Ocalan Llibertat
Ocalan libertat
Ocalan askatu
Ocalan libertade
Ocalan Llibertá
Libertad para Abdullah Ocalan
Así, en todas las lenguas del Estado, se puso en marcha el pasado septiembre la versión hispana de una campaña internacional lanzada el pasado verano para pedir la liberación de Abdullah Ocalan, dirigente político kurdo, secuestrado en 1999 y juzgado en Turquía con unas garantías jurídicas más que dudosas. Fue condenado a muerte aunque su sentencia no fue ejecutada para ser sustituida por otra de cadena perpetua, justo en un momento en el que el recién elegido Tayyip Erdogan coqueteaba con la posibilidad de incorporar a Turquía a la Unión Europea. Este hecho ha convertido a Ocalan en el primer líder nacionalista kurdo que no ha sido ejecutado por el Estado aunque, a cambio de esto, ha sido enterrado en vida.
Acusado de ser el dirigente de la insurgencia kurda desatada en Turquía a partir de 1984, A. Öcalan se ha convertido a lo largo de estos años en la voz del pueblo kurdo pese a que su situación penitenciaria ha estado marcada, casi desde el inicio de su encarcelamiento, por la imposición de unas duras condiciones de aislamiento.
A lo largo de estos 25 años, Abdullah Ocalan ha tenido un protagonismo central en el desarrollo del conflicto kurdo en Turquía. Un dato relevante si se tiene en cuenta que su contacto con el mundo exterior ha estado siempre bajo el control de sus carceleros. Aún así, su presencia ha sido central en dos momentos claves: durante el desarrollo del juicio que le condenó a muerte hasta el año 2005 y durante el breve periodo en el que se abrieron tímidas negociaciones para alcanzar una solución al conflicto que acabaron naufragando por la inflexibilidad del estado turco entre los años 2014-2016.
En la primera ocasión, Ocalan inició un proceso de reestructuración de su partido, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que dio como resultado su adaptación a las nuevas condiciones creadas tras el final de la Guerra Fría. Durante esos años se pusieron en cuestión buena parte de los dogmas ideológicos en los que se sustentaba. Así, se abrieron espacios nuevos para la participación de las mujeres en el movimiento de liberación nacional, se empezaron a modificar dogmas vinculados a interpretaciones estalinistas de los procesos históricos o sobre la relación del partido con los movimientos sociales, abriendo el camino hacia lo que finalmente se consolidó como el nuevo paradigma ideológico, el confederalismo democrático, que supuso un profundo corte con buena parte de las prácticas del periodo anterior. Junto a estos elementos de calado, hubo otros de carácter más simbólico como los cambios de nombre de la organización (KADEK, Congreso para la Libertad y la Democracia) que finalmente no prosperó. Igualmente, hubo cambios en los símbolos de la organización, abandonando la iconografía tradicional, el uso de la hoz y el martillo, sustituidos por una llama que enlazaba con tradiciones preislámicas.
El otro momento clave fue durante un corto periodo en el que se abrieron contactos para buscar una solución política del problema kurdo en Turquía. En este periodo, la figura de Ocalan emergió como la de un líder venerado y respetado por su pueblo, llamando a un alto el fuego, a la retirada de las fuerzas guerrilleras de Turquía hacia Irak y a buscar fórmulas políticas que pudieran encontrar una solución democráticas al problema kurdo a cambio de renunciar a la independencia. Pero el esencialismo jacobino en el que se basa la creación y desarrollo de la República Turca impiden la posibilidad de un diálogo fructífero con lo que el intento se acabó muy pronto.
Encarcelado en la isla-prisión de Imrali, A. Ocalan ha permanecido durante buena parte de su cautiverio en condiciones de absoluto aislamiento. Único preso en el establecimiento penitenciario durante muchos años, con contactos muy limitados con familia y abogados, su situación no se ha beneficiado de ninguna mejora en lo que al aislamiento se refiere con el paso del tiempo. Para hacerse una idea de lo que esto significa, basta decir que no se tienen noticias del preso Ocalan desde el año 2021, siendo la última vez una conversación telefónica cortada.
La lucha en las cárceles en Turquía tiene una larga y trágica historia con huelgas de hambre, suicidios, castigos colectivos, etc. Las llamadas prisiones de Tipo F son las más duras, con un aislamiento prácticamente total, como el que padece A. Ocalan. Libros como La prison N.º 5, de Mehdi Zana, La nuit de Diyarbakir de Alí Ekber Gurgoz, dirigentes políticos de los años setenta y ochenta o los Écrits de prison de Leyla Zana, en los noventa dan buena cuenta del funcionamiento del sistema carcelario.
En el caso de Ocalan, se ha solicitado repetidamente la intervención del Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo Europeo al que pertenece Turquía. Aunque en ocasiones el CPT ha presentado informes con múltiples detalles sobre la situación en las cárceles, en el caso de Ocalan viene actuando de forma irregular ya que evita visitar la isla de Imrali, o no hace públicos los Informes sobre la situación del preso cuyos derechos está obligado a defender.
En los últimos meses, el movimiento kurdo ha iniciado una campaña por la liberación de Ocalan difundiendo la idea de que su presencia es esencial para encontrar una solución política justa para resolver la cuestión kurda. Se han celebrado conferencias políticas en instituciones europeas, se ha reforzado el movimiento de solidaridad, encuentros con abogados de diferentes países europeos, movilizaciones masivas en las que han participado centenares de miles de personas. Desde el Estado Español se han lanzado iniciativas que abarcan al ámbito sindical, pronunciamientos de cargos políticos, así como manifiestos firmados por diferentes entidades de la sociedad civil entre las que se encuentra nuestra revista viento sur, en los que se solicita a las autoridades turcas información sobre le estado de A. Ocalan. Hasta el día de hoy, el silencio ha sido la respuesta del gobierno de Turquía. Un claro motivo para seguir insistiendo en la necesidad de reforzar la solidaridad con la lucha del pueblo kurdo, denunciar las condiciones en las que viven más de 10.000 personas acusadas de delitos de opinión política y para que en Turquía se ponga fin a las violaciones de derechos humanos fundamentales
25/095/2024
Turquía impone una nueva prohibición de 6 meses a las visitas de abogados a Abdullah Öcalan. Ya son 38 meses de aislamiento
El líder kurdo Abdullah Ocalan es un ciudadano de un Estado miembro del Consejo de Europa que lleva 25 años privado de sus derechos humanos en una prisión turca, incluido, desde hace tres años, el derecho a ver a sus abogados y a hablar con su familia.
El 3 de mayo, los abogados de Öcalan recibieron una nueva prohibición de acceso a su cliente, que se encuentra recluido en la prisión turca de máxima seguridad de la isla de İmralı, y desde hace 38 meses está sometido a condiciones de aislamiento absoluto, en violación del derecho internacional humanitario. Las repetidas prohibiciones impuestas por la administración penitenciaria turca se consideran arbitrarias y los recursos son rechazados sistemáticamente.
No se sabe nada de Öcalan desde una breve conversación telefónica con su hermano el 25 de marzo de 2021. A pesar de la constante preocupación por su bienestar, Öcalan y otros tres presos, Ömer Hayri Konar, Veysi Aktaş y Hamili Yıldırım, han recibido una nueva prohibición de seis meses de recibir visitas de abogados.
Los abogados del bufete Asrin presentaron una solicitud al juez de ejecución número 2 de Bursa para que facilitara las reuniones con sus clientes. Afirman: “El 3 de mayo se nos informó de una nueva prohibición de seis meses de visitas de abogados para nuestros clientes”. No se dio ninguna razón para la decisión.
Los recursos han sido rechazados y los abogados tienen previsto llevar su caso ante el Tribunal Constitucional de Turquía. Esta última prohibición es la decimotercera vez en los últimos ocho años que se niega a Öcalan el acceso a sus abogados. Desde febrero de 2018, estas prohibiciones se han renovado cada seis meses. Restricciones similares también impiden las visitas familiares.
La campaña por la libertad de Öcalan se lanzó en octubre de 2023 en un intento global de poner de relieve la opresión a la que se enfrentan las cuatro regiones kurdas, divididas por las fronteras de Turquía, Siria, Irak e Irán. La campaña pretende garantizar los derechos de Öcalan, líder del pueblo kurdo, a reunirse con sus abogados y su familia, y conseguir su liberación para que pueda contribuir a la búsqueda de una solución política justa y democrática al antiguo conflicto turco-kurdo, que tiene importantes implicaciones para la seguridad regional.
El CPT pierde credibilidad
Ha aumentado la presión sobre el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa para que adopte medidas concretas que pongan fin a las prácticas inhumanas de aislamiento en las cárceles turcas, especialmente en lo que respecta al trato dispensado a Öcalan, a quien millones de kurdos consideran su líder político legítimo y la clave para reanudar las conversaciones de paz entre el Estado turco y las fuerzas kurdas.
El CPT ha llevado a cabo inspecciones en İmralı, pero no ha publicado ningún informe sobre las condiciones de reclusión y el bienestar de Öcalan ni de los otros tres reclusos de la isla. El secretismo que rodea las condiciones en la prisión de İmralı contrasta fuertemente con las normas de transparencia en otras prisiones. Aunque las normas del CPT no permiten la publicación de un informe sin el permiso del Estado afectado (en este caso Turquía), sí tienen la posibilidad de pronunciarse cuando no se ha seguido su consejo.
Se acusa ampliamente al CPT de perder credibilidad debido a esta inacción, que parece condonar las violaciones de los derechos humanos en los Estados miembros.
- Condenamos las restricciones injustas e ilegales al acceso de Öcalan a sus abogados y a su derecho a comunicarse. El aislamiento prolongado y la denegación de derechos humanos básicos al Sr. Öcalan son inaceptables y violan el derecho internacional humanitario.
- Pedimos de nuevo al Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Degradantes (CPT), órgano del Consejo de Europa (CdE), que cumpla con su deber de defender los derechos humanos y las libertades fundamentales enviando una delegación a la isla de İmralı para reunirse con Öcalan y evaluar su estado de salud.
- Instamos a Turquía a que permita que su familia y sus abogados le visiten, tal y como estipulan las obligaciones del Consejo de Europa (CdE) y del CPT.
- Deben levantarse las prohibiciones arbitrarias de visitas de abogados y de comunicación con familiares para garantizar que se respetan los derechos de Öcalan.
- El silencio del CPT ante este aislamiento les convierte de hecho en cómplices de la política turca de aislamiento, tortura y maltrato a Öcalan. Una alternativa mejor es presionar a Turquía para que vuelva a la mesa de negociaciones con el líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, que medió en un proceso de diálogo en 2013-2015, al que Erdogan puso fin unilateralmente. Este proceso fue bien acogido internacionalmente, y su reactivación estabilizaría Turquía al resolver la cuestión kurda.
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