Lo hace a menos de una semana de ser relevado por Donald Trump, quien en su primer mandato colocó a la isla en ese listado que conlleva severas sanciones.
14/01/2025. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha retirado este martes a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo. Lo hace a menos de una semana de ser relevado por Donald Trump, quien en su primer mandato colocó a la isla en ese listado que conlleva severas sanciones.
Biden tomó esta decisión para propiciar la liberación próximamente de varios presos cubanos como parte de un proceso que cuenta con la mediación del Vaticano, informaron a la prensa altos cargos de la Administración estadounidense. Las medidas anunciadas son las siguientes:
- La exclusión de Cuba de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo. El Congreso notificará que no hay pruebas suficientes que sustenten esta designación.
- Suspensión del Título III de la Ley Helms-Burton. Esto implica que no se podrán presentar demandas ante los tribunales estadounidenses, en relación a propiedades confiscadas por Cuba. Su objetivo es reducir tensiones económicas.
- Revocación del memorando Presidencial de Seguridad Nacional 5. Abre la posibilidad de realizar transacciones financieras con ciertas entidades cubanas. Elimina la lista de restricciones.
Presión internacional
España, Canadá, Brasil, Colombia y Chile son algunos de los países que han presionado a EEUU para que revise su política de Cuba. Estos países han intercedido en Washington por su labor en negociaciones de paz, en particular la de Colombia. De hecho, el Gobierno colombiano ha incidido especialmente.
El régimen cubano está participando en un diálogo para facilitar la liberación de presos políticos, en coordinación con la Iglesia Católica. Sin embargo, el Gobierno cubano aún no ha garantizado la liberación de éstos ni ha especificado fechas definitivas, lo que convierte a este hecho en un gesto sin compromisos por La Habana.
La administración Biden reconoce que las liberaciones dependerán del diálogo continuado con la Iglesia. Las protestas de Cuba de julio de 2021 (11-J) fueron manifestaciones en contra del régimen cubano, iniciadas y motivadas por la crisis económica, la escasez de alimentos y medicinas y las restricciones contra la libertad civil. Alrededor de 1.586 personas fueron detenidas en las protestas, según la organización Justicia 11-J.
La llegada de Trump, ¿revertirá las medidas?
Hay una gran posibilidad de que Donald Trump trate de revertir las medidas anunciadas por Biden, que se encuentra a una semana de presidencia antes de pasarle el testigo al republicano. De hecho, el expresidente y actual presidente electo de EEUU endureció el embargo a Cuba –imponiendo restricciones comerciales, limitando remesas y activando demandas contra empresas extranjeras que se hiciesen cargo de las propiedades embargadas tras 1959–, con el objetivo de imponerle una democracia.
También fue Trump quien incluyó a la isla en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo antes de dejar el cargo, lo que aumentó la presión económica y diplomática sobre Cuba. Lo justificó entonces aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia.
Cuba había formado parte de la lista desde 1982 pero salió en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump, que durante su mandato redobló las sanciones sobre La Habana y frenó el “deshielo”.
Petro felicita a Biden
El presidente colombiano, Gustavo Petro, felicitó este martes Joe Biden por su decisión y lo consideró “un gran avance”. “EEUU tiene dos maneras de relacionarse con América Latina, o dialogando con la diversidad o imponiendo con la fuerza. Felicito a Biden que buscó siempre el dialogo con la diversidad latinoamericana. Levantar bloqueos, así sea parcialmente, es un gran avance”, apuntó Petro en un mensaje en su cuenta de X.
Petro y otras autoridades pidieron repetidamente a Estados Unidos que sacara a Cuba de esta lista cuando se retomaron los diálogos en 2022 con el ELN y el país isleño se volvió a convertir en una de las sedes ambulatorias de las negociaciones.
Adopta Estados Unidos medidas en la dirección correcta, pero el bloqueo continúa
El 14 de enero de 2025, el gobierno de Estados Unidos anunció la decisión de: 1) excluir a Cuba de la lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo; 2) hacer uso de la prerrogativa presidencial para impedir que se pueda tomar acción en tribunales estadounidenses ante demandas judiciales presentadas al amparo del Título III de la ley Helms-Burton; y 3) eliminar la lista de entidades cubanas restringidas que designa a un grupo de instituciones con las cuales se prohíbe a ciudadanos e instituciones estadounidenses realizar transacciones financieras, lo que ha tenido efecto en terceros países.
A pesar de su carácter limitado, se trata de una decisión en la dirección correcta y en línea con el sostenido y firme reclamo del gobierno y el pueblo de Cuba, y con el llamado amplio, enfático y reiterado de numerosos gobiernos, en especial de América Latina y el Caribe, de cubanos residentes en el exterior, de organizaciones políticas, religiosas y sociales, y de numerosas figuras políticas de Estados Unidos y de otros países. El gobierno de Cuba agradece a todos por su contribución y sensibilidad.
Esta decisión pone fin a medidas coercitivas específicas que, junto a muchas otras, causan un grave daño a la economía cubana, con un efecto severo sobre la población. Este es y ha sido un tema presente en los intercambios oficiales de Cuba con el gobierno de Estados Unidos.
Es importante señalar que permanecen vigentes el bloqueo económico y buena parte de las decenas de medidas coercitivas que se pusieron en vigor desde 2017 para reforzarlo, con pleno efecto extraterritorial y en violación del Derecho Internacional y de los derechos humanos de todos los cubanos.
Por solo citar unos ejemplos, continúa la persecución ilegal y agresiva contra los suministros de combustible que Cuba tiene legítimo derecho a importar. Se mantiene la cruel y absurda persecución de los acuerdos legítimos de cooperación médica internacional de Cuba con otros países, amenazando así con privar a millones de personas de servicios de salud y limitando las potencialidades del sistema de salud pública cubano. Las transacciones financieras internacionales de Cuba o las de cualquier nacional que estén relacionadas con Cuba permanecen bajo prohibición y represalias. Los buques mercantes que atraquen en Cuba también siguen amenazados.
Por otro lado, todo ciudadano estadounidense, empresa y entidad subsidiaria de una corporación de ese país, tiene prohibido comerciar con Cuba o entidades cubanas, salvo excepciones muy restringidas y reguladas. El acoso, la intimidación y las amenazas contra el nacional de cualquier país que se proponga comerciar con Cuba o invertir en este país, continúa siendo política oficial de Estados Unidos. Cuba sigue siendo un destino que el gobierno estadounidense prohíbe a sus ciudadanos.
La guerra económica permanece y persiste en plantear el obstáculo fundamental al desarrollo y la recuperación de la economía cubana con un alto costo humano para la población, y continúa siendo un estímulo a la emigración.
La decisión anunciada hoy por Estados Unidos corrige, de modo muy restringido, aspectos de una política cruel e injusta. Es una corrección que ocurre ahora, a punto de producirse un cambio de gobierno, cuando debió haberse materializado hace años, como acto elemental de justicia, sin reclamar nada a cambio y sin fabricar pretextos para justificar la inacción, si es que se deseaba actuar correctamente. Para excluir a Cuba de la lista arbitraria de Estados patrocinadores del terrorismo, debió bastar el reconocimiento de la verdad, la ausencia total de razones para tal designación y el desempeño ejemplar de nuestro país en el enfrentamiento al terrorismo, lo cual han admitido incluso agencias del gobierno de Estados Unidos.
Se conoce que el gobierno de ese país podría revertir en el futuro las medidas hoy adoptadas, como ha ocurrido en otras ocasiones y como muestra de la falta de legitimidad, ética, consistencia y razón en su conducta contra Cuba.
Para hacerlo, los políticos estadounidenses no suelen detenerse en encontrar justificación honesta, mientras siga vigente la visión descrita en 1960 por el entonces subsecretario de Estado asistente Lester Mallory, y la meta por él descrita de doblegar a los cubanos por vía del cerco económico, la miseria, el hambre y la desesperación. No se detendrían en justificaciones mientras ese gobierno continúe siendo incapaz de reconocer y aceptar el derecho de Cuba a la libre determinación, y mientras siga dispuesto a asumir el costo político del aislamiento internacional que le provoca su política genocida e ilegal de asfixia económica contra Cuba.
Cuba seguirá enfrentando y denunciando esta política de guerra económica, los programas de injerencia y las operaciones de desinformación y descrédito financiadas cada año con decenas de millones de dólares del presupuesto federal de Estados Unidos. También permanecerá dispuesta a desarrollar una relación de respeto con ese país, basada en el diálogo y la no injerencia en los asuntos internos de uno y otro, a pesar de las diferencias.
La Habana, 14 de enero de 2025
(Tomado de Cubaminrex)
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