Estados Unidos y Australia son los países del mundo donde la venta de agua es más activa.
Para el año 2050 se pronostica que, debido a la incidencia del calentamiento global, la mitad de la población humana vivirá en regiones concentradas en torno a las reservas de agua.
La carencia de reservas de agua ya es palpable incluso en algunas zonas del los países desarrollados, donde el mercado financiero ha llegado a reaccionar enviando señales de aviso para que la gente deje de dar por sentado el acceso al agua.
La oleada de calor y los incendios forestales en Estados Unidos del verano de 2020 fueron vistos como una oportunidad en Wall Street: en diciembre, CME Group y Nasdaq lanzaron un nuevo contrato de futuros —Nasdaq Veles California Water Index Futures—, que permite a los granjeros, fondos de cobertura y municipalidades protegerse contra los potenciales futuros saltos de precios del agua en California.
Mientras se barajan las mejores opciones para asegurar la conservación de un recurso indispensable para la vida en el planeta, dos posiciones encontradas gobiernan las discusiones: la de aquellos que insisten que el acceso al agua potable es un derecho esencial de los humanos y debe ser pagado por el Estado, y la de quienes optan por modelos de gestión y propiedad privada.
Matthew Diserio, presidente y cofundador de Watter Asset Management, que invierte tanto en activos físicos de agua como en valores temáticos, asegura que “la escasa agua potable es el recurso que define este siglo, al igual que el petróleo y el gas definían el previo”, informa The Financial Times.
La venta de agua tiene sus limitaciones y el peso y la ubicación son algunas. “Poseer un iceberg en Groenlandia no les hará rico, pero tenerlo en Reno, Nevada [EE.UU.] sí lo hará”, explica Christopher Gasson, director ejecutivo de la revista Water Intelligence.
A la vanguardia del mercado
EE.UU. y Australia son los países donde la venta de agua es más activa. En la cuenca del Murray-Darling, en Australia, se ha formado un mercado valorado en 2.000 millones de dólares al año (1.460 millones de dólares estadounidenses). A los granjeros se le asigna un volumen de agua fluvial que pueden usar o vender. El precio de agua depende de los precios de productos agrícolas y de las condiciones climáticas.
Publicado: 12 nov 2021
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