La próxima negociación será entre el 22 de enero y el 6 de febrero de 2024
Bogotá. Después de un tenso pulso entre el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), esta guerrilla aceptó suspender la práctica del secuestro mientras se mantenga el alto al fuego entre las partes, pactado hasta finales de enero del próximo año.
Al terminar en México el quinto ciclo de diálogos de paz, las delegaciones de ambas partes emitieron una declaración de seis puntos, el segundo de los cuales se refiere a “la suspensión de las retenciones con fines económicos, según el ELN, en el contexto de la prolongación del cese el fuego”.
Este anuncio se produjo apenas dos días después de que el presidente Gustavo Petro advirtió que no tenía ningún sentido mantener un alto el fuego sin que las organizaciones insurgentes con las cuales hay conversaciones de paz renuncien a todo tipo de economías ilícitas, entre ellas el secuestro y la cocaína.
Según fuentes cercanas a los diálogos, hasta la madrugada de ayer las delegaciones del gobierno y la guerrilla no habían podido ponerse de acuerdo sobre la inclusión del tema del secuestro en la declaración final de la quinta ronda, hasta que surgió la fórmula de vincular la exclusión de esta práctica al cese el fuego. “A las tres de la mañana aún no había consenso entre las partes”, relató a La Jornada un diplomático testigo de las discusiones.
Iván Cepeda Castro, senador y miembro del equipo negociador del gobierno de Colombia, afirmó que en este ciclo de conversaciones se consiguió pasar de una crisis a afianzar el proceso de diálogo con el grupo armado.
“El ELN se ha comprometido a suspender en la práctica del secuestro con fines económicos, se han firmado otros cinco acuerdos en los que se refuerza la participación, el alto el fuego en las zonas en las que se van a producir las transformaciones sociales, el proceso de alivios y de acciones humanitarias”, añadió.
Por su parte, Pablo Beltrán, representante del ELN en estas mesas, afirmó que con este encuentro se avanzó a una solución política del conflicto “o sea, que las soluciones de guerra, militares, policiales, represivas, dejen de ser el centro de la política colombiana”, expresó.
Analistas locales advirtieron que los titulares de la mayoría de los medios locales –que aluden a que el ELN abandonará el uso del secuestro para financiar sus operaciones– pueden prestarse a equívocos y generar una falsa sensación de optimismo. “Lo cierto es que el gobierno perdió el pulso con el ELN, pues lo que se pretendía era llegar a cero secuestros y a la entrega de todos los plagiados”, comentaron especialistas en temas de paz.
“Entiendo que esa suspensión es temporal, no definitiva, sólo posible en el contexto de prolongaciones del cese el fuego”, comentó a La Jornada el ex comisionado de paz Danilo Rueda.
Para el académico y periodista Germán Ayala Osorio, el anuncio deja muchos interrogantes “¿Cuántos secuestrados tiene el ELN en su poder? ¿Cuándo los van a liberar? ¿Hay secuestrados que murieron en cautiverio o fueron ejecutados?”, se preguntó en la habitual columna de su blog La Otra Tribuna.
La declaración conjunta emitida en Ciudad de México, también se refirió a “la creación de condiciones para la prórroga del alto el fuego, el mecanismo de verificación y medidas frente al accionar de fuerzas paramilitares y de distintos grupos armado”s.
Los temas de la participación de la sociedad en el proceso de paz y la creación de una red nacional que facilite la llegada de iniciativas civiles a la mesa de negociaciones, así como la conformación de ocho zonas críticas para implementar allí acciones humanitarias, también fueron incluidos en el documento final.
Las partes anunciaron que el sexto ciclo de negociaciones tendrá lugar en La Habana entre el 22 de enero y el 6 de febrero de 2024.
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