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En 9,8% han crecido envíos de dinero desde Estados Unidos

En 9,8% han crecido envíos de dinero desde Estados Unidos

Contrario a lo que se creía, la llegada de Donald J. Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero pasado no desató una baja en los envíos de dinero desde Estados Unidos hacia Colombia.

Aunque es prematuro sacar conclusiones sobre qué significará la presidencia de Donald Trump para los vecinos y socios comerciales de Estados Unidos, pero con todo lo que se dice los latinoamericanos que tienen familiares al norte de sus fronteras no están esperando mucho para obtener una respuesta.

Los dólares que envían los migrantes a sus países de origen en Centro y Suramérica y en el Caribe se incrementaron a fines del año pasado en anticipación a la elección de Trump y han experimentado un abrupto aumento a partir de entonces.

Cifras de Bloomberg señalan que Colombia registró un aumento de 9,8% en el flujo de dineros desde Estados Unidos hacia el país.

Para el 2016, el Banco de la República reportó que las remesas alcanzaron un récord histórico para el país con US$4.800 millones.

Es cierto que parte de eso obedece a inferencias económicas. La recuperación del mercado laboral de Estados Unidos ha permitido a los trabajadores migrantes enviar algo más de dinero a su país de origen.

Los dineros procedentes de Norteamérica por Colombianos que residen es esa zona del mundo llegan en su mayoría al Eje Cafetero, Valle del Cauca y en menor magnitud las áreas metropolitanas de Medellín, Bogotá, Bucaramanga y Barranquilla. Le siguen en orden de importancia España y Venezuela, con efectos más concentrados en Valle del Cauca y el Eje Cafetero, en el primer caso, y Norte de Santander y la región Caribe.

En México, las remesas en dólares crecieron 25 por ciento en noviembre respecto de igual mes del año anterior -el nivel más alto en 10 años-, luego aumentaron otro 6 por ciento en diciembre, para alcanzar en enero los US$2.055 millones, un récord mensual.

Los datos de la agencia internacional indicaron incrementos similares de las remesas a partir de octubre en Guatemala, con un aumento récord de 22% en el año hasta febrero, Nicaragua 12%, Colombia 9,8% y Ecuador (8,1 %).

Remesas e ingresos

El desempeño económico de los países receptores de migrantes también tiene un efecto positivo sobre el ingreso total de los hogares, lo que se explica en gran medida por el aumento en los ingresos laborales, dice un estudio del Banco de la República.

La mayor parte de los efectos estimados sobre ingresos son positivos y significativos, con coeficientes sistemáticamente mayores para los ingresos laborales que para los ingresos no laborales (distintos a las remesas).

Los efectos de Estados Unidos superan los $10 mil mensuales por punto porcentual de crecimiento en el Eje Cafetero, Valle del Cauca y las áreas metropolitanas de Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Barranquilla. El impacto más grande se registra en el área metropolitana de Pereira, en donde cada punto porcentual adicional de crecimiento de los Estados Unidos se traduce en $26.079 en el ingreso per cápita de los hogares, equivalentes a un aumento de 5,5% con respecto al promedio nacional. Le sigue en orden de magnitud España, con efectos entre $8 mil y $15 mil pesos en Valle del Cauca y el Eje Cafetero, alcanzando su máximo también en el área metropolitana de Pereira.

Al examinar los resultados por países, se encuentra que en la muestra completa los efectos de Estados Unidos sólo son estadísticamente significativos para la probabilidad de ser asalariado y los ingresos laborales de los adultos no-jefe de hogar.

El efecto sobre los ingresos laborales más grande lo registra Estados Unidos en el grupo de los no-jefes, con un coeficiente estimado de 21,409, que es hasta cinco veces mayores a los de España o Venezuela. Al excluir los años de la recesión, Estados Unidos deja de tener un efecto importante sobre las decisiones laborales de los jefes de hogar. Esto muestra que durante la crisis, se vieron afectados todos los adultos, mientras que en el periodo de recuperación los jefes han reaccionado menos elásticamente.

 

Panorama regional

Basta con considerar que dos terceras partes de los migrantes mexicanos enviaron dólares a su país el año pasado, en comparación con 50 por ciento que lo hizo en 2015. Muchos trabajadores extranjeros, sin embargo, podrían actuar de manera preventiva y enviar fondos con la mayor rapidez posible antes de que Trump, que ha hablado de gravar las remesas para solventar su muro fronterizo, pueda embargar sus dólares con destino al exterior o, peor aún, someter a deportaciones masivas a quienes se encuentran en Estados Unidos de forma ilegal.

Esas sombrías consecuencias podrían o no concretarse. Independientemente de ello, sin embargo, la bonanza de remesas destaca también un desafío mayor que se le plantea a América Latina: cómo usar las remesas para impulsar el desarrollo y mejorar la productividad local.

Para muchos de los países más incultos del hemisferio, después de todo, las remesas son la gallina de los huevos de oro: México recibe en la actualidad más dólares procedentes de trabajadores residentes en el exterior que de las exportaciones petroleras.

Los US$17 mil millones que América Central recibió en 2015 por parte de migrantes representaron casi 50% de los ingresos de unos 3,5 millones de hogares, según Manuel Orozco, un investigador del programa de migración, remesas y desarrollo de Dialogo Interamericano.

En total, esos hogares tuvieron ahorros colectivos de US$3 mil millones ese año. “Eso es muy bueno para las familias receptoras y también para los gobiernos”, dijo Alberto Ramos, un analista de mercados en vías de desarrollo de Goldman Sachs. “Se trata de dinero que llega a hogares de bajos ingresos, que mejora la cuenta corriente nacional y que, con una orientación adecuada, puede aprovecharse en el plano interno”.

Eso es precisamente lo que pensaba el ministro de Finanzas de Guatemala, Julio Héctor Estrada, cuando propuso vender bonos con denominación en dólares en el país para absorber parte del monto sin precedentes de US$7.100 millones que los migrantes guatemaltecos enviaron a su país el año pasado.

Los funcionarios gubernamentales esperan disuadir a los receptores de convertir el total de esa moneda dura a quetzales -lo cual, temen las autoridades, podría impulsar la inflación- y convencerlos, en cambio, de volcar parte de esa suma a proyectos de desarrollo.

“El desafío es impulsar la creación de riqueza en América Latina, y eso implica invertir en capital humano y en la economía del conocimiento”, dijo Orozco. Antes, sin embargo, la región tendrá que repensar la estrategia de desarrollo.

 

Bogotá
Abril 17, 2017 – 05:45 AM

Información adicional

Autor/a: Redacción Economía
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: El Nuevo Siglo

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