, en el cierre del ciclo. Ellos, en una piscina sin agua no se tiran.

–II–

Al 2025, lejos estará Colombia del desvanecimiento de las contradicciones y distancias que existen entre los sectores sociales y los grandes intereses económicos y multinacionales. En medio de la actual circunstancia –un gobierno entre tradicional y nuevo–, el país a mediano rato puede afrontar tres «radicalizaciones» dotadas de ‘discurso’. Serían a saber: 1. Al final de su intervención en La Habana repleta de saludos, el comandante Antonio García hizo especial énfasis cuando graduó al Eln como “representación de la rebeldía armada del pueblo”. Al parecer, un título ganado tras 60 años de clandestinidad y guerrilla. Cierto o falso, esto constituye una «definición estratégica» con efectos y contenido de acción táctica para el momento. Con esta ‘encarnación’, el Eln no rebajará en la consigna de «potenciar los intereses del pueblo». Y, en tanto es esperanza con sentido de revolución encaminada, crear y subvertir la forma social conocida y el tiempo establecido de hacer gobierno. 2. El Presidente como Jefe de la Colombia Humana/Pacto Histórico –la inobjetable “mayoría histórica y nacional”, según sus miembros y adherentes, con deseos de gobernar hasta 2026-2030 cuando menos–, reitera y pide en la plaza pública que su electorado lo apoye y asuma en la calle el poder de “fuerza indignada”. El impulso que rompa la “(burguesa) independencia de poderes”. 3. La oposición política con un buen margen de representatividad tradicional que sobrevive, se manifestará de modo inevitable contra asuntos de desgobierno y contra el hegemonismo y la ambición de representación ‘eterna’ del pueblo. Un principio indeclinable de la izquierda militante. 4. A su vez, con escasa y ambigua articulación, y con algo de expresión en la abstención electoral, hay un sector popular que mira y compara, que no ceja en la expectativa por ver y hacer un «país distinto».

–III–

Es para aprender y no olvidar, la paz con las Farc no tuvo la opinión condescendiente para pretender y lograr una mayoría Constituyente. En este hoy con novedades, tampoco la hay. En el país, son distintas las geografías, sus urgencias y lecturas acerca de la Paz. Mientras que allá lejos, en las esquinas y territorios con frontera donde el conflicto armado y la exclusión han echado raíces, se sufre el conflicto con llanto de las niñas, con sepulturas casi diarias, con paso de noches a escondidas y con sacrificio de hogares y familias. Por allende abajo, donde es otra la atmósfera y el lenguaje cotidiano del conflicto, cuánto tiempo tarda desarraigar la trama armada. En gracia de una aproximación: por lo menos se necesita dos periodos de un ministro de Cultura, exorcizando a los jóvenes y a las muchachas con otro sentido de la Vida y de la Convivencia. Más por supuesto hace falta: el florecer de una economía alterna al cultivo y soporte del narcotráfico. Con absoluta diferencia, con fractura, son muy distintas para el conectar de Paz, a) las esquinas del mapa, b) la gran mayoría de las cabeceras municipales, c) las ciudades intermedias y d) las grandes urbes donde ponen ley las prácticas de los microtráficos. A todas estas, la Paz y la institucionalidad central no casan.  

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Información adicional

Autor/a: Omar Rodríguez
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: Periódico desdeabajo N°303, 18 de jun-18 de julio de 2023

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