Gobierno y Farc anunciaron desde La Habana el acuerdo sobre el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo, el acuerdo sobre garantías de seguridad y protección a excombatientes, líderes y movimientos de oposición, y el acuerdo sobre la refrendación de lo pactado do en la mesa de negociación. A partir del 23 de junio se silencian los fusiles y se prepara la desmovilización de la guerrilla que será llevada a cabo en 22 Zonas Veredales y 8 campamentos cuyá ubicación será definida en los próximos días. Las Farc iniciarán la dejación de las armas en cada uno de estas zonas, proceso que se estima tomará un total de 180 días a partir de la firma del Acuerdo Final en Colombia. El cumplimiento de lo pactado será asegurado por delegación Tripartita entre Gobierno, ONU y Farc. Finalmente las partes acordaron llevar a cabo la refrendación de los acuerdos de La Habana vía plebiscito.
El hecho que generó todas las expectativas había sido anunciado dos días antes por una cadena radial (1): “La F.m. conoció en exclusiva que las delegaciones de paz del Gobierno y las Farc tienen listo para este jueves, si no hay alguna complicación de último momento, el anuncio en el que se les contará a los colombianos que se cerró el punto del fin del conflicto. Al anuncio en Cuba asistirá el Presidente Juan Manuel Santos, por considerar que el cierre de ese punto significa el fin de la guerra en Colombia. Además, estarán los delegados de los países garantes, los negociadores de paz y no se descarta la presencia del presidente de la isla Raúl Castro”.
El premonitorio anuncio empezó a cuajar en la realidad cuando el miércoles 22 de junio fue anunciado en el Comunicado Conjunto #75 (2) (Ver Recuadro 1): “Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las Farc–Ep informamos a la opinión pública que hemos llegado con éxito al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas; las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”. De la misma manera se anunció en este comunicado la presencia de otros dignatarios de la región y de representantes de organizaciones internacionales.
Las luces sobre los acuerdos
El contexto general de los tres acuerdos pactados (Ver Recuadro 2) tiene como uno de sus ejes primordiales el compromiso del Gobierno y de las Farc-Ep por construir una nueva cultura en la que queden proscritos la combinación entre las armas y la política, la intolerancia, la persecución y por el contrario primen el libre juego de las ideas y el debate civilizado. Las partes coincidieron en que nunca más pueden repetirse los hechos que contribuyeron al enfrentamiento armado entre hermanos.
El primer acuerdo, denominado “Acuerdo sobre Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas”, pone punto final a las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las Farc – Ep, con ello cesan las afectaciones sobre la población y se siembran las condiciones propicias para la suscripción del Acuerdo Final mientras prepara al país y las instituciones para el proceso con que será llevada a cabo la reincorporación de las Farc a la vida civil. Mediante este acuerdo fue creado un Mecanismo de Monitoreo y Verificación conformado por la Fuerza Pública, miembros de las Farc y observadores de la ONU escogidos entre países miembros de la Celac. Tal instancia de verificación se encargará de generar reportes, dirimir controversias y presentar recomendaciones al proceso.
La guerrilla se concentrará en 22 Zonas Veredales Transitorias de Normalización y 8 Campamentos que tendrán la misión de garantizar el cese del fuego y preparar a los guerrilleros para su reincorporación a la vida civil. Cada zona va a contar con Equipos de Monitoreo Local, vías de acceso por carreteras o por ríos, con una zona de seguridad de 1 km alrededor donde no pueden haber unidades de la Fuerza Pública ni unidades de las Farc-Ep. En cada zona de concentración podrán llevarse a cabo todo tipo de actividades educativas o de capacitación, a los miembros de las Farc se les permitirá entrar o salir de ellas vestidos de civil y desarmados.
Serán designados 10 guerrilleros para que puedan movilizarse por los municipios y departamentos donde se constituyan las Zonas Veredales o Campamentos para llevar a cabo tareas relacionadas con el Acuerdo de Paz. 60 guerrilleros serán los autorizados para movilizarse en el país en cumplimiento de esta misma clase de tareas. Los protocolos de seguridad implementados para garantizar la seguridad de los guerrilleros, de miembros del Equipo de Monitoreo y Verificación, delegados del Gobierno, Fuerza Pública y demás intervinientes en el proceso serán definidos entre el Gobierno y las Farc.
Con las armas que dejarán las Farc van a construirse tres monumentos de común acuerdo entre la guerrilla y el Gobierno. Antes de que esto suceda, las armas serán sometidas a los procesos de “Control de Armamento” y “Dejación de las Armas” conformados por los procedimientos de: registro, identificación, monitoreo, verificación de la tenencia, almacenamiento, extracción y disposición final. Estos procesos inician el día mismo de la Firma del Acuerdo Final, fecha en que la guerrilla empezará a dejar un primer 30 por ciento de la total de su armamento, acto que culminará en 90 días; entre los 90 y 120 días subsecuentes será dejado otro 30% de las armas y entre los 90 y 150 días será efectuado lo respectivo con el restante 40 por ciento.
El proceso de dejación será llevado a cabo en cada Zona Veredal o Campamentos en los que serán dispuestos contenedores para guardarlas. Entre los 150 y 180 días de pactarse el acuerdo, se espera que finalice: “[…] el proceso de extracción de las armas por parte de Naciones Unidas, conforme a los procedimientos acordados para esta materia y certificará el cumplimiento de este proceso procediendo a comunicarlo al Gobierno Nacional y a la opinión pública”. Ese mismo día se dan por finalizadas dichas zonas y del Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo, pues se sobreentiende ya ha dejado de existir en su forma armada la organización guerrillera. Antes de finalizar Gobierno y Farc solicitan: “[…] al Secretario General de las Naciones Unidas que se pongan en marcha todos los preparativos necesarios para el despliegue de la Misión Política Especial, de manera que se pueda avanzar en la implementación del presente acuerdo”.
El segundo acuerdo fue denominado: “Acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores/as de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”. Está encaminado a brindar protección y seguridad a los habitantes del territorio nacional entre los que se encuentran: colectividades, movimientos y organizaciones sociales, de derechos humanos, a la oposición política, al movimiento político que surja en la desmovilización de las Farc y a los integrantes de las Farc en proceso de reincorporación a la vida civil.
Para cumplir con este propósito el Gobierno se comprometió a implementar las medidas necesarias para llevar a cabo con eficiencia acciones contra quienes tengan conductas criminales que puedan afectar el proceso de paz. Además: “[…] asegurará la protección de las comunidades en los territorios, que se rompa cualquier tipo de nexo entre política y uso de las armas, y que se acaten los principios que rigen toda sociedad democrática”. Por su parte las Farc: “[…] asumen el compromiso de contribuir de manera efectiva a la construcción y consolidación de la paz, en todo lo que resulte dentro de sus capacidades, a promover los contenidos de los acuerdos y al respeto de los derechos fundamentales”.
Las medidas de seguridad y protección se levantan sobre cinco pilares: 1. Un Pacto político nacional para que no se utilicen las armas ni se vuelva a promover organizaciones paramilitares. 2. Creación de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad que dirigirá el Presidente, dicha comisión se encargará diseñar y hacer seguimiento a la política pública para desmantelar organizaciones criminales. 3. Conformación de una unidad especial de investigación dentro de la Fiscalía General de la Nación para desmantelar a sucesores del paramilitarismo. 4. Creación del Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política. 5. Creación de un Programa Integral de Seguridad y Protección orientado a las comunidades y organizaciones en los territorios. Además, el acuerdo contempla el diseño y ejecución de política de sometimiento de sucesores del paramilitarismo, la activación de un grupo elite de la Policía Nacional para desarticularlas y la creación de un seguimiento de prevención y monitoreo contra las organizaciones criminales.
El tercer acuerdo denominado: “Acuerdo sobre Refrendación” acoge como fórmula de convergencia y superación de diferencias entre Gobierno y Farc las decisiones que emita la Corte Constitucional sobre el Proyecto de Ley estatutaria #156 del 2015 Cámara, 94 de 2015 Senado. Esto significa que las partes se someten a la voluntad de la Corte y su providencia sobre el proyecto de Ley “por medio de la cual se regula el Plebiscito para la paz”. Esta será refrendada, entonces, mediante el plebiscito, siendo abandonadas en el camino las fórmulas que habían sido propuestas para llevar a cabo este mismo proceso a través de la integración de los acuerdos al bloque de constitucionalidad de la Constitución Política del 91.
El histórico evento y sus protagonistas
Rodolfo Benítez, Garante de Cuba, realizó la lectura de la primera parte del Comunicado Conjunto # 76 referente a la finalización del conflicto, luego procedió Dag Nylander, Garante de Noruega, quien realizó lo propio con la segunda parte.
Una vez concluida la lectura del Comunicado, los representantes del Gobierno de Colombia y de las Farc-Ep, procedieron a la firma de los acuerdos. En primer lugar firmó el jefe de la delegación del Gobierno de Colombia en la mesa de negociaciones, Humberto de La Calle y el jefe de la delegación de las Farc-Ep, Iván Márquez. Luego firmaron los garantes de Cuba y Noruega. Finalmente, por parte de los países acompañantes, la presidenta Michelle Bachelet de Chile y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Sobrevino un caluroso apretón de manos entre Juan Manuel Santos y el máximo comandante de las Farc-Ep Timoleón Jiménez y llegó el turno de Raúl Castro para referirse al acuerdo. Castro recordó los malos augurios de un buen sector de la opinión pública colombiana debido a los fracasos de procesos anteriores, a lo que atribuyó el hecho que la magnitud de este acontecimiento no tuviera igual ni en Colombia ni en América. Significó el logro de la paz en Colombia como una luz de esperanza para el resto del mundo víctima del flagelo de la violencia, pronunció: “La paz no es utopía, es un derecho legítimo de cada ser humano, y de todos los pueblos, es una condición fundamental para el disfrute de todos los derechos humanos, en particular el derecho supremo a la vida”. Asimismo reiteró el apoyo de Cuba para lo que depara la continuación del proceso y resaltó la ardua labor y el compromiso de ambas partes para alcanzar este acuerdo. Aunque recordó los asuntos que quedan pendientes, insistió en el optimismo de todos/as porque Colombia sea un país en paz.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, celebró el acontecimiento y expresó su complacencia porque Colombia alcanzara un acuerdo de tal magnitud y la puso como un ejemplo a seguir para el resto de países en guerra. Colombia valida el esfuerzo de aquellos quienes creen en la consecución de la paz mediante el diálogo y no a través de la destrucción del adversario, precisó: “Es posible alcanzar la paz con dignidad para todos los involucrados. Ellos han vencido momentos de tensión y temas difíciles para llegar a este histórico acontecimiento”. También destacó el aporte de los gobiernos de Cuba, Noruega, Chile y Venezuela, quienes “han demostrado cómo los esfuerzos nacionales de paz pueden apoyarse de forma honesta, discreta y efectiva”. Para el diplomático, queda un importante recorrido para dar un feliz término a este proceso, sin embargo el trabajo de los últimos tres años son buena señal de que los acuerdos hoy firmados serán una realidad, serán esperanzas materializadas. Agradeció por la oportunidad de trabajar en el proceso y pidió no desistir en la labor para que Colombia goce de una paz duradera.
“Que este sea el último día de la guerra”. Con estas palabras inició su discurso Timoleón Jiménez quien realizó un pequeño homenaje a la memoria del fallecido expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, precursor de este proceso. “Los únicos sueños que logran alcanzarse son aquellos que se intentan” así se refirió el comandante guerrillero a la historia armada de las Farc-Ep fundada por 48 campesinos del municipio de Marquetalia, en el año de 1964 cuando declararon: “Nosotros somos revolucionarios que luchamos por un cambio de régimen, pero queríamos y luchábamos por ese cambio usando la vía menos dolorosa para nuestro pueblo: la vía pacífica, la vía democrática de masas. Esa vía nos fue cerrada violentamente con el pretexto fascista oficial de combatir supuestas repúblicas independientes y como somos revolucionarios que de una u otra manera jugaremos el papel histórico que nos corresponde, nos tocó buscar la otra vía: la vía revolucionaria armada para la lucha por el poder”. 52 años después se logra el sueño de retornar al ejercicio democrático para la participación política que sólo será posible mediante el cese al fuego definitivo bilateral, la entrega de armas, la garantía políticas y de seguridad, el combate al paramilitarismo.
Para Timoleón lo único que deja la guerra, además de este acuerdo, es el dolor y la sangre derramada de cientos de miles de colombianos, que de haber cedido al diálogo y no al fanatismo que desencadenó la guerra, se hubieran evitado. De esto son culpables tanto el gobierno como la guerrilla. Lo que hoy se logra es el fruto de la persistencia de aquellos/as quienes siempre creyeron en la paz para Colombia, es el producto de la discusión seria y comprometida de ambas partes. “La firma de este acuerdo es la mejor oportunidad que tendrá nuestro país para enrumbarse hacia la justicia social y el progreso, sobre la base de que serán abiertas las compuertas de la democracia verdadera para que los movimientos políticos y sociales de la oposición gocen de plenas garantías”.
“Al pueblo nunca le toca” hizo alusión Timoleón Jiménez a la obra de Álvaro Salóm Becerra como aquella barrera que será rebasada siempre y cuando las y los colombianos recurran constantemente a la movilización y a la organización de lo que se ha pactado. Refiriéndose a los tratados de la Zidres y al Código Nacional de Policía como contradictores a lo acordado en las mesas de negociaciones de La Habana. Si no se combate al paramilitarismo, a la brutalidad y al abuso de poder de la fuerza pública, y a la arbitrariedad del aparato judicial, difícilmente se cumplirán las garantías de seguridad y participación y, en consecuencia, este proceso será un fracaso histórico, sentenció el máximo comandante insurgente. El potencial bélico alcanzado por las fuerzas armadas colombianas deberá reorientar su propósito, ya no de combatir en la guerra, sino de construir; hacer parte del trabajo colectivo en aras de la paz y la defensa de la soberanía nacional, opinó.
Una de las fórmulas para la superación del conflicto propuesta por el comandante máximo de las Farc es la educación para la reconciliación. Enseñar a los y las colombianas sobre deberes con Estado y lo que este le debe garantizar. Subrayó la importancia de que confluyan los sentimientos de inconformidad del modelo actual de las cosas con el objeto de “generar profundos cambios en la vida colombiana, pensando siempre en el interés de las mayorías”. La guerra que fue prioridad en la distribución del presupuesto, ahora cederá su puesto a la educación y al cultivo de la niñez y las juventudes.
Juan Manuel Santos cerró la tanda de intervenciones. Desde los 80 todos los gobiernos han insistido en la consecución de la paz, lo que hoy se logra es un paso importante para llevar a cabo ese anhelado sueño. El cese al fuego y la dejación de armas representan el fin de las Farc-Ep como grupo armado, aseveró el Presidente. Todos y todas hemos crecido con el miedo y la incertidumbre de la guerra, la historia reciente del país está manchada de sangre, “nos acostumbramos al horror de la guerra, se volvió parte de nuestra vida cotidiana […] Nos llegó la hora de vivir en paz […] el acuerdo de hoy nos garantiza que esa paz será sólida […] porque se asegura que las Farc-Ep dejarán las armas con la promesa de nunca más volver a empuñarlas”.
Restan pocos días para la paz estable y duradera que tiene como uno de sus propósitos garantizar a los niños y las niñas de Colombia una vida tranquila en los que podrán crecer jugando, riendo y aprendiendo. No obstante la persistencia de otros grupos delincuenciales como el Eln y las “bandas criminales”, dijo Santos: “[…] este acuerdo significa el fin del conflicto con la organización guerrillera más grande y más antigua […] los campos de Colombia tendrán un futuro con más oportunidades […] las familias expulsadas por la violencia regresarán sin temor […] para sembrar el desarrollo de nuestras regiones”.
El presidente Santos agradeció a Cuba y a Noruega por su papel como países garantes y a Chile y a Venezuela por acompañar, el proceso a la ONU y a los demás asistentes. Reconoció el sacrificio del Ejército y la Policía como defensores de la “libertad y la democracia” y que sin este la paz no sería posible. A su vez resaltó el paso de las Farc-Ep hacia la lucha política, dejando atrás el medio armado.
Sentenció como incompatibles por siempre las visiones políticas y económicas que sobre el país tienen el Gobierno y las Farc, pero dijo que aunque siempre fue un ferviente adversario de la guerrilla, en la paz optará por fundamentar el diálogo y la democracia con la misma vehemencia con la cual había combatido a la guerrilla. “El fin del conflicto es el punto de partida para que juntos construyamos un país donde haya espacio para todos […] esta es la paz de los colombianos –sin excepción– que tanto soñamos y esperamos por tantos años. […] La paz es posible […] ahora vamos a construirla”, concluyó el mandatario.
1 http://www.lafm.com.co/pol%C3%ADtica/noticias/gobierno-y-farc-anunciar%C3%A1n-est-208680
2 http://es.presidencia.gov.co/noticia/160622-Comunicado-Conjunto-75
Recuadro 1Comunicado conjunto #75Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC–EP informamos a la opinión pública que hemos llegado con éxito al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas; las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz. El evento estará encabezado por el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el comandante de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, y por los países garantes. Por Cuba, el Presidente Raúl Castro, y por Noruega, el Canciller, Borge Brende. También estarán en representación de los países acompañantes, la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet y de Venezuela, el Presidente Nicolás Maduro. La ceremonia contará con la presencia, como invitado especial, del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, quien estará acompañado por el Presidente del Consejo de Seguridad y el Presidente de la Asamblea General. Igualmente asistirá el Presidente de República Dominicana, en calidad de Presidente de la CELAC; el presidente de El Salvador, y los enviados especiales para el proceso de paz de los Estados Unidos y de la Unión Europea. Los acuerdos se darán a conocer mañana al mediodía en el salón de protocolo de El Laguito. |
Recuadro 2
Comunicado conjunto #76
Las delegaciones del Gobierno Nacional y las FARC-EP queremos anunciar que hemos llegado a acuerdos en los siguientes puntos:
I. Acuerdo sobre “Cese al fuego y de hostilidades bilateral y Definitivo y Dejación de Armas”.
II. Acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz.”
III. Acuerdo sobre “Refrendación”
I. Acuerdo sobre Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas
1. Compromisos. El Gobierno Nacional y las FARC-EP expresan su compromiso de contribuir al surgimiento de una nueva cultura que proscriba la utilización de las armas en el ejercicio de la política y de trabajar conjuntamente por lograr un consenso nacional en el que todos los sectores políticos, económicos y sociales, nos comprometamos con un ejercicio de la política en el que primen los valores de la democracia, el libre juego de las ideas y el debate civilizado; en el que no haya espacio para la intolerancia y la persecución por razones políticas.
Dicho compromiso hace parte de las garantías de no repetición de los hechos que contribuyeron al enfrentamiento armado entre los colombianos por razones políticas. Por último, el Gobierno Nacional y las FARC-EP se comprometen con el cumplimiento de lo aquí acordado en materia de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas, para lo cual elaborarán una hoja de ruta que contenga los compromisos mutuos para que a más tardar a los 180 días después de la firma del Acuerdo Final haya terminado el proceso de dejación de armas.
2. Objetivo. El presente Acuerdo sobre Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acción prevista en las Reglas que Rigen el CFHBD, incluyendo la afectación a la población, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de la implementación del Acuerdo Final y la Dejación de las armas y preparar la institucionalidad y al país para la Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil.
3. Monitoreo y Verificación. Acordamos crear un Mecanismo de Monitoreo y Verificación que será un mecanismo tripartito, integrado por representantes del Gobierno Nacional (Fuerza Pública), de las FARC-EP, y un Componente Internacional consistente en una misión política con observadores no armados de la ONU integrada principalmente por observadores de países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).El Componente Internacional preside en todas las instancias el Mecanismo de Monitoreo y Verificación y está encargado de dirimir controversias, presentar recomendaciones y generar reportes. Respecto a la Dejación de las Armas el Componente Internacional la verifica en los términos y con las debidas garantías establecidas en los protocolos del Acuerdo.
4. Adaptación de los dispositivos en el terreno. A partir del día D+1 la Fuerza Pública reorganizará el dispositivo de las tropas para facilitar el desplazamiento de las estructuras de las FARC-EP a dichas Zonas y para el cumplimiento del Acuerdo sobre el Cese al fuego y Dejación de las Armas. Por su parte a partir del día D+5, las distintas misiones, comisiones y Unidades Tácticas de Combate (UTC) de los frentes de las FARC-EP se desplazarán hacia dichas Zonas previamente acordadas, siguiendo las rutas de desplazamiento establecidas de común acuerdo entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP
5. Zonas Veredales Transitorias de Normalización (en adelante “Zonas”). El Gobierno Nacional y las FARC-EP acordamos establecer 22 Zonas Veredales Transitorias de Normalización y 8 Campamentos. Las Zonas Veredales Transitorias de Normalización tienen como objetivo garantizar el Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas e iniciar el proceso de preparación para la Reincorporación a la vida civil de las estructuras de las FARC-EP en lo económico, lo político y lo social de acuerdo con sus intereses. Estas Zonas son territoriales, temporales y transitorias.
Cada Zona contará con Equipos de Monitoreo Local. Tendrán facilidades de acceso por vía carreteable o fluvial; sus límites corresponden a los de la vereda donde se ubican; pudiendo ser ampliados o reducidos por mutuo acuerdo dependiendo del tamaño de la vereda, tendrán una extensión razonable que permite el monitoreo y verificación y el cumplimiento de los objetivos de las Zonas, fijando como referente accidentes geográficos o características del terreno. La salida de combatientes de las FARC-EP de los campamentos se hará sin armas y de civil. El Gobierno Nacional y las FARC-EP se comprometen a que la implementación de este Acuerdo se realice sin ninguna limitación en el normal funcionamiento de las autoridades civiles no armadas, en el desenvolvimiento de la actividad económica, política y social de las regiones, en la vida de las comunidades, en el ejercicio de sus derechos; así como en los de las organizaciones comunales, sociales y políticas que tengan presencia en los territorios. Las autoridades civiles (no armadas) que tengan presencia en las Zonas permanecen y continuarán ejerciendo sus funciones en las mismas, sin perjuicio de lo acordado en el Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo.
Las Zonas no pueden ser utilizadas para manifestaciones de carácter político. Los (as) integrantes de las FARC-EP que en virtud de la ley de amnistía hayan sido beneficiados con la excarcelación, y así lo deseen, se integran a dichas zonas para seguir el proceso de reincorporación a la vida civil. Para este fin, dentro de las Zonas se organizan sitios de estadía por fuera de los campamentos. Durante la vigencia del Acuerdo sobre CFHBD y DA; las FARC-EP designa un grupo de 60 de sus integrantes (hombres y mujeres) que pueden movilizarse a nivel nacional en cumplimiento de tareas relacionadas con el Acuerdo de Paz. Así mismo, por cada Zona, las FARC-EP, designa un grupo de 10 de sus integrantes que puede movilizarse a nivel municipal y departamental en cumplimiento de tareas relacionadas con el Acuerdo de Paz. Para estos desplazamientos los integrantes de las FARC-EP cuentan con las medidas de seguridad acordadas con el Gobierno Nacional. En los campamentos no habrá ni podrá ingresar población civil en ningún momento.
Durante la vigencia de las zonas se suspenderá el porte y la tenencia de armas para la población civil dentro de dichas Zonas. En caso de presentarse dentro de una Zona algún hecho o circunstancia que requiera la presencia de la Policía Nacional o cualquier otra autoridad armada del Estado se hace informando al Mecanismo de Monitoreo y Verificación, para que coordine el ingreso de acuerdo con los protocolos acordados por el Gobierno Nacional y las FARC-EP. La ubicación de los campamentos dentro de las Zonas se hará de forma que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación pueda ejercer su función.
En desarrollo del proceso de preparación para la reincorporación a la vida civil de sus combatientes, las FARC-EP en coordinación con el Gobierno Nacional, podrán realizar dentro de las Zonas todo tipo de capacitación de los integrantes de las FARC-EP en labores productivas, de nivelación en educación básica primaria, secundaria o técnica, de acuerdo con sus propios intereses, jornadas de cedulación y demás actividades de preparación para la reincorporación y otras actividades necesarias para facilitar el tránsito a la legalidad de las FARC-EP.
6. Zona de Seguridad. Alrededor de cada Zona se establece una Zona de Seguridad donde no podrá haber unidades de la Fuerza Pública, ni efectivos de las FARC-EP con excepción de los equipos de monitoreo y verificación acompañados de seguridad policial cuando las circunstancias así lo requieran. El ancho de la Zona de Seguridad será de 1 kilómetro alrededor de cada Zona.
7. Seguridad. El Gobierno Nacional y las FARC-EP definirán conjuntamente unos protocolos de seguridad, que permitirán, de manera integral, minimizar las potenciales amenazas que pueden afectar o vulnerar las personas y bienes comprometidos en el Cese al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas. Las condiciones de seguridad implementadas garantizarán la protección de los integrantes del Equipo de Monitoreo y Verificación, los miembros de las FARC-EP, los delegados del Gobierno Nacional, la Fuerza Pública y demás intervinientes en el proceso. Así como, la coordinación de los movimientos y los dispositivos en el terreno. El Gobierno Nacional a través de la Fuerza Pública continuará garantizando las condiciones de convivencia y seguridad de la población civil durante este proceso.
8. Dejación de las Armas (DA). Consiste en un procedimiento técnico, trazable y verificable mediante el cual la ONU recibe la totalidad del armamento de las FARC-EP para destinarlo a la construcción de 3 monumentos, acordados entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP. La Dejación de las Armas por parte de las FARC-EP se desarrollará en dos tiempos, denominados Control de Armamento y Dejación de las armas, que integran los siguientes procedimientos técnicos: registro, identificación, monitoreo y verificación de la tenencia, recolección, almacenamiento, extracción y disposición final.
9. Procedimiento. Con la Firma del Acuerdo Final inicia el proceso de Dejación de las Armas de las FARC-EP, que incluirá el transporte del armamento a las zonas, la destrucción del armamento inestable, y la recolección y almacenamiento en contenedores del armamento individual de manera secuencial y en tres fases así: 1era Fase: D+90, el 30%; 2da Fase: D+120, el 30%; y 3ra Fase: D+150, 40% restante, según la hoja de ruta (cronograma de eventos) acordada por el Gobierno Nacional y las FARC-EP que guía el proceso del Fin del Conflicto luego de la firma del Acuerdo Final.
Las FARC-EP contribuirá por diferentes medios, incluyendo el suministro de información, con la limpieza y descontaminación de los territorios afectados por minas antipersonal (MAP), artefactos explosivos improvisados (AEI), y municiones sin explotar (MUSE) o restos explosivos de guerra (REG) en general, teniendo en cuenta lo acordado en los puntos 4 y 5 y lo que se acuerde en el punto de Reincorporación a la vida civil en cuanto a la participación de las FARC-EP en la acción contra minas.
Para garantizar el control efectivo del armamento en cada Zona se determinará un solo punto de almacenamiento, dentro de uno de los campamentos, en donde estarán ubicados los contenedores bajo el monitoreo y verificación permanente del Componente Internacional del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, de acuerdo con los protocolos concertados entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.
Recibido el armamento el día D+150, a más tardar el día D+180 finalizará el proceso de extracción de las armas por parte de Naciones Unidas, conforme a los procedimientos acordados para esta materia y certificará el cumplimiento de este proceso procediendo a comunicarlo al Gobierno Nacional y a la opinión pública.
El día D+180 se da por terminado el funcionamiento de estas Zonas y el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo. El Mecanismo de Monitoreo y Verificación certificará y comunicará cada una de las fases del procedimiento de dejación de armas antes descrito.
Por último, sobre la base del acuerdo que hemos anunciado el día de hoy y en el marco de la Resolución 2261 del Concejo de Seguridad, el Gobierno Nacional y las FARC-EP solicitamos al Secretario General de las Naciones Unidas que se pongan en marcha todos los preparativos necesarios para el despliegue de la Misión Política Especial, de manera que se pueda avanzar en la implementación del presente acuerdo.
II. Acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores/as de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”.
Este acuerdo está dirigido a brindar protección y seguridad a todos los habitantes del territorio nacional; medidas de protección a las colectividades, los movimientos y organizaciones sociales y de derechos humanos en los territorios; garantías para el ejercicio de la política a los movimientos y partidos políticos, especialmente a los que ejerzan oposición, al movimiento político que surja del tránsito de las FARC-EP a la actividad política legal y a los integrantes de las FARC-EP en proceso de reincorporación a la vida civil.
Adicionalmente contempla la implementación de las medidas necesarias para intensificar con efectividad y de forma integral las acciones contra las organizaciones y conductas criminales objeto de este acuerdo que amenacen la construcción de la paz. El acuerdo incluye igualmente medidas para el esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo en complemento a lo ya acordado en el punto 5.
El acuerdo de garantías de seguridad, se basa en los siguientes principios: 1. Respeto, garantía, protección y promoción de los derechos humanos. 2. Asegurar el monopolio legítimo de la fuerza y del uso de las armas por parte del Estado en todo el territorio. 3. Fortalecimiento de la administración de justicia 4. Asegurar el monopolio de los tributos por la Hacienda Pública. 5. Enfoque territorial y diferencial 6. Enfoque de género. 7. Coordinación y corresponsabilidad institucional. 8. Participación ciudadana. 9. Rendición de cuentas. 10. Garantías de No Repetición.
Para cumplir con estos propósitos, el Gobierno Nacional y las FARC-EP, se comprometen a: El Gobierno Nacional garantizará la implementación de las medidas necesarias para intensificar con efectividad las acciones contra las organizaciones y conductas criminales objeto de este acuerdo que amenacen la construcción de la paz. Además asegurará la protección de las comunidades en los territorios, que se rompa cualquier tipo de nexo entre política y uso de las armas, y que se acaten los principios que rigen toda sociedad democrática. Las FARC-EP por su parte asumen el compromiso de contribuir de manera efectiva a la construcción y consolidación de la paz, en todo lo que resulte dentro de sus capacidades, a promover los contenidos de los acuerdos y al respeto de los derechos fundamentales.
Las medidas de seguridad y protección que define el acuerdo se han construido sobre cinco pilares fundamentales con un enfoque dimensional:
1. Un Pacto Político Nacional y desde las regiones con los partidos y movimientos políticos, los gremios, la sociedad organizada y en general las fuerzas vivas de la nación para que nunca más se utilicen las armas en la política ni se promuevan organizaciones violentas como el paramilitarismo. Este pacto buscará la reconciliación nacional y la convivencia pacífica.
2. Una Comisión Nacional de Garantías de Seguridad que será presidida por el Presidente de la República y tendrá como objeto el diseño y el seguimiento a la política pública y criminal en materia de desmantelamiento de cualquier organización o conducta de que trata este acuerdo. La Comisión también armonizará dichas políticas para garantizar su ejecución.
3. Una Unidad Especial de Investigación dentro de la Fiscalía General de la Nación para el desmantelamiento de las organizaciones criminales y sus redes de apoyo, que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo de conformidad con lo establecido en el numeral 74 del acuerdo sobre la Jurisdicción Especial para la Paz. Esta Unidad contará con una unidad especial de policía judicial con expertos en distintas materias.
4. En desarrollo de lo acordado en el punto 2 “Participación Política”, la creación del Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política que desarrollará un modelo de garantías de derechos ciudadanos y protección para los movimientos y partidos políticos, incluyendo el movimiento o partido político que surja del tránsito de las FARC-EP a la vida civil, organizaciones sociales, de derechos humanos y las comunidades en los territorios. El Sistema incluye la creación en la Unidad Nacional de Protección de un cuerpo mixto de protección para los integrantes de las FARC-EP en proceso de reincorporación a la vida civil.
5. Un Programa Integral de Seguridad y Protección para las comunidades y organizaciones en los territorios que tendrá como propósito la definición y adopción de medidas de protección integral para las organizaciones, grupos y comunidades en los territorios.
El acuerdo incluye adicionalmente las siguientes medidas complementarias:·El diseño y puesta en marcha de una política de sometimiento a la justicia para las organizaciones objeto de este acuerdo. La activación de un cuerpo élite de la Policía Nacional como instrumento para desarticular las organizaciones criminales objeto del acuerdo. Instrumento de prevención y monitoreo de las organizaciones criminales: es un sistema de anticipación y prevención para la reacción rápida, que está orientado a garantizar una mejor identificación de las amenazas en los territorios y una acción con mayor impacto de la Fuerza Pública para contener esas amenazas. Medidas de prevención y lucha contra la corrupción: dirigidas a fortalecer la transparencia institucional.
III. Acuerdo sobre Refrendación
El Gobierno de Colombia y las Farc – EP para sanear las diferencias surgidas hasta la fecha sobre el tema aludido, en el día de hoy en desarrollo de la agenda del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto hemos convenido acoger como fórmula de convergencia la decisión que profiera la Corte Constitucional, sobre los alcances del Proyecto de Ley estatutaria #156 del 2015 Cámara, 94 de 2015 Senado, en el espíritu hasta ahora anunciado y en esa medida aceptamos el mecanismo de participación popular que la Corte indique y en los términos que ese alto tribunal señale.
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