Según la cadena Al Jazeera, un dron alcanzó el vehículo de la familia Haniyeh en el campo de refugiados de Al Shati, en el norte del estrecho y devastado territorio palestino.
El Ejército israelí mató este miércoles en la Franja de Gaza a tres hijos y a cuatro nietos del jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, quien advirtió que el ataque no cambiará las exigencias del movimiento islamista palestino después de seis meses de guerra. Israel confirmó que uno de sus bombardeos en Gaza mató a tres de los hijos de Haniyeh y los identificó como Mohamed, Hazem y Amir. En un comunicado, el cuerpo armado aseguró que eran miembros del ala militar del grupo islamista.
El ataque llega cuando Hamas se encuentra estudiando la última propuesta de tregua producto de las negociaciones en El Cairo, que según medios israelíes permitiría la liberación de 40 rehenes en Gaza a cambio de un alto el fuego temporal y la liberación de cientos de presos palestinos. El acuerdo no incluye el retorno de los palestinos desplazados a sus hogares o la retirada completa de las fuerzas israelíes, demandas clave del grupo islamista.
“Las posiciones de Hamas no cambiarán”
Ismail Haniyeh, que vive en Doha, Catar, anunció a la cadena Al Jazeera el “martirio” de sus tres hijos y algunos de sus nietos. Según la cadena qatarí, un dron alcanzó el vehículo de la familia en el campo de refugiados de Al Shati, en el norte del estrecho y devastado territorio palestino. En un comunicado Hamas confirmó la muerte de los tres hijos de Haniyeh y de cuatro de sus nietos.
“Este derramamiento de sangre nos hará aún más firmes en nuestros principios”, afirmó el máximo responsable de Hamas, que gobierna Gaza desde 2007. “Si el enemigo cree que atacar a mis hijos en el momento álgido de las negociaciones y antes de que Hamas haya dado su respuesta hará que el movimiento cambie de postura, se equivoca. Las posiciones no cambiarán”, agregó Haniyeh.
Basem Naim, jefe de relaciones políticas e internacionales de Hamas, dijo a Al Jazeera que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu está “haciendo todo lo posible para bloquear o socavar cualquier posibilidad de alcanzar un acuerdo de alto el fuego”. Naim planteó que Netanyahu está “bajo presión” de Estados Unidos, la comunidad internacional y la sociedad israelí, por lo que recurre a “utilizar todos los demás recursos sucios para asesinar a nuestros hijos, a nuestras esposas y a nuestros líderes”.
En un comunicado el Ejército israelí informó que “la Fuerza Aérea atacó a tres agentes militares de Hamas que llevaban a cabo actividades terroristas en el centro de la Franja de Gaza“. En el mensaje, las Fuerzas Armadas confirmaron que los tres supuestos milicianos eran Amir, Mohammad y Hazem Haniyeh, hijos del jefe del buró político de Hamas, que desde hace años vive exiliado en Qatar.
El bombardeo se produjo pese a los esfuerzos de los mediadores internacionales para alcanzar una tregua en los combates. También coincidió con el primer día del Aíd al Fitr, la festividad que marca el final del Ramadán. La guerra estalló el 7 de octubre tras el ataque de Hamas contra el sur de Israel que dejó 1.170 muertos, en su mayoría civiles, según cifras israelíes.
El movimiento islamista tomó también 250 rehenes, de los cuales 129 siguen en Gaza, incluidos 34 que se cree que murieron, según las autoridades israelíes. En respuesta Israel prometió terminar con Hamas, a la que considera una organización terrorista al igual que Estados Unidos y la Unión Europea, y lanzó una feroz ofensiva que ya dejó 33.482 muertos en Gaza según el ministerio de Salud del territorio.
Críticas de Biden
Israel volvió a bombardear el miércoles el norte y el centro de Gaza, entre otros el campo de Nuseirat, matando a 14 personas, incluido niños, según Hamas. Los países mediadores (Qatar, Egipto y Estados Unidos) esperan respuestas a una nueva propuesta de tregua en tres fases que presentaron el domingo a Israel y Hamas.
La primera contempla una tregua de seis semanas, el canje de 42 rehenes retenidos en Gaza por 800 a 900 palestinos encarcelados en Israel, el ingreso de 400 a 500 camiones diarios de ayuda alimentaria y el regreso a sus casas en el norte de Gaza de los desplazados. Hamas recordó la semana pasada sus exigencias, que incluyen un alto el fuego definitivo, el retiro de las tropas israelíes de Gaza, un aumento de la ayuda humanitaria, un regreso de los desplazados y un acuerdo de canje de rehenes por presos palestinos.
El presidente estadounidense Joe Biden, que el martes ya había criticado duramente la estrategia militar en Gaza del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo este miércoles que Israel no está dejando entrar la ayuda necesaria. “No es suficiente”, dijo Biden a la prensa luego de compartir una llamada con Netanyahu.
El expresidente estadounidense y precandidato republicano Donald Trump se sumó a la discusión y dijo que Biden perdió “totalmente” el control de la situación israelí. “Ha abandonado a Israel, ha abandonado totalmente a Israel”, dijo a la prensa a su llegada a Atlanta, donde tenía previsto un acto de recaudación de fondos.
Trump consideró que Biden “no tiene ni idea de dónde está ni de a quién apoya”, consideró que es una persona “con poca capacidad intelectual” y sostuvo que “cualquier judío que vote demócrata o vote a Biden debería hacerse examinar la cabeza”. Este mismo miércoles, en la Casa Blanca, Biden confirmó que continuaban las negociaciones un posible alto el fuego entre Israel y Hamas.
“El Aíd más triste”
Pese a las advertencias internacionales, el ministro del gabinete de guerra de Israel, Benny Gantz, insistió en que las tropas israelíes invadirán Rafah y volverán a Jan Yunis, de donde se replegaron la semana pasada. El Ejército tendrá que luchar durante años “en la Franja de Gaza, en Cisjordania y en el frente de Líbano”, agregó Gantz, precisando que “desde el punto de vista militar, Hamas ha sido vencido”.
El Ejército israelí asegura que Rafah, junto a la cerrada frontera con Egipto, alberga el último bastión del grupo islamista en Gaza. Cerca de 1,5 millones de personas se hacinan en esa localidad, la mayoría desplazados por la guerra según la ONU. Mientras tanto, los palestinos celebraron el final del Ramadán en refugios improvisados y alrededor de dulces y pequeñas tartas preparadas en medio de la escasez.
En Jerusalén la multitud de fieles reunidos en la Explanada de las Mezquitas, en medio de fuertes medidas de seguridad, tenían presente la tragedia de Gaza. “Es el Aíd más triste que jamás hayamos vivido”, declaró Rawan Abd, una enfermera de 32 años de Jerusalén Este, ocupada y anexada por Israel.
Este año el Aíd al Fitr no se parece a ningún otro vivido en los Territorios Palestinos, especialmente en la Franja. Ahmed Qishta, padre de cuatro hijos desplazado en Rafah, aseguró: “Juro ante Dios que jamás hemos vivido un Aíd como este, lleno de miedo, de destrucción y de devastación por la guerra”.
Ayuda para el norte de Gaza
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró este miércoles que Israel habilitará un nuevo cruce en el norte de la Franja de Gaza “lo más pronto posible” con el objetivo de incrementar la entrada de ayuda humanitaria. En una rueda de prensa con medios internacionales celebrada en Tel Aviv, Gallant especificó que este punto de entrada en la parte norte busca aumentar el flujo de ayuda llegada desde Jordania, que hace frontera con Israel.
El ministro reiteró que el puerto de Ashdod será habilitado y que la cooperación con Jordania y con organizaciones internacionales se verá incrementada. “Estos avances tienen un impacto directo en el flujo de ayuda: planeamos inundar Gaza con ayuda y esperamos llegar a 500 camiones por día“, dijo Gallant, una cifra que era habitual antes de la guerra para la ONU.
Se estima que al menos 300 mil personas están en riesgo de sufrir hambruna en el norte de la Franja, donde la llegada de suministros y ayuda humanitaria se ve muy dificultada por el cierre de pasos fronterizos y la destrucción de las rutas del enclave. El anuncio de Gallant se produjo después del ataque israelí contra un convoy de la ONG World Central Kitchen (WCK) que mató a siete trabajadores humanitarios y que el propio ministro de Defensa calificó este miércoles de “grave error”.
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