Israel, aislado en la ONU, persiste en el genocidio palestino y arremete contra EEUU
Un grupo de palestinos va hacia la playa para recoger la ayuda lanzada desde un avión, en medio del actual conflicto entre Israel y Hamás, en el norte de la Franja de Gaza, a 25 de marzo de 2024. — Stringer / REUTERS

La primera resolución del Consejo de Seguridad a favor de un alto el fuego en Gaza y el informe sobre genocidio acorralan al gobierno de Netanyahu en las Naciones Unidas y le distancian de la Administración Biden.

Israel está cada día más aislado internacionalmente. Su estrategia de genocidio en Gaza, ahora denunciada en un informe de Naciones Unidas, los crímenes de guerra cometidos en la Franja y su intención de arrancar a los palestinos de su tierra han puesto contra las cuerdas al Gobierno de Benjamin Netanyahu. Este lunes, por primera vez, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que reclama un inmediato alto el fuego en Gaza.

Estados Unidos no vetó la propuesta y, pese a sus intentos de reducir el impacto de su decisión ante Israel insistiendo en el supuesto carácter no vinculante de la resolución, abrió una profunda brecha con su mayor aliado en Oriente Medio que podría determinar el futuro de la contienda.

Israel no parará la guerra

Han pasado ya casi seis meses desde que el ejército de Israel lanzara su ofensiva sobre Gaza en represalia por la matanza de 1.200 personas en territorio israelí el 7 de octubre de 2023. La campaña militar para acabar con las milicias de Hamás, autoras de esa masacre, se ha saldado ya con la muerte de 32.000 palestinos, de ellos 13.000 niños, 71.000 heridos, más de 19.000 desaparecidos bajo las ruinas de las ciudades destruidas por las bombas israelíes, una hambruna que se extiende por toda la Franja de Gaza y el desplazamiento interno de más de dos millones de personas.

Este martes continuaron las operaciones y el ejército israelí afirmó que había atacado objetivos en sesenta lugares. El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, insistió en que Israel “no cesará el fuego” a pesar de la resolución de la ONU.

Hasta ahora, tres de las propuestas de resolución presentadas ante el Consejo de Seguridad de la ONU para pedir un alto el fuego habían recibido el veto estadounidense. Una cuarta votada la semana pasada no tuvo el respaldo de China y Rusia. Por eso tiene tanta importancia lo ocurrido este lunes en Nueva York: la resolución contó con el respaldo de 14 miembros del Consejo de Seguridad y EEUU se abstuvo.

Suspendida la misión israelí a Washington

Esta resolución pide de forma inequívoca un alto el fuego en la guerra y tiene dos efectos inmediatos: aísla si cabe más a Israel internacionalmente y abre una brecha de un alcance incierto entre Washington y Tel Aviv. Incluso aunque EEUU insista en que la resolución no es vinculante, según su punto de vista y a fin de minimizar el daño en las relaciones bilaterales con Israel.

Este distanciamiento ha llevado al Gobierno de Netanyahu a suspender una importante misión israelí que debía visitar Estados Unidos esta semana. El Gobierno hebreo ha afirmado que la abstención estadounidense “socava los esfuerzos de guerra y los esfuerzos para liberar a los rehenes” israelíes en manos de Hamás, milicia que, por cierto, ha aceptado con satisfacción la resolución.

Este movimiento palestino que controlaba Gaza desde 2007 hasta la invasión israelí de hace casi medio año mantiene secuestrados en la Franja a un centenar de personas de las 240 capturadas en la incursión del 7 de octubre. En la única tregua habida en la guerra, de una semana en noviembre pasado, fueron liberados unos cien rehenes. El resto se supone que pueden haber muerto a consecuencia del cautiverio o haber sido destrozados por las propias bombas israelíes.

Alto el fuego por el Ramadán… que ya se acaba

En la resolución, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas demanda “un alto el fuego inmediato durante el mes del Ramadán (que concluye el 9 de abril), que conduzca a un alto el fuego duradero“, a la par que pide “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”.

Además, se insiste en “la urgente necesidad de expandir el flujo de asistencia humanitaria“, con el correspondiente levantamiento de las barreras impuestas a esa ayuda.. También se pide “reforzar la protección de los civiles en la Franja de Gaza”.

Esta resolución, si se cumpliera, establecería un punto y final a la campaña militar a gran escala de Israel y pondría coto a la intención de Netanyahu de ordenar el asalto de Rafah, ciudad situada en la frontera con Egipto y donde se agolpan más de un millón y medio de desplazados, de la población total de 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza.

Las dudas de EEUU en su apoyo a Israel

Precisamente, la delegación que debía viajar a Washington tenía como uno de sus objetivos analizar con las autoridades estadounidenses los planes israelíes para el ataque a Rafah. Israel no es partidario de dar detalles a nadie sobre sus movimientos militares, pero EEUU provee a su ejército con ingentes depósitos de munición y armas, sin las cuales la guerra se habría ralentizado.

Este abastecimiento a Israel de munición que está siendo empleada para asesinar a miles de civiles, la catástrofe humanitaria y la amenaza de una matanza sin parangón en Rafah, han puesto a la Administración del presidente Joe Biden en una incómoda situación interna, que ya se está reflejando en las perspectivas de voto de decenas de miles de estadounidenses ante las elecciones de noviembre.

En la reunión de Washington con la misión israelí, la Casa Blanca quería obtener un compromiso de Netanyahu para suspender el ataque terrestre a Rafah e impedir así una hecatombe entre los civiles allí refugiados.

Si Israel no obedeciera la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, entonces la presión interna en EEUU podría llevar a Biden a plantear restricciones a la ayuda militar a Israel.

La trampa del voto estadounidense en la ONU

Sin embargo, para dar algo de cuartel a los israelíes, tanto el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, como el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby, insistieron en que la resolución aprobada el lunes no es vinculante y, según este último, “no tiene ningún impacto en Israel ni en su capacidad para seguir combatiendo a Hamás”.

Esta ambigüedad de Estados Unidos no quitará, sin embargo, un ápice de descrédito a Israel si Netanyahu persiste en atacar Rafah y en seguir vulnerando el derecho humanitario internacional en Gaza. Por el contrario, una vez aprobada la citada resolución, será Estados Unidos el que puede salir malparado en su prestigio internacional si ahora le da la vuelta a la tortilla y pretende ningunear su propio voto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para satisfacer a Israel.

Los anteriores vetos de Washington a las propuestas de alto el fuego hasta el momento habían dado a las operaciones de Israel en Gaza cierta “legitimidad” internacional, por la fuerza que supone el amparo de uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Con este respaldo, el ejército israelí no cejó en su ofensiva, al margen de los crímenes de guerra y masacres cometidos contra la población palestina.

Un informe de la ONU acusa a Israel de genocidio

Precisamente, la relatora asignada por la ONU para monitorear los derechos humanos en los territorios palestinos, Francesca Albanese, presentó este martes un informe que acusa a Israel de violar, en al menos tres ocasiones, la Convención sobre el Genocidio desde que comenzó su guerra en Gaza. También denunció a EEUU y otros países de silenciar ese genocidio.

Según Albanese, las acciones de Israel vienen respaldadas por “una lógica genocida” imprescindible para su “proyecto colonial” en Palestina, que se remonta, en lo que se refiere a la limpieza étnica, a la creación del Estado israelí en 1948.

El informe detalla esas violaciones de la Convención que apuntan a la comisión del delito de genocidio por Israel en Gaza: el asesinato de miembros de un grupo (étnico, social o nacional) con la evidencia de 32.000 palestinos muertos en casi medio año de guerra; los daños graves físicos o mentales ocasionados a miembros de ese grupo, y, en tercer lugar, el haber puesto deliberadamente a un grupo en unas condiciones calculadas para su destrucción física, parcial o completa.

El silencio internacional

Para Albanese, el silencio de la comunidad internacional ha permitido que Israel perpetre este genocidio. “Cuando las intenciones genocidas son tan claras y ostentosas como ocurre en Gaza, no podemos mirar hacia otro lado, debemos confrontarlo, evitarlo y castigarlo”, afirmó.

La respuesta israelí ha sido considerar el informe de Albanese como parte de una campaña de descrédito de Israel que cuestiona su propia existencia como Estado y “distorsiona los hechos y la ley”.

“Inexplicablemente, en lugar de intentar evitar esto, una minoría de poderosos estados miembros de la ONU han brindado ayuda militar, económica y política para estas atrocidades”, dijo Albanese, en referencia a Estados Unidos.

Sí, la resolución es vinculante

Sudáfrica, que ha acusado a Israel de cometer “actos genocidas” en Gaza y llevado el caso ante la Corte Internacional de Justicia, recibió la resolución con satisfacción y subrayó que ahora “es responsabilidad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas garantizar su cumplimiento, pues es vinculante para las partes”.

El embajador adjunto chino ante la ONU, Geng Shuang, fue rotundo: “Todas las resoluciones del Consejo son vinculantes, incluida la 2728 (aprobada el lunes). Eso está más allá de toda duda. Todos los países que entran en la ONU tienen como compromiso implementar esas resoluciones. Es una obligación según la carta de la ONU”, sentenció.

El problema es que el Consejo de Seguridad no establece ningún mecanismo para obligar al cumplimiento de las resoluciones. Por ejemplo, Israel ha desoído la resolución aprobada en diciembre para garantizar el trasiego de ayuda humanitaria a Gaza y, al contrario, ha obstaculizado más aún ese suministro.

26/03/2024

Información adicional

Autor/a: Juan Antonio Sanz
País: Israel
Región: Medio Oriente
Fuente: Público

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