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Imperialismo en América Latina. Una mirada al desarrollo político, social, económico y cultural en función de los intereses de Estados Unidos

Imperialismo en América Latina. Una mirada al desarrollo político, social, económico y cultural en función de los intereses de Estados Unidos

“La interpretación de nuestra realidad [latinoamericana] con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos,

cada vez menos libres, cada vez más solitarios”.
Gabriel García Marquez. La soledad de América Latina (1982).

 

La obra titulada Empire ‘s workshop: Latin America, the United States and the rise of the new imperialism. Una mirada al desarrollo político, social, económico y cultural en función de los intereses de Estados Unidos], escrita por Greg Grandin y publicada en 2006, cuenta desde una perspectiva latinoamericana el impacto que ha tenido la política exterior estadounidense en el desarrollo de la región. Como enuncia Brad Hooper (1), en muchas ocasiones se olvida el papel que Estados Unidos tuvo sobre las naciones del sur del continente americano, a pesar de la gran importancia que los gobiernos de este país le daban a la zona, la cual es la premisa de la que parte Grandin para la escritura de su libro. Dentro del mismo, el autor hace un recuento de las decisiones tomadas por los diversos mandatarios estadounidenses para tener influencia sobre América Latina y cómo estas han afectado el desarrollo histórico del sector, así como a su población. Teniendo en cuenta lo anterior, es posible estudiar hasta qué punto el texto de Greg Grandin funciona para introducir al lector a eventos que usualmente no se tienen en cuenta, y cómo esto sirve como una herramienta efectiva para entender la situación y el desarrollo histórico latinoamericano. La región se ha visto fuertemente afectada por el poderío norteamericano, y ello ha forjado su pasado, presente y futuro.

En primera instancia, se considera relevante discutir acerca del contexto del escritor de la obra. Greg Grandin, nacido en Estados Unidos en 1962, es profesor, escritor y académico centrado en los estudios latinoamericanos. Tal como indica la Universidad de Yale, en donde obtuvo un doctorado (2), Grandin ha sido profesor en esta institución, así como en la Universidad de Nueva York (NYU University, 2019), la cual menciona que, a su vez, este es graduado del Brooklyn College. Adicionalmente, a partir de sus escritos ha conseguido gran diversidad de reconocimientos, tales como el Premio Pulitzer en la categoría de no ficción (3), así como reconocimientos por los diarios The New York Times, 2010 (4), The Nation (actualizado 2021) (5), la revista Harper’s (s.f.) (6) o la organización London Review of Books (7). Sin lugar a dudas, Grandin cuenta con una trayectoria que lo hace una fuente fidedigna en temas históricos centrados en América Latina, razón por la cual es posible considerar que sus obras funcionan como una herramienta para entender el desarrollo de la zona.

Ahora bien, en lo concerniente al libro que aquí nos ocupa, este fue publicado en el año 2006, contando adicionalmente con un epílogo realizado en años posteriores. En este periodo Estados Unidos se encontraba bajo el mandato de George W. Bush (2001-2009), y cuya presidencia estuvo marcada por el ataque a las Torres Gemelas (11 de septiembre del año 2001), uno de los eventos más fatídicos de la historia estadounidense reciente, y partir del cual se llevaron a cabo una serie de operaciones armadas enmarcadas bajo el precepto de la guerra contra el terrorismo, teniendo actividades principalmente en países de Medio Oriente. En esta lucha, evidentemente, el gobierno estadounidense optó por recibir apoyo de sus aliados, entre ellos y para el caso de nuestra región Colombia, con la cual las relaciones bilaterales siempre han sido estables y de supuesto beneficio común, sin embargo, como afirma William Leogrande (8), los objetivos de Bush en esta parte del mundo eran “definir una nueva relación […] más allá del libre comercio y la economía neoliberal –una relación que respondiera a las demandas para justicia social y económica en la región” (9), no obstante, era visible que la finalidad principal era seguir teniendo gran influencia sobre la zona.

Mientras esto ocurría, en el contexto latinoamericano, en el cual en algunos países se seguían encontrando en recuperación del periodo de violentas dictaduras a finales del siglo XX, se presenció lo que se puede denominar como una transición hacia mandatarios y gobiernos de izquierda. Lo anterior se materializó con el comienzo y desarrollo de distintas administraciones, entre ellas las de Hugo Rafael Chávez Frías en Venezuela (1999-2013), Lula da Silva en Brasil (2003-2010), Néstor Carlos Kirchner en Argentina (2003-2007), Tabaré Ramón Vázquez Rosas en Uruguay (2005-2010 y 2015-2020), Juan Evo Morales Ayma en Bolivia (2006-2019), sin contar los que llegaron al poder posterior a la publicación del libro como Michelle Bachelet Jeria, Daniel Ortega Saavedra, Rafael Correa Delgado, Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rouseff, Nicolas Maduro Moros, José Mujica Cordano y próximamente Gustavo Petro Urrego, en Chile, Nicaragua, Ecuador, Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay y Colombia respectivamente, como exploran BBC News (10), Laura Carlsen (11), Neil Gross para el Boston Globe (12) y John Beverley (13). Los mandatarios mencionados no se alineaban de manera directa con los intereses estadounidenses, razón por la cual representaban una amenaza para su influencia en América Latina. En síntesis, la obra se publica en un contexto de quiebre entre la tradición estadounidense y la actualidad latinoamericana, lo que puede crear una visión negativa sobre el pasado, al igual que sacar a la luz sucesos ocultos de la hegemonía norteamericana en declive.

La obra narra las distintas formas en que Estados Unidos ha estado involucrado a través de la historia en la región, bajo la tesis de que Latinoamérica ha jugado un rol fundamental en su formación y establecimiento como potencia. Esto se argumenta con la noción de que esta parte del mundo ha funcionado como un campo de práctica para las políticas y actividades estadounidenses que posteriormente se utilizarían alrededor del globo, ilustrando lo anterior con el ejemplo de Fordlandia, introducido al comienzo de la obra de Grandin y que como explica BBC News (14), fue un intento de construir una ‘sociedad altamente industrializada’ en medio de la selva amazónica, bajo las órdenes del empresario Henry Ford. Tal como se explica en el libro, Fordlandia fue un territorio explotado por Ford en la selva amazónica de Brasil, con el fin, fundamentalmente, de monopolizar los cultivos de caucho a nivel mundial para suplir la demanda de este material en su proyecto empresarial, abusando de la mano de obra de la población brasileña y aprovechándose de su fuerza de producción. A partir de lo anterior, se narran una serie de casos que demuestran cuál ha sido la participación de Estados Unidos en América Latina y como esta ha tenido influencia sobre su desarrollo. A su vez, temas recurrentes dentro del texto, son la presencia del Destino Manifiesto como guía y justificación de las acciones estadounidenses en tierras latinoamericanas desde el siglo XIX, la diferenciación racial entre los individuos de ambas zonas y el rechazo a tener un imperio formal, sin dejar de lado la influencia en el área.

Como continuación de su reflexión, pasa a hablar acerca de dinámicas de cooperación y de cómo estas se acaban en el momento de situar por encima los intereses estadounidenses, ejemplificados a través de la instauración de dictaduras militares a finales del siglo pasado, mencionando temas como la desestabilización de gobiernos y sistemas democráticos, la generación de miedo en la población y la toma de acciones violatorias de tratados de no agresión que generan polarización y que tenían como fin derrocar gobiernos que estuvieran en oposición al régimen norteamericano. Similarmente, se realiza un breve recuento de las medidas de política exterior tomadas por los presidentes Richard Nixon, Ronald Reagan o George H. W. Bush, junto con la mayoría de los mandatarios que ocuparon el cargo durante el siglo XX, incluyendo algunos que lo hicieron antes.
Si bien el autor logra exponer gran diversidad de temas y ahondar en todo tipo de contextos de la región, se puede discutir que una de las coyunturas principales narradas en el libro se sitúa en Chile y la dictadura que este país experimentó durante las últimas décadas del siglo XX. Sobre este fenómeno, se menciona la amenaza que significó la figura de Salvador Allende Goosens para la agenda política estadounidense en el marco de la Guerra Fría y de manera análoga incluye la cercanía que tuvo el gobierno norteamericano con el dictador, Augusto Pinochet Ugarte. Citando a Grandin (15), es posible ver la posición de los Estados Unidos sobre Chile en la época, pues como se incluyó en el libro:

“Contento con la dirección política en la que América Latina se está moviendo, Nixon fue cogido fuera de base cuando conoció, a finales de 1970, que los chilenos habían elegido al marxista Salvador Allende como presidente. (…) [Nixon] después comenzó un monólogo de siete minutos sobre cómo iba a –destruir a Allende–. Le dio instrucciones a la CIA para –hacer la economía chillar– y durante los próximos tres años, Washington gastó millones de dólares para desestabilizar Chile e instigar a su milicia a actuar. Finalmente pasó el 11 de septiembre de 1973, en un golpe de Estado que llevó al régimen de diecisiete años de Augusto Pinochet, al poder” (16).

Con este ejemplo, es posible visualizar una de las tantas intervenciones, directas e indirectas, que tuvieron los Estados Unidos en Latinoamérica y permite entender la influencia de esta potencia en gran diversidad de procesos políticos, sociales, económicos en estas naciones.

En consonancia con lo anterior, además de enfatizar en algunos casos de estudio, el autor también se centra en diversos personajes que han tenido gran influencia en la política exterior estadounidense. Entre ellos, por ejemplo, figuras tales como el ex Secretario de Estado y Consejero de Seguridad Nacional, Henry Alfred Kissinger, o la ex embajadora ante las Naciones Unidas, Jeane Jordan Kirkpatrick. Sobre el primero, se habla acerca de la importancia que tuvo en operaciones en América Latina, entre ellas, el Plan Cóndor (17). Teniendo en cuenta las palabras de Grandin,

“Para el momento de la renuncia de Nixon, sin verse afectado por el Watergate, ya había acumulado poder y prestigio, por lo que se quedó para la administración de Gerald Ford (…) Esperaba plenamente que la estructura diplomática global que él ayudó a configurar, continuara madurando” (18).

Es posible argumentar, referenciando investigaciones realizadas por Gibney y Jarecki (19), así como Falcoff (20), que Kissinger instigó y fue autor intelectual de diversas intervenciones de Estados Unidos en el mundo, principalmente en América Latina, en particular con el golpe de Estado y la dictadura previamente mencionada en Chile. Asimismo, las fuentes muestran que era una persona que “tenía un carácter conspirativo y manipulativo, con el que lograba satisfacer a varios bandos” (21). Considerando lo antedicho, el caso y figura de Kissinger funcionan como ejemplo para ilustrar el perfil de la participación estadounidense en suelos latinoamericanos y demuestran las intenciones de esta potencia mundial.

Ahora bien, sobre Jeane Kirkpatrick, quien trabajó bajo el mandato del presidente Ronald Reagan, se le reconocen sus posturas anticomunistas y su apoyo a dictaduras militares tales como la de Argentina y El Salvador. Según diversos medios como el New York Times con el periodista Tim Weiner (22), Kirkpatrick fue la primera mujer en tener influencia en el círculo cercano de algún presidente estadounidense más allá de la primera dama, y gracias a sus posturas políticas fuertes, se ganó reconocimiento en todo el país, hasta el punto de que estuvo significativamente cerca de lanzar una candidatura presidencial bajo su nombre. Sobre ella, Grandin indica que,

“Las insurgencias de América Central pusieron a la región otra vez en el mapa. (…) Jeane J. Kirkpatrick, empezó a llamar a América Central como -el lugar más importante en el mundo para los Estados Unidos-. -Colosalmente importante- insistía, -vital para los intereses nacionales”. (23)

Considerando a ambos personajes, así como las situaciones referenciadas, es posible argumentar que Grandin provee las herramientas necesarias para poder crear un panorama general acerca del contexto latinoamericano en el último siglo y el papel estadounidense en los procesos y desarrollo de la región. Estados Unidos, tal como demuestra la evidencia empírica expuesta en el libro, a lo largo de su historia ha buscado tener influencia sobre América Latina con el fin de ajustar el rumbo político de esta zona, según los intereses nacionales estadounidenses. El libro de Grandin, es un recuento fidedigno acerca de las realidades latinoamericanas y el papel que ha tenido Estados Unidos en la definición de la dirección política, económica y social de las naciones de la región.

Con base en lo mencionado, se establece que la obra se puede convertir en material efectivo para el entendimiento de la situación actual y la historia del desarrollo reciente de los países de América Latina, a partir de la influencia de Estados Unidos. Lo anterior, se argumenta en el supuesto que el libro mencionado logra realizar un recorrido completo por los distintos sucesos y personajes que definieron la política exterior de los Estados Unidos, para entender la influencia de este, y las consecuencias que trajeron sus acciones en los gobiernos y la población latinoamericana. La narrativa cuenta cómo, a través de los diversos presidentes de Estados Unidos, las zonas de América Central y América del Sur siempre fueron de gran importancia geoestratégica y constituían un eje fundamental dentro de la agenda exterior de este país.

No obstante, así como se discute sobre el valor del texto, es relevante entender las limitaciones que esta presenta. Desde un punto de vista historiográfico, es importante pensar en la temporalidad que abarca el texto, y teniendo en cuenta su extensión, la capacidad de profundización se ve comprometida. La selección de algunos casos de estudio para el análisis de la política exterior estadounidense, podría conducir a pensar que estos fueron escogidos para mostrar una perspectiva específica según la postura que el autor buscaba transmitir.

 

1. Hooper, B., Grandin, Greg. “Empire’s Workshop: Latin America and the Roots of U.S. Imperialism”.(Brief Article)(Book Review). Booklist, 102(12), 24, febrero 15 de 2006.
2. Yale University, Greg Grandin, Department of History. https://history.yale.edu/people/greg-grandin, 2022.
3. The Pulitzer Prizes, “The End of the Myth: From the Frontier to the Border Wall in the Mind of America”, Greg Grandin, Metropolitan Books. https://www.pulitzer.org/winners/greg-grandin, 2020,
4. Grandin, G., “Empire of Savagery in the Amazon”. The New York Times. http://www.nytimes.com/2010/02/14/books/review/Grandin-t.html, febrero 12 de 2010.
5. Grandin, Greg,The Nation, https://www.thenation.com/authors/greg-grandin/, 2021.
6. Harper’s Magazine, The right quagmire: Searching history for an imperial alibi. https://harpers.org/archive/2004/12/0080329/, diciembre de 2004.
7. London Review of Books, Greg Grandin. Sucking up to P: Henry Kissinger’s Vanity, LRB. https://www.lrb.co.uk/the-paper/v29/n23/greg-grandin/sucking-up-to-p, noviembre de 2007.
8. Leogrande, W. M., “A Poverty of Imagination: George W. Bush’s Policy in Latin America”. Journal of Latin American Studies, 39(2), 2007, pp. 355-385.
9. Ibíd., p. 1.
10. BBC News, South America’s leftward sweep. http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/4311957.stm, marzo 2 de 2005.
11. Carlsen, L., Foreign Policy In Focus | Latin America’s Pink Tide? https://web.archive.org/web/20090910093646/http://www.fpif.org/fpiftxt/3806, diciembre 15 de 2006.
12. Gross, N., “The many stripes of anti-Americanism Sociologists find that anti-American sentiment is more varied –And less widespread– Than you might think”. The Boston Globe. http://archive.boston.com/news/globe/ideas/articles/2007/01/14/the_many_stripes_of_anti_americanism/, enero 14 de 2007.
13. Beverley, J., “Latin America’s Pink Tide”. Berfrois. https://www.berfrois.com/2012/01/john-beverley-latin-americas-pink-tide/, enero 6 de 2012.
14. BBC News Mundo, “Fordlandia, la utopía industrial que Henry Ford quiso construir en medio de la selva amazónica”. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-45997450, 2018.
15. Grandin, G., Empire’s workshop. Latin America, the United States, and the rise of the new imperialism. Holt Paperback, 2006.
16. Ibíd., p. 79.
17. Ferri, C. (2019). “El rol de Estados Unidos en el Plan Cóndor”. La izquierda diario. http://www.laizquierdadiario.com/El-rol-de-Estados-Unidos-en-el-Plan-Condor, recuperado 18 de abril de 2022.
18. Grandin G., Empire’s workshop…, op. cit., p. 85.
19. Gibney, A., & Jarecki, E., The Trials Of Henry Kissinger-2002. https://www.youtube.com/watch?v=tIVDZYVDraM, 2002.
20. Falcoff, M., Kissinger & Chile: The Myth That Will Not Die. Commentary, 116(4), 2003, pp. 41-49.
21. Gibney y Jarecki, op. cit.
22. Weiner, T., “Jeane Kirkpatrick, Reagan’s Forceful Envoy, Dies”. The New York Times. http://www.nytimes.com/2006/12/09/washington/09kirkpatrick.html, diciembre 9 de 2006.
23. Grandin, op. cit., 2006, p. 93.

 

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Información adicional

Autor/a: Felipe Gomezese Guevara
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: Periódico Le Monde diplomatique, edición Colombia Nº224, agosto 2022

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