Luigi Mangione, el presunto asesino que ha puesto en el foco el negocio de la sanidad privada en EEUU

El joven definía la industria de los seguros sanitarios como un negocio “podrido y corrupto” y criticaba los altos precios de las pólizas. ¿Cómo funciona el sistema médico en el gigante americano?

13/12/2024. Luigi Mangione viene de una familia adinerada, tuvo una educación exclusiva y estudió en una universidad de élite. El joven –”un chico normal e inteligente“, según sus compañeros de clase– era un completo desconocido hasta hace cinco días. Este lunes ha sido detenido en Pensilvania como principal sospechoso del asesinato de Brian Thompson, consejero delegado de la aseguradora privada UnitedHealthcare. La historia ha reabierto el debate sobre el fenómeno fan que rodea estos perfiles y, sobre todo, ha puesto en el foco –de nuevo– el negocio de la industria médica americana. 

Brian Thompson fue asesinado en Manhattan y Luigi Mangione fue detenido cinco días después en un McDonalds de Pensilvania, con documentación falsa y una pistola fabricada con una impresora 3D. El joven huyó de la ciudad en un autobús interestatal tras el presunto crimen. Las autoridades encontraron, además, un manifiesto escrito a mano donde Mangione expresaba su rechazo hacia el “injusto” sistema de salud de Estados Unidos. Ese mismo cuaderno también calificaba de “convención anual de tacaños parásitos” la reunión a la que se dirigía el empresario en el momento del asesinato.

El caso lleva toda la semana acaparando titulares y portadas en la prensa estadounidense. Las evidencias alejan los hechos de un simple acto de violencia y lo sitúan como un “asesinato de reivindicación“. ¿La primera? Las balas con las que fue asesinado Thompson tenían tres palabras grabadas: deny, defend, depose. En español, denegar, litigar, retrasar. Estas son, a priori, las prácticas habituales de los seguros médicos en Estados Unidos. 

El detenido dejó de comunicarse con sus familiares y amigos hace meses, cuando empezó a sufrir espondilolistesis, una enfermedad que provoca “fuertes dolores” en la espalda, según los medios locales. “Me confirmó que se había sometido a una cirugía y me envió radiografías. Las imágenes parecían horribles, con tornillos gigantes en la columna”, explicó uno de sus amigos en una entrevista con ABC 7 News. En su cuaderno, Mangione también definía la industria de los seguros sanitarios americanos como un negocio “podrido y corrupto”, incluso “parasitario”. 

El joven criticaba en sus escritos las tarifas del sistema y llegó a denunciar que, mientras los beneficios empresariales habían aumentado, la “esperanza de vida” seguía prácticamente inmóvil. El Departamento de Policía de Nueva York ha elaborado un informe interno que asegura que el principal sospechoso se veía a sí mismo como una especie de “héroe”. Manhattan ha amanecido este jueves con carteles de “se busca” que señalan a otros directores ejecutivos y las autoridades temen que estas acciones sirvan de inspiración para futuros ataques. Luigi Mangione ha causado sensación y actúa, para muchos, como una suerte de “chico malo rebelde“.

Un sistema bañado por la lógica capitalista

El asesinato de Brian Thompson ha llevado a mucha gente a identificarse con las supuestas motivaciones de Luigi Mangione. Los datos son claros: miles de estadounidenses se arruinan cada año por las deudas derivadas de no poder pagar sus tratamientos médicos; otros, mueren porque no tienen ni siquiera cobertura. “El seguro sanitario gratuito y universal lo tienen los pobres y los jubilados; en medio, tienes que pagar tu propio seguro“, explicó el periodista y corresponsal Guillermo Fesser en El Intermedio

Shannen Doherty (Embrujadas) hizo pública en junio su odisea. La actriz, diagnosticada con cáncer de mama, reconoció haberse quedado sin ahorros y tuvo que pedir un préstamo para cubrir sus facturas médicas. Doherty murió finalmente a mediados de verano. Este caso puso de manifiesto cómo el sistema sanitario de EEUU, donde impera la lógica capitalista y la privatización de los servicios básicos, conduce a situaciones desesperadas para el grueso de la población. Las conclusiones son demoledoras: en el país más poderoso del mundo, la sanidad es un negocio, no un derecho

“¿Por qué tenemos el sistema de atención médica más costoso del planeta y, sin embargo, estamos en el puesto número 42 sobre esperanza de vida?”, se pregunta Luigi Mangione en uno de sus escritos. La prensa estadounidense describe al principal sospechoso como una persona “resentida” con la sanidad del país y, más concretamente, con el tejido empresarial que se enriquece a costa de las enfermedades de su clientela. Mangione quería cometer un asesinato “preciso, que no pusiera en riesgo a inocentes”, según ha precisado The New York Times. El joven consideró poner una bomba, pero lo descartó porque “podía matar a inocentes”.

Los seguros son cada vez más caros en el gigante americano y cubren menos dolencias. Las grandes aseguradoras rechazan cada día un tercio de las medicaciones y los tratamientos que los médicos prescriben a sus pacientes. Además, basan su lógica de funcionamiento en los márgenes empresariales, una cuestión que pesa más que la salud de los usuarios. Los precios son inasumibles para millones de personas, como los migrantes o las familias vulnerables: uno de cada cuatro latinos no tenía ningún tipo de cobertura médica en 2022. 

La prima de seguro media individual que ofrecen las empresas es de 8.435 dólares anuales; es decir, unos 8.000 euros. En el caso de una familia, la cuota sube hasta los 23.968 dólares, según datos de la aseguradora Kaiser Foundation. Los precios varían según los ingresos familiares y el tipo de plan contratado, pero los seguros nunca lo cubren todo. Urgencias, además, es más caro que ir al médico de cabecera. 

Los pacientes nunca saben realmente cuánto van a tener que pagar, porque la factura les llega cuando salen del hospital. Los médicos deciden qué necesita cada usuario y lo meten en la cuenta; las pólizas cubren un porcentaje –del 90%, en los mejores casos–, pero siempre hay que tener cuidado con la letra pequeña. ¿Las consecuencias? Diagnósticos inflados, falta de atención médica y desconfianza en el sistema. Luigi Mangione no ocultaba en sus escritos la “animadversión” que sentía por “la América empresarial“. El acusado no ha explicado todavía por qué eligió a Brian Thompson, pero todo apunta a un “golpe simbólico“, un crimen motivado por la frustración y las ansias de denuncia. 


¿Por qué héroe?

Por, Diego Sztulwark

Página12

Un nuevo tipo de héroe nació en el Midtown Manhattan, frente al Hotel Hilton, la mañana del miércoles 4 de diciembre del 2024. El bautismo fue rápido y con estilo. Un video de 30 segundos de duración registra a la perfección los hechos. A las 6:44 a.m. Brian R. Thompson, CEO de UnitedHealthcare, una gigantesca empresa aseguradora de salud, sale del hotel donde se hospedaba situado frente al Hilton. Un joven anónimo vestido con buzo oscuro con capucha y una mochila clara se aproxima por la espalda al CEO de impecable traje azul, le apunta su pistola con las dos manos extendidas y dispara a corta distancia. Luego de recibir el primer impacto Thompsom camina con dificultad y se derrumba. El joven vuelve, se le aproxima, vuelve a disparar y se retira inicialmente a pie, y luego en una bicicleta eléctrica. Las balas que encontró la policía tenían escrito las palabras: retrasar, negar, defender, características de la jerga burocrática con que las aseguradoras de salud retrasan pagos, niegan reintegros y justifican sus acciones. UnitedHealthcare es uno de los mayores proveedores de seguros de salud en los Estados Unidos, cubre a más de 49 millones de norteamericanos y generó más de 281 mil millones de dólares en ingresos el año pasado. El Poder Judicial y la policía tardaron una semana en encontrar un sospechoso. Durante esos días en las paredes de Manhattan apareció un posters de “buscados” con las caras de los CEOs de seguros de salud y en las redes sociales pudieron leerse mensajes como éste: “La clase trabajadora no tiene ninguna obligación de estar en duelo por la muerte de esos que tratan activamente de matarnos” (ver imágenes)

El 10 de diciembre la policía detuvo en un McDonald’s de Altoona, Pensilvania, al joven Luigi Mangione, de 26 años. El joven llevaba consigo un texto que decía así: “Para los federales, seré breve, porque respeto lo que hacen por nuestro país. Para ahorrarles una larga investigación, declaro claramente que no estaba trabajando con nadie. Esto fue bastante trivial: algo de ingeniería social elemental, CAD básico y mucha paciencia. El cuaderno de espiral, si está presente, tiene algunas notas dispersas y listas de tareas pendientes que iluminan su esencia. Mi tecnología está bastante bloqueada porque trabajo en ingeniería, por lo que probablemente no haya mucha información allí. Pido disculpas por cualquier conflicto de traumas, pero tenía que hacerse. Francamente, estos parásitos simplemente se lo merecían. Un recordatorio: Estados Unidos tiene el sistema de salud número uno más caro del mundo, pero ocupamos aproximadamente el puesto 42 en esperanza de vida. United es la empresa [indescifrable] más grande de EE. UU. por capitalización de mercado, sólo detrás de Apple, Google y Walmart. Ha crecido y crecido, pero ¿cómo nuestra esperanza de vida? No, la realidad es que estos [indescifrable] simplemente se han vuelto demasiado poderosos y continúan abusando de nuestro país para obtener inmensas ganancias porque el público estadounidense les ha permitido salirse con la suya. Obviamente el problema es más complejo, pero no tengo espacio y, francamente, no pretendo ser la persona más calificada para exponer el argumento completo. Pero muchos han sacado a la luz la corrupción y la codicia (por ejemplo: Rosenthal, Moore) hace décadas y los problemas simplemente persisten. No es una cuestión de conciencia en este momento, sino claramente juegos de poder en juego. Evidentemente soy el primero en afrontarlo con una honestidad tan brutal”.

La prensa informa que expertos en terrorismo se dedican a elucidar si en Mangione operaba una “ideología” o una “patología” de tipo psiquiátrico. El Departamento de Policía de Nueva York ha elaborado un informe interno que asegura que se veía a sí mismo como una especie de héroe. ¿Qué haría de Luigi -un muchacho adinerado, destacado estudiante en una buena universidad y miembro de una influyente familia conservadora- una figura heroica? Héroe es aquel cuya acción frente al abuso de los poderosos contra una comunidad no puede triunfar sin despertar en su favor las fuerzas del medio o de un colectivo disperso. La del héroe es, pues, la figura de quien transforma una situación injusta poniendo en marcha fuerzas -así fueran mayormente virtuales- que lo trascienden ¿Es el caso?

El análisis policial subraya que “el sospechoso parecía considerar el asesinato selectivo del máximo representante de la empresa como un golpe simbólico”. Tanto en la selección del blanco como la escritura monográfica sobre las balas –retrasar, negar, defender; casi una consigna- llevan a considerar la acción en términos de un mensaje dirigido a todos antes que como un caso de venganza personal. No son pocos quienes se preguntan en EEUU cómo alguien tan sagaz -el alumno más brillante de su instituto de Baltimore a quien correspondió el honor de leer el discurso de la graduación en 2016- “cometió el error” de huir con todo el material con el que presuntamente perpetró el crimen (el contenido de su mochila una pistola y un silenciador, ambos impresos en 3D, sería lo que lo habría llevado a la cárcel). Otros mencionan entre sus “errores” el flirteo que mantuvo con la empleada del hostal de NY en el que durmió los días previos al crimen (Mangione habría descubierto su rostro ante las cámaras de vigilancia). Como fuere, la acción ha resultado altamente eficaz al desnudar una realidad que la convulsionada política norteamericana silencia, y provoca repercusiones que ningún discurso articulado hasta el momento fue capaz de provocar. La respuesta popular al acto atribuido a Mangione no se hizo esperar: ya se venden remeras con su rostro.


“Los CEOs de la salud no deberían sentirse seguros” dice uno de los mensajes

EE.UU: Carteles con amenazas a directivos tras el arresto del presunto asesino del CEO 

Días después del arresto del principal sospechoso en el asesinato de Brian Thompson, las calles de Nueva York se inundaron de carteles de “Se busca” con amenazas para otros directivos

Las calles de Nueva York se llenaron de carteles de “Se busca” que portan amenazas a directivos del UnitedHealth Group y otros empresarios este jueves, tras el arresto de Luigi Mangione, presunto asesino del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, que ha desatado una ola de tensiones en el sector empresarial estadounidense.

Tras la detención del joven, de 26 años, como principal sospechoso del homicidio, las calles de Manhattan comenzaron a llenarse de carteles de “órdenes de captura”. Estos carteles, que muestran imágenes de altos ejecutivos del sector de la salud y la banca, están acompañados de mensajes amenazantes que han elevado las alarmas entre las autoridades.

Denegar, Defender, Deponer

Los carteles, colocados en zonas de alto tránsito como Canal Street, muestran fotos de ejecutivos de UnitedHealth Group, la mayor aseguradora de salud de los Estados Unidos. Entre ellos se encuentran Heather Cianfrocco, directora ejecutiva de OptumHealth —la rama farmacéutica del grupo—, y el propio CEO del grupo, Andrew Witty. Otros carteles incluyen una imagen de Thompson, asesinado el 4 de diciembre, cuya cara está marcada con una gran ‘X’ roja.

En los carteles, destacan las palabras “denegar”, “defender” y “deponer”, supuestamente encontradas en los casquillos de las balas disparadas contra Thompson, utilizadas cómo parte de frases que critican los hábitos del mundo empresarial. El trío de términos parece hacer referencia al libro “Deponer, Defender, Denegar: Por qué las compañías de seguros no pagan los reclamos y qué podés hacer al respecto”, escrito por Jay Feinman.

Denegar atención médica por beneficios corporativos. Los CEOs de la salud no deberían sentirse seguros“, sentencia uno de los carteles.

Aunque se desconoce el responsable de colocar los carteles, su amplia difusión en redes sociales en paralelo a su contenido incendiario generaron preocupación por posibles actos violentos adicionales.

UnitedHealthcare negó más reclamos médicos que cualquier otra compañía de atención médica, matando a personas comunes y corrientes en aras de obtener ganancias. Como resultado, a Brian Thompson se le negaron sus derechos a la vida.”, dice la nota, antes de concluir con un “¿A quién se le negará el próximo?“.

Nuevos objetivos

Los carteles de “Se busca” en Manhattan muestran imágenes de varios directores de UnitedHealth Group, quienes, según las autoridades, son considerados objetivos potenciales de futuros ataques. Entre ellos se encuentra Heather Cianfrocco, directora ejecutiva de Optum y ocupante del puesto 24 en la lista de las 100 mujeres más poderosas en los negocios, según Fortune. También aparece Andrew Witty, CEO de UnitedHealth Group desde 2021, pero con una trayectoria longeva en la industria médica, donde ha sido director ejecutivo de diversas compañías desde 2008.

Witty ha sido objeto de fuertes críticas después de que un video filtrado mostrara sus declaraciones sobre la política de la empresa. “Nos aseguramos de que el cuidado sea seguro, apropiado y entregado cuando la gente lo necesita, y nos protegemos de las presiones para entregar cuidados innecesarios o inseguros que hacen que el sistema se vuelva insostenible”, dijo el ejecutivo, aludiendo a un criterio de selección arbitrario a la hora de aceptar o denegar reclamos.

Los carteles no solo apuntan a figuras del sector de la salud. También han aparecido imágenes de importantes CEOs de la industria bancaria, como Martin Smalls, de BlackRock; Robin Vince, de BNY Mellon; y Denis Coleman, de Goldman Sachs, entre otros. Estos ejecutivos estuvieron presentes en la conferencia anual de Servicios Financieros de Goldman Sachs, celebrada el pasado 10 de diciembre en el Hotel Conrad de Nueva York.

Seguridad renovada

Tras el asesinato de Thompson, las empresas han implementado nuevas medidas de protección para sus ejecutivos, incluyendo la retirada de sus imágenes de sitios web y un refuerzo en la seguridad de oficinas y eventos.

En un clima de creciente tensión, la comunidad empresarial ha recibido directrices claras para prevenir ataques, pero tanto empresarios como empleados de aseguradoras de salud y oficiales de policía han enfrentado un aumento de amenazas desde la captura de Mangione, acusado de disparar a Thompson la semana pasada.

El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) emitió un boletín el jueves, advirtiendo sobre el potencial de los carteles con las imágenes de los ejecutivos para inspirar a otros actores malintencionados. Algunos usuarios en plataformas digitales han calificado estos carteles como una “lista negra”.

“Algunos usuarios en línea en diversas plataformas de redes sociales reaccionaron positivamente al asesinato, fomentaron futuros ataques a ejecutivos similares y compartieron teorías de conspiración sobre el tiroteo”, puntualizó el texto.

Según el documento policial, el NYPD está en alerta debido “al riesgo de que una amplia gama de extremistas pueda ver a Mangione como un mártir y un ejemplo a seguir“. El sospechoso fue arrestado el pasado lunes después de una búsqueda interestatal que terminó localizándolo en un McDonald ‘s de Altoona, Pensilvania, a 450 kilómetros de Manhattan.

Mangione permanece encarcelado en el condado de Blair, enfrentando cargos por posesión ilegal de armas, falsificación de documentos e identificación falsa, mientras disputa su extradición a Nueva York, donde enfrenta un cargo por asesinato en segundo grado y posesión criminal de armas.

Información adicional

Autor/a: V. López
País: Estados Unidos
Región: Norteamérica
Fuente:

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